Historico | 15 marzo, 2011

Tuiteo, luego existo

15 Mar

En el congreso iRedes que se celebró recientemente en Burgos y que me dio mucha pena perderme, la representante de Twitter dijo (seguí justo esa parte en streaming): «Aspiramos a que tuitear sea tan natural como respirar, que sea como el agua para el pez». Planteaba que las redes sociales se integren tanto en nuestras vidas que ni seamos conscientes de que estamos usándolas. En fin, ya sé que son estas cosas que dicen quienes viven de esto, pero su fantasía me dio mucha grima. En todo caso, no seré yo quien arremeta contra las redes sociales. Al contrario, tengo pendiente ver la ponencia de Arsuaga, en la que expuso cómo el ser humano ha empleado redes sociales toda su vida. Efectivamente, el problema es confundir el soporte con el fin. Como dice Gusi Bertomeu, experta en nuevas tecnologías con perspectiva de género, las mujeres somos mayoría entre los usuarios de las redes sociales porque sirven para hacer lo que hemos hecho siempre: comunicarnos, tejer redes, buscar refuerzos emocionales positivos, marujear… Ahora tenemos nuevos medios para ello, pero son eso, medios.

Y creo que también hay que desdramatizar. Quien exhibe su vida en Facebook seguro que hace un siglo la hubiera exhibido por otras vías; quien se engancha a Twitter seguro que se enganchó al teletexto cuando lo descubrió… Y así con todo. Estamos en esto quienes ya sentíamos la necesidad vital de comunicarnos y de conectarnos con otra gente. Quien no escribía cartas, sólo usa el e-mail para reenviar powerpoints. Quienes las escribíamos, ahora mantenemos amistades por correo electrónico y seguimos blogueando pese a que no esté de moda. Hace un siglo hubiéramos sido radioaficionados, por ejemplo. (más…)