La nadadora entre los tigres
«Los paramilitares invadieron el pueblo de Condoto, robaron, torturaron, violaron, asesinaron y establecieron sus leyes. Por ejemplo: las mujeres debían cocinar para ellos, las mujeres debían lavarles la ropa, las mujeres debían quedarse en casa al ponerse el sol, las mujeres no podían vestir prendas cortas, las mujeres no podían llevar el pelo corto. María Eugenia Urrutia, una chica negra de 18 años, hirvió de rabia. Se rapó la cabeza al cero, se puso un tanga, cruzó el pueblo a zancadas, se metió al río casi desnuda y nadó arriba y abajo.
Mientras los paramilitares disparaban, requisaban las cosechas y expulsaban a las familias de sus minas artesanales de oro y platino, María Eugenia se empeñó en defender nadando su pequeño territorio: la playa del río Condoto. No era una playa cualquiera».
El reportaje completo se puede leer en la revista Jot Down.
Para prepararlo conté con la valiosísima ayuda de Oxfam Intermón. Y con el apoyo de gente sabia en Colombia: Alejandro Matos, Lucila Rodríguez-Alarcón, Pablo Tosco, Sandra Cava, Diana Arango y Gloria Moronta. Les debo un agradecimiento enorme, a ellos y a los hombres y sobre todo las mujeres tan berracas de Bogotá, Soacha, Medellín, Popayán, Tuluá, Santander de Quilichao y de las reservas indígenas del Cauca, que nos dedicaron su tiempo, compartieron sus emociones y nos relataron sus luchas.
Gloria #
Gracias a ti por observar a las nadadoras (y a algún nadador), escuchar y contarlo tan bien. Y que nunca más se atrevan los tigres…
Ander Izagirre #
Gloria, muchísimas gracias por tu ayuda. Tuve mucha mucha suerte de que estuvieras allá.