El año que viene otra vez
Cada año nos pone más contentos cumplir con el rito. Estamos juntos otra vez, el mismo día y en el mismo sitio, aquí nos reunimos incluso los que nos vemos poco a lo largo del año, así es la vida, que a veces nos aleja y tal y cual, pero hoy venimos de nuevo, pasamos juntos un poco de miseria, ya ni siquiera nos torturamos como antaño, sólo nos tomamos el pelo y hacemos teatro, somos amigos, el año que viene otra vez.
Con 26 años hice un pronóstico: en los próximos 14 años no vendremos ni siquiera siete veces, dije. Hasta entonces íbamos sin falta a Jaizkibel en bici el día de la Clásica San Sebastián, y subíamos compitiendo, picados, atacándonos, echando los hígados para llegar a la cumbre antes que los demás. Disfrutábamos como locos. Pero ya venían las bodas, los hijos, las vacaciones apuradas, los compromisos mil, y yo pensé que la costumbre de subir a Jaizkibel se iría disolviendo a la vez que se disolvía nuestra juventud.
Desde entonces han pasado nueve años y Harkaitz ha subido nueve veces, yo llevo ocho, otros se están acercando a las siete. La subida, como veis, tiene ahora nuevas dificultades y nuevas recompensas. Y ahí seguimos, somos amigos, el año que viene otra vez.
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- Ander Izagirre - El año que viene otra vez: Cada año que pasa, nos pone más contentos cumplir con el rito. Estamos juntos…
- Ander Izagirre - Cada año nos pone más contentos cumplir con el rito. http://bit.ly/qVskCI
- Mikel Iturria - Bihar, abuztuak 4, 36 urte beteko dituen zein idazle ageri da @anderiza ren apunte honetan? http://bit.ly/o7KVCy
Tu siempre lo dices: «esa es la actitud». Las vidas van cambiando, la situación no es la misma que cuando teníamos 26, aunque algunos queramos hacer ahora lo que otros hacían con esa edad… Pero si se quiere compartir, si se tiene ilusión, y sobre todo esa actitud los próximos cinco años repetiréis seguro. No se yo si sumarme alguna vez, ya sabes por qué lo digo……..
Pensábamos que ibas a ser la primera chica que subiría en bici con nosotros pero ya ves que se te adelantó Lucía. Aunque, desde luego, si tu idea de hacer ahora lo que otros hacíamos de jóvenes consiste en ir besando cada rotonda de la geografía guipuzcoana, igual es mejor que te regalemos un tablero de ajedrez.
Lo tenéis fácil, tenéis la fecha. Nosotros tenemos reservado el puente de diciembre para ir juntos al monte con nuestros amigos de Bibao. Desde que acabamos la universidad (y ya hace más de quince años) nos vamos por ahí. Salvo una boda y un nacimiento, siempre lo respetamos. Es mucho más difícil cumplir con el famoso » tenemos que quedar un día». De esta manera, vuestro esfuerzo es más fácil (el de quedar, no el de pedalear).
Y mira que se empeñan en marearnos, que la fecha ha ido cambiando y retrocediendo desde Semana Grande hasta finales de julio…
Una Clásica dentro de la Clásica.
Y el año próximo la X edición. Eso si que es ciclismo en estado puro. Y la de anécdotas y momentos felices que tendréis guardados en el zurrón.
Yo creo que iremos ya por la XX, Fernando. Una de las cosas que más recordamos es «el año en que ganó Alcalá», 1992. Nos pilló una tormenta y pasamos un buen rato acuclillados y apelotonados bajo un guardarraíl, aguantando el chaparrón en manga corta, y no pudimos movernos durante mucho tiempo porque un ciclista americano novato pasó el último con muchísimo retraso: tuvimos curiosidad por saber quién era aquel colgado que no se había retirado, como había hecho medio pelotón, y al día siguiente leímos en la clasificación que era un tal Lance Armstrong.