¡Carta!
Llevo un mes lejos de casa. Ayer recibí una carta de J., el amigo que vive en el otro lado del abismo digital, sin ordenador, sin teléfono inteligente, sin más conexión a internet que las esporádicas visitas a la biblioteca municipal (copio de 2011: “Una vez quise enviarle un e-mail importante, pero como suelen cerrarle su cuenta de correo electrónico por falta de uso, imprimí el mensaje, lo metí en un sobre, le puse un sello, escribí sus señas y lo eché al buzón. A ver, ¿cuántos habéis bajado a la calle a echar un e-mail al buzón?”).
El sobre que recibí ayer contenía dos páginas escritas a mano, con sus noticias de la vida cotidiana, con dibujos y gráficos, y contenía también recortes de El Diario Vasco.
Hace un par de meses, J. me dejó otros recortes de prensa, escondidos entre las piedras de un murete de un pueblo del Baztán, por el que yo iba a pasar caminando unos días más tarde.
He recordado las colonias infantiles a las que iba todos los veranos, en Ribabellosa, en la sierra riojana de Cameros. Con 7, 8, 9 años, pasar dos semanas alejado de la familia era una aventura extraordinaria y a veces un poco difícil. Al cabo de los días, algunos niños lloraban, querían volver a casa, pedían una llamada telefónica para hablar con sus padres. Nos íbamos contagiando la tristeza y echábamos alguna lagrimica. Ocurría alguna noche, pero al día siguiente volvían las olimpiadas, las búsquedas del tesoro por el bosque, la piscina, el cine. Recuerdo que un año vimos ‘Los cañones de Navarone’ y ‘Tres lanceros bengalíes’, ¡buah!
Antes de la cena llegaba un momento especial: los monitores repartían el correo. Iban voceando los nombres de los niños y las niñas que tenían carta de su familia, y los doscientos cuarenta nos apelotonábamos esperando escuchar nuestro nombre.
Yo tenía carta muy a menudo: mi madre me enviaba grandes sobres abultados, con muchos recortes de El Diario Vasco, especialmente las crónicas y las clasificaciones del Tour de Francia. Antes de acostarme leía los recortes. Otros críos me los pedían y me preguntaban cómo iba el Tour.
Y aquí seguimos, tres décadas después, sin whatsapp pero todavía con la posibilidad de que el cartero vocee nuestro nombre y nos llegue la carta de un amigo, escrita a mano y con recortes de prensa, para aliviar las pequeñas nostalgias del viajero.
Chalo84 #
Yo aún sigo jugando a la búsqueda del tesoro en las fiestas de mi pueblo. ¡Cómo nos picamos! Y el buzón.. ¡no lo uso ni en vacaciones con postales! :(-
Ander Izagirre #
La búsqueda de tesoro en el bosque de 1983 fue quizá la aventura más épica de mi vida. Creo que ganamos unos caramelos y unas camisetas.
Mónica #
Precioso
Ander Izagirre #
Anda que tú.
Aitor #
¡Así que tú eras uno de esos compañeros de colonias que tanto odiaba porque recibían al menos una carta diaria mientras yo me tenía que conformar con una a la semana!
Hace unos pocos días, haciendo limpieza en casa de mis padres aparecieron algunas de esas cartas, que estuve leyendo con gran nostalgia. Dibujos, recortes de prensa, tiras cómicas, autodefinidos… Y cartas preciosas como la que me envió mi hermana con 10 años en la que describía con todo detalle el desarrollo de una etapa del Tour de 1991 (Val Louron), incluyendo las conversaciones entre los ciclistas. El único problema es que confundía a Bugno con Chiapucci, y a Indurain le ponía como nombre de pila Marino. Cosas de la edad.
El recibir todas estas noticias con cuentagotas, creo que magnificaba el efecto de los hechos. Recuerdo recibir con horror la noticia del traspaso de Loren al Athletic. Lo más comentado aquel verano de colonias.
pd. Una de las ventajas de tener compañeros que recibían cartas todos los días es que se podía seguir el día a día de la clasificación del Tour… con unos días de retraso.
Ander Izagirre #
¡Qué tesoro, Aitor! ¡Transcríbenos esa crónica de tu hermana, con las conversaciones entre Gianni Chiapucci y Marino Induráin! Menuda joya.
Ese día yo estaba, con mi familia, a 200 metros de la meta en Val Louron. Justo donde Indurain soltó el brazo del manillar para hacerle un gesto a Chiapucci, para que le pasara y ganara la etapa. Recuerdo una pantalla gigante en la que vimos a Indurain vistiéndose su primer maillot amarillo y luego la clasificación general: vimos al segundo, a Bugno, a más de tres minutos, y recuerdo cómo nos miramos, asombrados y felices, ¡ostrás, que Indurain puede ganar el Tour!
Aitor #
Como se entere mi hermana me va a matar, pero aquí está. Salvo las confusiones ya mencionadas, la descripción de los hechos es sorprendentemente similar a la hecha por Ander. La transcripción es literal, no he corregido ninguno de los múltiples errores ortográficos propios de una niña de 10 años.
«Yo del Tour solamente se que Marino gano una etapa y que podia aber ganado otra pero segun me dijo el Aita fue asi:
Marino iba solo no y entonces le dijo no me acuerdo quien que no fuera solo, que le esperara a Bugno que andaba por ai atras porke si no le atraparia el peloton. Entonces, le espero a Bugno (SE ESCRIBE ASI BUGNO NO?) pero Bugno no echaba acia alante y entonces le dijo Indurain a Bugno:
– Tu me haces compañia y yo a final te dejo que ganes.
Y el le dijo:
– Bale.
Y entonces fueron juntos y echaron y echaron acia alante y en el ultimo espring o como se diga le dijo Indurain a Bugno:
– Benga……………………..
Gano Bugno pero total Indurain por 1 segundo o asi.»
Ander Izagirre #
Aitor, ¡¡¡qué maravilla!!! La he leído tres veces. Ahora confiesa ya a tu hermana que la has publicado, seguro que se ríe.
Naroa #
Hola, Soy la hermana de Aitor y me acaba de contar lo de la carta. Tienes toda la razón, me he reído mucho. También me ha encantado tu post porque yo lo vivía tal y como lo comentas. Eso sí, nuestros padres eran más perezosos y a mí no me llegaban las cartas casi hasta el último día, así que tenía mucha envidia de los niños como tú. El día que por fin llegaba la carta la leías y la releías con mucha ilusión y un punto de nostalgia, incluyendo las tiras cómicas y los recortes del Diario Vasco.
Ander Izagirre #
Aitor, en Facebook he animado a la gente a que viniera a leer la crónica de tu hermana. Quizá a ti y a ella os guste saber que ha dejado un comentario Peio Ruiz Cabestany. Dice: «Qué cosa más bonita ! Lo he leído varias veces porque me parece muy corto. Pensaba en una crónica entera del Tour escrita por esta niña…».
edu #
Qué gozada el recibir cartas o postales, y el poder seguir el Tour con recortes de prensa atrasados y liarla parda al transcribir mal la clasificación… y que Indurain lo ganara finalmente! Aquello era emoción de la buena y no la super-inmediatez de ahora!
Y cuanto se aburren los buzones con las notificaciones bancarias y los folletos en color del chino de abajo o el Eroski de turno! Menos wasaps… y mas sellos!!!
Ander Izagirre #
Y cuando hacíamos quinielas diarias en la Vuelta a España, y teníamos que esperar hasta la mañana siguiente para confirmar el orden de los diez primeros de la etapa, en el periódico… Abríamos el periódico con ansia.
Pk #
Yo en Ribabellosa con 12 años y varios atardeceres llenos de nostalgia, con aquel olor a café con lleche de del comedor metido hasta el fondo…… Gané el concurso de diábolo, pero creo que fué porque en el jurado estaba el padre capellán que era de mi pueblo, pero creo que yo lanzaba bastante alto y mira tu, es el único concurso que he ganado y eso no se olvida facilmente.
Ander Izagirre #
Me están entrando unas ganas locas de ir a Ribabellosa, a ver cómo está aquello. Seguro que me llevaría una impresión muy grande.
mikel #
yo recuerdo a sor tomasa y sor teofila