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Cómic gallego en Faro de Vigo

Pincelada curiosa: aquí he tuneado la página original, sustituyendo una imagen por otra que, por cuestiones técnicas, no pudo entrar.

Clic en imagen para leer en texto a tamaño decente.

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TEEN WOLF, Varias autoras

Teen Wolf supone varias cosas, y una es el crecimiento de mis brothah y vecinos Fosfatina. Creo que sus pasos les están llevando a un lugar nada secundario en el panorama editorial español de cómic y el esfuerzo po llevar a cabo Teen Wolf es una buena muestra de ello. En aro hablé el viernes del libro (click on):
pag teenwolf

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¡GARCÍA! de Luis Bustos y Santiago García y OJO DE HALCÓN de Fraction, Aja etc.

Hoy he publicado en Faro de Vigo un texto sobre dos cómics excepcionales, muy distintos y a los que calenturienamente he encontrado puntos de contacto.
Dicho artículo ya navega on line, en forma de imagen que me traigo ahora al blog para difundirlo yo también. El original se vende en quioscos, con el periódico de hoy, y en una de esas plataformas de contenidos digitales de pago.
Clic encima para leer a tamaño XXL:

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MANDINGO de vvaa.

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Mandingo tiene algo de circunstancial, al tratarse de un fanzine creado casi ex proceso para el festival No Tengo Mamá, en el que se vendía como parte del merchandishing del evento (esto es, una fuente de recursos económicos que revertirá en los gastos, o de la finiquitada edición, o para la que viene, no sé).

El artefacto es un cómic donde cada autor aporta tres viñetas (unos pocos alguna página entera) y cede el bastón del mando a un colega. ¿Resultado? Bueno, cuando en estas cosas concursa la categoría de autores que participó en el nº 2 de ¡Caramba! el artefacto se convierte en algo mágico. Pero Mandingo es otro tema, y ejerce más bien de presentación de una posible nueva escena del cómic más «artie» (muchos nombres gallegos, claro, e invitados del resto de España). catálogo de sangre joven.

Variedad de estilos, ganas de hacer un poco el ganso sobre una premisa ya bastante gansa, y lo dicho, un pequeño cuaderno que merece la pena conservar, porque ahí dentro hay muchos de los nombres que podrían sonarnos mañana.

La edición, como siempre en Fosfatina (coeditan, en este caso, con la productora musical Seara records que organiza el festival Mamá), muy correcta. En su web puedes pillarlo: http://fosfatina.tictail.com/

En esta página: Begoña García-Alén, Julia Huete y Jorge Parras

En esta página: Begoña García-Alén, Julia Huete y Jorge Parras

Participan en el experimento 36 autores: Óscar Raña, Alicia Muñiz, Carlota Juncosa, Jose Jajaja, Nuria Figueiredo, Begoña García-Alén, Julia Huete, Jorge Parras, Sandro Kevin, Pelucas, Juarma, Josemi te lo pinta, Tabaré Santellán, Roberto Massó, Los Bravú, Guillermo Mayo, Roberta Vázquez, Marc M. Gustá, Lois Costas, Irene Vidal, Tayone, Arturo Mosquera, Alejandro Gaudino, Inés Casarejos, Miguel Noguera, Néstor F., Teresa Ferreiro, Natalia Umpiérrez, Martín López, Cynthia Alfonso, Bernal Prieto, Mirena Ossorno, Luis Romero, Berto Fojo, Andrés Magán y Santi Z.

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TAIGA, de varios utores

Sigo leyendo zines pillados en el No tengo mamá.

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Taiga se estrenó hace unos meses aglutinando trabajos de Alejandro Gaudino, Óscar Raña, Cynthia Alfonso y Julia Huete. Juntos amasaron un número cero de un fanzine pontevedrés que deja un poco sin palabras. Por lo del talento que destila, digo.
Tampoco vamos a ser exagerados, Taiga es un trabajo de crecimiento, aunque ojalá muchos creciesen así: pequeñas obras que desarrollan trabajos gráficos muy maduros (a veces con influencias a flor de piel, pero ya bastante bien asimiladas), universos narrativos propios (que se resuelven en anecdóticos tebeos de pocas páginas) y propuestas variopintas.

El nexo común puede ser la ciencia ficción, una aproximación a lo genérico desde la estética, que al final es el motor principal de las cuatro historias: Gaudino («Surfista kabuki») escenifica un encuentro en la tercera fase con ecos a Moebius y a Garcés. Cabe la posibilidad de que Gaudino no conozca el trabajo de Garcés, un autor semi olvidado de los ochenta (mal por el olvido) pero su barroquismo extravagante recuerda al del autor de «Ú, la grieta móvil», lo cual habla del nivel de Alejandro Gaudino.

A Cynthia Alonso la conocía como ilustradora pero no habían caído en mis manos muestras de su obra historietística. «Smoke Town» muestra a la autora más clásica del lote, una dibujante potentísima que destaca antes en la creación de atmósferas que en la diagramación de unas páginas siempre eficaces, pero también ortodoxas. Eso no es malo (aunque a mí me va la marcha, lo admito), si no su camino, que no todo tiene que ser el DK II de Miller ni Shintaro Kago. La autora da lo mejor en un apartado gráfico atmosférico, sugerente y muy virtuoso.

De Óscar Raña ya había leído un split a pachas con Julia Huete, y  me gusta más aquí. hora se aleja (algo) de lo abstracto, define una historia (una,quizá, de descubrimiento de un universo paralelo, o una puerta temporal) y estéticamente se muestra más definido. «Los incapaces», el citado split, y «Las prisas» aquí, son ediciones de junio del presente, ambas, por lo que no me atrevo a hablar de evolución si no de caminos y elecciones de estilo. «Las prisas» toma cosas del manga experimental, de Gabriel Corbera y sobre todo de los últimos Bravús. Su historia es inquietante y hay páginas muy bien pensadas en este tebeo. Bien.

Y Julia Huete nuevamente comparte aquí espacio con Raña. Ella es, también, de la escuela «lo vas a flipar y no te vas a enterar de casi nada», y está presente en Taiga con una pequeña historia de mundos oníricos irreales, de argumento anecdótico pero con resultados sugerentes.

Sumad un cuadro central a color creado por los cuatro implicados, una portada de las chulas, y en fin, creo que este es el fanzine gallego colectivo que más me interesa seguir a día de hoy.

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Puedes pedirlo a taigazine@gmail.com

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Fanzines, autoediciones y microediciones.

Antes de hacer caldo hay que mimar la huerta. La profesionalización pasa por la prueba/fallo que garantiza el crecimiento, y para eso están los fanzines y otras micro iniciativas (también el webcómic). O estaban. Hoy, cuando la historieta tiene más de expresión artística que de otra cosa, los cauces que abren las microediciones y el do it yourself suponen también una opción casi combativa frente al cómic más comercial. Nadie quiere exponer su obra para no comerse un colín, por descontado, pero los objetivos son diferentes si quieres crear tu propia editorial para publicarte tiradas pequeñas con intención de venderlas en salones y ferias de la autoedición, a que si negocias tu trabajo con, un poner, Astiberri (y “la pongo” porque la entiendo como modelo del cómic de autor más claro en el mercado de la historieta patria).

Así que ante este paisaje uno se acercó al Gripo Gripo y con el método de «ojeo, me lo llevo» (o «no me lo llevo») estos días he estado leyendo varias cosillas de este palo. Se añadieron un par de obras servidas por sus autores con posterioridad, que añado al lote de reseñas.

No es fácil encontrar este tipo de material, pero voy a intentar cuanto menos incorporar todos los sitios web de sus autores/editores, como vía de contacto.

  • Comenzyncemos por la gallega Cynthia Alonso, por ejemplo. Su fanzine (sin título) lo llevé porque le atrajo a mi acompañante, así funcionan a veces los salones: ¿te gusta a ti? Lo llevamos, a ver qué tal. Se trata de una colección de retratos a modo de cuaderno de ilustración, a todo color, que muestra a una dibujante magnífica, versátil, entre el realismo sucio y la inspiración manga. Me de pena no haber pillado algo de cómic de su autora (http://zynvaites.tumblr.com/), y los tiene (Taiga).
  • Mais Galicia: Cabeza de corte aéreo es un colectivo con el mejor nombre del universo, de cuyo expositor me llevé el n.º 3 del fanzine Ratuito. Lo cierra, por cierto, Cynthia Alonso. Gira alrededor del sueño y del acto de dormir, no aparece ningún personaje de DC y compendia diversas firmas con una o dos página cada una. En general es un trabajo incipiente, pero con cosas interesantes, aires experimentales y mi favorita, una parida graciosa dibujada con un salero así como casual, sobre un tipo capaz de dormirse meando. Su autor es Sandro K. González Noel. https://www.facebook.com/cabezavoladoradecorteaereo
  • LA-FURIA---MOCK-UP-con-fajaLos Bravú, parada y fonda en Los Bravú. La Furia no es autoredición ni fanzine ni micro-nada. Bueno, Apa-Apa no es Planeta, pero podemos decir que se trata de una editorial independiente que en tiempos se atrevió (en coedición) con cosas del calibre de Tom Gauld, Yokoyama y Dash Shaw. Ahora presentan un cuadernito de la que se está convirtiendo en una de las firmas (bicéfala) más sugestivas de Galicia. Me interesa todo en Los Bravú, desde sus comienzos de tintes pictoricistas hasta su evolución visceral que paradógicamente les acerca, desde su fuego, a la frialdad cortante de Gabriel Corbera. En ambas facetas (Todo Es De Color y “Corberanismo”, para entendernos) también podemos ver al enrome Olivier Schrauwen como influjo, por cierto… vamos, que les inspira y juegan una liga ganadora. Los últimos movimientos de Los Bravú perfilan personajes femeninos poderosos y callejeros, sexualizados e inocentes, que viven historias donde la palabra es desplazada (tampoco eliminada) por la acción. La furia es un himno a la cinética vía cine de acción setentero con final cafre, que investiga con puntería aciertos y soluciones formales. Bravú son necesarios. http://www.apaapacomics.com/
  • Fosfatina es una microeditorial viguesa, y además de tenerlos a cinco minutos de mi casa resulta que sacan cosas que merece mucho la pena seguir. Los incapaces/El jardín devastado es un split a pachas entre Óscar Raña y Julia Huete respectivamente. Un trabajo que hurga en la veta menos narrativa del medio (un poco como Begoña García-Alén en Perlas del infierno, de la misma casa). Ligeros anclajes narrativos para viajes mentales y puertas abiertas a la interpretación. El salto al vacío siempre es interesante, aunque merece la pena no quedarse en la ecuación “no se entiende/mola” y buscarle los tres pies al gato para quedarnos con los signos que más nos atraen o perturban en la obra. Posiblemente el personaje que con sus tres ojos nos vigila en El jardín devastado sea el punto álgido de este tebeo.
  • Por otro lado, en la colección “Fosfatina2000” van a pasar cosas muy grandes. Una ya ha sucedido, de hecho: Extrasolar de Roberto Massó del que hablé ya aquí. El segundo número de la colección (una colección que apuesta por la belleza en risografía) es Matatenias de Pepa Prieto Puy. El énfasis argumental, pretendiendo convertir una anécdota de funny animals hardcore (joder, son tenias dentro de un cuerpo humano) en una gansada, no logra el calado suficiente, no pasa de chascarrillo. Sin embargo se redime por la fuerza gráfica, el potentísimo dibujo de Pepa Prieto que en ocasiones me reucuerda a las vanguardias de los ochenta en España. Para adquirir libros de Fosfatina, http://fosfatina.tictail.com/.
  • Parada importante: Ana Galvañ. Más allá del arcoiris es otra prueba de la categoría de la autora. Su aportación a tiktokcomics se expande aquí y se edita con mucho cuidado en un pequeño tebeo precioso, de tintas azules, donde los retratos generacionales y juveniles de Galvañ crecen difuminando contornos en un relato onírico, que en su recta final ofrece una pirueta desconcertante y al tiempo fabulosa. Una que nos deja pensando, tras las turbadoras reproducciones finales de los grabados extraídos de una exposición sobre equinos, cavilando sobre el hecho de que así son las cosas, que caminamos un filo toda la vida y que cada traspiés puede mandarnos a la red o al suelo. Con todo, y sin desestimar la chicha que conlleva el relato, lo mejor es la capacidad para sugerir estados alterados de este tebeo, una pieza más del magnífico opus de Galvañ. www.librosdelautoengaño.com
  • Foster Ediciones es una nueva micro editorial gallega que se ha estrenado con el fanzine Finnegans. Un estreno notable, dentro de la irregularidad propia de una colección de diversos autores. Aunque se trate de colaboraciones breves, de una o dos páginas, es un lujo poder nacer con el concurso, en tus páginas, de nombres como Sergi Puyol, Ana Galvañ, Alexis Nolla o Kike Benlloch. Todos ellos demuestran su talento en breves pildorazos. Destaco la apertura de Puyol, que ya te deja un poco sin palabras, en una sola página. Les acompañan trabajos más irregulares y otros muy interesantes, como el extraño cuento del hombre cámara de Dani Xove, o Roberta Vázquez, que en «Zona Estéril» prosigue las historias de su grupo antropomórfico añadiendo a un personaje brillante, el tatuador obseso por la esterilización. http://fosterediciones.com/
  • maganAndrés Magán es de Vigo. Y francamente me parece una de las figuras más prometedoras del panorama nacional. Así, con dos (con dos frases, digo), y las dos últimas obras que ha sacado me lo corroboran. A través de la editorial Noche Líquida (suya y de Begoña García-Alén, a vigilar, por tanto) edita un fanzine sin título que insiste en sus pautas, esa frialdad onírica, ese viaje por terrenos del subconsciente. En esta ocasión el cómic se viste de una suerte de lección magistral sobre.. bueno, sobre cosas que no tienen demasiada explicación. Puede ser tan simpático como turbador. Pero donde Magán hace una diana absoluta es en Optimización del proceso, para Ediciones Valientes. 28 páginas tamaño bolsillo que encierran lo mejor que ha hecho su autor (que yo le haya leído al menos) hasta la fecha: desborda soluciones gráficas, se encuentra en su mejor momento como dibujante, imaginativo al diseñar la página y la doble página (hay un par aquí de traca) y bajo su apariencia de, otra vez, tripi sin mapa, aquí esconde una confesión autoral que ata su trabajo a cierto grado de angustia y método férreos y parece confesar la angustia creativa de su autor. http://www.nocheliquida.es/ y http://cargocollective.com/edicionesvalientes.
  • Y para obras que hablen de sus creadores, las de Esteban Hernández. Esteban es un caso de autor que ha publicado en editoriales “grandes” (De Ponent, Bang, Planeta) y que últimamente se circunscribe al terreno de la autoedición. Nada (Usted Ediciones) es su último trabajo y se me antojan pocos que reflejen de un modo tan lacerante la mente de su creador. Las angustias existenciales de Hernández se centran ahora en el significado como eje. El de la vida, el de los objetos, el de los detalles más nimios, decodificando la realidad, convertida en preguntas abiertas que, claro, no tienen respuesta (“Nada”). Con un dibujo excelente rendido a la línea clara (en sentido literal, no estilístico), de lectura compleja y hasta opaca para lectores no iniciados en Hernández, Nada no es tanto una historia que obedece a la creación de personajes (uno principal y escasísimos secundarios, todos dotados del mismo e intrincado lenguaje) como una metáfora con forma de cómic sobre ciertas angustias y búsquedas del propio autor. Merece un eslogan: «Si es denso, es Hernández». www.estebanhernandez.net
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VIÑETAS DE VIDA, VVAA.

El viernes publiqué un artículo, más divulgativo que de opinión o crítica, sobre una obra que considero un hecho importante para el cómic aquí, y que además como lectura nos aleja de la barbarie de estos días y nos acerca a la verdadera humanidad, colaborativa y empática, que debería reinar en el mundo (clic y agrandar paa leer):

: Visado : Página 6

 

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TERRY, vvaa

Publicado en Faro de Vigo.

Terry”, un bufet de canapés de luxe.
La editorial Fulfencio Pinentel brinda un volumen recopilatorio, de intenciones periódicas, con trabajos de la vanguardia artística de la historieta.

Como diría el comandante Bowman (en “2010: Odisea dos”), va a suceder algo maravilloso. En realidad, ya ha sucedido. Se llama “Terry”, tiene una carita preciosa (en su portada, la firman Los Bravú), 192 páginas a todo color, y en la báscula nos ha pesado casi 600 gramos.
“Terry” es un recopilatorio de historias cortas, autoconclusivas (aunque abre un primer capítulo, tiene sus formas bastante cerradas y puede leerse como relato), entre inéditos o trabajos nunca publicados en castellano. Recuerda a aventuras parecidas habidas en nuestro territorio (“Nosotros somos los muertos”, nave-oasis capitaneada por Max en el secarral de los noventa y que navegó hasta el 2007) y en costas extranjeras (“Kramers Ergot” —editada por Sammy Harkham— o la revista de la editorial británica Nobrow). El espíritu de “Terry” es evidente, se trata de editar con gusto (eso siempre, con Fulgencio Pimentel) material de tanteo, de reivindicación y de futuro. Nombres consagrados compartiendo espacio con autores jovencísimos, de todas latitudes, y juntos enarbolando una bandera: la del cómic como arte por encima de todas las cosas.
No se puede entender “Terry” (primer volumen de “Pilón”, colección de libros recopilatorios) sin esta premisa. Aunque podremos entretenernos y divertirnos mucho con sus páginas, estas son ante todo un grito de satisfacción plena, orgullosa, del cómic como salto sin red, un brindis (de un buen brandy de Jerez, claro) por romper, hacer cosas sin mirar atrás ni a los lados, como buena Babieca de la historieta. Por supuesto no todos los nombres pueden cabalgar con el mismo tronío, pero no hay ningún Rocinante rezagado. Jim Woodring, Olivier Schrauwen o el japonés Seiichi Hayashi son el trío mayor, tres autores maestros y en estado de gracia que justifican el desembolso y la apuesta por este tomo. Pero hay más, claro, la juventud es valiente, y Los Bravú preparan algo grande de lo que nos ofrecen un aperitivo (“Porto Louro”), José Ja Ja Ja epata desde su nombre y deja asombrado con sus páginas, más intrincados puzles que narraciones secuenciales. Simon Hanselmann es el autor del momento, el nombre (impronunciable) de moda, y aquí lo tenemos con otra bofetada cruel con forma de telecomedia burra de sus personajes habituales.
Y en fin, hay más autores y propuestas y todos merecen la pena, porque en todos ellos se siente que aquí se le toma el pulso al asunto, al cómic, que es afortunadamente un hervidero de vida, transgresión y energía creativa. ¿Brindamos por ello? ¡Camarero, un Terry!

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ORGULLO Y SATISFACCIÓN, VVAA

Pocas veces la aparición de un cómic se enmarca en su propia turbulencia y requiere del conocimiento de sus propios antecedentes como Orgullo y satisfacción. Si algún extraterrestre no sabe de lo que estoy hablando, le recomiendo la lectura del artículo de Gerardo Vilches en Entrecomics donde se detalla con precisión el asunto.

Tras la diáspora, el primer panorama personal de los autores que habían decidido abandonar un barco con capitanía censora no dejaba de ser descorazonador. No puede ser fácil pasar de la estabilidad laboral (trabajando en lo que te gusta y donde te gusta) a una enorme «¿«. Pero si algo tenía que pasar, ha pasado lo mejor. Porque hablamos de un grupo de creadores, gente inquieta y con talento para arremangarse y dar su propio puñetazo en la mesa. Si RBA aporreó para censurarnos, nosotros lo haremos para gritar más alto. Sin cadenas, con libertad y apostando por la red de redes. Orgullo y satisfacción es la respuesta a todo lo que está pasando, dentro (censura, ética y futuro) y fuera (la coronación, el referendum que no veremos, las instituciones y los medios ante la realeza española…). Y ha sido, ya, un éxito editorial sin precedentes: a las 20’20 del 19 de junio, tras unas pocas horas de estar disponible en descarga al precio de 1’50 € mínimo, ya se habían vendido 25.000 ejemplares. Virtuales, por supuesto, porque para salir en fecha lógica (ya, ahora, antes de la coronación) no procedía pensar en papel, distribución y puntos de venta.

OrgulloySatisfaccion

La importancia de todos estos hechos es enorme, opino: cierto que es un caso de singularidad evidente, pero solo podemos asombrarnos (y celebrar) el exito sin precedentes ante una propuesta de historieta como esta. Un grupo de autores aprovecha las muy adversas circunstancias de su entorno, las convierte en combustible para alimentar una necesidad creativa, la autogestionan (do it yourself, o con ¡Caramba!, que es decir más o menos con Manuel Bartual, parte por tanto de los autores que se han ido del El Jueves), la miman desde una turmix de sentimientos a flor de piel y a través del talento particular de cada autor la ponen en la calle… y la experiencia barre brutalmente con todo, y vende lo que no está escrito.

Se puede matizar, un agorero fúnebre podrá decir que es una supernova  precediendo a la muerte del universo todo, o que es un caso absolutamente aislable, o que…

Mirad, cuando pienso en Bernardo Vergara, Manel Fontdevila, Manuel Bartual o Paco Alcázar pasando de la sensación de horror vacui tras dejar El Jueves a este momento, un hoy que los señala como ejemplo de ética que Puede (lo de que podemos… era esto, ¿verdad?) tosdos los matices me sobran. Porque creo que estos artistas han tenido un valor asombroso, una inhumana capacidad de recuperación, una capacidad de aguantar con todo y tirar hacia adelante que, jalonada con 25.000 ventas, me parecen una lección. Tomad nota. Tomémosla.

Además tenemos un cómic, Orgullo y satisfacción, que os aseguro que no es que sea una lectura muy compatible con las tablets (no digo de la panttalla del pc, la leí en mi tableta) sino que estas páginas hacen el amor a la luz de la luna con el dispositivo. Orgullo y satisfacción es un archivo y está pensado como tal, para lectura en pantalla. Y repito, ha triunfado. ¿Cambio de paradigma? insisto en la singularidad de este cómic, pero una cosa es vender 20 mil copias en un mes y otra rebasar esa cifra en unas pocas horas, por mucho que sea El Momento. Será interesante ver si al efecto «arrancada en el momento justo» le sigue un número de ventas interesante.

Y bien, no estoy hablando del tebeo, ¿eh? No, ni lo haré demasiado, por 1’50 (un café, joder) puedes leerlo ya sin esperar a que yo te diga que está muy bien. ¡Compra aquí y conoce al Semi dios!!!!…

la foto

Sí quiero señalar, no obstante, que se ve toda la carne en el asador en cada viñeta, que hay chistes de los que te sacan carcajadas, que no es un material escatológico o hiriente sino crítico, punzante y reflexivo a la vez que muy cachondo. Y que Manel Fontdevila merece una calle a su nombre (que podría inaugurar Felipe VI, je) porque siempre supera mis expectativas, que Monteys propone un elefante mágico desternillante, y que Luis Bustos ha creado con su Semidios (ver foto arriba) una miniatura que justifica por sí sola esta aventura delirante, positiva, emocionante y sí, histórica.

 

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