La mañana del uno
«Al día siguiente volvió el Principito.
-Habría sido mejor si hubieses vuelto a la misma hora -le dijo el zorro-. Si tú vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzaré a ser feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado, inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito?
-También es algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de otros días; una hora, de otras horas. Hay un rito, por ejemplo, entre los cazadores. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores bailasen cualquier día, todos los días se parecerían, y yo no tendría vacaciones».
El principito, Antoine de Saint-Exupéry
*
Es escritor, escultor y escalador, tres labores que «requieren la misma destreza: quitar lo superfluo». A Mauro Corona le gusta «sentirse fatigado».
*
Fotos: crómlech de Elurzulo y subida al Adarra, la mañana del 1 de enero.
4 Comentarios › Dejar comentario
1 Trackbacks
- Ander Izagirre - "Si vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón". Ni el caldico y la txistorra en la cima…
Santi #
Te avisaré en un día distinto.
Para el corazón y el agua caliente para el caldico o el café. La cima la dejaremos para otro día.
Ander Izagirre #
Pues espero, Santi. ¿Tú sabes ya cuándo preparar tu… menisco?
June #
Muy a favor de los ritos. Pero bueno, yo soy de ritos tradicionales: uvas y borrachera. 😛
Ander Izagirre #
El mérito es de quienes juntan ambos ritos: esa cuadrilla de gaupaseros que bajaba del Adarra con corbatas, sombreros y banderitas de los presos, dando tropezones y arrastrando el culo por el barro.