Cuerpos feministas: Krudas Cubensi
26 Mar
Olivia Prendes y Odaymara Cuesta
Raperas que cantan a las negras, a las pobres, a las gordas
Había mucha expectación por ver y escuchar a las Krudas en ese debate de la UNEAC, la primera vez que estas raperas emigradas a Austin (Texas) participaban en un espacio académico cubano. Las organizadoras sabían que iban a impactar, y no sólo por lo que dicen o lo que rapean, sino también por cómo son, por sus propios cuerpos, por su estética (tatuajes, rapados, ropas anchas…), y su lesbianismo militante.
El tema más popular de las Krudas habla precisamente del cuerpo: ‘La gorda’, compuesta como respuesta al tema de la Charanga Habanera, en la que un hombre habla de su novia glotona, y en un momento pregunta: «¿Quién ha visto una gorda con sentimiento?». Krudas Cubensi arranca con esa misma pregunta para después rapear todo un alegato contra la tiranía de la delgadez y de la silicona. «Yo experimento un profundo placer en un mundo de muchas formas de mujer», rapea Pasita con la camiseta subida: «Disfruta de la danza de esta gorda con su panza». Y se define como «hermosa y cilíndricamente misteriosa».
En un tema más reciente, sobre las migraciones, también se refieren a cómo son percibidos en Europa sus cuerpos de negras y mestizas: «No me dejaron entrar en España/ porque como soy negra/ pa’ esa gente soy extraña/ y con este pelo así dijeron ‘tiene la cabeza en las musaraña’/ y por mis tatuajes pensaron: ‘esa negra no se baña'».
Las entrevisto en su casa,en la Habana Vieja, después de terminar un saludable y atípico (para la carnívora dieta típica cubana) plato vegano de pasta al pesto. Planteo la pregunta sobre el cuerpo de las feministas, y arranca a hablar Olivia, rezumando confianza en sí misma: «Cuando no era feminista, no me aceptaba, tenía complejos. En Cuba hay mujeres tan hermosas… Delgaditas, mulatas, que son diosas. Yo parezco como un monstruote, muy pálido, grandote… Cuando me asumí como feminista y empecé a jugar con reapropiarme de la masculinidad, comencé a gustarme mucho. Mi cuerpo se fue sintiendo feliz y yo feliz con mi cuerpo. Al mismo tiempo, el orgullo de ser una lesbiana feliz con orgasmos felices se reflejó en mi cuerpo».
Le toca a Odaymara, alias Pasita, quien habla divertida acercándose a la grabadora y mirándola, como si estuviera en la radio: «Yo siempre fui extraña, no encajo en esa descripción de feminidad que está tan marcada en Cuba. Pienso que romper con eso es bien interesante. Cuba es una nación socialista, bloqueada. No sé cuál es la razón por la que se exacerba mucho más la feminidad que en México o Puerto Rico. Hay una barrera muy fuerte, está bien latente que la mujer debe ser femenina, sumisa, estar pendiente siempre al macho. Pero a la vez existimos mujeres muy diversas, nacidas y crecidas aquí, que rompemos con las reglas. Con nuestra rebeldía, decimos a la sociedad: «Soy producto de ti pero al mismo tiempo soy diferente».
Lo que canta en sus canciones es real. Reconoce que ha ido a encuentros en los que las feministas le han mirado «extraño» por sus tatuajes. «Quizá para las de la academia son tatuajes de la calle, marginales, pero eso es problema de ellas». Por su parte, llama a evitar todo prejuicio hacia las mujeres por su estética o por sus prácticas sexuales. De hecho, Odaymara y Olivia, que son pareja musical y sentimental desde hace quince años, declaran orgullosas que su relación es y siempre ha sido monógama, una confesión que no abunda en ambientes feministas y queer en los que está tan de moda el poliamor. «El feminismo es tan variado como cada una de nosotras. Hay feministas monogámicas, poliamóricas… Cada quien es libre de hacer lo que quiera con su vida y su cuerpo feminista», exclama Pasita. Eso sí, no ocultan que su prioridad es cantar para las mujeres, apoyando así nuestros procesos de empoderamiento y rebeldía. «Si por eso soy tachada de hembrista, está bien, está bueno, vale. Estamos en eso», sentencia.
Os dejo con otro tema, «dedicado a todas las mujeres del mundo, a todas las mujeres que como nosotras están luchando, a todas las guerreras, campesinas, urbanas, a todas las hermanas, especialmente a las más negras, especialmente a las más pobres, especialmente a las más gordas».
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Entrevistas anteriores en esta serie*:
Marilyn Solaya, realizadora: “Hay gente que no me perdona haber sido bella”
*La serie parte de una propuesta de Gisela, una de las minimecenas de mi proyecto cubano, de preguntar a feministas cubanas sobre la relación con sus cuerpos.
MARAVILLOSAS!
que caña!!!!!
jejeje, genial, le he enviado lo » Disfruta de la danza de esta gorda con su panza.» a mis amistades y les ha encantado. Bien por uds
me encanta bien nenas esto es lo que necesitamos