Hay moros y moros
7 Abr
Tuitea @anderiza: «Asociac. d Buenos Donostiarras pide q pongan cartelitos a saharauis (q molan) pa distinguirlos d otros moros q no molan http://bit.ly/dRtaJD» Me encanta este tema.
Algo no encaja: se dice que la sociedad vasca es decididamente pro-saharaui. Euskadi destaca por su solidaridad hacia este pueblo; está muy bien visto traerse a un niño en verano, donar comida a las caravanas de alimentos, etc. Pero al mismo tiempo, la magrebí es la comunidad más discriminada por la ciudadanía vasca. Los moros, como comentábamos en la anterior entrada, son lo peor: vienen a robar, especialmente esos chavales que inhalan pegamento; además consiguen ayudas sociales cuantiosas por el morro, pese a que llevan Ipods y visten de Dolce&Gabanna; oprimen a sus mujeres y violan a las nuestras.Y además tenemos que pagar con nuestro dinero que monten una mezquita y llenen nuestro barrio de escoria.
La paradoja es clara: un anti-moro super enrollado con el Sáhara tomará a un saharaui por un moro cualquiera y le discriminará. Esto lo pensé por primera vez cuando un saharaui veinteañero que había venido a visitar a su familia de acogida vino a SOS Racismo a denunciar que una conocida discoteca le había denegado la entrada por ser moro. En fin, me divierten las situaciones absurdas que genera el racismo. Y apoyo la propuesta de Ander, fundamental para evitar a los vascos y vascas de bien el mal trago de confundir a un hospitalario y luchador saharaui con un indeseable MENA marroquí o argelino. Los pobrecicos no tienen la culpa de ser morenos, es el insolente sol del desierto. Pero seguro que pronto se descubre que tienen RH negativo.
Estoy de acuerdo, hay que poner fin a esta embarazosa situación. Por eso, progpongo atiborrar de pegamento a cuanto niño saharaui caiga en nuestra manos durante los largos meses del verano, de forma de que esté a la altura de nuestras expectativas en lo que a moros en general se refiere. Y si por falta de medios o por no haber recibido la suficiente atención paterna, el pequeño saharaui aún no ha comenzado a forjarse una carrera como delicuente, siempre podremos dejar que nos acompañe al banco o caja de ahorros para que vea cómo se renegocia una hipoteca o se solicita un préstamo. A poco espabilado que sea, algo aprenderá. Así ya podremos confirmar nuestro sabio y ancestral prejuicio: «Todos los moros son unos ladrones».
O eso o que al chaval le hagan una prueba en Zubieta, Jukebox, porque la integración por el fútbol nos ha servido con nigerianos, ghaneses, malgaches, chilenos, colombianos, georgianos, letones y paro de contar, pero moros sólo recuerdo al fugaz Moha, que era un moro bastante flojo porque no daba miedo ni nada, ni siquiera a la defensa rival.
No te creas, Ander, aquí tenemos también ejemplos de lo contrario. Mira Demetradze, llegó aquí hecho un inútil futbolísticamente, aunque intachable desde el punto de vista ciudadano y ahora sigue sin saber jugar, pero encima ha caído en el infierno de la delincuencia organizada.
Sí, Demetradze pasó del fútbol profesional a la delincuencia organizada: dio un giro de 360 grados.
Como dé otro giro de ésos, acaba en la política.
Joder, si es que cito a un donostiarra y se me llena esto de comentarios giputxis hablando de cosas de giputxis. ¡Iros a vuestro país, delincuentes! 😛
Pero, mujer, ¿a qué viene esa despectiva mención a nuestros lugares de procedencia? ¡Xenófobia! 🙂
¿Xenófoba yo? Lo que faltaba. A ver si va a venir ahora un extranjero a decirme cómo soy y de qué puedo hablar.
Eso, que no nos cambien, y sobre todo, que no nos cambien a mejor.