Etapa de mierda
Se me había olvidado ya, pero ayer redescubrí una carpeta de fotos con este nombre: “Del Etna a Palermo. Etapa de mierda”. Son del pasado 13 de abril, el día en que más kilómetros recorrí con la vespa por Sicilia y en el que menos fotos saqué: seis.
En el cuaderno escribí todo lo que me salió mal ese día, un día de mierda. No me apetece ni buscarlo, porque me acuerdo bien y porque ahora ya da igual.
Pero me ha hecho recordar algo que más o menos decían Miguel Sánchez-Ostiz y Alain de Botton: qué poco escribimos del aburrimiento en los viajes, del cansancio, la tristeza, la soledad. La parte de los morros largos no interesa, ni al escritor ni al lector, igual hasta incomoda. Porque el viaje, se supone, es siempre apasionante, la vida en viaje siempre es mejor que la vida en casa, o eso contamos, si no de qué, si no pareceríamos un poco tontos dando vueltas por ahí. No sé si intentamos justificar algo, pero lo cierto es que siempre tapamos la murria.
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- gentedigital - @anderiza rescata unas instantáneas de su viaje a Italia, para recordar lo que se obvia en los textos sobre #viajes…
- Ander Izagirre - Viernes y aquí andamos, pensando si de verdad interesan los relatos de fracaso crudo, a palo seco, sin épica ni…
- Libros del K.O. - "qué poco escribimos del aburrimiento en los viajes, del cansancio, la tristeza, la soledad" http://t.co/8jWKEYhw
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- jose aguado - lee un pocos, anda, entre tanto fútbol @javierbrandoli http://t.co/yYCfsuab
- Alfonso Armada - qué poco escribimos del aburrimiento en los viajes, del cansancio, la tristeza, la soledad... @anderiza: http://t.co/zZggojya
- Angel Gonzalo - Ya te digo..."@alfarmada: qué poco escribimos del aburrimiento en los viajes, del cansancio, la soledad... @anderiza: http://t.co/YDVzNYh2"
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- brisgallo - qué poco escribimos del aburrimiento en los viajes, del cansancio, la tristeza, la soledad... @anderiza: http://t.co/zZggojya
Bueno, yo ya he leído algún libro en el que se disfruta mucho de los miedos, las dificultades y malestares de la viajera. No por sadismo, sino porque lo narra con humor.
Por supuesto, Lucía, y eso es un filón: las pequeñas desgracias contadas con humor, incluso con cachondeo contra uno mismo. Lo que (casi) nadie quiere escribir ni leer es la tristeza cruda. Seguramente será natural, solo lo observo.
La memoria es sabia y tendemos a borrar los malos recuerdos. De todas formas hay de todo, al padre de un amigo le gusta mucho leer libros sobre las condiciones de los judíos en los campos de concentración nazis y las penurias que pasaban, mi amigo dice que de vez en cuando su padre levanta la vista del libro y dice «estos las están pasando putas y yo aquí en mi sofá calentito», y eso le da una tranquilidad al hombre que no veas.
En mi caso, no es que se me olvide: es que hago nada por contarlo. Yo lo tengo todo apuntado en el cuaderno, incluso hay una entrada del blog durante el propio viaje, la de «Cenizas del Etna», que acaba diciendo que después vino una perfecta jornada de mierda y que ya lo contaría otro día, pero luego no escribí nada. No se me olvidó, la tengo en el cuaderno. Pero ni apetece ni seguramente tenga ningún interés.
El padre de tu amigo es el campeón del contraste, muy bueno.
Bidaien kontaketarako ez, baina Literaturarako (pendanteen maiuskulaz idatzita) bai da lehengai inportantea tristura, asperdura, hori dena.
Bai, xme. Horixe da bitxia: lehengai literario ohikoak diren tristurak eta abarrek bidai narrazioetan duten pisu eskasa… Generoak beste zerbait eskatzen duela ematen du.
… y sin embargo quizá sea tan importante como la otra parte, porque de ahí se pueden sacar aprendizajes.
Creo que estamos acostumbrados a ocultar la cara fea y solo airear la positiva. Debe de ser algo endémico… y a veces olvidamos lo que dices, la soledad y la tristeza que acompañan al viajero en un día perro.
Un abrazo
Gracias, Diego, abrazo de vuelta.
Tú, allí, tan sólo y entre tantas inclemencias y ….nosotros, delante del portátil, esperando ¿que nos contará hoy Ander??
Bueno, Esnabide, ya sabes que la frase más repetida en los viajes es «y en casa, preocupaus». 🙂
Pues esas dos imágenes son muy elocuentes y bellas aunque no muestren paisajes de postal.
Escuchar la mirada de una buena pluma a «los adentros» de uno mismo en esos momentos difíciles tiene su interés. ¿O no?
Santi, no tengo ni idea de sacar fotos, pero esas dos me gustan mucho porque reflejan con una enorme precisión cómo fue aquel día. Sobre todo, la de las señales.
Estoy con diego. A mí me encanta que me hablen de estas jornadas porque humanizan y me permiten empatizar con el viajante. Lo que pude disfrutar con «El antropólogo inocente» de Barley. Ya estaba harta de tanta historia de éxito cuando en el ámbito de los estudios antropológicos lo más normal es que te pase de todo, la cagues mil veces, las pases canutas, se rían de ti y no te enteres de un carajo. Al final Scott ha llegado a ser mucho más conocido que Amundsen. Sin esas jornadas tediosas, insufribles y frustrantes no apreciaríamos las buenas de la misma manera. Fabuloso también «El arte de viajar» de Botton.
Sí, pero de Barley nos gustan sus fracasos y sus pequeña miserias precisamente porque él las convierte en humor. Es lo que le comentaba más arriba a Lucía: no creo que a mucha gente le guste leer la tristeza cruda. En cuanto a Scott, tiene otro ingrediente que se impone al fracaso: la épica.
Por medio de la épica o del humor, llega la luz al relato. Pero sin épica y sin humor, habría que ver cómo tragamos una miseria pura, a palo seco. Los autores de verdad sombríos no suelen ser muy seguidos…
Debe ser mi lado oscuro, pero hay algo en la honestidad de esos relatos crudos que a mí me cautiva (pienso en «Santuario» de Faulkner o casi cualquier cosa de Cormac McCarthy o Toni Morrison), aunque sin duda el humor es la mejor forma de vender una historia miserable. A quien quiera morirse de la risa y pasárselo pipa con una de esas historias perras irlandesas le recomiendo «La boca pobre» de Flann O’Brien. Me intriga la niebla de tu foto, que jodía es cuando te toca, pero lo bien que queda fotografiada. 😀
Laura, me pillas justo leyendo a McCarthy. Apunto «La boca pobre».
Hola Ander,
un amigo me ha recomendado este texto. Supongo que es porque hace poco escribí algo parecido, esa otra parte que tu dices que nunca se cuenta. Te dejo el link, quizá tu vayas a entenderlo mejor, de lo que escribí. http://www.viajesalpasado.com/la-falsa-mitica-del-viajero-solitario/
Viajar es maravilloso, pero tiene sus peajes.
abzy ánimo
Javier, qué interesante, me ha gustado mucho. Gracias. Pronto publicaré en una revista una recopilación de excusas y explicaciones de escritores de viajes, que a menudo intentan explicar al principio de sus libros por qué viajan. Lo colgaré aquí, creo que te interesará. Saludos.
En no sé qué asociación rara de mi mente me ha venido a la cabeza esta entrada del blog mientras escucho esto de REM http://youtu.be/v3SSegq9USY y veo el cielo gris de mierda que cubre ahora Iruñea.
«Its been a bad day.
Please dont take a picture
Its been a bad day», canta Michael Stipe.
Vendrán días mejores (¡y tampoco sacaremos fotos!). 🙂