Historico por Tag: gente especial

El sector crítico a la izquierda del Gobierno cubano

23 May

Actividad durante el cuarto foro social del Observatorio Crítico./ Jimmy Roque Martínez

Actividad durante el cuarto foro social del Observatorio Crítico./ Jimmy Roque Martínez

 

En enero viajé a Cuba empeñada en matizar la imagen de polarización política, dando voz a las personas y colectivos que critican al Gobierno desde la izquierda o, por decirlo de otra forma, que defienden el proceso revolucionario socialista sin dejar de arremeter por ello contra el autoritarismo del régimen cubano. He publicado un reportaje en Diagonal que resume lo que conocí, aunque en las próximas semanas os iré pasando más información sobre los colectivos que cito. El reportaje va acompañado por una entrevista a unas viejas conocidas ya en este blog: las raperas lesbofeministas Krudas Cubensi. Como la cuestión del asociacionismo en Cuba tiene su complejidad, y en un reportaje no podía explicarlo largo y tendido, debajo os pego íntegras las valiosísimas aportaciones que me hicieron dos militantes de Observatorio Crítico, Rogelio y Dmitri.

La oposición a la izquierda del Gobierno cubano

JUNE FERNÁNDEZ / LA HABANA (CUBA)
MIÉRCOLES 23 DE MAYO DE 2012.  NÚMERO 174

Revolucionarios o disidentes. A simple vista parece que en Cuba no haya más opciones que ensalzar el sistema cubano o tildarlo de cruenta dictadura. Quien discrepa es tachado de contrarrevolucionario desde las filas oficialistas, y quien defiende el socialismo, calificado de cómplice del régimen por una oposición procapitalista. Sin embargo, en ese clima polarizado afloran colectivos que arremeten contra la falta de libertades y el autoritarismo del Gobierno desde un discurso anticapitalista y antiimperialista. Redes de activistas y blogueros critican la visita del Papa, claman contra el racismo y la homofobia, alertan de la deriva de la política económica de Raúl Castro y difunden en la isla las movilizaciones del 15M. Sobre todo, exigen poder organizarse sin ser controlados por el Gobierno cubano ni utilizados por el estadounidense.

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Cuerpos de feministas cubanas. Yasmín S. Portales Machado

5 Mar

Yasmín Silvia Portales Machado. Activista

«¿Por qué uso velo? Porque soy feminista y visto como me da la gana»

Yasmín, durante la entrevista, fotografiada por Caridad, mi anfitriona.

«Soy cubana. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico». Así se presenta Yasmín Silvia Portales Machado en su blog. Esta crítica literaria y activista en varios frentes (Observatorio Crítico, el proyecto LGTB autónomo Proyecto Arcoiris…) tiene muy presente la máxima de «lo personal es político». Cuando conocí su blog, primero me emocioné mucho por haber encontrado a una mujer que fuera crítica con el sistema cubano desde el compromiso feminista y marxista. Mi siguiente emoción fue una gran curiosidad al ver en su foto de perfil que lleva velo. Mi hipótesis absurda era que tal vez simbolizase su adscripción a algún tipo de corriente o religión africanista.

 

Nos escribimos durante meses y, cuando llegué a La Habana, me invitó a comer en su casa con su familia. Vi que tiene la piel del rostro y de buena parte del cuerpo quemada. Una parte de mí se dijo: «Ah, se pone velo para taparse las quemaduras». La otra parte de mí no se quedó satisfecha con esa suposición. Le puse el corto ‘Hiyab‘, sobre una adolescente musulmana a la que la orientadora del instituto le presiona para que se quite el velo. Nos dimos la razón en que el feminismo debe defender, también en este tema, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y a vestir como les de la gana. Fue casualidad, no le puse el corto con ánimo de sacar el tema, pero aproveché la coyuntura para preguntarle a bocajarro: «¿Y tú por qué llevas velo?» «Pues porque me da la gana», zanjó firme pero sonriente. No insistí. Después de compartir durante  un mes muchos buenos momentos juntas, aproveché el rol de periodista para volver a las andadas. Abajo tenéis la respuesta.

En fin, Yasmín -con su velo, su piel quemada, su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual- desafía nuestra rigidez mental, nuestra necesidad pueril pero irreprimible de señalar con el dedo lo diferente, de etiquetar, de pretender entenderlo todo. Después de un mes compartiendo muchos buenos momentos, tenía ganas de escucharle hablar sobre su cuerpo, pero ya no por la curiosidad inicial, sino porque sabía que me iba a fascinar su relato.

¿El feminismo te ayudó a aceptar tu cuerpo?

Fue mi cuerpo el que me llevó al feminismo, porque es un cuerpo lleno de cicatrices. Me llevó a cuestionarme la lógica de la belleza y de la feminidad. En secundaria, me hacía muchas preguntas acerca de cómo nos educaron a las mujeres. Me preguntaba si yo podía ser mujer siendo tan fea, porque sabía que los hombres podían ser feos, pero las mujeres no. (más…)

Cuerpos de feministas cubanas. Marilyn Solaya

24 Feb

Marilyn Solaya, realizadora

«Hay gente que no me perdona haber sido bella»

Marilyn Solaya, junto al cartel de uno de sus documentales, 'En el cuerpo equivocado'

Marilyn Solaya fue una de la actrices de ‘Fresa y chocolate’, la película que se cita siempre como punto de inflexión en el que se inició el largo camino hacia la normalización de la diversidad sexual en Cuba. Aunque se hiciera conocida como actriz, se formó en dirección, y ha orientado su carrera hacia la realización de documentales que siempre integran la perspectiva de género y el interés por la sexualidad. En ‘Mírame, mi amor’ denuncia el exhibicionismo masculino, tan habitual en los cines, parques y paseos de La Habana. Ahora se encuentra presentando ‘En el cuerpo equivocado’ en diversos festivales (se proyectó en la última edición de Zinegoak) una cinta que se acerca a la vida de Mavi, la primera transexual operada en Cuba, para reflexionar sobre cómo influyen los estereotipos sexistas en la construcción de la identidad de las personas trans. (más…)

Cuerpos de feministas cubanas. Isabel Moya

23 Feb

Una de las mecenas de mi proyecto cubano, Gisela, me propuso el siguiente tema:  cómo las feministas cubanas sienten sus cuerpos y los cambios corporales. También preguntaba qué discurso tienen las feministas hacia el papel que juega la vestimenta y la estética en la construcción de la feminidad, si asocian el ser feminista a una estética determinada… Me dediqué a hacerles esa pregunta y luego me di cuenta de que mis compañeras feministas cubanas presentan cuerpos de lo más diversos: blancos, negros, mestizos, gordos, flacos, quemados, recién paridos, en sillas de ruedas… He podido recoger experiencias dispares sobre cómo ser feminista les ha ayudado a aceptar su cuerpo o, por el contrario, cómo tener un cuerpo diferente al de la norma les ha acercado al feminismo. Empiezo esta serie con Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer de Cuba, quien además es experta en las representaciones de las mujeres en la prensa y la publicidad.

Isabel Moya, periodista

«El feminismo me ayudó a aceptar mi cuerpo, a sentirme feliz en él, aunque esté en silla de ruedas»


Foto tomada del blog del Instituto Internacional José Martí

 

¿Cómo ha influido el feminismo en la relación que tienes con tu cuerpo?

Yo tengo una discapacidad física, una enfermedad que me impide asimilar el calcio, por lo que tuve que usar aparatos para caminar hasta los 12 años. Después hubo que operarme las piernas, así que he tenido cicatrices. Yo diría que la propia representación del cuerpo me hizo acercarme al feminismo. En mi casa me criaron con mucho cariño y reforzaron mi autoestima. Tengo un hermano menor y nos criaron igual, sin lástima y sin sobreprotección. En mi casa naturalizaron que las personas son diferentes. Mi madre siempre hace un cuento: pasaba por la tele una novela, ‘Enrique de Lagardere’, cuyo protagonista se disfraza de un jorobado, Esopo. Todas las niñas querían ser la princesa, y todos los varones Enrique de Lagardere. Yo decía toda contenta: “¡Yo soy Esopo! ¡Yo soy Esopo!”, y mi madre lloraba, pero yo le digo que eso quiere decir que me quería como era.

Siempre fui un poco transgresora. No me ponía a intentar seguir lo que todo el mundo hacía porque yo ya era diferente. Tenía dos opciones: o sufría todo el tiempo o hacía de mi diferencia un motivo de orgullo, como el orgullo gay. Fui una protofeminista: no tenía ni idea de feminismo pero me sentía muy empoderada. Después caí en la revista Mujeres de pura casualidad y al principio me parecía que no tenía nada que hacer ahí. El verdadero periodismo me parecía el de política. Pero cuando empecé a hacer reportajes, a conocer la teoría de género y a feministas latinoamericanas, descubrí que eso era lo que había pensado siempre sin haberlo sistematizado. (más…)

Hay más de dos Cubas

29 Dic

Sí, sólo ha pasado medio año, pero me vuelvo para Cuba. En el post sobre el futuro de Cuba que escribí tras ese primer viaje, ya señalaba aquello en lo que quería seguir profundizando: mi afán por demostrar la pluralidad de una Isla aparentemente dividida sin remedio entre fidelistas y anticastristas.

En junio escribí lo siguiente:

«Yo pensaba que me iba a encontrar con una Cuba polarizada políticamente, dividida entre defensores a ultranza del régimen y anticastristas beligerantes. En cambio, nos encontramos a personas que no hablan de castristas y exiliados, de revoluciones y dictaduras. Hablan de lo hartas que están de la doble moneda, de lo mucho que les gustaría viajar, de lo lamentable que es ver que la gente que progresa económicamente se deje llevar por el consumismo y la ostentación, de lo mucho que valoran tener asegurado el plato de arroz con judías, de que les da rabia no poder invitarnos a dormir en casa por miedo a meterse en un lío, de que las elecciones son un paripé porque a los de arriba no hay quien los cambie y los de abajo ni se sabe de dónde han salido… Eso también es política, claro. Pero me refiero a que nos encontramos con poco mitin y mucho baño de realidad. Nadie nos hablaba espontáneamente ni de la clase política cubana ni de la disidencia. En cambio, cuando preguntábamos, ninguna de las dos salía bien parada. La gente con la que charlamos nos transmitía similar hartazgo hacia el Gobierno como hacia unos opositores que retrataban como oportunistas y corruptos».

Los medios de comunicación nos muestran dos Cubas en las antípodas: la Revolución ejemplar que nos venden el Granma y los medios socialistas, frente a la cruenta dictadura que pinta la disidencia a la que da voz la prensa generalista española. Esa aparente polarización esconde una Cuba mucho más plural. Lo vi en la calle y me empeñé en descubrir a colectivos que trabajasen por un futuro mejor con espíritu conciliador.

Al principio me desanimé, porque si buscas información por internet, te encuentras de nuevo con esa polarización. Los blogs y perfiles de Twitter revolucionarios u oficialistas (elegid el término que queráis) se limitan a hacer propaganda gubernamental, y los alternativos o contrarrevolucionarios (ídem) a utilizar cualquier tema para atacar al régimen sin matices. Lo mismo ocurre a simple vista con los movimientos sociales. En el caso de la comunidad LGTB, está la gente cercana al CENESEX (el centro nacional de salud sexual, responsable de las políticas de diversidad sexual y dirigido por Mariela Castro), y frente a la institución, el Observatorio de los Derechos LGTB, cuyo cometido es denunciar la represión de la homofobia en los inicios del castrismo, así como las actuaciones policiales homófobas que se siguen dando en la actualidad.

Cuando contaba a mi gente la decepción, me decían: «Pero, ¿estás segura de que esa pluralidad existe, o igual es que estás proyectando tus deseos?». Y en esas estaba cuando de repente descubrí a Observatorio Crítico, un colectivo de izquierda transformadora capaz de criticar un sistema tan influido por el estalinismo, pero desde el compromiso revolucionario, el anticapitalismo y el antiimperialismo. Aglutina a personas que a su vez han montado pequeños grupos feministas, de hombres por la igualdad o LGTB. Son personas que denuncian la muerte de una transexual en comisaría el pasado verano, que celebran las medidas aperturistas del Gobierno, pero reclaman más derechos. Voy a celebrar con ellas un debate sobre transfeminismo en el que les trasladaré nuestras experiencias y discursos, y me nutriré de sus reflexiones en torno a temas como la diversidad sexual, la prostitución, o el racismo.

Otro gran descubrimiento fue el periódico digital Havana Times, que publica a diario columnas de personas de lo más diversas (incluidas varias emigradas), que cubren todo el espectro ideológico, salvo los extremos. También voy a poder reunirme con su equipo.
Poco a poco he ido contactando con más gente que quiere una Cuba en la que se mantengan los derechos sociales básicos pero se garanticen las libertades. Una Cuba que pueda avanzar sin abrazar el capitalismo y sin la tutela de Estados Unidos ni de Venezuela. Gente que valora los logros y avances del sistema cubano pero denuncia sin miedo las políticas represivas y discriminatorias. Se organizan de forma autónoma, al margen del Gobierno cubano y de la disidencia ligada a Miami, y por ello desconciertan muchísimo a los dos bandos. Se han salido de ese esquema de confrontación, y en vez de enrocarse en la defensa u oposición al régimen, se dedican a construir un mundo mejor, en su contexto, en el día a día. Son ecologistas que protestan contra las arraigadísimas peleas de gallos o por la tala indiscriminada de árboles, negras cubanas lesbianas, feministas marxistas que se indignan contra el Papa… Y mucho más.

Cuba pasa por un momento de cierta ebullición social, al calor de las tímidas reformas que ha iniciado Raúl Castro: trabajo por cuenta propia, inminentes mejoras en la conexión a internet, alegatos  (ya sea por convicción o forzado por las circunstancias) a favor de hacer autocrítica y favorecer el debate… La gente se atreve más a opinar de todo, monta pequeños negocios en una semana y frecuenta cibercafés clandestinos para enterarse de lo que pasa en el mundo (y en su propio país). Hay también mucha apatía, desánimo y cansancio ante el inmovilismo. Hay escepticismo ante unas reformas que llegan tarde y que no benefician a quienes lo están pasando peor.  Mucha gente alaba el 15-M, la Primavera Árabe o Occupy Wall Street, y lamenta que en Cuba la ciudadanía no se movilice. Pero lo cierto es que hay muchas personas trabajando con entrega y honestidad a favor de ese mundo mejor que hemos estado reclamando en las distintas movilizaciones. Me parece importante dar a conocer su trabajo.

Si os gusta este enfoque, queréis apoyar el proyecto y sentiros parte de él, podéis convertiros en minimecenas, a través de la campaña de financiación comunitaria (crowdfunding) que he iniciado para costear los gastos. Pincháis en este enlace, y en la columna de la derecha elegís la aportación que queréis hacer. El objetivo es garantizar que yo pueda contar estas historias sin depender de que los medios de comunicación generalistas las compren o no,  y sin arruinarme en el proceso de hacer periodismo por mi cuenta y riesgo. Me está pareciendo una vía muy ilusionante para el periodismo social autónomo.

Ya me han apoyado las suficientes personas como para alcanzar el mínimo que pedía, aunque os animo a seguir apoyando la campaña, porque contar con más presupuesto que el indispensable para pagar transporte y alojamiento me permitirá escribir todas estas historias con tiempo y mimo. A cambio, ofrezco recompensas que van desde leer mis crónicas y reportajes antes que nadie, recibir materiales de colectivos sociales cubanos, y regalos especiales en forma de libros y música. Si sois un grupo o colectivo y os apetece que a la vuelta os cuente mi experiencia a través de un coloquio o taller, algunas modalidades de mecenazgo incluyen esa opción. También podéis contactarme por email (june.fernandez1(a)gmail.com). La conexión a internet sigue siendo un asco (se supone que por fin hay fibra óptica desde Venezuela, pero no se ha democratizado), pero me conectaré cada semana para contaros cosas en este blog.

A través de la bloguera Negra Cubana voy a participar en un debate sobre la presión estética que sufrimos las mujeres a través de los medios de comunicación. Yo hablaré básicamente de lo que expongo en el artículo «Porque yo lo valgo». Pero participarán también Las Krudas, unas raperas cubanas antirracistas, feministas y lesbianistas, que se salen, y nunca mejor dicho, ya que uno de sus temas estrella es «La gorda». Que lo disfruten.

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Un año pikareando

17 Nov

 

Pancarta que recoge las palabras con las que nuestras lectoras definen Pikara, hecha por Andrea y Flor para la fiesta

 

Este es un email que envíe a un grupo de amigas el 18 de febrero de 2010. El asunto era: «Mi última locurilla: ¿me ayudáis a montar una revista digital?».

Hola, chicas:

Mis ciber-amigas sabéis que he abandonado el blog. Mis amigas más terrenales, que llevo un invierno un poco apático en lo profesional y que ando buscando algo con lo que ilusionarme. (…)

Ayer Lucía Martínez Odriozola (periodista y mi madrina y pepita grillo profesional) me dijo hablando de esto: «¿Y por qué no montas una publicación digital?» En el momento me pareció una marcianada, pero en seguida me puse a pensar cómo podría ser para que no fuera una más, para que se distinga de los proyectos de comunicación no sexista que hay. Y se me ocurrió que fuera una revista para (en principio) mujeres, jóvenes (vitalmente, no por fecha de nacimiento), urbanas entre comillas, con inquietudes sociales y, sobre todo, feministas. Vaya, básicamente lo que soy yo y la mayoría de vosotras. Lo más parecido que conozco es unarevista estadounidense que se llama Bitch. (…)

Yo estoy pensando en una revista digital abierta, transgresora e incluso un poco caótica. Llena de amigas, o sea de vosotras, que aportéis lo que os apetezca. En principio me gustaría hablar de lo que tiene que ver con sociedad y cultura contemporánea, pero siempre con mirada de género y buscando un equilibrio entre temas ligeritos y resultones con reportajes en profundidad, hechos con sosiego.  (…) En el peor de los casos, si antes tenía un blog, ahora tendría algo más elaborado en lo que escribir de lo que quiera, con vuestra participación(…). No supone mucha más inversión que tiempo e ilusión, y no tengo grandes expectativas.

Terminaba preguntándoles qué les gustaría leer y qué les gustaría aportar. Todas me apoyaron un montón. Algunas de las destinatarias de ese email son colaboradoras habituales de Pikara; otras, lectoras y comentaristas incondicionales. Con ellas y con toda la gente a la que fuimos contagiando con nuestro entusiasmo, fuimos gestando Pikara, hasta que exactamente 9 meses después, el 18 de noviembre de 2010, publicamos el primer reportaje: «¿Será niño o niña?», en el que Paloma Migliaccio y yo abríamos el debate sobre qué hacer con los bebés intersexuales.

Hoy nuestra revista, Pikara Magazine, cumple un año. En fin, me emociona mucho ver que la idea-calambre que surgió una tarde gris de invierno en la que me sentía en crisis, se ha materializado siendo en esencia lo que imaginé, pero llegando a mucha más gente de la que esperaba, creando tantos lazos, y acompañada por un equipo de compañeras tan estupendas.

Con motivo de nuestro aniversario, hemos animado a los y las lectoras a que contesten a un cuestionario para evaluar el proyecto y seguir mejorándolo. Una de las preguntas era «Define Pikara con tres palabras». Podéis ver en la foto lo que contestaron. No puedo describir la satisfacción que siento al comprobar que nuestro público percibe exactamente lo que queremos transmitir. Efectivamente, yo también definiría así Pikara: fresca, comprometida, crítica, diferente… Pero sobre todo me ha gustado que nos definan como sinceras.

En estas ocasiones siempre me entran tentaciones de ponerme en plan Almodóvar a repartir agradecimientos lacrimógenos. No voy a dar nombres, (aquí están casi todos), aparte de mis queridas Lucía, Itziar y Maite, (ilustre consejo de redacción de Pikara Magazine)  pero sí que quiero expresar lo profundamente agradecida que estoy a las personas que me han metido o renovado el veneno del periodismo, y el del feminismo. Una maravilla de año.

¡¡¡Y esta noche fiestaaa!!!! Van a acompañarnos protagonistas de este año de Pikara como Barbarina Dar-Dar, Raketa Brokobitx, Olaia Aretxabaleta, DJ Patty Hearst y, por supuesto, la mayoría de nuestras colaboradoras y fieles lectoras. No podéis faltar.

Kukutza aurrera!

21 Sep

El otro día quedé con dos amigas en la terraza de La Alhóndiga, ese nuevo centro cultural super moderno, obra del arquitecto Philippe Starck. Para cuando llegué (soy muy impuntual) ya no estaban: habían salido corriendo espantadas por el pijerío que se respiraba. Un espacio público en el que las copas valen hasta 10 euros y el público mayoritario son señoras con la frente estirada. Esa es la apuesta del señor Azkuna. En cambio, el centro social autogestionado Kukutza no tiene cabida en su ciudad de vanguardia. Escribo mientras la policía intenta desalojar el gaztetxe después de semanas de amenaza. Me llaman diciendo que hay muchas personas heridas.

Reconozco que no he frecuentado apenas Kukutza. No por nada, sino porque no suelo ir a Rekalde y no tengo amistades que hagan vida ahí. Pero tengo gratos recuerdos. La primera vez fui a hacer un reportaje para la asignatura de Reporterismo, en 4º de Periodismo. Quedé obnubilada con lo que me enseñaron: biblioteca, todo un piso para hacer malabares, otro con mesas de ping-pong en las que jugaba un equipo de personas con discapacidad… Me pareció una maravilla. No volví hasta dos años después, ya licenciada e inmersa en los movimientos sociales vascos: en Kukutza se celebró la fiesta de clausura de las Jornadas Feministas de Euskal Herria. Mi organización, SOS Racismo, también ha organizado fiestas ahí. Siempre ha sido una asignatura pendiente ir más: al comedor vegano, a los talleres de autodefensa feminista, me enteré hace poco de que dan clases de reggae dance hall… Kukutza siempre es la referencia cuando pensamos en celebrar unas jornadas, un concierto o fiesta. Es el primer sitio que se nos vino a la cabeza tanto para celebrar el primer aniversario de Pikara como el 20 aniversario de SOS Racismo.

En fin, no voy a repasar cómo ha sido todo, a rescatar los motivos del Ayuntamiento ni los argumentos del gaztetxe para que se mantenga ese espacio. Entre otras cosas, porque voy a desayunar rápido, coger la bici y pasar por Kukutza. Sólo quería expresar que es ese el Bilbao en el que quiero vivir y no ese Bilbao de rascacielos, de congresos internacionales, en el que sólo se escucha el ruido de las obras y el tráfico y se silencia a la gente que está intentando hacer de la ciudad un sitio más libre, igualitario, solidario, sostenible, colorido.

¡Hoy mani a las 17 horas desde la estación de Ametzola!

Aitzol Aramaio

25 Abr

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Me entero tarde por Twitter de que el sábado murió el director de cine Aitzol Aramaio. Le entrevisté dos veces, con lo cuál no puedo presumir de que fuera mi amigo, ni mucho menos. Y la verdad es que aún no he visto ‘Un poco de chocolate’, su primer y último largometraje (el vídeo de arriba es el trailer). No por falta de ganas, pero son de esas cosas que una va postergando. Ayer, haciendo zapping, vi que la echaban en ETB1. No se me pasó por la cabeza que dicha elección pudiera deberse a la muerte de su director.

Unai Elorriaga -autor de ‘Un tranvía en SP’, la novela en la que se basa ‘Un poco de chocolate’- empieza así su obituario para El País: «Intuyo que es prácticamente imposible que nadie que haya conocido a Aitzol Aramaio, aunque sea solamente durante unos segundos, se olvide de él jamás. Tal era la fuerza humana de este peculiar director de cine». Leer eso me ha animado a dedicar un post a Aitzol. Vaya, soy de esas que le conocieron no unos minutos, pero sí unas pocas horas, y sin embargo no fue un entrevistado más. Lo dicho: apenas le conocía, pero me he quedado consternada, y cuando algo me consterna, me hace bien escribirlo aquí.

La primera entrevista se la hice para El País. Era un «De paseo con…». Ya sabéis, típica entrevista ligerita de domingo: cogía a alguien de la cultura vasca y me iba de paseo con él a donde eligiera. Charlábamos sobre su vida y obra, recorríamos lugares especiales para él y recomendaba sitios  en los que comer, dormir, salir… Aitzol, cómo no, eligió su Ondarroa natal. Y con él me enamoré de ella. Aluciné con la frescura de la gente. Imagino que las reacciones que suscita pasear con una de las estrellas del pueblo no son muy representativas, pero vaya, me pareció una gozada asistir a tanto afecto, buen humor, afán por lucir para el periódico la mejor cara del pueblo. Como cuento en la entrevista, nos enseñaban rodaballos gigantes, nos abrazaban (a mí también), nos invitaban a pintxos… Lo dicho, una gozada. Y Aitzol otro tanto: pura vitalidad, fuerza (como dice Elorriaga), sencillez y honestidad.

La segunda entrevista (institucional, y por tanto no va firmada) se debía a un trabajo menos conocido que ‘Un poco de chocolate’: el documental ‘Aitak’, que realizó para la Iniciativa Gizonduz, de Emakunde. El documental fue importante para mí porque lo gestó el que entonces era mi compañero (y por el que conocí a Aitzol), y por tanto viví de cerca el proceso de realizarlo. Se trata de un collage de testimonios de padres diversos: famosos y anónimos, separados, homoparentales, un abuelo… Hablan de sus ilusiones, de sus miedos, de su relación con sus propios padres… Un trabajo que también fue muy especial para Aitzol, ya que cuando lo realizó estaba esperando a su bebé. «Me he dado cuenta de que ser padre no es tan difícil, y que voy a recibir mucho más de lo que tendré que dar. No tengo miedo; será maravilloso», decía. Después siguió colaborando con Gizonduz impartiendo charlas para aumentar la implicación de los hombres en la paternidad.

Os dejo con un resumen de ‘Aitak’:

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Un abrazo a todas las personas que le han conocido y querido.