Cien vueltas al bidegorri
Los Tours de Plomo han estado muy bien, pero esto de pedalear para vender libros es más viejo que la isla. Sabéis que el Tour de Francia fue un invento de periodistas para vender más periódicos. Pero mucho antes, en la prehistoria del ciclismo, ya vieron el negocio.
En 1891 Charles Terront ganó la París-Brest-París, una carrera de 1.200 kilómetros, con un tiempo de 71 horas y 22 minutos, sin parar a dormir. Se convirtió en un ídolo nacional.
En 1893 publicó sus memorias y disputó “el encuentro del siglo”: un duelo de mil kilómetros en una pista cubierta de París, contra Jean-Marie Corre, otro fondista que poseía el récord del trayecto París-Viena (!). Durante dos días dieron vueltas y vueltas y más vueltas a una pista en la Galerie des Machines, un pabellón de acero y cristal construido para la Exposición Universal de 1899. Se congregaron cincuenta mil espectadores. La revista Revue des Sports publicó cinco ediciones diarias para relatar los detalles de la carrera. Y solo en esos dos días se vendieron, queridos editores, tres mil ejemplares del libro de Terront.
Además ganó el duelo. Recorrió los 1.000 kilómetros en 42 horas y solo hizo breves paradas que sumaron 18 minutos, “suponemos que para hacer aguas mayores… porque las menores las hizo sin desmontarse, orinando en una recámara de bicicleta que su mujer vaciaba cada vez que era necesario. Cuando su rival, menos organizado que Terront, se dio cuenta de la treta, optó por hacer lo propio en una esponja. Nadie sabe quién fue el encargado de recogerla y reciclarla en cada ocasión. Aparte de acrecentar su descomunal fama, el match le reportó a Terront 12.500 francos-oro”. Al poco se lanzó a viajar en bicicleta desde San Petersburgo hasta París y desde París hasta Roma, todo ello bien pagado por el fabricante de su bicicleta y de sus neumáticos.
Pues nada, yo estoy con ganas. Cuando digáis, me pongo a dar cien vueltas en bici al circuito de bidegorris de San Sebastián. Solo necesito al editor con una mesita para vender libros en el Boulevard y a alguien que de vez en cuando vacíe mi tarro de orina.
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Las memorias de Terront acaban de editarlas en castellano: el libro se llama Inventando el ciclismo, tiene una pinta maravillosa –solo he leído las primeras páginas- y lo saca la nueva y prometedora editorial Cultura Ciclista.
(Eso que lleva en la barra es una bocina, no un depósito de orina, ¿no?)
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Qué emoción. Termino de escribir esta entrada, llaman a la puerta y el cartero me entrega un libro: una voluminosa biografía de Vicentuco Trueba, la Pulga de Torrelavega, dedicada por su viuda Josefina Bedia, de 98 años, a quien conocimos la semana pasada en Santander. ¡Esto exige una subida al Galibier! ¡Id preparando más tarros!
El autor del libro es Ángel Neila (ediciones Tantín, 2005)
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- Ander Izagirre - Necesito editor que venda libros y que vacíe mi tarro de orina. http://t.co/uO3GcDXE
- Cultura Ciclista - Sobre "Inventando el ciclismo", en Cien vueltas al bidegorri, Ander Izagirre · Blog y web personal http://t.co/7IHxW6Za. Gracias @anderiza!
- Mikel Lizarralde - Necesito editor que venda libros y que vacíe mi tarro de orina. http://t.co/uO3GcDXE
- Cultura Ciclista - Necesito editor que venda libros y que vacíe mi tarro de orina. http://t.co/uO3GcDXE
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- Josu Imaz - "@anderiza: Necesito editor que venda libros y que vacíe mi tarro de orina. http://t.co/ugwui2Mu"
- Santiago Yaniz - Ander en busca de editor RT @anderiza: Cien vueltas al bidegorri http://t.co/RZntDDZN
- Lectura ciclista: Inventando el ciclismo, memorias de Charles Terront | Blog de la tienda de ciclismo Kisale - [...] Via: http://gentedigital.es/comunidad/anderiza/2012/09/13/cien-vueltas-al-bidegorri/ [...]
Hombre yo, si se da el caso, puedo hacer las veces de editor con la mesita, los libros y el dinero contante y sonante. Para el tarro de orina busca a otro primo.
Lo del tarro tampoco es tan grave, Mòmo, ¡piensa en lo que hacía el otro con la esponja!
Jo, qué emoción. Por cierto, si quieres te paso el número de ROCA, por si buscas patrocinio.
No sé, para qué irnos tan lejos, pudiendo pedir el patrocinio de Fontanería Fanjul (¡las meadas las podría hacer exclusivamente en vuestra fontanería, como reclamo popular!).
Bueno, no busques más. Ya tienes voluntario con experiencia en llenar y vaciar tales recipientes (http://www.sarenet.es/everest/n250997.htm). dispuesto a la faena. Pediría a cambio la exclusiva para poder inmortalizar la maniobra en imágenes para la posteridad. Bueno, si no es exclusiva tampoco importa.
Saludos desde Gaztelugatxe
¡Escalofriante testimonio, Santi! Y, por supuesto, ¡quedas contratado!
Me intriga mucho tu relato. Será que teníamos un clima más benigno, pero yo en el campo base del Broad Peak salía tranquilamente a hacer pis por las noches en el glaciar. ¡Y qué meadas más bellas a 5.000 metros, con luna llena, un derroche de estrellas, el tremendo diamante de roca y hielo del K2 resplandeciente! Nunca mearé tan bonito.
Eso de hacerlo dentro del saco… ¿no tiene riesgo de derrame? Yo sí dormía con bolsa de agua caliente, que para mitad de noche ya estaba tibia. Por la noche pasaba bastante sed por la altitud, dejaba la cantimplora a mi lado (pero fuera del saco) y a menudo el agua se medio congelaba, se cristalizaba. No sé, supongo que eso serán unos 5 grados bajo cero dentro de la tienda, ¿no?
Aupa. Parece que os lo pasáis bien con los Tours de Plomo, etc.: bonitas ideas de promoción del libro. Pues como el Tour de Francia cosa empezó como negocio se entiende que aparte de en los bolsillos pueda haber plomo en hígados, riñones, corazones, vejigas, páncreas, intestinos … de los ciclistas profesionales. Y posiblemente cadmio, cobalto, mercurio, … Hablo del dopaje o doping. ¿Qué porcentaje de ciclistas profesionales del presente se habrán dopado alguna vez o lo harán habitualmente? ¿Y de tenistas, futbolistas, atletas, remeros, pelotaris, …? ¿Y años atrás? Por desgracia, al comer muchos cosas fabricadas por grandes empresas en la rueda del negocio por el negocio, me da que también será difícil ser un homertvdeportista libre de esos metales … Bueno, si al menos nos libramos del plutonio, uranio, … ¿o no? Tal vez nos vayamos adaptando a ellos … Eso sí, más vale controlarlos por si acaso … La salud es lo primero …
Yo siempre cuento, Xixupe, que caí en el terrible hábito del café por culpa de un entrenador ciclista. Y ya me ves ahora, enganchado a mi café con leche diario, a veces dos, esto es un infierno. A veces incluso me sabe a poco y me como unas galletas con nocilla. ¡El deporte!
Bueno, mientras tus aperitivos no lleven Pb, ni Cd, ni Co, etc. no está tan mal … 🙂 Digo yo que tomaríais café para estar más activos o despiertos y pedalear más rápido … Pues sí, a ver si te desenganchas del café para estar más tranqui. Eso sí, luego no te tomes doble ración de nocilla para compensar … 🙂
Por cierto, ¿no podrían aparecer las fechas y horas de los comentarios como en la mayoría de los blogs (que yo conozco al menos)? Creo que es algo útil, ¿no? Salu2
Justamente acabo de terminar el libro de Terront, que junto a «tu plomo en los bolsillos» y al «mañana salimos», también de cultura ciclista, van a componer mi primera triología sobre la historia del ciclismo.
Todavía estoy impresionado por lo que fue capaz de hacer Charles Terront y lo desconocido, al menos par mi, que es hoy en día.