Performando: de cucarachas y globos de agua

5 Jun

¿Que tienen en común una cucaracha y un globo de agua? Que ambos, si hay público, me hacen sacar mi lado barbie malibú. Me explico:

 

Una noción fundamental de la teoría queer es la performatividad de género. Es decir, dado que los géneros (e incluso los sexos, se atreve a afirmar dicha teoría) son construcciones sociales, se basan en una serie de códigos de conducta diferenciados que no son naturales e innatos, sino que se van aprendiendo y reproduciendo como quien se mete en el papel de un personaje de una obra de teatro. 

Así pues, la técnica drag king busca precisamente que las mujeres reflexionen sobre el sexismo experimentando con la performatividad de la masculinidad hegemónica: poniéndose barba y paquete, sentándose con las piernas abiertas, interactuando en plan machote, etc. De esa forma entiendes que ser mujer u hombre es una suerte de disfraz que te puedes poner y quitar cuando quieras. Se trata de parodiar, explorar, cuestionar y así poder deconstruir los rígidos y opresivos roles de género.

Claro está que las feministas, o al menos yo, no estamos en absoluto libres de performar la feminidad hegemónica, pero al menos la podemos detectar y reirnos de ello. Ahí van dos ejemplos recientes en mí:

1- En una semana han aparecido tres cucarachas en mi puesto de trabajo. Las dos primeras veces había hombres delante, así que me puse a gritar como una loca (uno de los dos hombres reaccionó igual, todo hay que decirlo) y delegué en ellos el plantar cara al asqueroso bichejo. La tercera vez estaba sola. No grité (sentí el mismo asco, eso sí) y la asesiné de forma muy eficiente.

2- Un buen día aparqué la bici junto a un bloque de pisos. Cuando fui a cogerla otra vez, alguien me empezó a bombardear con globos de agua. Cada vez que me acercaba a la bici, me caía cerca un enorme globo. Los tiraban de diferentes ventanas para despistarme, y por supuesto que no se veía ni un pelo al responsable. Mi reacción: ponerme a gritar -de una forma, eso sí, más masculina, con insultos sexistas como «hijo de puta», «me cago en tu puta madre» incluidos-, hasta llamar la atención de dos hombres que vinieron a salvarme. Os juro que hasta se me pasó por la cabeza pedir a uno de ellos que me soltase él la bici para no volver a exponerme al bombardeo. No hizo falta porque justo entonces apareció una patrulla de policía y les conté, no sin vergüenza, mi problema. Muy viriles, me dijeron: «Vete ahora tranquila, que ya verás como ya no se atreven a tirar nada». Y así resolví el problema.

En fin, tengo mil ejemplo más: mi desinterés por aprender bricolaje o mecánica, mi tendencia a mostrarme más frágil físicamente de lo que soy (delgada pero con una complexión robusta muy desaprovechada), algún ramalazo excesivo de coquetería poco igualitaria cuando hablo con hombres… Y en el otro lado, hoy me he partido de risa con un chico que se ha eslomado ayudándome a llevar una pesadísima caja por negarse a que la llevásemos entre los dos.

Cuento estas cosas no para flagelarnos sino para animarnos a detectar (mejor si es con humor) estas actitudes impuestas como primer paso para desobedecer las que limitan nuestra libertad, autosuficiencia o incluso salud. De lo contrario, seguiremos dedicándonos más a interpretar el papel que nos ha reservado esta sociedad sexista que a vivir de acuerdo con lo que realmente somos y queremos ser.

Y como el de histéricas es uno de esos papeles, os dejo con una canción chulísima (gracias, Maite) dedicada a Freud, al que debemos la estúpida idea (y pese a ello vigente en casi todas las mujeres) de que un orgasmo logrado por estimulación directa del clítoris es menos puro y deseable que uno mediado por un pene:

 

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21 Respuestas para “Performando: de cucarachas y globos de agua”

  1. Yassin 5 junio, 2010 en 22:31 #

    Muy buena la entrada de hoy June, digna de un seminario de psicología social.Un saludo

  2. Anonymous 6 junio, 2010 en 8:26 #

    la teoria queer no afirma k el sexo es una construccion social, dado k el sexo es tu coño o tu pene ,o en caso de hermafroditismo las dos, son dadas de forma puramente natural .lo k afirma es k la construccion k tu haces de tu sexualidad, de tu genero y de tu uso en cuanto a tus genitales esta impuesta y custodiada en dos tendencias…masculina y femenina.las cucarachas y los globos de agua sakan tu parte histerica, bueno…¿quien ha dicho k el sentimiento de histeria es propio de las mujeres y no de los hombres?empoderate con tu histeria y dale una vuelta de hoja.(llevare una cucaracha al lokal de sos para verte en fase histerica)

  3. June Fernández 6 junio, 2010 en 9:25 #

    Gracias, Yassin.Querido Anónimo: autoras queer como Beatriz Preciado sí que afirman que el sexo es una construcción social. No el hecho de tener polla o coño sino el hecho de que biológicamente seamos mujeres u hombres en base a nuestros genitales. Preciado dice que considerar que la testosterona es una hormona masculina y los estrógenos femeninos es también una construcción social.De hecho, algo que se cuenta reiteradamente en foros queer es que el concepto de género se acuñó precisamente ante la realidad de que el sexo es más múltiple. Es decir, un médico que practicaba reasignaciones sexuales de bebés intersexuales, acuñó el término género para poder clasificarlos en el binarismo. No digo que el sentimiento de histeria sea propio de las mujeres, sino que a las mujeres se nos ha educado para que ante situaciones como la de la cucaracha nos pongamos a gritar en vez de ser resolutivas. Y, en general, se nos tacha de histéricas por menos de un duro. (Por ejemplo, una fan de Bisbal es histérica; un hincha del Athletic no). ¿Es la histeria mala? No tiene por qué. No hablo de renegar de ella y me parece bien la idea de reapropiársela (por eso he elegido esa canción).Pero digo yo que si analizo que eso de ponerme a gritar y no sentirme capaz de matar a la cucaracha no es algo mío sino impuesto, y me lo trabajo, SOS ganará en salubridad y yo en autosuficiencia.Anónimo, para la próxima firma, por favor.

  4. Nusa 6 junio, 2010 en 11:07 #

    Hola, June: He llegado aquí a través de una amiga, y tengo que decirte que me encanta, felicidades, zorionak :)Quizá esto nos arroje un poco de luz:La palabra histeria proviene del griego hyster (útero) y se asignaba a las enfermedades del útero, que cursaban con crisis nerviosas. Era, por tanto, una enfermedad de la mujer.Posteriormente, se generalizó su uso a cualquier crisis nervosa o trastorno de ansiedad en la mujer.Hoy, la RAE la define como:1.- Enfermedad nerviosa, más frecuente en la mujer… (ahí ya hay sexismo, ¿no crees?2.- Estado pasajero de excitación nerviosa.3.- (colectiva): Comportamiento irracional de un grupo…Aunque en un primer momento el término histeria se usaba para designar una enfermedad propia de mujeres, ahora, habiéndose generalizado su uso para llamar así a todo comportamiento irracional o excesivamente nervioso, no puede sostenerse su uso exclusivo para las mujeres.Sostenerlo y usarlo sólo para las mujeres es discriminación.Creo yo, no sé.Bucearé por este sitio 🙂

  5. NáN 6 junio, 2010 en 18:15 #

    Los roles hay que descubrirlos, como has hecho tú con dos de ellos, ejemplificando suficientemente tu propuesta: muy atractiva, añadiría.Una vez "catalogados", son mucho más fáciles de eliminar de lo que se piensa. Se llega a una normalidad absoluta. Antesdeanoche, mi compañera vino de la cocina tranquilamente, sin haber dado ni un grito. "Hay tres cucarachas", me dijo. Como yo voy a la cocina más veces (a beber o a fumar un cigarrito sin que me vea, no sin que lo sepa) le dije que llevaba unos días viéndolas y sabía por dónde entraban.Me propuso un trato razinable. "Ve a echar un matacucarachas en ese sitio y, como no te puedes agachar, ya las recojo yo mañana".Son muchos años de no ejercer roles, pero no por seguimiento de teorías, sino porque nos sentimos una pareja de dos seres absolutamente iguales. Hay cosas que hace uno u otro, porque le sale mejor. Ya nunca hace tortilla de patata si estoy yo, porque nio puede competir conmigo. Yo no bricolajeo nada, porque soy un manazas. Ella es femenina y yo soy masculino. Y no se nos caen los anillos (porque tampoco los llevamos).Y de la coquetería, ¿quién te dice que es un rol femenino? Yo también coqueteo cuando me atrae alguien, aunque solo sea para caer bien, sin pensamientos a posteriori.Cuanto más comentemos estas cosas, más claro lo tendremos todos.De verdad que es fácil, fácil. Mucho más que dejar cucarachas vivas por la cocina, husmeando alimentos.

  6. Anonymous 7 junio, 2010 en 13:44 #

    Oh, no, ya sólo faltaba que citasen a Beatriz Preciado, divulgadora barata y chata de Foucault, como una autoridad intelectual. La misma que dice concebir – y consumir- testosterona como "droga social", cuando, en realidad, mataría por tener (autocensura), por ser un hombre. Butler, sí; Foucault también, y Derrida. Pero vulgata, no, thanks.

  7. Anonymous 7 junio, 2010 en 13:45 #

    Perdón, "droga política".

  8. xandra 7 junio, 2010 en 14:39 #

    estoy de acuerdo con el anonimo.aunque como he añadido anteriormente…la construccion de tu sexualidad esta basada en la vision y la vivencia k tengas con tu sexo, no es que el sexo es una construccion social , mas bien su definicion y su uso lo son.esta vez firmare

  9. Magapola 8 junio, 2010 en 8:18 #

    Hasta ahora hemos considerado intelectualmente a los portadores de ciertos genitales tal y como los hemos visto físicamente, es decir: si los que portaban genitales fememninos eran débiles físicamente = se les ha considerado débiles mentales. Suena fuerte, pero es que hsta hace 50 años era sí tal cual, sin exageraciones.Me pregunto que si tuviéramos que definir lo femenino como lo característico intelectualmente de las personas que portan genitales femeninos, la fortaleza sería una característica más propia de lo femenino que de lo masculino, al ocntrario de lo que que ocurre ahora y la historia hubiera sido otra.

  10. Anonymous 8 junio, 2010 en 20:54 #

    Por cierto, ese último párrafo en el que aseguras, sin matices, que a Freud le "debemos la estúpida idea (y pese a ello vigente en casi todas las mujeres) de que un orgasmo logrado por estimulación directa del clítoris es menos puro y deseable que uno mediado por un pene" me ha dejado perpleja. Tendríamos que leer muchísimo mejor y dejar de atacar al psicoanálisis por su supuesto falocentrismo. Y, bueno, qué quieres que te diga, como mujer necesito, entre otras cosas, un hombre, con su pene, que tape mi falta, o que al menos represente una promesa de hacerlo. Y eso no hay que buscarlo en la cultura, ni tampoco en la naturaleza. Pertenece a otro orden. ¿Por qué tanto problema en aceptarlo?C.

  11. June Fernández 8 junio, 2010 en 21:45 #

    NUsa: Muchas gracias. Imprescindible conocer los orígenes de las palabras aunque luego se resignifiquen. Gracias por venir. Espero que te quedes.Nán: Te felicito, pero creo que nunca hay que bajar la guardia. Yo veo que en mi relación, a pesar de estar ambos trabajando estas cuestiones, las desigualdades se mantienen en un montón de cosas. Maga: Puede ser. Sí que es cierto que los valores ligados a la masculinidad son los que más se han reconocido (valentía, fuerza, control de las emociones…) No se trata, creo yo, de si lo femenino es más fuerte o no que lo masculino, sino de reconocer lo que aportan ambos y no ligarlo al sexo de forma esencialista.Xandra: Esa es una visión, y luego está la otra que citaba. La tuya la veo clara. La de que el sexo también es construcción me parece atractivo para darle vueltas. Gracias por firmar esta vez.C: No sé a santo de qué viene ese tono hostil. En ningún momento he citado a Preciado como autoridad. No soy su fan. La he citado porque en España es un referentes para buena parte del movimiento queerfeminista, transfeminista o como le queramos llamar (del que yo no soy parte). Yo intento aprender de todo el mundo, me guste más o menos, le admire más o menos. Y desde luego que cito a quien me da la gana.Respecto a Freud, decir que criticarle es atacar al psicoanálisis es como decir que recordar las burradas de Sabino Arana supone ridiculizar el nacionalismo contemporáneo. Pues no necesariamente. No tengo nada contra el psicoanálisis. Es algo objetivo, digo yo (tampoco soy una experta en esto) que Freud jerarquizó entre orgasmos vaginales y clitorianos. Lo que tú necesites me parece muy bien y no tengo problema alguno en aceptarlo. Lo que yo necesito o me apetece, no creo que sea relevante. Lo que lamento es que las mujeres hayamos interiorizado esa jerarquía, la cuál limita nuestras posibilidades de sentir placer. Y mi vagina desde luego no es mi falta. Me alucina esa expresión. Que le guste que entren cosas en ella no la convierte en falta de nada. Bueno, replica si quieres y en unos días quitaré la opción de que comenten anónimos, porque si eres blogger sabrás que desgasta estar discutiendo con alguien que no sabes quién es, qué sabe de ti y por qué leches emplea ese tonito.

  12. Anonymous 8 junio, 2010 en 23:53 #

    Aquí va mi réplica:El goce masculino se encuentra, en cierto modo, anatómicamente localizado en el pene. El caso de la mujer es diferente puesto que su goce es más difuso, no se halla concentrado en ninguna parte del cuerpo. Es por ello que el orgasmo clitorídeo se aproximaría más al del hombre, por encontrarse más delimitado. Además, morfológicamente, el clítoris se asemeja a un ¡ pequeño pene! Dicho esto, quiero aclarar que no suscribo esa jerarquía de orgasmo vaginal y clitorídeo que Freud realizó muy en los incios del psicoanálisis. Ahora bien, podría decirse que el orgasmo vaginal está más del lado de lo femenino mientras que el clitorídeo remitiría en mayor medida a lo masculino, sin ser ninguno superior al otro.Qué bien que la red sirva a veces como espacio de discusión, en el buen sentido del término. Sería una pena que la blogosfera y las redes sociales se convirtiesen en un café de amigos encantados de haberse conocido: piensan o, mejor, dicen todos lo mismo y no hay lugar para el debate. El verdadero debate, digo. Fdo.: C.

  13. Nusa 9 junio, 2010 en 20:39 #

    Os invito a leer este corto artículo sobre la enigmática sexualidad femenina del psiconálisis. Y a leer el ensayo "El mito del orgasmo vaginal" de Anne Koedt, también muy cortito, que podéis encontrar en internet. Quizá esto nos alumbre un poco. Esta teoría la veo fiel reflejo de la cultura androcéntrica en que vivimos.http://www.educasexo.com/curiosidades/la-enigmatica-sexualidad-femenina-del-psicoanalisis.htmlPor lo demás, creo que si June nos pide que nos identifiquemos, debemos respetarlo. Respetar es mostrar consideración por los derechos de las demás personas, hablando y actuando amablemente, sin hacerles daño.El respeto se practica pensando en cómo nos gustaría que nos trataran, y tratando de esa manera a las demás personas.

  14. Aitziber 9 junio, 2010 en 22:50 #

    Zorionak zure sarreragatik June.Solo quería dejar un "olé" a tu paciencia y señalar la pena de que haya gente con ganas de llevar el debate por sitios que no enriquecen dejando -además- una sensación fea de "zancadilla innecesaria". Ez dut uste sinatzen ez duen norbaitek jarrera horiekin erantzunik merezi duen. Zuk zeuk! Muxu handi bat eta gora emakumeon borroka autonomoa!

  15. Magapola 10 junio, 2010 en 7:15 #

    Perdona, Anónimo C, pero también hay mucho placer masculino en un agujerito, además de muchos prejuicios con él, y no por eso se semeja al femenino vaginal, o chorradas similares. Me parece que usas comparaciones erróneas, tratando de diferenciar o asemejar placeres por las zonas que se estimulan en los cuerpos. ¡Deja ya ese discurso!

  16. Cristina (anónimo C.) 10 junio, 2010 en 13:10 #

    June y demás participantes de este blog:Para mí, el goce no pasa por la estimulación de ninguna región anatómica; no es algo meramente mecánico ni sensorial, si se le puede llamar así. Me has interpretado mal. Asimismo, me llama la atención que insistas en la falta -"agujerito", dices- del hombre que, además, supongo que inconscientemente, pones en paralelo con la vagina. Curioso. En cualquier caso, se puede leer una cierta añoranza de un mundo de mujeres con clítoris y hombres con "agujerito"; mundo que no niego que también exista, pero en fin.Si no, ¿quién ha tratado de asemejar unos placeres con otros? No seré yo, no, quien ose describir o expresar el goce (supongo que en el fondo a ello te refieres con placer): pertenece al terreno de lo inefable. Y, bueno, inevitable el recurso fácil a Wittgenstein y al Tractatus. La polémica por la autoría de los comentarios. Tengo por costumbre firmar con mi inicial, no sé muy bien por qué. Pero, en fin, acato las normas de funcionamiento de este espacio y voy a modificar mi modo de identificarme; así que encabezaré mi intervención con mi nombre de pila.Confirmo, vistos vuestro malestar y suspicacia, que no hay por aquí una verdadera disposición al debate. Tal vez me he equivocado y no es ése el espíritu que anima este blog.

  17. NáN 12 junio, 2010 en 11:47 #

    Cristina, las suspicacias están fundadas. Hay un fenómeno en la red, llamado Troll, que se basa en el anonimato. Sé de muchos blogs muy buenos que no permiten el comentario de anónimos. Lo normal es tener tu propio blog y que tu firma remita a él. De esa manera, aunque en tu blog ocultes tu identidad, como me pasa a mí con el mío, sí quedan abiertas tus opiniones. A mí, aunque hasta el momento no se ha dado el caso, también me molesta discutir con un "C" o "Cristina" cuando mi firma "abre en canal" lo que soy.June, son más de 35 años, no siempre fáciles. Probablemente fue bueno aceptar que si el cabeza de familia era quien más dinero aportaba a la vida familiar, discutiéramos con todos los encuestadores del censo para que lo fuera ella. Es decir, apearnos de tantas estupideces.Además, no pretendemos la igualdad. Hemos llegado a saber, por las cualidades de cada uno, quién hace mejor cada cosa. La carne guisada y la tortilla, yo; las legumbres, ella. Los roles tontos desaparecen.Quedan dos caracteres y las discusiones continúan. No hay manera de bajar la guardia en una vida compartida. Más de 35 años no han bastado para que vea el polvo encima de la mesa.Pero insisto: la mayoría de los roles son aprendidos. Y lo que se aprende, se desaprende con una facilidad pasmosa.

  18. June Fernández 13 junio, 2010 en 16:50 #

    Me he perdido ya con tanto comentario. Aitziber, ongi etorria Mari Kazetarira! Magapola, completamente de acuerdo. C.: Yo no añoro un mundo de mujeres con clítoris y hombres con ano, sino que vivo en él. A mí hay bloggers que me han metido mucha pero mucha caña. Quien siguiera Puntos Suspensivos vería las discursiones interminables que tuve con Txus, con Alvaro Matía, con Nahum y demás amigos. Claro que con ellos desde el principio la discursión se basó en el respeto mutuo y en la transparencia. Yo sabía con quién estaba debatiendo. Yo sí que tengo una buena disposición al debate. Lo que no entiendo es sobre qué quieres debatir realmente.

  19. Mónica Quesada Juan 20 junio, 2010 en 18:39 #

    Madre mía, lo que me he perdido estos días! Psicoanálisis y género en uno!Por un lado, los roles de género. Antes, cuando miraba atrás, en la época escolar, siempre pensaba que mi "lado femenino" estaba ausente y, además, me regodeaba de ello. También decir que mi estatura(le sacaba una cabeza a la mayoría de la gente) me acompañaba en "salirme" del rol femenino. De hecho, al final siempre sonaba el adjetivo bruta junto a mi nombre. Pero ahora, mirando con perspectiva, me doy cuenta que no estaba fuera del rol femenino, sino en contraposición, con lo cual seguía estando dentro. El color rosa, para ver ésto, siempre me ha parecido muy significativo. Es decir, existen las mujeres que aman el rosa por lo que ello implica, y las que lo odia, también por lo que implica. Y luego hay otro grupo que le puede gustar o no, pero basándose en el color, no en su significado. Este simple matiz me ayudó a ver hasta qué punto estamos inmersas/os en la cultura de géneros y, afortunadamente, cuántos más ejemplos haya disponibles, más posibilidades de romper las limitaciones que ello supone.y el psicoanálisis…ains, segismundo, cuánta vaginalidad. Acepto que Freud abrió líneas de pensamiento nuevas y posibilidades de estudio. Acepto que fuese una revolución en SU ÉPOCA. Pero de ahí a seguir sus teorías tal y como se formularon, dista bastante.¿Que el placer de la mujer es más difuso? La mujer dispone del clítoris, cuya PRINCIPAL función es el placer. El decir que es un pequeño pene es volver a la época de Freud. El pene es más bien una variación del clítoris. Si no existiese el clítoris, no existiría el pene. Para ello recomiendo la lectura de "La polémica clítoris-vagina" de Luis Elberdin, que es bastante esclarecedor en este mito de que el clítoris es un pequeño pene. Y si el psicoanálisis no fuese falocéntrico, no estaríamos midiendo el placer de la mujer en función del del hombre.

  20. Exterminar Cucarachas 17 octubre, 2013 en 23:14 #

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  1. June Fernández - 11 abril, 2011

    @GarciaHermosi @VictoriaRolanda Me ha recordado a un post que escribí en su día sobre cucarachas y mis ramalazos barbie http://bit.ly/fHnpVS