Archivo enero 2012

Viñeta aislada de «American Flagg!» (Howard Chaykin)

Chaykin fue un creador reconocido, en la renovación del comic-book de los ochenta, una (modesta) tercera pata en ese tandem Miller-Moore que tanto y tan bueno hizo por el comic-book… o por acabar con el formato, más bien. Desde un «Watchmen» que puso límites de excelencia a un formato que parece no poder ir más allá de lo que ideó el barbudo guionista (Y el mago Gibbons, claro, y el colorista, y la madre del que los parió a todos ellos) a un Ronin de Miller y equipo, que ya chillaba como loco «sácame de aquí!» (y atendiendo al clamor, Miller casi-creó un formato nuevo, el Prestige). Hablamos de autores mainstream apedreando al soporte del mainstream.

Chaykin, parece, no pudo sustraerse del modelo ‘folleto grapado’ (sí se sumó a las nuevas posibilidades del prestige, mismamente con Blackhawk.. y antes, en los setenta, trazó su camino por el prozinismo y lo que Toutain denominó la cómic-novela). No por voluntad propia, intuyo, sino por fulgor insuficiente. En un mercado poderosísimo y acomodado en la jaula de dos o tres fórmulas (la grapa, el prestige y otros tanteos que no cuajaron…) en los últimos ochenta, en la USA comercial o eras Dios (Miller y Moore, quiero decir) o lidiabas con lo que se te ofrecía para publicar. Chaykin creó en formatos diversos, se adaptó e hizo lo que mejor sabía: macerar su estilo, una suerte de narración siempre de género con dosis de sexo picante, mala baba, política y tono adulto. Y se entregó a un estilo de narraciones densas, pausadas, poco dadas a la acción non-stop. No toca aquí entrar a valorar si esas obras deberían tenerse hoy como injustos olvidados o como ejemplos de lo implacable del paso del tiempo, pero sí es oportuno atestiguar que, además, Howard Chaykin siempre ha gustado de jugar con la composición de la página, con lo que era goloso intentar extraer una viñeta de su obra, para esta sección.

Ya puestos, del recientemente editado «American Flagg!» (porque ando en su lectura, y porque encontré en Google esta imagen que me viene de perlas: ¡olvídate del pesado escáner…!). Obra pionera en muchos aspectos, y paradigma de las composiciones orgánicas con las que suele jugar su autor y que hacen un calvario decidirse por una viñeta bien definidita (cuando las hay, carecen por sí mismas de la riqueza formal de sus curiosas amalgamas).

American Flagg!, de Howard Chaykin (1983): unaviñetatres

Vale, me dirán que esto NO es una viñeta, que son tres, pero lo jugoso es cómo el americano imbrica todos sus elementos para lograr una composición única, orgánica y narrativa… ‘Tres-En-Uno’ tebeíl… arranca con una cartela de onomatopeyas que se ve invadida por el dibujo de unos moteros que se ven invadidos (por la esquina de la izquierda, buscando la lógica de la lectura occidental) por las cabezas de los héroes que conformarían una segunda viñeta-contraplano… que (buf, resuello) se prolonga en una onomatopeya más (la ráfaga de la metralleta). Y esta onomatopeya se superpone al dibujo del último plano (tercera viñeta), que, en un empleo del cómic más, digamos, cinematográfico, supondría un alejamiento/zoom desde un cambio de eje, pues vemos a los moteros, ahora en plano general y trasero (al fondo, nuestros protas siguen pum-pum, y dialogan, otro elemento conductor del hilo narrativo), dando la descripción de la escena. Por primera vez en la composición se describe el espacio ficticio, el dónde (una calle, un edificio, un portón…).

Todo ello punteado por cartuchos con monólogo interior que informa de qué demonios está pasando, quiénes son esos moteros armados hasta los dientes.

Bien, no es momento de enjuiciar, ¿es este un camino óptimo para la narración secuencial y con ilustraciones?¿es puro esteticismo?¿ha creado escuela? ¿ha quedado más viejo de el Un, Dos, Tres? En todo caso, es marca de la casa Chaykin, un tipo al que basta ojear sus cómics para reconocerlo, no solamente por ese dibujo tan suyo, sino por sus composiciones.

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España ya tiene premio en Angulema

Natacha Bustos y Francisco Sánchez ganan el Prix Tournesol en el festival de Angouléme por Chernobyl, la zona.

 

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AVENTURAS DE UN OFICINISTA JAPONÉS, de José Domingo

Artículo publicado en Faro de Vigo el 20 de enero de 2012

Aventuras increíbles en un Japón imposible.

José Domingo da un salto sin red de ánimo explorador, una obra arriesgada, sorprendente y divertida que supone uno de los últimos grandes tebeos del 2011.

Japón me mata...

 

Un hombre sale de su oficina. Es un tipo común, gris, del montón. Vestido discretamente, con su cartera bajo el brazo, bien peinado su cabello canoso. Cruza la calle en silencio. Esto es lo primero que podremos leer de “Aventuras de un oficinista japonés”, el sorprendente nuevo trabajo del coruñés José Domingo editado en un libro exquisito y sorprendente por Bang! Ediciones. Es una escena anodina, cotidiana y que podría presagiar un cómic costumbrista. Quizá, cierto, el estilo de dibujo ya sea un aviso: personal, limpio, es deudor de clásicos nacionales como Max y de revolucionarios contemporáneos como Chris Ware. También de la línea clara, y de los autores más estilizados de la tradición del básico “TBO” (por ejemplo, a uno no le extrañaría leyendo estas páginas percatarse de un cameo de “La familia Ulises” escondida en alguna de sus abigarradas viñetas). No es el típico estilo para un relato cotidiano…

Pero sobre todo, si alguien a partir de esta primera escena esperaba una historia de la vida normal, tranquila y anodina de un sencillo administrativo, hay que advertir que pasando la página aparece una guerra a muerte de gángsters, que poco después el protagonista se convierte en una especie de Hulk, que luego descubrirá el hogar de una familia de serial killers, que morirá y resucitará, que descubrirá sectas ocultas y que será amado fervorosamente por una camionera.

En fin, Domingo ha partido de un punto para arrastrarnos por el vertiginoso tobogán de su fantasía desbocada, gamberra, inocente, ácida, sorprendente, contradictoria y sólida, un mundo autoral bien apuntalado, ya maduro, tan cercano al Mortadelo más destroyer como a las ensoñaciones de David Lynch. Y el resultado es un cómic fascinante, un tour de force donde se prescinde de la palabra escrita y la acción es sostenida con un ritmo endiablado. Esto resulta meritorio, cómo consigue “enganchar” al lector con un argumento casi inexistente, una sucesión de disparates, un pelotón de viñetas abigarradas donde cada detalle cuenta. Y además, la elección de José Domingo es un triple mortal en la forma. ¿Cómo puede ser posible que algo mudo se narre desde un picado fijo, como si el lector flotase suspendido a pocos metros de la cabeza del oficinista y con un ángulo invariable? Pues sí; Domingo ha fijado su ojo desde un punto, omnisciente, universal pero inmutable. El prodigio es que desde la primera viñeta se advierte como la mejor decisión, otorga ese aire entre irreal y cómico, absurdo y pormenorizado que desprende la obra. Y con todo ello, con una aventura loca, un punto de vista fijo y un esquema casi imperturbable de cuatro viñetas por página, nace una pieza que, pueden apostarlo, va a quedar como uno de los trabajos más importantes del cómic nacional de última hornada.

Además, hay que decirlo, “Aventuras de un oficinista japonés” apuesta por la novela gráfica como objeto de gran belleza en sí mismo: el tacto de sus hojas, la cuidada observación de las gamas cromáticas en cada página, el tamaño enorme de este cómic, el mimo en cada detalle puesto en el libro, lo convierten en otro peldaño en la idea de entender a la historieta como material perdurable antes que mera lectura fungible.

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Angoulême (y 24 horas de cómic on-line)

Basta pasearse un ratito por la web del festival de cómics de Angoulême para darse cuenta de que aquello es de un orden superior, que quien puede vivirlo vive la fiesta más grande, plural e intensa que sobre el cómic se produce en el mundo. Ya el portal, significativamente, se denomina «ciudad cómic» (‘citeBd’). Un evento que trasciende el frikismo de carpa-de-pago y chalados-disfrazados para involucrar la vida entera de una villa alrededor del arte de la narrativa gráfica.

el cómic en Angulema

Angulema de cómic

Y para aquellos que por allí ni vamos a acercarnos, el festival tiene un gracioso incentivo, una ventana on-line al arte de la historieta en modo de curiosa prueba, tour de force sin par: un evento en el que decenas de autores (profesionales y amateur) se han inscrito para, durante 24 maratonianas horas, realizar una historieta. A medida que acaban una página, la cuelgan. La lectura es libre y en línea, y el juego sigue en marcha (en este momento le resta, que para eso tiene la web su contador, algo menos de seis horas).

Entren pinchando en la imagen y revisen la lista de autores: Su trabajo, a un clik…

 

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Angoulême y olé

En un plis comienza la cita de todas las citas para el mundo del cómic. La villa de Angulema se convierte una vez mas en la capital universal de la narrativa gráfica con el plus, este año, de  que España es el  país invitado, contando por ello con una exposición que han comisariado Paco Cerrejón y Ávaro Pons

Y lo mejor para enterarse más y mejor de esta mega expo (en que cabe el repaso histórico a la historieta, el presente y el futuro vía nevas promesas) es leerse la entrevista a Pons que acaba de hacerle el tío Berni en Entrecómic

 

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LAS FABULOSAS CRÓNICAS DEL RATÓN TACITURNO, de Martín Romero

Artículo prepublicado en faro de Vigo el 6 de Enero de 2012

Experimentación gráfica y pesadillas de infancia.

“Las Fabulosas Crónicas Del Ratón Taciturno”; la novela gráfica de un gallego que explora los rincones menos luminosos de la infancia.


Martín Romero, natural de Boiro, se ha hecho conocido por aportar su lírica visual a la obra musical de “The New Raemon”, para quien ilustra portadas de discos, carteles e ilustraciones promocionales, etc. Pero Romero es además un tenaz autor de cómics, ya conocido por su fanzine “La ratonera”, y en este terreno acaba de tener su bautismo de fuego. En el siglo XXI parece que hay que pasar por la novela gráfica para llamar la atención, así que tras un buen puñado de trabajos breves donde ya demostró personalidad y talento, se embarcó en una obra de extensión ambiciosa (¡326 páginas!).“Las Fabulosas Crónicas Del Ratón Taciturno” es un cuento para adultos sobre la infancia. Una infancia que para Romero no es un campo soleado sino un ominoso laberinto de rincones oscuros, una montaña rusa emocional de anhelos y carencias que atormentan y atenazan al infante, por definición un ser humano incompleto e indefenso que no sabe cómo enfrentarse a su dolor. La novela gráfica cuenta la historia de un niño que se instala con su padre en el campo, en una casa al lado de la costa. Su madre los ha abandonado. En este paraje, en principio paradisíaco (el mar, el campo, los bosques…), se enfrentará a todo tipo de hostilidades, entornos físicos y humanos agresivos, con el único apoyo de la hija de su vecina, una niña igualmente atenazada por carencias que enfrenta con decidida agresividad (en contraste con el ánimo pusilánime de nuestro protagonista).De traumas infantiles y cuentos morales sobre el doloroso proceso de crecimiento personal está el mundo lleno y la trascendencia de la obra podría tambalearse en lo que ya puede entenderse como un tópico, así que sin duda el riesgo estaba en el punto de vista que Romero eligiese para narrar esta pequeña fábula. El tono, claro, y la forma, por supuesto, son así claves para comprobar si la ambición deriva en tópicos y fracasos o en otro matiz a un trasunto digamos universal.  Romero parte de terreno seguro, de sus relatos breves (pueden leerse en su web: martinromero.es) para hacerlos crecer hasta un relato adulto y siniestro, donde el dolor personal y carencial se manifiesta en una plasmación ominosa del espacio circundante.

Los bosques, las tormentas, los hogares, la escuela… todo retrata una oscuridad anímica casi feroz, y los breves capítulos van desgranando pequeñas y extrañas historias, entre el surrealismo y el costumbrismo, con niños-ogro, semi autómatas, imaginería religiosa o animales espectrales.Aunque este “Ratón Taciturno” puede caer, y cae, en exageraciones quizá amaneradas y navega en terrenos argumentales, insistamos, bastante manidos, la realidad es que el autor salva la papeleta de un reto de la ambición de este cómic gracias a un dibujo excelente y un imaginativo empleo de todo tipo de recursos gráficos para narrar su historia.

 

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Manuel Fraga y la historieta

La muerte de alguien de tan lóngeva carrera política como Manuel Fraga, por imposible que pueda parecer a un lector joven en 2012, toca de refilón al mundo de las viñetas.

Vicente Sanchís se refiere a ello en el volumen 07 de «Del tebeo al manga», donde brevemente explica cómo la Ley de Prensa del entonces ministro de Información y Turismo del régimen dictatorial fanquista vino a suprimir la censura previa… salvo en publicaciones infantiles y juveniles, entre las que sí, estaban las historietas. Por tanto los tebeos de entonces debían temor y respeto a una ley que, si no directamente creada por Fraga, sí fue propulsada por el futuro padre de la Constitución, con severo poder sobre los contenidos de historietas.

Y en general esta ley fue temida, llevó a la autocensura de las editoriales, y convirtió al tebeo de aventuras en una especie a punto de extinguirse, tras tantos años de ser sin duda un producto popular y de consumo masivo. La «Ley Fraga», sí, ahogará la libertad de la historieta nacional, a decir de algunso experto, más que nunca.

La represión y censura sobre nuestra historieta se perpetuaría hasta el año 1977, ya muerto el caudillo y con Manuel Fraga encarando la copaternidad de los derechos de libertad democrática del pueblo español. También de la historieta como medio de contar historias e ideas, claro.

Si les interesa profundizar en estas cosas, el mentado Sanchís es autor de un libro ideal para ello: «Tebeos mutilados: la censura franquista contra Editorial Bruguera» (Ed. B)

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Impresiones sobre las novedades del Salón de Barcelona

El Saló nº 30. Palabras si no mayores, sí bonitas y redondas. Conmemorativas (de nada, pero lo dicho, es redondo). Cambios, ideas… pero no todo el horizonte me parece acertado, así que empezamos con lo que no-no.

Lo primero que me llama la atención del comunicado oficial de Ficomic es puramente numérico: de sus  once párrafos, los cuatro primeros los dedica a hablar de…robots. Que digo yo que vale (o no, ya hablaremos), si hay una expo dedicada a la robótica, que lo digan, pero… ¿un tercio del comunicado dedicado a hablar de R2D2?

Mode readin'-comics ON... blip, blip...

De fondo, lo de siempre. El cómic como subproducto, el tebeo avergonzado que precisa perchas para llamar la atención que por sí mismo no consigue. Esto es un axioma, pero no tiene que ser verdad ni mucho menos tiene que ser asimilado por la organización del mayor evento sobre el mundo del cómic en este país. Me gustaría que el Saló enarbolase en primer término a la historieta, no a los robots. Que los androides, de entrar, lo hiciesen por la retaguardia, por la puerta de servicio y sí, como curioso gancho, ¿porqué no?.

Así que predico con el ejemplo y dejo el tema.

Porque lo gordo aquí ha sido el cambio de premios. Se reducen y mucho, se reducen a dos. Gran Premio del Salón en reconocimiento a la trayectoria profesional de un autor español y el de mejor obra de autor nacional, ambos además económicos. Ambos bien dotados (mmmmm…) económicamente (aaaaahh). Intuyo también un premio a mejor obra extranjera (sin dotación, imagino igualmente) pero el comunicado no lo anuncia. En principio me parece bien eliminar los sub-apartados que atomizan hasta lo ridículo, me parece fanstástico que se reconozca indivisible al cómic como experiencia artística unitaria, que imbrica en un todo diversos aspectos. Bien, muy bien.

Pero mal, bastante mal,  la supresión de un «Premio Autor Revelación». Más allá de desaguisados pretéritos, premiando a jóvenes carreras ya consolidadas, la idea es sencilla y limpia: si alguien edita un primer cómic, es candidato. Punto. ¿Te ha publicado una editorial profesional por 1ª vez? candidato. Es más, este premio Revelación puede tener finalistas, menciones honoríficas y lo que sea… no es malo, todo lo contrario, publicitar nuevos nombres, hacerlos visibles. es invertir en futuro para el medio, más bien. No es un fallo grave en tanto que facilmente subsanable, lo cual está en manos de la organización.

Y lo sé: puede ser polémico no admitir fancines o webs, vale, pero 1º, los fancines sí tienen su mención en los premios, en una categoría especial. Y 2º, se quiera o no, aún (poco queda) es cierto que el «premio» al weblogger será editar en una editorial (cobrando, claro, por su trabajo). Que estamos a un clik de que esto ya ni sea cierto, que  soy consciente, pero entre montar un blog y firmar con Astiberri o Apa-Apa creo (creo) que aún hay diferencias. Aunqeu no sean artísticas, auqneu existen webcomics que le dan cien patadas a mucho tebeo en pulpa de papel.

 

Luego, la transparencia, los votantes… ¿seguir invitando a votar a todo profesional (yo mismo voté un año), o constituir un jurado a la Certamen Cinematográfico? Ambas opciones tendrán igualmente polémica. Lo que sí es cierto es que las listas de los que voten pueden ser públicas en las dos vías. Que da trabajo, sí. País de vagos…

Con respecto a los invitados, se supone que era una verdadera traca… Go Nagai, creador de Mazinger Z; Milo Manara, el dibujante de las barbies viciosas, Guy Delisle por la novela gráfica, y papilla DC (Paul Cornell, guionista de ‘Doctor Who’ y de la nueva serie de ‘Action Comics’; Rags Morales, dibujante de ‘Action Comics’; y Scott Snyder, guionista de las nuevas series de ‘Batman’ y ‘La Cosa del Pantano’)

No me parece demasiado lujo, de momento. Supongo que al respecto esperamos noticias, no seamos ansiosos en este primer paso, de acuerdo.

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Sobre el Salón del cómic de Barcelona

Nota de prensa (y el cartel para este Salón, firmado por Paco roca, que añado me parece una delicatessen):

LOS ROBOTS INVADIRÁN EL 30 SALÓN DEL CÓMIC DE BARCELONA
El certamen contará con grandes autores venidos de todo el mundo

El 30 Salón Internacional del Cómic de Barcelona ha anunciado hoy un avance de su programa en un acto celebrado en la Universitat Politècnica de Catalunya, que este año tendrá un carácter cultural, lúdico y científico con motivo de la exposición Los robots en su tinta.

El certamen, organizado por FICOMIC que tendrá lugar del 3 al 6 de mayo en Fira de Barcelona, aprovecha su aniversario para montar “la edición más espectacular de su historia”, tal como ha señalado el director del certamen, Carles Santamaria. No en vano, durante los días del certamen, se intentará reunir al mayor número de robots autónomos y humanoides que se han concentrado nunca en España, puesto que uno de los ejes temáticos de esta edición es de la relación entre los robots y el mundo del cómic y la cultura popular.

La exposición Robots en su tinta, comisariada por el profesor de la UPC Jordi Ojeda, tratará no sólo de reflejar “de qué manera el cómic ha intentado explicar el mundo de los robots”, en palabras del propio Ojeda, sino también “fomentar el interés científico entre los jóvenes” y dejar claro que “la robótica va a ser el ocio del futuro”. Para todo ello, contará no sólo con la exposición central, sino con diversas exhibiciones en vivo en las que los visitantes podrán interactuar con robots reales.

“La robótica forma parte del imaginario colectivo de la ficción y puesto que aquí contamos con un instituto de robótica pionero nos pareció una buena idea dedicar esta edición de aniversario a los robots, y poder contar con el rigor que nos daba la UPC”. En la muestra colabora el Instituto de Robótica Industrial, IRI (CSIC-UPC). Alberto Sanfeliu, su director y catedrático de la UPC, indicó que “la robótica va a tener un gran impacto en esta década” hasta el punto de que podría “crear un nuevo modelo socioeconómico”. El Salón va a realizar una doble tarea de divulgación entre el gran público y de creación de vocaciones científicas.

Entre las novedades del Salón, Carles Santamaria explicó la redefinición de los premios del Salón “reduciendo el número de categorías y creando dos premios con una gran dotación económica para promocionar a nuestros autores y editores”. Los galardones del Gran Premio del Salón en reconocimiento a la trayectoria profesional de un autor español y el de mejor obra de autor nacional tendrán cada uno 10.000 euros de dotación. Además, para celebrar el aniversario del Salón todos los nacidos en 1982, o sea que cumplen este año los 30, tendrán la entrada gratuita.

Respecto al programa provisional ha explicado que se dedicará una exposición a los 50 años de vida Spiderman, uno de los superhéroes más populares del mundo. También se dedicarán muestras a los ganadores de los premios de la pasada edición, como la de Jordi Longarón Gran Premio del Salón del Cómic 2011 cuyo nombre va asociado a la popular serie Hazañas Bélicas; Juanjo Guarnido, dibujante de Blacksad; o Paco Roca, que obtuvo los premios a Mejor Obra y Mejor Guión con El invierno del dibujante y que además es autor del original cartel de este año.

Roca aseguró que el cartel, en el que puede verse a un dibujante y a un lector compartiendo el mismo cómic, “pretende mostrar las dos caras de la misma hoja, el dibujante y el lector. No existe el uno sin el otro y el lugar en el que se encuentran es precisamente el Salón”, dijo. Este reconocido autor recordó la época en la que él mismo era “aún un lector” e iba “al Salón a conocer a los autores que admiraba”. Para señalar a continuación que “ahora es una buena oportunidad para conocer a aquellos que me leen”. Roca protagonizó una de los momentos divertidos del acto al descubrir con la ayuda de la robot Tibi el cartel del certamen. Paco Roca está de plena actualidad por la nominación a los premios Goya de la película de animación Arrugas basada en su comic.

Por su parte, el presidente del Gremi d’Editors de Catalunya y de FICOMIC, Xavier Mallafré, aseguró que el Salón sigue gozando de “buena salud” y en ese sentido, de “una vitalidad, una fuerza y una proyección exterior envidiables”. Además, afirmó que “el cómic es un medio indispensable para generar nuevos lectores”. Pere Mayans, representante del Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya, coincidió con Mallafré en apuntar que el cómic “puede ayudar a mejorar los resultados escolares de nuestros alumnos”, puesto que “aporta más de una manera de leer”. Añadió que “este es el quinto año consecutivo que colaboramos con el Salón del Cómic y estamos muy contentos con esta relación porque consideramos el cómic una herramienta pedagógica muy importante”.

La lista provisional de invitados extranjeros incluye a reconocidos autores como Go Nagai, creador de Mazinger Z; Milo Manara, uno de los maestros del cómic europeo; Guy Delisle, autor de novelas gráficas como Pyongyang y Crónicas de Jerusalén; y Sergio Aragonés, un clásico de la revista MAD. Destacados autores de la revolución de los superhéroes de DC estarán presentes como Paul Cornell, guionista de Doctor Who y de la nueva serie de Action Comics; Rags Morales, dibujante de Action Comics; y Scott Snyder, guionista de las nuevas series de Batman y La Cosa del Pantano.

El Salón cuenta con el apoyo de la Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Además este año el certamen retoma la colaboración con el Instituto Francés de Barcelona. El Salón se celebrará en el palacio número 8 del recinto de Fira de Barcelona, donde ocupará 19.000 metros cuadrados. Este es el octavo año consecutivo que tiene lugar en Fira de Barcelona.

Os recordamos que está abierto el periodo de solicitud de acreditaciones para el Salón del Cómic. Éste finalizará el lunes 23 de abril, fecha a partir de la cual no se tramitarán más pases. Para solicitar las acreditaciones es necesario facilitar todos los datos del medio, así como la cobertura realizada durante el año anterior. En caso de ser el primer año al que se acude al Salón es necesario enviar algún trabajo publicado recientemente relacionado con el cómic o la cultura. Esperamos contar con tu asistencia. Para cualquier aclaración no dudes en ponerte en contacto con nosotros o consultar nuestra web www.ficomic.com. Muchas gracias por tu atención.

Saludos,

Tomás Pardo
Prensa / FICOMIC

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¡Caramba!¡On line!

la revista que ya no se encuentra

Sí, amigos del cómic, ya es casi casi un clásico de la historia de los procesos editoriales de la hisotrieta española (leches menuda frase…): hablo del fenómeno que resultó ser la editorial ¡Caramba!, su apuesta por la red de redes antes que por los canales de distribución usuales (distribuidoras, librerías, quiosco…), la inteligente campaña promocional que empezó con un vídeo magistral donde «estaba todo el que era y era todo el que estaba»…

 

 

 

En definitiva, su presencia multimedia y en redes sociales llamó más atención que el enésimo reboot mainstream. Y por supuesto también fue celebrado el nº 1 de su revista (o fanzine, o pasquín, me da igual cómo se lo llame) de nombre homónimo. Agotadísimo. Celebrado por la crítica como un logro morrocotudo divertidísimo y de una categoría insultante de buena. A mí me pilló con el pie al traspies, no leí «¡Caramba!», así que sus novedades son golosas: en su web van a alojar algunas de las hisotrietas de aquel número absolutamente inencontrable a día de hoy.

Pueden leer «Los límites del humor», de  John Tones y Guitián AQUÍ (un tebeo, por cierto, excelente, entre la carcajada congelada y el saber poner entre la espada y la pared al lector a base de reflexión fina)

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