El nuevo ‘Plomo en los bolsillos’: ¡con un 10% más de derrotas!

La nueva edición de ‘Plomo en los bolsillos‘ incluye tres capítulos nuevos. Aquí os presento un extracto de cada uno. Son muestras de derrotas interesantes, tristes o divertidas, épicas o estrambóticas.

 -“Lance Armstrong y la nieve negra”. El Tour se porta como un dios antiguo, de esos que siempre andan atentos para castigar las blasfemias y no dejan escapar a nadie de su ira. Siempre machacó a los grandes campeones, los que intentaron ganarlo por sexta vez, con un desfallecimiento feroz. Armstrong escapó a esa ley. Fue el primero en ganarlo siete veces pero, sobre todo, fue el primero en derrotar al Tour: se retiró vestido de amarillo y saludando ante el Arco del Triunfo. Hasta que el Tour lo sedujo tres años más tarde, para que volviera. Y claro:

 “En la primera etapa montañosa de 2010, Armstrong se desmoronó en un puerto sin renombre: el col de la Ramaz. La eterna saña del Tour, que siempre escogió mataderos vulgares para acabar con los campeones, puertecillos sin ninguna historia y que por tanto quedaron consagrados en exclusiva a la memoria de las derrotas: Anquetil en Serrière, Merckx en Pra Loup, Induráin en Les Arcs, Armstrong en Ramaz. Para el campeón americano, que jamás pinchaba en momentos delicados, que jamás se enfermaba, que jamás se caía, aquel día estaba marcado como el del colapso. Nada más comenzar la etapa, se cayó, partió el sillín y tuvo que cambiar de bicicleta. Un poco antes de la ascensión a Ramaz, tocó una acera con el pedal y salió disparado por los aires. Golpeado, abrasado y aturdido, alcanzó al grupo justo en las primeras rampas, pero pagó el sofocón, se descolgó y pasó con un minuto de retraso por la cumbre. Se sintió vacío. Le costaba seguir el ritmo de sus gregarios, la desventaja crecía y, ya sin reflejos, fue incapaz de esquivar otra caída y rodó de nuevo por el asfalto.

En la ascensión a Morzine Avoriaz cumplió su calvario con una estricta sobriedad de gestos: pedaleó, como muy pocas veces, con los ojos ocultos tras gafas oscuras, con la mandíbula prieta y el rostro tenso en una máscara inexpresiva. En los últimos metros, con sesenta ciclistas ya clasificados por delante de él, con doce minutos de retraso, con la derrota irrevocable, se subió la cremallera del maillot para no cruzar la meta con el pecho descubierto, en un gesto un poco torpe y pudoroso, como un cadáver que se hubiera cerrado a sí mismo los párpados”.

 -“El arte de la derrota”: Este capítulo habla de los Tours entre 2006 y 2011, las ediciones que “se salvaron por la belleza de algunas derrotas, mejor cuajadas que muchas victorias”. Además de Pereiro, Landis, Rasmussen, Contador, Schleck y compañía, hablo de Vansevenant, que pasó a la historia por quedar último tres años consecutivos. No le resultó nada fácil, tuvo que pelear (o mejor dicho: dejar de pelear) hasta la última etapa de su último Tour, cuando el penúltimo Eisel se descolgó del pelotón en los Campos Elíseos para intentar perder unos segundos y así quedar último en la clasificación:

 “Un minuto más tarde aparecieron en la última curva dos ciclistas descolgados, que pedaleaban parsimoniosos y recibían los aplausos del público con una sonrisa irónica: Eisel y Vansevenant, en las posiciones 138 y 139. Eisel había dejado de pedalear a falta de un par de kilómetros y había tratado de rezagarse con disimulo. Pero Vansevenant le aplicó un marcaje fiero y se descolgó junto a él. Eisel se resignó, sonrió, le dio una palmadita en el hombro a Vansevenant y pedalearon juntos, de paseo hasta la meta.

En la salida de esa última etapa, Vansevenant había lanzado ante los periodistas una broma que en el fondo escondía una advertencia:

-Se lo he dicho a Eisel. Estoy dispuesto a hacer una carrera de caracoles en los Campos Elíseos.

Y así, pedaleando lo más despacio posible, consiguió su mayor victoria”.

“Así dejé el ciclismo”. Es un epílogo autobiográfico sobre las miserias de mi último año como ciclista. Y vosotros os reís.

 “Ese final estrafalario mitigó otras escenas tristes de aquel año, incluso las acabó enmarcando en un cuadro general de simpáticas derrotas. Aunque maldita la gracia que me hacían en el momento, como cuando escuché el comentario cruel de una espectadora, durante mi paso solitario y descolgado por un pueblo de la Ribera navarra. ¿Se creen que los ciclistas no oyen?

Aquel día soplaba un vendaval, costaba mantenerse sobre la bici, y en el kilómetro 10 una ráfaga tiró a medio pelotón. Yo no me caí pero quedé atrapado en la montonera. Me bajé, salí andando al sembrado, troté con la bici en la mano, volví al asfalto, salté al sillín y me encontré solo, solísimo, con el pelotón cabecero en el horizonte, pero muy en el horizonte, casi al final de Arizona.

Contra aquel viento no se podía pedalear en solitario. La carretera era llana pero yo no movía más que un 39×18, una multiplicación para escalar puertos, y apenas pasaba de los 20 km/h. Así llegué, mal que mal, hasta un pueblo que apareció en la llanura como una colonia en Marte. Pasé solo, fané y descangallado. Ya se les habían acabado los aplausos. Y al verme, una madre le dijo a su hijo, un chavalín vestido de ciclista:

– Si vas a andar como este, tú mejor ni salgas, ¿eh?

Más gracia me hicieron los ánimos de una señora, asomada a la ventana de un caserío, que también me vio pasar en solitario, descolgado, bajo un chaparrón, subiendo el puerto de Ubal, en Carranza.

-¿Cuánto falta hasta arriba? –le grité.

-¡Sólo un kilómetro! ¡Pero justo ahí se retiró Induráin!”.

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4 Comentarios Dejar comentario

  1. Perretxiko #

    Las derrotas hacen épicas las victorias. Oso ona Ander.

    • Ander Izagirre #

      Y viceberza 🙂

  2. Raul Perez Martinez #

    Kaixo, Ander
    Lehenik eta behin zorionak liburu berriarengatik. Raul Perez dut izena eta Donostiakoa naiz. Zu bezala, txirrindularitza zalea naiz eta Jacques Anquetili buruzko biografia bat idazten ari naiz, euskaraz. Liburu batzuk lortu ditut, baina badaezpada ere, zuri ere galdetu nahi nizuke ea ezagutzen duzun libururen bat lagungarria edo mamitsuaizan daitekeena nire zereginerako.

    Aldez aurretik mila esker zure arretagatik eta ea zure liburuak bide luzea egiten duen!

    Raul

    • Ander Izagirre #

      Aupa, Raul, ze asmo polita! Liburukote bat daukat, asko interesatuko zaizuna, ez baduzu aurretik ezagutzen: «La légende de Jacques Anquetil», Pierre Pélissier-ena. Liburu mardula da!

      Aurkezpenera etorri nahi eta ahal baduzu, pasako dizut.

      Aupa mâitre Jacques!

11 Trackbacks

  • Ander Izagirre - Vansevenant, el ciclista q consiguió su mayor triunfo en el Tour pedaleando lo más despacio posible (y otros extractos) http://t.co/978EpgGH
  • David Álvarez - Sobre el arte de la derrota va también mucho en "Plomo en los bolsillos" de @anderiza Aquí, un adelanto: http://t.co/rCYMYz5Q
  • Iñaki Pardo - El nuevo 'Plomo en los bolsillos': ¡con un 10% más de derrotas! http://t.co/fMAk7gQK
  • Ander Izagirre - Viva Vansevenant, el ciclista que pasó a la historia del Tour pedaleando lo más despacio posible: http://t.co/978EpgGH
  • Iñigo Díaz de Cerio - Vansevenant, el ciclista q consiguió su mayor triunfo en el Tour pedaleando lo más despacio posible (y otros extractos) http://t.co/978EpgGH
  • Mikel Kerejeta - Viva Vansevenant, el ciclista que pasó a la historia del Tour pedaleando lo más despacio posible: http://t.co/978EpgGH
  • Asier Luis - Viva Vansevenant, el ciclista que pasó a la historia del Tour pedaleando lo más despacio posible: http://t.co/978EpgGH
  • JACalvo - Viva Vansevenant, el ciclista que pasó a la historia del Tour pedaleando lo más despacio posible: http://t.co/978EpgGH
  • Antonio M.I. - Ander dejó el ciclismo donde Indulain RT @anderiza: El nuevo 'Plomo en los bolsillos': ¡con un 10% más de derrotas!…
  • Santiago Yaniz - RT @anderiza: El nuevo 'Plomo en los bolsillos': ¡con un 10% más de derrotas! http://t.co/D4FnUgbp
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