Payasas
29 Mar
Debatiendo sobre la presencia de mujeres en Twitter (que por lo visto somos más activas, pese a que mi percepción no sea esa), @unesceptico me plantea un tema interesante: «También sigo a gente porque me hacen gracia sus tweets, y sí, reconozco q pocas mujeres hacen q me carcajee como con ellos… Te estoy poniendo a huevo una entrada ¿hay tantas diferencias en el sentido del humor del hombre y la mujer? Yo creo que sí» Pues vamos allá: ¿qué ocurre con las mujeres y el humor?
Me parece obvio que a las mujeres nos enseñan menos a ser payasas y nos atrevemos menos; por inseguridad, porque se nos cuestiona un montón, porque nos animan a ser discretas y tranquilas, como canta Olaia Aretxabaleta. Nos da un pudor de la leche ser el centro de atención. Y lo noto mucho en la blogosfera, pero de eso hablaré otro día. En su día leí una noticia que hablaba de un estudio según el cuál las mujeres reímos más pero los hombres cuentan más chistes. Cómo no, daban explicaciones biologicistas que a mí me parecen absurdas. Los hombres hacen gracias y las mujeres se las ríen, incluso cuando son tan lamentables como las de Miki Nadal en SLQH, por ejemplo. ¿De verdad estamos programadas para funcionar así? Anda ya.
Efectivamente, me río un montón con blogueros como el propio Escéptico, Anderiza, Mimesacojea o incluso El Jukebox (aunque este es más de crítica ácida que de parida de brocha gorda). No creo por tanto que se trate de que haya humor masculino y humor femenino. Y no se me ocurre ninguna bloguera con la que me ría. La única la he descubierto hace nada, Barbijaputa (me han pasado alguna referencia más por Twitter pero aún no las he mirado). Bueno, e Itziar Ziga por provocadora. Inolvidable ese pie de foto: «Itziar Ziga después de correrse en los campos arados de Teruel». Y no creáis que no soy consciente de que este blog mío es un rollo. Siempre me marco como buen propósito mostrar mi vena cómica. Pero nada. Por algún motivo que se me escapa, soy bastante payasa en persona, pero como Mari Kazetari no me sale más que soltar estas chapas adoctrinadoras.
En fin, como bien decíamos en el último post, no se trata de culpar de todo al patriarcado y quedarnos tan anchas, sino de hacer algo. Así que visibilicemos a las payasas del mundo a ver si nos contagian un poco. Un dos tres responda otra vez: ¿blogueras o tuiteras que te hagan reir?
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Por si os habéis creído el estereotipo de feministas avinagradas, he aquí algunas cómicas imprescindibles:
– Virginia Imaz, maestra payasa feminista de mi tierra. Famosa por las clownclusiones que improvisa al final de todo sarao feminista que se precie. Incluida, por supuesto, la presentación de Pikara, en la que estuvo generosa y brillante.
– Isabel Franc, escritora de referencia para el feminismo. Arrasó parodiando la brecha generacional del feminismo en la inauguración de las Jornadas Feministas de Granada. 
– Y para terminar cantando, la cantautora cabaretera argentina Liliana Felipe. «Las histéricas somos lo máximo» es todo un himno.
Y no, no es que sólo me ría con humor feminista. Soy super fan de Usun Yoon. Y me encanta Patricia Conde, sí, y las rubias tontas en general, y los chistes de «las rubias no somos tontas». No me pongo a citar cómicos porque no pararía. Me gusta el humor absurdo, surrealista, y las burradas varias (recordad mis recomendaciones de «Qué bonito es Israel», «El butanero» o el libro «Burka Babes»). Y soy muy de decir chorradas machistas, racistas u homófobas en contextos muy determinados. Pero no de reir las gracias de machistas, racistas y homófobos de verdad.
Ahora lo suyo sería hacer un chiste o algo, pero si de normal no me sale, ser payasa en un post sobre payasas es demasiado arroz para un pollo.
Donde sí noto diferencias es en el tipo de humor de decir burradas, de jugar o traspasar ciertos límites. Ese me parece un humor típicamente masculino, me imagino que será porque a vosotras os han educado desde bien pequeñitas en cuidar las apariencias y en estar muy atentas al qué dirán. Y algo de eso siempre queda.
Nunca había pensado en el tema, la verdad. Así, a bote pronto, estoy bastante de acuerdo con escéptico, pero es que además me viene a la cabeza aquella sentencia que no sé de quién es, así que se la atribuiré a Bernard Shaw, que asegura que «el hombre nunca olvida a la mujer que le hizo llorar, mientras que la mujer siempre recuerda al hombre que le hizo reír». Para potar, en efecto.
Por otro lado, propongo que si mesa es femenino, el blog también sea considerado como tal, por mucho que cojee.
Gracias por el enlace.
Saludos
Escéptico: Puede ser. Pero yo creo que eso es en público. Que en privado podemos ser tan burras y traspasar límites alegremente. Yo al menos me divierto poniéndome españolista con la gente abertzale, haciendo bromas racistas con gente de SOS, riéndome de las feministas, llamando mariquitas a mis amigos hetero cuando se ponen sensibles… Pero no lo haría en el blog. ¿Lo haría si fuera hombre? Pues no sé.
Jukebox: Precisamente ayer, tras publicar el blog, me puse a pensar que igual los hombres cultiváis más el humor también por ser una estrategia fundamental de seducción masculina. Nosotras no necesitamos tener un buen sentido del humor: tenemos tetas.
Me interesaría mucho ver qué ocurriría si pareciera que un blog como Mimesa está escrito por una mujer. Sería un cortocircuito interesante.
Besos a los dos. Cómo me gusta teneros siempre por aquí, oye.
Por una parte, hay graciosos, gente con gracia, y otros con cierto sentido del humor y de la seriedad. Seriedad que no es necesariamente sentido del ridículo ni de vergüenza.
Esa estrategía de seducción es llamar la atención y destacar en algo, ser simpático y agradable en poco tiempo, para cautivar o atraer en ese preciso momento y ganar un tiempo o una oportunidad.
«Nosotras no necesitamos tener un buen sentido del humor: tenemos tetas», dices. Ya es triste que una estatua (en el trato o la forma de comportarse tan frio) gane atención, pero en fin, si que somos muchos (yo también, los que nos vemos ganados con un escote o curva atractiva. Luego resulta que puede ser muy curvilínea, exhuberante, pero pobre de mente y de personalidad (que no pechonalidad). Y eso (al menso a mí, me coloca en mirar, ver pero dar pasos atrás.
De todas formas, creo que se habla de un humor de gracioso, de chiste fácil.
Por contra, defiendo otro sentido. Uno que algunos sin ser graciosos ni simpaticos ni chistosos podemos usar. Ese que supone juego con dobles sentidos, provocación hablada, miradas o ironía socarrona con quien tienes confianza. Ese no ligue, sino esa salida que agrada y aporta un sentido especial de humor, «jodio/a tio/a», que nos hace reir.
No es ser payaso o payasa, sino estar en tu sitio pero provocar reacciones, saber descolocar o jugar con palabras. Algunos ligar no ligamos con este arte, pero mantenemos buenas amistades, que no es poco.
Por cierto, en un blog y en cualquier texto escrito es menos fácil hacer ese humor, y resulta más formalista.
Bueno, no digo que los tíos mínimamente inteligentes se queden sólo con eso (con el escote); está claro que a muchos una tía tonta deserotiza. Pero como carta de presentación sí que creo que el físico cuenta más en las mujeres y la labia y el ingenio en los hombres.
Y sí, creo que hacer humor en blogs tiene mucho mérito. Igual lo digo para excusarme, jeje.
osease, que si me pongo tetas ligo seguro? joe.. cada día descubro que es más dificil!! (jajaja)
Entonces se abre otro hilo interesante: ¿son más chistosas las que no tienen buenas tetas?
Saludos desde el sector de las paridas de brocha gorda.
Interesante pregunta,Ander. Ignoro qué tetas tiene Paz Padilla, pero al parecer hay quien la encuentra graciosa.
Propongo convencer a escéptico para que se arregle los pómulos, se ponga glúteos y se alargue el pene para, a continuación, comprobar si su blog se resiente.
Me han pasado estas propuestas pro Facebook:
El teatro de las chirigoteras: http://www.youtube.com/watch?v=qyh_FQxhE2g&feature=fvwrel
La asociación coruñesa http://manicomicos.org/, que preside una mujer
No sé, compañeros, las elucubraciones sobre la relación entre tetas, humor, pómulos y éxito bloguero me superan. Pero sí que veo que, salvo el rollo tonta-pin up de Patricia Conde, las cómicas suelen ir de feas o gordas (Eva Hache, Gurutze Beitia, Paz Padilla…). Y los hombres también, por otro lado. ¿Porque se os ocurre algún cómico guapo y buenorro? Cuántas interrogantes…
June, lo de las diferentes identidades según el entorno también me parece interesante, siempre he querido escribir algo sobre eso pero se me queda grande. ¿En qué situación estoy más cerca de ser yo mismo? ¿cuando estoy solo? ¿con mi familia? ¿con mi pareja? ¿en twitter? ¿en el blog? ¿la suma de todas y ninguna? En mi caso, tecleando en casa me siento libre para escribir bastantes barbaridades.
Los hombres que no pueden ligar por su físico se creen que por lo menos lo harán si son graciosos, cuando no hay persona más insoportable que la que se cree que todos sus chistes son geniales.
El Jukebox, creo que no he entendido a qué transformación me quieres someter. Eso sí, me queda claro que das por supuesto que no tengo un pene descomunal, quizás alguien de mi curso de natación se haya ido de la lengua.
escéptico: quería poner a prueba la teoría aquí expuesta de que a más atractivo físico, menos necesario es el sentido del humor. Palabra que no sabía nada de lo de la clase de natación.
Sobre lo de las diferentes identidades, a mí también me queda grande, no es cuestión de reducir a un post las obras completas de Freud.
Y en cuanto a lo del sentido del humor como instrumento de seducción, June, no sé qué decirte. Hay muchas clases de humor. Siempre he pensado que el mío me había cerrado muchas puertas, pero quién sabe, quizás esté equivocado y la culpa haya sido de mi aspecto físico. En cualquier caso, me hubiera resultado más sencillo cambiar éste que aquél.
Ahhh, no lo había entendido porque me parecía imposible ser más atractivo de lo que ya soy.
No sé, no te conozco lo suficiente, Jukebox, pero tú mismo lo has dicho antes: lo del tópico de «yo lo que busco es un hombre que me haga reir» creo que tiene bastante parte de verdad. Para mí al menos es fundamental. Y sí, puede haber varios sentidos del humor, unos populares y otros denostados, pero la imagen de chico ingenioso, con labia, con gracejo, creo que tiene éxito.
Le he dado un mogollón de vueltas a lo de las identidades. Pongamos que yo me cuelgo por un bloguero estupendo pero le conozco en persona y no me dice gran cosa. ¿Qué lectura se hace de eso? ¿Acaso no puede ser que un romance por e-mail sea más profundo o algo que en persona, donde por ejemplo el físico juega tal vez un papel demasiado importante, o la torpeza, o el pudor…? O por el contrario, ¿hemos de pensar que mucho que alguien nos cautive con sus posts super meditados, la prueba del algodón es el cuerpo a cuerpo? He de confesar que todo esto me pasó en mi primer año como bloguera. Fue violento, la verdad.
En cambio, dicen de mí (salvo tú con lo de la voz) que no sorprendo, que soy tan transparente que no doy sorpresas al conocerme en persona.
Super de acuerdo en la aversión a los tíos que se sienten super graciosos
En cuanto al humor como sustituto del atractivo físico, sólo quiero llamar la atención sobre las imágenes de los avatares de estos dos señores que andan comentando por aquí. No hay más preguntas, señoría.
¡Y sólo comentan chicos! Pues yo tengo que decir que Ander me parece el más graciosos, chistoso y simpático y guapo de todos.
Andrea, un placer conocerte. Me hace mucha ilusión poder saludar a la madre de Ander.
Un beso.
Yo creo que el problema está en la diferencia está en las barreras entre lo público y lo privado. He conocido a muchas mujeres graciosas y payasas (aunque yo soy del sur, por aquí debe ser más normal), pero lo son en la intimidad sobre todo, hay pocas que lo sean en público. Es posible que sea porque el humor (al igual que lo es la política o el deporte) sea otro espacio masculino más.
Por mi experiencia, cuando una chica hace el payaso en público en un grupo de gente es «reprendida» de una manera muy parecida a cuando habla de sexo sin complejos, también por las propias mujeres. No sé si me explico.
Creo que, como ya se ha comentado, a las mujeres nos educan para ser más formales, para estar quietecitas y para no dar mucho la nota. Durante mis clases en Psicología siempre me llamaba mucho la atención el que los chicos intervinieran con más frecuencia que las chicas ¡siendo un 80% mujeres! Pero creo que hay otro factor importante que, a mí al menos, me ayuda a entender por qué las mujeres son menos «graciosas»: la empatía. Las mujeres suelen preocuparse más por los demás, suelen cuidar más a los demás, y creo que esto hace que nos resulte más difícil sobrepasar ciertos límites. A mí hay ciertos chistes-burradas que me despiertan automáticamente la compasión, y aunque puedo entender que a otros les haga gracia sin que eso les convierta en psicópatas, sencillamente no me sale la carcajada…
Sigo: la empatía puede influir en un tipo concreto de humor (al humor de burradas), claro, pero no en otros. Por otra parte, sobre el humor en general, creo que cuanto más se conoce a una mujer más graciosa se suele mostrar y cuanto más se conoce a un hombre más serio y menos chistoso. De alguna manera, el público les motiva a los hombres para desempeñar ese rol de graciosos mientras que a las mujeres precisamente les desmotiva, y es en intimidad cuando estas últimas se sienten más libres para dar rienda suelta a su sentido del humor.
«creo que cuanto más se conoce a una mujer más graciosa se suele mostrar y cuanto más se conoce a un hombre más serio y menos chistoso», espero que, si es cierto, que lo dudo, sea una generalización, y como tal algunos bichos raros raros, seamos los que confirmamos la regla.
O que hay cambio de roles.
Pues después de todo lo dicho, yo creo que la clave está en la vulgaridad. Digamos que para ser gracioso hay que caer en cierta vularidad y a las mujeres se les permite muchísimo menos ser vulgares. Los hombre pueden intercalar en sus conversaciones más comunes palabras como polla y las tías en cuanto decimos «cómeme el coño» ya se nos tacha de vulgares y se nos reprende, como han dicho por ahí, según parece porque eso es «poco femenino», cosa que nunca he sabido muy bien qué significa porque una mujer no tiene por qué ser femenina, ¿no?
El humor bruto es un tipo de humor, hay muchos más. Se puede usar la fina ironía sin soltar ninguna vulgaridad. Por lo menos eso dicen.
Ya lo sé, escéptico, pero digamos que el gureso del humor es irreverente, no sé cómo explicarlo. No hablo de vulgaridad en sentido peyorativo, hablo de que no tienes que tener miedo a que se te caiga de la boca una palabra o contar una historia escatológica o referida al sexo o esos temas que las chicas no deben dar a entender que pueden hablar con libertad.
Magapola, ya te entiendo, irreverente puede ser la palabra. No hace falta decir palabrotas para ser transgresor, de hecho es todo lo contrario.
Un ejemplo que vamos a entender todos: un enano pasa por delante de una cuadrilla de 5 chicos y cinco chicas. Sería rarísimo que fuera una chica la primera en hacer una gracia sobre la estatura del enano. En esto creo que Pepita Grilla da en el clavo con lo de la empatía, mientras la mujer piensa «pobre hombre», el varón está pensando en que no se le adelante su amigo en decir aquello de «parece que por aquí cerca ha volcado un futbolín».
Y además, ¿ves? Ya estamos, las chicas tiene que tener humor, pero eso sí, fino, eso es más femenino que reírse porque te tiras pedos.
Ya, sí, lo de la mepatía está ahi bien visto cuando nos reímos de los demás, ¿pero cuando se trata de reírse de una misma? Es necesarío hacer el ridículo, ser vulgar. Mira a las niñas: les enseñas un moco y en vez de reírse se alejan asusutadas, un niño no, los niños hacen olimpiadas de gapos.
El contexto lo es todo. “Cómeme el coño” puede ser una vulgaridad o el verso más bello de la noche. En el fondo, yo creo que sí, que estáis -¿estamos?- de acuerdo. También digo que hay de todo en el mundo, incluso mujeres, no ya femeninas, sino incluso con pluma, y que me sorprende que haya a quien le pueda gustar alguien que hace chistes escatológicos -el humor en plan Torrente, para entendernos-, sea chico o o sea chica.
No, si de todo hay, eso seguro y comprobado. El caso es que hablamos de colectivos, grupos de persoans amplios, hombres y mujeres, no individuos aislados que cada uno es de su padre y de su madre. Es como decían, seguro que hay muchos escandinavos morenazos, pero digamos que son rubios.
Pero sí, estamos de acuerdo, ya es hablar por hablar, hilar fino, que a mí me gusta 🙂
¿Que se puede agregar?
Creo que sólo diré que suelo leer gran cantidad de blogs de mujeres, y con algunos de ellos me divierto mucho, pues entre la autora y quienes comentan, sobra el buen humor…
No es un humor de contar chistes, obviamente, pero sí que saben reír, sin que requieran que haya un hombre diciendo algo gracioso.
Cómo me gusta cuando desconecto un poco y veo que habéis estado debatiendo así de a gusto. Dando además un montón de claves importantes: Pepita Grilla con la empatía, Magapola y Escéptico con la irreverencia, El Jukebox con el contexto… Pues sí que le hemos sacado jugo por todos lados. ¡Ahora a hacer el payaso!
Granadian Weirdo: Muchas gracias por tu primer comentario en mi humilde morada virtual. Estoy de acuerdo contigo y me has animado a escribir un post que tenía en mente desde hace tiempo: qué ocurre cuando las mujeres hablamos de sexo.
🙂 Gracias por pasarte por aquí a tí también. Si te animas, déjanos referencias de blogueras con buen humor.
muy buenos los videos, me gustan las payasadas y chistes, saludos bue post, bien redactado
yo conozco mujeres chistosas, mi esposa dice unos chistes muy buenos, creo que todo esta en la forma en como se expresan, el hombre es comediante pero tambien hay aquellos que no hacen reír por nada, de todo bota la mata jaja