Sosiego
Salí en bici desde la costa, subí por un desfiladero de caliza roja, bordeé un castillo asomado al abismo, alcancé la parte alta de la sierra. Allí, por una carreteruela capilar, atravesé una meseta a 800 metros de altitud, entre bosques de encinas y pinos. A mi izquierda, en el fondo del valle, veía los meandros plateados del Ebro. A mi derecha, lejos, el centelleo azul del Mediterráneo y la cinta blanca de las playas. En una hondonada encontré por sorpresa una aldea de piedra con una iglesia románica. Me senté en un murete, escuché las chicharras, comí tres ciruelas y dejé la cuarta, un poco pocha, para las golondrinas que trazaban acrobacias eléctricas. (Supongo que las golondrinas comerán ciruelas, ¿no?).
Bajé de vuelta hasta el mar, haciendo zigzagueos eufóricos en las mil curvas y contracurvas por las que antes había subido, con ganas de gritar yujus y yepas, pensando en lo falsos que son el puenting y tantos de esos deportes llamados de aventura, que venden adrenalina sin sudor, premio sin esfuerzo. Hombre, es un poco el consuelo de las uvas verdes: yo no salto de un puente ni atado.
Por la tarde me bañé y cogí olas. Me tumbé a leer a la sombra. Por la noche dormí por fin como un bebé.
Dejadme que plantee una hipótesis. Lo hago con mucha ignorancia y sin intención de molestar, porque cada uno busca el sosiego como mejor puede, y casi todo me parece muy bien. Pero me pregunto yo: las biodanzas y las terapias de energías y toda esa gama de gimnasias rebozadas de cháchara mística ¿no serán para gente que ha olvidado caminar?
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- Ander Izagirre - Sosiego: Salí en bici desde la costa, subí por un desfiladero de caliza roja, bordeé un castillo asomado al abis...…
- Jesus Lafuente - @anderiza "las biodanzas y las terapias de energías [...] ¿no serán para gente que ha olvidado caminar?" http://j.mp/qTKf3A
las golondrinas comen «bichitos» pero seguro que por allí habría unos cuantos pájaros que harían buen uso de la ciruela , o insectos que a su vez caeran en picos de las golondrinas, ya sabes, el ciclo de la vida
un saludo Ander
Qué alegría me das, Edu.
Parece que te has quedado muy satisfecho de tu paseo, hasta el punto de despreciar otros itinerarios.
Un «amigo» que sabe que ando en bici me dijo-por que no te vienes a hacer «Spinning»-. Yo le contesté que para que queríauna bici que no me llevaba a ningun sitio, mientras la ¿musica ?bacalao me machacaba los oidos, si con la mía veia cada día un paisaje diferente y las perdices me cantaban desde los márgenes.
Es que estamos hechos para andar y correr ( y pedalear ). Bípedos . Lo contrario es como el hamster en la jaula y la rueda .
Aunque le pongas cítaras y gregoriano al hamster en su noria loca , el bicho se deprime y desarrolla un tumor del tamaño del Montroig , por ejemplo .
Qué felicidad la del caminante sin prisa…
Suscribo, envidio y camino cuanto puedo; siempre, siempre sin prisa, mirando y escuchando.
Todo empieza por olvidarse de correr; olvidarse de caminar es sólo el siguiente escalón.
Leo tu hipótesis mientras me curo una ampolla, y me da la risa.
Me ha recordado a aquella frase de Pedro Horrillo de de que ser ciclista es encontrar la armonía entre uno mismo, la bicicleta y lo que rodea a ambos.
Me ha gustado mucho tu post porque es una gozada leerte y porque tengo frescas sensaciones similares. Pero ya sabes lo que pienso de tu hipótesis: NO. Mi padre, que es un friki del crecimiento personal (hace kundalini, biodanza y un largo etcétera), camina todos los días un par de horas por un hermoso valle cántabro. La biodanza (que no he practicado) es una disciplina estupenda para sentirse conectado con el cuerpo, para liberarse de rigideces que vamos adquiriendo y que darse una pechada en bici no quita, para explorar diferentes sensaciones, para sentir a otras personas.
Luego dices «todas esas terapias de energías» y no sé de qué hablas. Todo lo que se trabaja en taichi o en yoga (que tampoco he practicado, más que algún simulacro breve y supeficial) no se trabaja ni de coña andando en bici. Claro que andar en bici o caminar aporta otras cosas que no aportan estas disciplinas milenarias. Cada persona elige practicar el ejercicio que más cree que aporta a su cuerpo y a su espíritu. Yo bailo. Podría plantear la hipótesis de que quien necesita pegarse una pechada agotadora monte arriba y abajo para sentirse libre y sosegado es porque no baila. Pero vaya, es que hacer ese tipo de comparaciones no tiene mucho sentido.
Sí que es cierto que algunas personas sentimos la necesidad, conveniencia o apetencia de hacer cursos en los que se aprenden cosas básicas que hemos olvidado: respirar, bailar, darse caricias o abrazos. Es triste, pero me parece bueno que algunas personas sean conscientes de esas carencias y las trabajen a través de esos cursos, que cuando son impartidos por una persona seria y buena en lo que hacen, me consta que no son ninguna tontería.
Respecto a la cháchara mística, que algunas personas, por marketing, cursilería, frikismo o lo que sea, rebocen estas prácticas de cháchara mística (bueno, tampoco entiendo qué tiene de malo el misticismo, de hecho a mí me parece importante) no puede llevar a desacreditar a las disciplinas y a quienes las practican, de la misma forma que yo no voy a pensar que el ciclismo es una mierda porque esté rebozado de odas al esfuerzo y el sufrimiento que me suenan tan ajenas e innecesarias como a ti el misticismo.
Vaya, que tu hipótesis me ha bloqueado los chakras. 😛
Te mando un chorro de energía positiva. Be water, my friend.
Buenas noches a todos y gracias por los comentarios. Me han parecido muy interesantes, sobre todo las collejas. Llevo una temporadita asomándome poco a internet y ahora mismo me caigo de sueño, deben de ser los chakras mustios, así que sólo entro para hacer acuse de recibo y saludaros.
Pero una cosita: ¿es que nadie va a defender el puenting, o qué? Así podría hacer un lote con mis intentos de respuesta. Gabon!