Nuestra abuela y cien más

Han pasado cosas bonitas tras la publicación de Mi abuela y diez más. Algunas se pueden contar, todas son para agradecerlas mucho. Por ejemplo, he recibido mensajes de este tipo: “Después de leer el libro, me ha dado pena no ser de la Real”; coronados por este otro: “Después de leer el libro, me ha dado pena que Pepi no fuera mi abuela”.

Doy las gracias a quienes recuperaron la pista de uno de los pequeños héroes del libro: el chaval con síndrome de Down que se pegaba a la valla de Atocha para gritar y escupir a los rivales que se arrimaban a sacar un córner. Mikel Recalde lo reconoció y colgó una foto para explicar que tres décadas después el chico, ya el hombre, “sigue yendo a los partidos del Sanse” y que el año pasado “en el partido contra el Mirandés montó un pollo”. Otros como Oier Fano, Iván Ruiz o Carlos Ruiz también lo reconocieron y hasta pidieron que la Real Sociedad le invite algún día a hacer un saque de honor en Anoeta. Apoyo la idea.

Aún mejor: dicen que este hombre se llama ¡Chus! Como otro pequeño héroe del libro: el ídolo donostiarra de principios del siglo XX, “un muchacho rubio, hijo del cónsul alemán en Donostia: ¡Schutz!”. Los chavales coreaban su nombre al verlo pasar pedaleando por la ciudad: “¡Chus, Chus, Chus!”. Era un ciclista fino, que ganaba las carreras locales pero perdía siempre cuando competía Damour, “un odioso francesito triunfante”, que llegaba destacado a la meta sacudiéndose levemente su peto blanco, mientras Schutz aparecía mucho más tarde, derrotado y hermoso, “salpicado de barro y bajando con tristeza sus nobles ojos azules”. ¡Chus, Chus, Chus!

Ha sido muy bonito que, con el libro como trampolín, mucha gente haya saltado a zambullirse en su memoria txuri urdin. Algunos han escrito textos hermosos. Traigo algunos y pido disculpas adelantadas por los olvidos.

Por ejemplo, el reportero Mikel Ayestaran, que se define como “un alma errante que va buscando buenas conexiones de internet para seguir los partidos de la Real desde Kabul, Islamabad, Teherán o Trípoli”. Mikel sufre el estrés postraumático de los reporteros pero no se lo produjo ningún bombardeo sino… aquellos espantosos tres minutos de Mendizorrotza.

Ramón Salaverría reveló una historia fantástica: el gol de Zamora le pilló con el Orfeón Donostiarra, que ese día cantó… en el santuario de Lourdes.

Lucía Martínez Odriozola me llamó por teléfono hace unos días, cuando sabía que iba en bus a Bilbao, para que me fijara en unas flores rosas que a finales de abril nacen en las cunetas de la autopista. Ella, bilbainaza de pro, recuerda esas flores porque se fijó en ellas cuando vino a San Sebastián a finales de abril de 1981 para la juerga del recibimiento a la Real campeona. ¡Toma!

Javier Barrera tiene, como muchos de nosotros, una madre que detesta el fútbol y que quiere que gane la Real.

Mikel Iturria, un alma sensible que se disgusta con el comportamiento de algunas gentes en la grada, pidió ayuda a Jamaica para que la Real ganara al Valencia (hecho).

Sergio Fanjul  escribió una crónica de la presentación con foto graciosa y tuvo una reacción curiosa: “He recuperado, sin darme cuenta, la primera persona del plural para referirme a un equipo del que no soy socio pero que tiene algo especial cuando hablo de él”.

Jurdan Arretxe desafió mi pesimismo cometiano: sé que soy adulto y sé que nunca más veré a la Real campeona (tururú).

Xabier Iglesias cuenta que es txuri urdin por encima de la maldición familiar: su padre perdió una quiniela de catorce por un inoportuno gol de la Real al Athletic y le cogió una tirria insuperable al equipo.

Izaro Basurko tiene un primer recuerdo tremendo de Atocha. Le pusieron de niño pegado a la valla y le dieron un consejo por si había avalancha: “Apoyad los pies en el muro y haced fuerza para que no os aplasten”. Pasó el partido deseando que la Real no marcara.

También me ha parecido muy bonita una corrección de Iñaki Galdos, aunque a él le diera apuro hacérmela: antes de publicar esa corrección, me la comentó en privado casi pidiendo disculpas, y yo le estoy muy agradecido por esa precaución cariñosa y por el apunte. Galdos descubrió la palabra txapeldun con la acepción de “campeón” en textos de 1919 (a propósito de unos nadadores y de la superioridad deportiva de los guipuzcoanos sobre los vizcaínos, ejem) y de 1925 (en unos bertsos dedicados al boxeador Paulino Uzkudun). Así pues, aunque nuestro tío abuelo Patxi Alcorta popularizara la entrega de txapelas como trofeos, la costumbre no la inventó él, como digo yo en el libro. Ya tenemos cambios pendientes para la segunda edición.

Y una bola extra. Enrique Novials me envió este cortometraje suyo:  Buscando a Zamora. Habrá que ir pensando en ‘Mi abuela y diez más, la película’.

Seguro que me dejo muchas cosas. Pero quiero daros las gracias a todos los lectores. También a la Real Sociedad Fundazioa, que nos ayudó a jugar siempre en casa, en especial Andoni Iraola e Iñaki Mendoza. A Iñigo Olaizola, que siempre da unos pases magníficos al hueco para salir corriendo al ataque. En la presentación de Anoeta me emocionó la compañía y la simpatía de Bixio Górriz, Jesús Mari Zamora y Xabi Prieto: pero qué tipos más majos (cuando me pidieron que les firmara un libro, casi me mareo). Gracias a Fernando Martínez Sarasqueta, amigo generoso, siempre al quite. A quienes mandasteis estas fotos de críos; a quienes vinisteis a jugar el partidazo en la playa a pesar del chaparrón inicial, Emilio, Carla, Nagore, Jaime, Giorgio Basmatti, David Ketari; a June porque se apuntó a viajar con entusiasmo a otra galaxia para celebrar conmigo los cuatro golazos al Valencia. Mis padres Iñaki y Arantza fueron a la primera presentación en Anoeta y repitieron en la FNAC… por si en esta segunda presentación ya había poca gente y tocaba hacer relleno-; también fueron a la playa bajo el chaparrón para llevar una bandera. Mi hermano Julen, nuestro contacto con las estrellas, condujo 120 kilómetros a ultimísima hora solo para pasar las fotos de la proyección (y dejar durante medio minuto la imagen de una camiseta del Athletic que puso nervioso a algunos, je). Y el último agradecimiento especial a mi hermana Eli, con un poco de apuro, porque es la única de la familia a la que no conseguí meter en el libro, aunque a última hora, con el libro entrando en imprenta, me dijera que bueno, que ella tenía un autógrafo de Gica Craioveanu.

Gracias a todos los que nos acompañasteis en Anoeta, en La Concha, en la FNAC, en Madrid y en las redes. ¡Dos cohetes!

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17 Comentarios Dejar comentario

  1. ¡Pum! ¡Pum! 😉

    • Ander Izagirre #

      ¡Catapum!

  2. Hombre, Ander, si hubo unos días en que creí que me había hecho de la Real…

    • Ander Izagirre #

      Menos mal que luego se te pasó, Lucía, aunque algo te queda…

  3. Iñaki Galdos #

    … y además estás consiguiendo que gente que no ha leído un libro en toda su vida se enganche a la lectura (por lo menos de este libro). Doy fe.

    Eskerrik asko, Ander, ya he metido un post scriptum en mi blog

    • Ander Izagirre #

      Eskerrik asko zuri, Iñaki, bigarren ediziorako aitzakia eman diguzu, je.

  4. Rafa Cores #

    Qué bonito. Qué fenómeno eres.

    • Ander Izagirre #

      Abrazo, Rafa.

  5. Estábamos sobre la txanpa cuando salió a la venta tu libro. Cualquiera que lo lea sabe que solo entendemos de emociones fuertes, grandes descalabros o milagrosos triunfos. Por eso hemos perdido cinco puntos en las últimas dos jornadas. Siempre hay que ser fiel a uno mismo. Y la Real, con cinco puntos sobre el quinto, no lo estaba siendo. pd. Que menciones a Mikel Ayestaran y no saques a la palestra a Demetradze es catastrófico. Mikel Ayestaran fichó a Demetradze -y esto es una primicia para la segunda edición-.

    • Ander Izagirre #

      La culpa es de los editores. Se relajaron con el éxito de las primeras semanas del libro y dejaron de pagar la prima que todas las semanas daban a la Real para que fueran ganando sus partidos. Espero que espabilen en estas tres últimas semanas. Y cómo está Demetradze, ¿Ayestaran ha pagado ya su fianza?

      • Creo que no, porque reconocerás que es muy poético eso de que el único que salió a ganar aquel partido contra Osasuna esté en la cárcel por amaño de partidos. Nada, a los editores les sale ahora el dinero por las orejas, así que un telefonazo a una cárcel georgiana por eso que llaman know how, y a negociar con Emery, Valverde y Fernando Vázquez -por aquello de que nos quedamos sin entrenador, digo-. Salud!

  6. Joseba #

    Bueno, bueno… Non bizi naiz ni? Zu Realari buruz idazten eta ni enteratu ez. Liburua eskuratu eta irakurri bezain pronto emango dizut mire iritzia (positiboa, noski). Besarkada handi bat, Ander

    • Ander Izagirre #

      On egin, Joseba! Besarkada bueltan.

  7. El lunes por la noche recibí mi ejemplar de «La Abuela y Diez más» para el martes temprano lo había terminado. Soy mexicano y de la Real desde el ’94. Llegué como hincha junto con la contratación (fracaso, por cierto) de Luis García. Pero yo si me quedé, en las buenas (02/03) y en las malas (07/10). Gracias por el libro, por las letras, por ese sentir que me hace conocer más a mi (nuestro) equipo.

    • Ander Izagirre #

      Me hace mucha ilusión tu mensaje, Juan Pablo. Ahora con Carlos Vela compensamos de sobra el fracaso de Luis García, je. Gracias por tus palabras y me alegro mucho de que te asomaras a la Real y decidieras quedarte. Eso demuestra que tienes muy buen gusto. Saludos.

      • Muchas gracias. Un agran abrazo. Un «caballito» de tequila a la salud de la Real. Y si algún día tienes tiempo (y ganas) para leer un relato que escribí..http://juanchavito.blogspot.mx/2013/01/el-primero-le-pegue.html

        Saludos y nuevamente gracias por la respuesta.

        • Ander Izagirre #

          Qué bueno, Juan Pablo, resulta que compartimos inicios un poco desolados en el fútbol. A ambos nos colocaron de críos en el lateral… pero tú marcaste un gol, cosa que yo no hice jamás. ¡Artista!

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Escribo con los veinte dedos.
Kazetari alderraia naiz
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