Archivo enero 2012

Premio para Juan Berrio

[NOTA DE PRENSA]
MIÉRCOLES DE JUAN BERRIO, GANA EL V PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA GRÁFICA FNAC/SINS ENTIDO
Madrid, 9 de enero de 2012. MIÉRCOLES de Juan Berrio, ha resultado la obra ganadora de la V Edición del Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Sins Entido. El jurado, compuesto por Juan González Álvaro (editor), Juanjo de la Iglesia (periodista), el crítico Álvaro Pons, Jesús Moreno (Director de Sins Entido) y Víctor Moreno (Responsable de Acción Cultural de Fnac España), decidió otorgar por mayoría el galardón a esta obra por: “su habilidad para transformar la convivencia cotidiana en una aventura de elegante gestualidad visual”.
Asimismo, el jurado quiere hacer una mención especial al proyecto La puerta amarilla de Ximo Abadía por su gran calidad estética y argumental.
Juan Berrio, autor de Miércoles, recibirá un premio de 10.000 euros y su obra será publicada por Ediciones Sins Entido en el otoño de 2012.
En esta V Edición se han presentado 142 proyectos, de los cuales hay que destacar un aumento de más de un 20% en la participación respecto a la anterior convocatoria, así como la continua progresión de proyectos cuyos autores provienen de otros países (120 nacionales y 22″extranjeros), no solo de Hispanoamérica sino también de otros lugares del mundo. El premio Fnac Sins Entido de Novela Gráfica es a día de hoy un referente en el panorama del cómic tanto a nivel nacional como internacional, todo esto refrendado por el éxito de crítica y público de los ganadores de las anteriores ediciones: Fueye, de Jorge González (2008), La estación de las flechas, de Guillaume Trouillard y Samuel Stento (2009), ¡Pintor! de Esteban Hernández (2010), y la recientemente premiada La muchacha salvaje de Mireia Pérez.

LA OBRA
Miércoles cuenta un día cualquiera en la vida de los vecinos de una comunidad. Vemos cómo se va despertando cada uno, sus pequeñas rutinas y su relación con los otros habitantes del edificio. Después saldrá cada uno a cumplir con sus obligaciones o a disfrutar de su momento de ocio, según el caso. Entre todas esas cosas cotidianas, una serie de robos encadenados en el parque se convertirá en un auténtico “caso policiaco”.
Se trata de un libro coral, donde los personajes se van cediendo el protagonismo unos a otros para hablarnos de la vida en la ciudad, centro del relato que se presenta como un mecanismo movido por secretos engranajes. Todas estas historias mínimas están contadas con humor, sus personajes están descritos con amabilidad y sus rutinas, debilidades y manías dibujadas con cariño.
EL GANADOR
Juan Berrio (madrileño nacido en Valladolid en 1964), ha publicado varios álbumes y recopilaciones de sus cómics, entre ellos, Siempre la misma historia (Astiberri, 2004). Trabaja
también como ilustrador de libros infantiles y juveniles, dibuja en todo tipo de revistas,
edita calendarios muy particulares, colabora con diversas agencias de publicidad y ha
realizado exposiciones de sus trabajos fotográficos.

http://www.juanberrio.com

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resumiendo 2011

El siguiente texto nace para el «Visado», suplemento de cultura y fin de semana de «Faro de Vigo» donde castigo quincenalmente a los lectores con mi sección de cómic. Allí ofrecí doblar mi entrega apoyando las críticas habituales de mis lecturas más recientes con un artículo sobre «Lo mejor del 2011», ya que ya había elaborado mi propia lista para este blog. Pero lo que entregué al periódico y que os ofrezco ahora, es interesante para «Serie de Viñetas» por recorrer un camino opuesto a esta selección que ya os dí la semana pasada: allí hubo reflexión, aquí velocidad e impulso. Los que salen hoy no solo quieren ser solamente «los mejores» sino describir un panorama de buen cómic del año, la viariedad y riqueza más allá de formatos, tendencias o géneros. Me he permitido, en este sentido, citar obras no leídas pero con el aval de su autor (como el último Taniguchi) o atender a «targets» que aquí no suelen ser mimados (el cómic infantil), he insertado a mi lista personal nuevas lecturas de fin de año y, en fin, he creado, pienso, algo nuevo a mi anterior lista. Complementario. Que lo disfruten.

2011 se despide con un paquete de obras excepcionales revalidando la tendencia de los últimos años, una apuesta por una historieta adulta y autoral.

no leas cómics, te quedas así tras hacerlo (viñeta de "Un Adiós espacial")

Será la novela gráfica, será el signo de los tiempos, la realidad es que el año que nos ha abandonado confirma la tendencia del último lustro y consolida un mercado en tímido crecimiento para el cómic. La moda de editar historieta en el formato de prestoso libro ha modificado la apreciación hacia el medio desde los medios de comunicación y ha convertido lo que siempre se entendió como pasto para infantes en un medio más para transmitir historias adultas. Vender cómic con apariencia de lujoso tomo ha dado alas al diseño (como objetos, las novelas gráficas a menudo son algo excepcional) y ratifica la personalidad del libro-libro (frente al auge del libro electrónico y su espíritu casi inmaterial), lo que curiosamente otorga un empaque nuevo al medio, uno del que no podía presumir desde las revistas baratas de quiosco o desde las tiras alojadas en el periódico: ser un objeto bello. “Habibi” (editorial Astiberri) de Craig Tompson es un claro ejemplo de todo esto, y uno de los puntos álgidos en la escena historietística del año 2011, el esperadísimo retorno de uno de los grandes autores de la última década.
Y como pez que se muerde la cola, parece que entender esa libertad (ser físicamente como se quiera ser, aportando texturas sedosas, estampados, relieves, atrevidos diseños para portadas de estética innovadora…) contagia al contenido, pleno de propuestas tan personales como arrebatadoras. 2011 ha sido, efectivamente, un año de grandes y muy variados tebeos. Ha habido cómics de acción veriginosa como “El Héroe” (Astiberri) del orensano David Rubín, un confeti estallándote en cada página, ejecricio de acción “non stop” que no elude el discurso profunco. Y si este cómic (primera parte de un díptico que concluirá este 2012) diserta sobre lo heróico, “Némesis” (editorial Panini) de Millar y McNiven es el otro lado del espejo, otra traca (esta vez hiperviolenta) donde se analiza al bien desde su opuesto, un villano aparentemente invencible.

Pero si el lector busca no tanto las emociones fuertes como la introspección, debería atender a obras como “Un adiós especial” (editorial La Cúpula) de Joyce Farmer, emocionante y plena de Verdad pura, donde la autora, ya septuagenaria, reflexiona y documenta la decadencia y muerte de sus propios padres. Un trabajo sincero, sensible pero nunca sensiblero, una lectura imprescindible. Tanto como puede serlo “Memorias de un hombre en pijama” (Astiberri) de Paco Roca, que, frente a la reflexión ante la muerte del anterior supone una celebración de la vida en forma de autobiografía hilarante. En las manías, las experiencias y la vida ordinaria y tranquila de Roca podemos identificarnos no pocas veces, y reirnos a gusto con un puñado de gags simplemente morrocotudos.
No es el único autor que parte de la experiencia personal para sus obras. Chester Brown lo hace del modo más espinoso posible. En”Pagando por ello, memorias en cómic de un putero” (La Cúpula) narra sus vivencias como cliente de citas de pago, para reflexionar sobre la prostitución en una obra valiente, densa y enormemente sincera, entre la autobiografía y el más documentado ensayo. El acabado tosco y distanciado, aséptico y casi apacible, otorga una dimensión inaudita al entorno de las citas sexuales de pago, y propone reflexiones éticas, políticas y morales que nos ponen entre las cuerdas al rebatir metódicamente todo posible prejuicio al respecto.
Pero el año pasado también nos brindó perlas de cotidianeidad amable y familiar ajena a los rincones de la ética social, como el debut de Laura y Carmen Pacheco, “Let’s Pacheco, una semana en familia” (editorial ¡Caramba!) que narra las navidades de las autoras, entre la cercanía de tus vecinos y lo inaudito de cualquier familia, siempre única. Y no menos amable resulta volver a entrar en los mundos oníricos de Joann Sfar. “Chagall en Rusia” (451 editories) toma al pintor para disertar sobre el arte, el amor, la religión y la vida entendida como un sueño.

Más allá del fondo, de lo narrado, del mensaje más o menos profundo de la historia, 2011 también ha entregado experimentos formales arrebatadores, búsquedas estéticas, modos y formas osadas que revelan la viveza del medio, la capacidad de la historieta para sorprender no solamente con el qué se cuenta, sino cómo es contado: “Aventuras de un oficinista japonés”, del gallego de adopción Jose Domingo, “Bodyworld” (editorial Apa-Apa y Sins Entido) de Dash Shaw, la adaptación de la novela “Nocilla Experience” (Alfaguara) por Pere Joan, son verdaderos saltos al vacío, osadas exploraciones de los límites de la hitorieta como arte de narrar con imágenes dibujadas. Tours de force, lecturas complejas que van de lo absolutamente mudo a la transposición casi literal de una novela entera. Vanguardia artística que encuentra otro ejemplo en un maestro, Charles Burns, padre del underground en los ochenta, que en su último trabajo, “Tóxico” (editorial Mondadori) enlaza sus pesadillas con la tradición, desde un claro homenaje a Hergé (“Tintín y el Almuerzo Desnudo” podría ser una buena descripción de “Tóxico”) que se extenderá dos libos más.
Podríamos extendernos, citar más obras, más autores. El nipón Taniguchi ha editado más delicadezas en 2011. Hay autores epañoles haciendo brillar con su dibujo los cómics de Spiderman, hay intentos por recuperar el mercado infantil (“La Saga de Atlas & Axis” del mallorquín Pau, editada por Dibbuks), hay variedad para todos los gustos, y sobre todo hay calidad, mucha calidad. Y futuro. 2012 deberá ser mejor que el once, es un deseo de año nuevo.

 



 

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Ya vienen los Reyes… y su fiel paje Elgorriaga, amigo de El Capitán Trueno

Noche de reyes, yeah!

Espero que todos hayan pedido tebeos, cómics, novelas gráficas etc. No es momento para discusiones terminológicas tontas sino para pedir mucho y bueno y de todo.
Pero lo que ustedes no saben es que sus majestades deben vencer a numerosos peligros, envidias, malvados patibularios… esta es la primera página de una aventura del mismísimo Capitán Trueno y un singular Paje, llamado Elgorriaga (sí, qué pasa, los chocolateros de Irún son lo que les dá la gana, hasta paje real de los Reyes Magos )

La página a todo lo que da el ancho de este blog, para que la lean atentamente, que la cosa está muy mala y como trueno y Elgorriaga no hagan algo, nos quedamos hasta sin carbón, oigan. Y al loro con el mensaje de fondo de esta primera página de la aventura, muy de su tiempo, claro.

Sobre el personaje Elgorriaga, este enlace a Tebeosfera les informará.

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VALENTÍN, de Yves Pelletier y Pascal Girard

Hay algunos cómics que nunca se sitúan en los titulares, que no están en boca de tuitters ni pasan de red social en red social. Hay cómics que no merece la pena buscar por la blog-esfera en reseñas varias. Hay, sí, obras menores, o de gama media, que no son ese título fashion, ni esa bomba de relojería que se instala en las librerías un mes cualquiera para llamar la atención hasta de la prensa generalista.
No todos los autores quieren (o pueden) ser Marjane Satrapi.
Pero a veces un tebeo menor entra por la puerta de servicio, y un día decides darle una oportunidad (lo ojeas, te agrada, te atreves a comprarlo sin más) y, mientras uno de esos «must» (esto es, un título que «debes», que «tienes que leer» porque … ¡es un «must»!) sigue esperando a que acabes su lectura, te has pimpado de dos bocados esa dulce fruslería, ese cómic de carretera secundaria.

Bonito es...

Hagan la prueba, busquen «VALENTÍN, de Yves pelletier y Pascal Girard» en google acotando la búsqueda a «Blogs». Tres, tres entradas he encontrado yo. Ninguna realmente reseña «Valentín», por cierto, sino que como mucho publicita su salida al mercado.
Pero la verdad es que yo sí quiero al menos llamar la atención sobre esta novela gráfica, porque efectivamente, este tebeo al que nada le pides porque nada te ofrece (un «slice of  life» de autores desconocidos, al menos para mí) te da una lectura amable, una sencillez cristalina, un ramillete de situaciones cotidianas cercanas que empatizan con el lector, que lo arrastran a una historia de amor/desamor/gatitos bien urdida, de ritmo tranquilo y discreto.
«Valentín» es una mirada a la vida cotidiana de una pareja joven, con sus pequeños-grandes problemas, vehiculada a través de una anécdota. La protagonista de este cuento se hace cargo del gato de una amiga, animal por el que su pareja, un prometedor agente inmobiliario, tiene alergia.
Y con este arranque… el desamor, y el amor, y un polvete delicioso, y unos silencios inteligentes nada enfáticos (no, esto no es Larcenet) pero expresivos, y unos diálogos bien escritos, y unas acuarelas bien bonitas, como lo es el dibujo, tan naive él…

¿Podría pedir más a una lectura casi casual como esta? Podría, pero con lo dado me sobra.
Recuerden, no pierdan de vista las puertas de servicio. Lo que ofrecen no suele encabezar listas, pero puede traer una frescura muy, muy agradable. Leer, a veces, es eso: sentir que al haber rebajado el listón, el paladar se vuelve agradecido y el plato, sea bueno, memorable u olvidable, lo hemos disfrutado de verdad..

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Los mejores de 2011

un año leyendo cómics...

No se puede, no puedo, hacer un listado definitivo. Me pidieron uno hace meses y hoy ya sería diferente. Las listas cambian… ahora, espero leer unas cuantas y ver qué me perdí, comprobar unanimidades que se me escaparon, darles quizá una oportunidad, conocer esos tesoros perdidos. Decidir si leerlos (aquello de «cuando el río suena, agua lleva»). Una vez leidos, claro, pueden pasar a engordar mi lista de «mejores de 2011″…  Hace veinte días estaba leyendo a Chester Brown. Hoy está muy muy alto en mi lista.
Caté «Forming» on line y tengo que leerlo entero porque puede ser el tebeo inédito en castellano de 2011 que deba señalarse como el más deseado en lengua cervantina de la añada que dejamos atrás hoy (porque lo leído confirma lo que se ha dicho de él: una bomba).
Pero como la cosa es restar hierro y divertirnos conociendo los gustos y experiencias lectoras personales de los bloggers, venga una lista, tan absoluta como provisional, tan necesaria como prescindible. Son mis favoritos de 2011. De momento.

  1. JOYCE FARMER “Un adiós especial” (Astiberri). Por su verdad, por la emoción.
  2. CHESTER BROWN «Pagando por ello» (La Cúpula). Por su valentía, y por su resolución.
  3. DAVID RUBÍN “El Héroe” (Astiberri) Porque te estalla en la cara y también se queda en el cerebelo, runrún.
  4. JIM WOODRING “Frank” (Fulgencio Pimentel) Por su radicalidad universal, entre Lynch (radical) y Disney universal)
  5. CHARLES BURNS “Tóxico” (Mondadori) Por ser un paso adelante en su carrera sin abandonar sus turbios estilemas.
  6. JAIME HERNÁNDEZ “Penny Century” (La Cúpula) Porque en sus páginas se esconde vida auténtica, aunque nos parezcan viñetas. Porque mejora como autor año a año.
  7. DASH SHAW “Bodyworld” (Apa-Apa/Sins Entido) Porque para crecer hay que lanzarse a la piscina, probar cosas, experimentar. Y a Shaw la zambullida le sale bien.
  8. MILT GROSS “Él fue malo con ella” (Manuel Caldas Editor) Porque no hay clasicismo más visionario. Son ochenta años de adelanto.
  9. PERE JOAN «Nocilla experience» me olvidaba de este monumento, paradigma de trasvase de medios sin olvidar que la radicalidad está en la forma. Incrusto a las pocas horas de subir el post esta «Experiencia»… porque lo es. ¿Cómo pude olvidar este cómic en mi lista hasta hace unas horas? Sï, las listas son lo que son…
  10. DAVE COOPER “Flujo” (La Cúpula) Por su radical universo, feroz y aterradoramente cotidiano.
  11. PACO ROCA “Memorias de un hombre en pijama” (Astiberri) Por las lágrimas de tanto reírme. Porque lo que podía ser un mero encargo se convierte en un puñado de exitosos experimentos con gaseosa formales.
  12. MARK MILLAR y STEVE McNIVEN “Némesis” (Panini) Porque los superhéroes están ahogados y «Némesis» es su muerte simbólica. El Mal convertido en el verdadero Hombre Sin Miedo.
  13. BASTIEN VIVÉS «Polina» Porque con sus fallos, que los tiene, sigue siendo El Dibujante de cómics más acojonante de 2011. Por sus mejores momentos, plenos de sensibilidad, que lo redimen todo sin jugar a las trampas fáciles, sino a la emoción sincera.

Los enlaces, claro, los títulos, a un clik remiten a mi reseña, dentro de este mismo blog.

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