Sexismo lingüístico

4 Mar

Diferentes personas me han enviado el resumen del informa redactado por Ignacio Bosque y suscrito por los académicos de la RAE. Lo publica El País. He escrito unas observaciones para contestar a esas personas, y me han animado a publicarlas aquí:

1- Ignacio Bosque mezcla dos debates: los excesos y patadas al diccionario que cometen las guías de uso no sexista del lenguaje, y la pertinencia sobre la transformación de la lengua para que sea menos androcéntrica. Si hablase de lo primero, podríamos estar de acuerdo. Es cierto que hay muchas guías que hacen recomendaciones horrorosas, como el uso de las arrobas, y que promueven un castellano acartonado que tiene que ver más con la corrección política que con la consciencia sobre el uso del lenguaje. Pero cuestionar esos excesos no tiene por qué llevar a deslegitimar la preocupación por el androcentrismo en el lenguaje. Y si entra en ese otro debate, no me parece casual que argumente basándose en esas guías, en vez de responder a las recomendaciones de expertas en la materia que sí son lingüistas, como Mercedes Bengoechea. Claro, pero eso ya sería más complicado. Prefiere volver a la caricatura que confrontar ideas con personas como Bengoechea.

2- Estoy un poquito harta ya de que parezca que quienes abogamos por un uso no sexista del lenguaje entorpecemos y estropeamos la lengua, mientras que seguir utilizando el masculino como genérico es una garantía de buen uso de la lengua. Voy a poner un ejemplo que es más que habitual:

«Tener tetas es raro. Una niña pasa los primeros 12 o 13 años de su vida sin tetas. Después, un buen día, le salen dos objetos en medio del pecho que redefinen su relación con el mundo. No se puede estar preparado para un cambio así».

Un post sobre las tetas de las mujeres, en el que la autora habla constantemente en masculino. Esto se hace todo el rato. También se hace todo el rato en los medios de comunicación estar hablando de una persona y saltar al masculino. Algo así como: «La persona detenida se encontraba robando un coche. En el momento de la detención se mostró alterado y agresivo». ¿Acaso no son esos ejemplos de un mal uso del castellano como resultado del abuso del masculino como genérico?

3- Bosque se cubre las espaldas reconociendo desigualdades específicas, pero no reconoce el problema en términos globales, que la sociedad sigue siendo androcéntrica y patriarcal, y que el lenguaje es reflejo de ello. Según su retrato, en la sociedad hay ciertos problemas de desigualdad, pero no reconoce una desigualdad estructural. Así es que no da por bueno que pueda existir una desigualdad estructural en el lenguaje. Por cierto, cuando lista desigualdades reales, no se acuerda de citar que la falta de paridad en la Academia.

4- Otra manipulación que hace es sugerir que tachamos a alguien de sexista cuando dice «me voy de fiesta con mis amigos». No tildamos (yo al menos) de sexista un uso en concreto (y mucho menos a la persona que lo emplea), sino que estamos poniendo de manifiesto el androcentrismo que impera en el uso de la lengua. Si cuestionamos este, iremos buscando fórmulas razonables para que el hombre deje de ser el sujeto de referencia en el lenguaje.

5- Esgrimir como argumento que la mayoría de mujeres se sienten incluidas, es como oponerse al matrimonio gay porque la mayoría de homosexuales no quieren casarse, o decir que la Ley de extranjería no es racista porque la mayoría de inmigrantes la aceptan. Vale, soy consciente de que utilizo como ejemplo dos leyes y que la lengua no se regula en el Congreso de los diputados. A lo que voy es que siempre tiene que haber una minoría incómoda que cuestione una norma social y luche por cambiarla. Por cierto, afortunadamente se ha ido abandonando el uso de «el hombre» como equivalente a «ser humano», pese a que muchas mujeres afirmaban sentirse cómodas con ese «hombre» como sujeto universal. Ahora le chirría a casi todo el mundo. Es decir, algunos cambios calan poco a poco y con el tiempo se demuestran necesarios también para las personas que en un principio se resistían a aceptarlos.

6- ¿Acaso cree que en Francia y Alemania no hay feministas cuestionando el androcentrismo en el lenguaje?

7- Si lo que le moviera a escribir ese artículo fuera una preocupación genuina por la lengua y no un posicionamiento ideológico, si realmente le inquietasen esas desigualdades «reales» que reconoce, daría por bueno que hay que reflexionar sobre el androcentrismo en el lenguaje, y lanzaría recomendaciones asumibles: evitar los errores de concordancia que he citado, explicar que un hombre se debe sentir incluido en el femenino genérico cuando se trata de un grupo en el que las mujeres son mayoría, o defender el uso de «médica» porque es correcto. Porque vaya, ese ejemplo también tiene tela. O sea que tenemos que aceptar acríticamente que una mujer prefiera nombrarse como «abogado». Eso no le parece una patada al diccionario.

En definitiva, me parece que este tipo de reacciones demuestran que es falso eso de que a quienes nos preocupa y ocupa el uso no sexista del lenguaje nos mueve la ideología, mientras que a los académicos que ridiculizan nuestro trabajo les mueve la pasión por la lengua. Si Bosque no es capaz de reconocer malos usos derivados del sexismo en el lenguaje, si no es capaz de reconocer que la lengua va transformándose y que incluir en ella a las mujeres es necesario, y no perjudica a la lengua sino que la enriquece, es porque le mueve también una ideología determinada.

¿Es tan difícil entender que las normas sobre el castellano se consolidaron en tiempos en los que las mujeres no eran reconocidas como ciudadanas, y que la lengua debe adaptarse a los nuevos tiempos, como se ha adaptado a la generalización de los anglicismos y ha ido admitiendo términos relacionados con las nuevas tecnologías? ¿Cómo es que se ve necesario aceptar y castellanizar fútbol, cuando existía ‘balompié’, y en cambio se niegan a reconocer ‘género’ (en su acepción de categoría de construcción cultural de la diferencia sexual), una palabra ligada a toda una escuela del pensamiento que cuenta con titulaciones de posgrado en las universidades más prestigiosas de Occidente? ¿Eso no es ideología?

Una persona libre de prejuicios antifeministas y de resistencias machistas no estará cerrada a propuestas constructivas como las que pueden hacer lingüistas como Bengoechea u otros colectivos como las periodistas con visión de género, en cuyos reportajes se demuestra posible emplear un lenguaje inclusivo sin hacer un mal uso del castellano. Si en vez de analizar propuestas concretas, se queda con las mala y las caricaturiza para echar por tierra toda la reivindicación, está respondiendo a una resistencia machista y haciendo flaco favor al castellano.

Sobre el sexismo en el lenguaje y las resistencias ante nuevos usos, escribí otro post que os invito a releer: Visibilizadas y empoderadas.

La Joven Cuba: blogueros comunistas que debaten y toman cervezas con anticastristas (2. parte)

2 Mar

Os dejo con la segunda parte de la entrevista a La Joven Cuba, blogueros comunistas defensores del «debate franco y la polémica respetuosa» entre diferentes. En esta segunda parte hablan del papel de la sociedad civil, valoran la situación de la prensa e internet, y opinan sobre las reformas de Raúl Castro. Conviene leer primero la primera parte.

Harold y Osmany, este con mirada de agente de seguridad del Estado 😛

La Joven Cuba: «Es imperdonable que el Gobierno no explique qué pasa con Internet»

Sociedad civil

J.F. Se pone obstáculos para que la comunidad LGTB de organice, pero surge un colectivo, el Observatorio de los Derechos LGTB, que es claramente opositor. Dado que la disidencia siempre se va a organizar, ¿no sería mejor permitir movimientos autónomos?

H.C.: Sí, eso es absurdo.

O.S.: ¿En qué consistiría eso?

J.F.: Pues en que un grupo de lesbianas pueda reunirse para hacer lo que le parezca: tener un local, hacer debates, organizar jornadas, celebrar manifestaciones…

H.C.: Eso no es una decisión política, es un fenómeno social. Si la sociedad está de acuerdo, yo creo que tiene que ocurrir. Lo que sí es absurdo es dejar que los opositores lo hagan y lo tuyos no lo hagan, porque entonces creas la imagen de que todo el movimiento LGTB es opositor.

O.S.: Dicen que destinaron [desde EEUU] unos 350.000 dólares a una marcha gay en Prado. Pero es lo que tu dices: ¿por qué no aceptar una cosa cuando ocurre esta otra?

H.C.: Yo lo veo claro. (más…)

La Joven Cuba: blogueros comunistas que debaten y toman cervezas con anticastristas (1. parte)

1 Mar

Harold Cárdenas (izquierda) y Osmany Sánchez, en el Parque de la Libertad de Matanzas

 

“Las ideas más ‘peligrosas’ son las que no se dicen, de ahí la importancia de crear espacios de debates en los que todos puedan expresar su opinión. No debemos edulcorar la realidad cubana ni conformarnos con satanizar al resto del mundo”. Lo escribe Osmany Sánchez, uno de los tres impulsores del blog La Joven Cuba, que se define como un espacio de jóvenes profesores universitarios que opinan sobre la realidad cubana. Invitan a sus lectores a mantener un “debate franco, de polémica respetuosa” en “una plataforma que propicia la confluencia de opiniones (muchas veces opuestas) en un lenguaje tolerante con la opinión ajena”.

Que aboguen por la pluralidad no significa que sean imparciales. Durante la entrevista se atribuyeron varias veces ese valor, pero también tienden a hablar en términos de “nosotros” y “los otros”;“los de nuestro lado” y “los del otro lado”. Están firmemente comprometidos con lo que llaman “el proyecto político cubano”, es decir, lo que “los del otro lado” llamarían el régimen castrista. En las múltiples clasificaciones ideológicas de los blogs cubanos que abundan últimamente por internet, se les suele definir como oficialistas independientes. En todo caso, LJC destaca entre otros blogs defensores del sistema político cubano, no sólo porque propician el debate y el encuentro entre personas con posiciones políticas encontradas, sino porque en sus posts también hay espacio para criticar errores y reclamar reformas. (más…)

Casete

29 Feb

Cassettes de La Onda Vaselina, banda sonora de mi infancia junto con Mecano, Sabina, Silvio, Urtz y Blur. Así he salido

 

Ahora que ya he dejado muy atrás la edad del pavo, que miro de frente al malote que me hacía bullying en clase cuando me lo cruzo por el barrio, que he aprendido bastante a reírme de mí misma, y que las burradas que me dicen los trolls convierten las burlas del insti en caricias, he decidido salir del armario. Me llamo June Fernández Casete. Sí, sí, Casete, como las cintas, pero con una ese y una te. Yo, que soy como un libro abierto, me guardo medio en secreto muy pocas cosas. Una de ellas es mi segundo apellido. Me ha parecido una faena, motivo constante de cachondeo, pero a día de hoy cada vez me gusta más: gracioso y con muchas posibilidades.

Que se lo digan si no a Ander, que desde que se enteró me ha dedicado bromas como “entonces, cuando se quedó embarazada de tí, tu madre estuvo en-cinta” o “qué buen apellido para una maqueta”. Ander se ha dado cuenta además de que yo soy ‘casetari’ y, por tanto, bien podría haber bautizado mi blog como ‘Mari Casetari’ o, directamente, ‘Mari Casete’. Y Maite me grita «Caseteee» en tono ‘Muchachada Nui’. Que duda cabe que si algún día me hacen algo similar a un Celebrities, mi apellido dará mucho juego.

Además, la gracia del apellido es que su significado varía de unas generaciones a otras. Saco este tema animada por Lucía, que me pasa por Facebook la noticia de que el cassette cumple 50 años (no he podido ver el vídeo aún porque escribo con mala conexión). Antes de su nacimiento, nuestro ilustre apellido era original, pero sin más implicaciones. Cuando aparecieron las cintas, mi bisabuelo, Ventura Casete Casete (sí, doble pletina, hijo de madre soltera), zapatero gallego que ya peinaba canas, dijo a sus hijos: “vaya por Dios, qué bajo hemos caído, que ya estamos de oferta”. Mi madre y mi tío fueron la primera generación en sufrir el apellido. Para cuando yo llegué a la adolescencia, el cassette ya estaba en riesgo de extinción: “ahora te tienes que pasar a cedé”, me decían. O a minidisc. Yo no lo tenía tan mal, porque la gente no se enteraba de mi segundo apellido más que el primer día de clase, cuando leían la lista con todos los nombres completos. Imagino que a mi prima, que lo tiene de primero, le han tocado más vaciladas. A su hermano pequeño, en cambio, el declive de este emblemático soporte le ha sentado bien. Apenas le toman el pelo, puesto que a sus compis de 2º de ESO, conectados al Spotify y el Ipod, eso del cassette les suena a prehistoria. (más…)

Cuerpos de feministas cubanas. Marilyn Solaya

24 Feb

Marilyn Solaya, realizadora

«Hay gente que no me perdona haber sido bella»

Marilyn Solaya, junto al cartel de uno de sus documentales, 'En el cuerpo equivocado'

Marilyn Solaya fue una de la actrices de ‘Fresa y chocolate’, la película que se cita siempre como punto de inflexión en el que se inició el largo camino hacia la normalización de la diversidad sexual en Cuba. Aunque se hiciera conocida como actriz, se formó en dirección, y ha orientado su carrera hacia la realización de documentales que siempre integran la perspectiva de género y el interés por la sexualidad. En ‘Mírame, mi amor’ denuncia el exhibicionismo masculino, tan habitual en los cines, parques y paseos de La Habana. Ahora se encuentra presentando ‘En el cuerpo equivocado’ en diversos festivales (se proyectó en la última edición de Zinegoak) una cinta que se acerca a la vida de Mavi, la primera transexual operada en Cuba, para reflexionar sobre cómo influyen los estereotipos sexistas en la construcción de la identidad de las personas trans. (más…)

Cuerpos de feministas cubanas. Isabel Moya

23 Feb

Una de las mecenas de mi proyecto cubano, Gisela, me propuso el siguiente tema:  cómo las feministas cubanas sienten sus cuerpos y los cambios corporales. También preguntaba qué discurso tienen las feministas hacia el papel que juega la vestimenta y la estética en la construcción de la feminidad, si asocian el ser feminista a una estética determinada… Me dediqué a hacerles esa pregunta y luego me di cuenta de que mis compañeras feministas cubanas presentan cuerpos de lo más diversos: blancos, negros, mestizos, gordos, flacos, quemados, recién paridos, en sillas de ruedas… He podido recoger experiencias dispares sobre cómo ser feminista les ha ayudado a aceptar su cuerpo o, por el contrario, cómo tener un cuerpo diferente al de la norma les ha acercado al feminismo. Empiezo esta serie con Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer de Cuba, quien además es experta en las representaciones de las mujeres en la prensa y la publicidad.

Isabel Moya, periodista

«El feminismo me ayudó a aceptar mi cuerpo, a sentirme feliz en él, aunque esté en silla de ruedas»


Foto tomada del blog del Instituto Internacional José Martí

 

¿Cómo ha influido el feminismo en la relación que tienes con tu cuerpo?

Yo tengo una discapacidad física, una enfermedad que me impide asimilar el calcio, por lo que tuve que usar aparatos para caminar hasta los 12 años. Después hubo que operarme las piernas, así que he tenido cicatrices. Yo diría que la propia representación del cuerpo me hizo acercarme al feminismo. En mi casa me criaron con mucho cariño y reforzaron mi autoestima. Tengo un hermano menor y nos criaron igual, sin lástima y sin sobreprotección. En mi casa naturalizaron que las personas son diferentes. Mi madre siempre hace un cuento: pasaba por la tele una novela, ‘Enrique de Lagardere’, cuyo protagonista se disfraza de un jorobado, Esopo. Todas las niñas querían ser la princesa, y todos los varones Enrique de Lagardere. Yo decía toda contenta: “¡Yo soy Esopo! ¡Yo soy Esopo!”, y mi madre lloraba, pero yo le digo que eso quiere decir que me quería como era.

Siempre fui un poco transgresora. No me ponía a intentar seguir lo que todo el mundo hacía porque yo ya era diferente. Tenía dos opciones: o sufría todo el tiempo o hacía de mi diferencia un motivo de orgullo, como el orgullo gay. Fui una protofeminista: no tenía ni idea de feminismo pero me sentía muy empoderada. Después caí en la revista Mujeres de pura casualidad y al principio me parecía que no tenía nada que hacer ahí. El verdadero periodismo me parecía el de política. Pero cuando empecé a hacer reportajes, a conocer la teoría de género y a feministas latinoamericanas, descubrí que eso era lo que había pensado siempre sin haberlo sistematizado. (más…)

Primer premio, por partida doble

20 Feb

En La Habana, un babalao me dijo: «Estás sentada encima de la fortuna, y no la ves». Unos días después me conecté a internet y encontré un email en el que se me notificaba que he ganado mi primer premio periodístico. Hasta hoy no podía hacerlo público. Lo del babalao es por empezar el post con algo de color, no me hagáis caso.

Pikara Magazine, la revista digital feminista que he puesto en marcha junto con Itziar Abad, Lucía Martínez Odriozola y Maite Asensio Lozano, publicó su primer reportaje el 18 de noviembre de 2010. Lo firmamos Paloma Migliaccio y yo, y arrancaba así:

¿Será niño o niña?

June Fernández y Paloma Migliaccio

El sistema sanitario decide en qué género vivirán los bebés que nacen con algún tipo de intersexualidad. Activistas e investigadoras debaten si la cirugía de asignación es necesaria para crecer en una sociedad binaria, o una forma de mutilación genital que atenta contra la autonomía sexual de quienes no encajan en las etiquetas “hombre” y “mujer”. La discusión esconde una pregunta de fondo: ¿es la intersexualidad una patología o una clara manifestación de la diversidad sexual?

Leer el artículo completo

El reportaje iba acompañado de las entrevistas a dos activistas que nacieron con una intersexualidad: Mauro Cabral y Gabriel Martín.

Pues bien, esos textos han recibido el galardón nacional del Premio de Periodismo de la Unión Europea ‘Juntos contra la discriminación’. Esto nos permite optar a uno de los tres premios que se entregarán entre los trabajos ganadores de los 27 concursos nacionales. (más…)

La generación USB

10 Feb

Me cuentan que Alexander, uno de los líderes del popular grupo de reguetón cubano Gente de Zona, se acostó con dos chicas en un hotel. Mientras él dormía, ellas le estuvieron grabando desnudo con el móvil, para probar después que realmente se habían montado un trío con nada más y nada menos que Alexander de Gente de Zona. A falta de Youtube, el vídeo corrió como la pólvora de celular en celular.

Una guagua cochambrosa avanza entre almendrones (los míticos carros americanos de los años cuarenta y cincuenta), en una carretera flanqueada por edificios coloniales semiderruidos. Una joven cubana que viaja en la guagua saca del bolso su blackberry. A mí me parece una escena propia de Regreso al Futuro, pero ese contraste de smartphones en un paisaje anclado en la mitad del siglo XX es constante en La Habana. «Mira, este móvil me lo ha mandado mi hijo desde España, es tactíl«, presume Mercedes ante su sobrino, que le responde mostrándole su Iphone.  (más…)

Tertulias blogueras nocturnas: hoy, el poliamor

8 Feb

¿Es factible que dos personas se pasen juntas 30 años sin amar ni querer acostarse con otras? Si pensáis que no, ¿cuál es la solución: aprender a gestionar la frustración, poner cuernos con más o menos alegría, o probar nuevos modelos de pareja diferentes a la monogamia? Mucha gente habitual de este blog pensará que la tercera (que no se diga que no somos progres). Nuestra sexóloga preferida, Mónica Quesada Juan, dedicó a este tema su último artículo para Pikara. Sin embargo, se limitaba a recomendar que no asumamos la monogamia por inercia, por considerarlo lo normal o natural, y que nos demos permiso para probar el pacto que nos permita crecer más, como pareja y como personas. Así es que yo dejé el siguiente comentario:

Sí, yo también creo que esto merece una segunda parte, porque el tema me parece super complejo. No creo que la cuestión sea sólo la genitalidad. En mi opinión, la cuestión es que el sexo también implica intimidad. En nuestra sociedad el encuentro sexual es, de hecho, una de las situaciones en las que más intimidad y afecto se comparte entre dos personas. Si fuera una cuestión de genitalidad, creo que lo llevaría mucho mejor que sabiendo que una relación sexual es mucho más.

Me interesa sobre todo profundizar en el tema de cómo se negocia la no monogamia, porque ahí también veo que el asunto es muy complejo. Por ejemplo, respecto a contarse o no las cosas. Yo soy una persona exageradamente comunicativa. Cuento todo lo que me pasa no sólo a mis eventuales parejas, sino a mis amistades. Si yo no le cuento el encuentro, de alguna forma parece que tiene más importancia de la que tiene. Y además supone mentir. “¿Qué hiciste ayer por la noche?” ¿Qué contestas a eso? No digamos ya cuando hay convivencia. Si el pacto es contárselo, habrá ocasiones en las que realmente no apetezca contarlo, que sea una experiencia que quieres guardarte para ti. ¿Y si no sólo ha sido sexo? ¿Y si estas atravesada por la emoción e ilusionada? ¿Cómo haces para compartirlo o para no compartirlo y que no se note?

A todo esto, desde el boom Paranoicas-Histéricas-Feminazis, mi Facebook está más animado que nunca. El otro día me dio por plantear un debate sobre ligoteo y machismo, y a lo tonto nos enfrascamos en tres hilos de conversación que rondan los 100 comentarios cada uno. Y en cada hilo sale algún nuevo tema sobre el que nos apetece debatir. El problema del FB es que no da opción al anonimato, y a mucha gente no le nace hablar de sus experiencias personales en una plataforma tan indiscreta. Así es que vamos a intentar mudar esta racha de tertulias animadas aquí, y así además quedarán recogidas para la posteridad:

¿Cómo véis esto de las parejas abiertas? ¿Lo habéis probado? ¿Cómo lo habéis gestionado (o lo gestionáis)? ¿Y la posibilidad de mantener relaciones de pareja simultáneas? ¿Alguna otra experiencia que queráis compartir: intercambio, tríos sentimentales-sexuales estables en el tiempo, etc.?

Periodismo en Cuba: lista de mecenas

7 Feb

Ainhoa Ispizua – Ainhoa – Ander Izagirre – Beatriz Gimeno – Brígida Ridruejo – Carles Guinart – Carmen Acero – Cuerdos de Atar – Diego M. Roig – Ekhi Belar – Fundación Iniciativa Social – G. Vilarinho – Gisela Bianchi – Glogour – J.A. Moral – José M. Osuna – Joseba Pando – Ianire Estébanez – Iñaki Mendizabal Elordi – Itxaso – Kasry – Laia Marqués – Lucía Martínez Odriozola – Luciano Busto – Lupita – Magapola – Maiteder – Make Irigoien Perurena – María- Marta – Marta Entrenomadas – Marta Nielisse – Miguel Martínez – Minerva – Mireia Gallardo Avellan- Mireia Martínez Mulero – Mogonal – Mujeres Imperfectas – Nendivei – Nere – Noé González Rodrigo – Norma Vázquez – Ritxar – Sancau – Sergio – Susana – Tebbel – Tina Simón – Txus Mungia – Xabier Mendiguren – Zigor Aldama

Son las 51 personas que han apoyado como mecenas a través del crowdfunding mi proyecto periodístico en Cuba. (más…)