Archivo enero 2014
Porvenir
Los vascones del siglo IV tenían fama de ser muy buenos arúspices y ornitomantes (o sea: leían el futuro en las entrañas de los animales y en los vuelos de los pájaros). Por qué no voy a leer yo mi porvenir en la grasa que deja el chorizo.
Once de la mañana del 1 de enero, tras subir al monte Adarra y bajar a Besabi, cuatro barritas energéticas:
Igual que el primer párrafo marca el tono de todo el libro, deseé que las primeras horas marcaran el resto del año. Por la compañía, por el rito, por la sencillez, por la facilidad para convertir la pesadez en alegría. Leí la grasa del chorizo y no lo vi claro. No importa mucho. En los libros, en las películas, en los mensajes y en los platos, siempre leemos lo que queremos. Si hace falta, achinamos los ojos hasta leerlo.
Luego hay que abrir los ojos y no insistir. Se arranca un pedazo de pan, se rebaña la grasa, se saborea despacio y a correr.
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El 1 de enero a media tarde recibí un mensaje. Esta era la última frase, creo que por despiste: «Termina bien el año».
Que terminéis bien el 2014.
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