Hacer colas, causa de conflictos entre turistas y cubanos

14 Ene

Cola para entrar a una Cadeca en La Habana Vieja

Fui dos días seguidos a la Cadeca (casa de cambio) y los dos días asistí al mismo conflicto entre turistas y cubanos. Las personas extranjeras llegan a la plaza en la que se encuentra la Cadeca. Si ven a una persona o varias formando una fila frente a la puerta, esperando a entrar, se sitúan detrás, consolidando así una cola ordenada. La gente cubana no actúa así. Llega a la plaza, pregunta “¿Quién es el último?” y una vez localizada a la persona que va antes, se sitúan en algún punto agradable de la plaza. Por ejemplo, un banquito a la sombra.

El primer día llegué a la plaza, me puse a la cola que se había formado, y un cubano me comentó que yo iba en realidad detrás de una señora que se encontraba sentada en una especie de obelisco. Le dije que de acuerdo y no le di más vueltas. Pero llegaron unas australianas que se pusieron detrás de mí y otro cubano fue a explicarles que ellas iban en realidad detrás de otras cuatro o cinco personas cubanas que se habían ido distribuyendo desordenadamente por la plaza. El cubano no hablaba inglés y las australianas no entendían castellano.

Traté de hacer de intérprete, pero el desencuentro no era sólo lingüístico. Las inglesas decían que no sabían cuál es el problema (“What’s the big deal?”), que ellas estaban bien colocadas en la fila y que si alguien iba antes le dejarían pasar sin problemas. El cubano contestaba que el problema es que si otras personas extranjeras llegaban, iban a asumir que así funcionaba la cola y se iban a poner al final, obviando que en Cuba las colas se forman de otra manera y creando por tanto dos colas diferentes, una de autóctonos y otro de turistas. Después de cinco o seis intentos de que las australianas comprendieran, el cubano (un señor alto, blanco, de unos setenta años y obstinado como él sólo) desistió y se puso a discutir sobre la nueva política migratoria conmigo y con otro cubano que fardaba de ir a Ecuador siempre que quería y de no irse a los Estados Unidos porque no le da la gana.

Al día siguiente ocurrió algo similar con otras chicas, aunque en este caso no hice de intérprete, y tal vez fuera mejor porque así no se alargó la discusión. Llegó un cubano, preguntó a las chicas “¿Quién es el último?” y las chicas replicaron en inglés: “Pues hombre, no vemos a nadie detrás de nosotras”. Este cubano, menos terco, las dio por perdidas y se sentó a la sombra.

Las colas son toda una institución en Cuba. Las y los cubanos se pasan todo el día haciendo cola. Pueden estar una hora o más esperando a que pase la guagua, aguardando para conseguir huevos, carne, para pagar la factura de teléfono en las oficinas de Etecsa. Que se tenga que formar una fila recta, de la que la gente no se mueva por nada del mundo, ya te achicharres con el sol o se te duerman las piernas, es absurdo. En La Habana, tú preguntas cómo van los turnos, no sólo quién es el último sino también quién es el penúltimo, porque de esa forma, si el último se va, no quedarás desorientada. Y con esa información, te relajas y pasas la larga espera donde te resulte más agradable, o te pones a charlar con quien te dé conversación. Me parece toda una lección contra la rigidez mental de quienes se creen procedentes de sociedades más civilizadas y eficientes.

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6 Respuestas para “Hacer colas, causa de conflictos entre turistas y cubanos”

  1. Lohitzune Zuloaga 15 enero, 2013 en 9:28 #

    Muy buena entrada, muy interesante ejercicio de microsociología. He observado lo mismo en distintas ciudades de España. En Burgos o en Pamplona, por ejemplo, la gente no hace cola para subir al autobús urbano. Cuando éste llega la gente se sube y punto, si llegaste primero y te quedas sin asiento, te aguantas. Pero mientras estuviste esperando, y al estilo cubano, puedes moverte donde quieras. En Donosti es otro mundo, hay que respetar la cola de manera super escrupulosa, y ¡ay de quien se atreva a colarse! ¡Se le echa el pueblo encima!!! Ya he aprendido que en cada nueva ciudad o país es mejor observar primero cómo va el asunto… El tema del comportamiento en buses urbanos da para una tesis doctoral!

  2. Ander Izagirre 15 enero, 2013 en 9:35 #

    Muy bueno, me ha gustado mucho.

    Hay una tercera vía, entre la caribeña y la europea, que es la peor de todas: la pamplonesa. Los guipuzcoanos modosos nos ponemos a hacer cola en la parada de la villavesa (=bus), y en cuanto llega la villavesa (=bus), los pamploneses y las pamplonesas montan una melé y suben corriendo, más o menos así:

    http://www.youtube.com/watch?v=gvC28xnO76I

  3. xei 15 enero, 2013 en 17:27 #

    buueno como se ve que vas a mirar con buenos ojos, me parece a mi que estas un poco predispuesta. Aqui se resuelve con ticket o turnos esos como sea que se diga, los de la maquinita, asi que es muy fácil y igual que inglaterra o australia seguro. Este sistema de colas es que ha tenido que surgir porque seguro que noo has visto como los listillos se te quieren meter delante en cualquier cola o la gente va metiendo a amigos o conocidos, si es que son muy indisciplinados en CUba para esto, menos mal que no te toco ver eso. Si eso pasa puede suceder lo siguiente, nada ooo que se arme la de mundial… y empiecen a pelearse pero a puñetazos de verdad, si que las cosas no son por gusto, por eso hay que preguntar como tres personas delante de ti. aii aiii que recuerdos

  4. Ander Izagirre 15 enero, 2013 en 22:01 #

    He escrito mi primer comentario antes de que me apareciera el de Lohitzune. He alucinado al verlo ahora, hablando precisamente de la diferencia radical Donosti-Pamplona en materia de espera de autobuses, jeje…

    • Lohitzune Zuloaga 16 enero, 2013 en 9:16 #

      Pues sí Ander, mientras leíamos a June pensábamos en lo mismo, ¡y lo hemos escrito al mismo tiempo! jaja

  5. Eneko Aritza 5 mayo, 2013 en 21:14 #

    Pues en el tema de colas para el RGI de Lanbide, las colas (las que hace la gente desde las 02:00am o 03.00am hasta que abren) funcionan igual que en Cuba, segun va llegando la gente van pidiendo la vez y luego se va tumbando en bancos por ahí o se van a un bar etc.

    Cuando llega alguien que no conoce como funciona la historia (por regla general son los autóctónos los que menos se enteran) y se pone detrás de la cola sin pedir la vez también se crean conflictos. Normalmente enseguida entienden como va la vaina y el conflicto no va mas alla, pero hay veces que cuando esa persona se entera que tiene por delante a mas de 40 personas, a veces el conflcito acaba en hostias porque como Lanbide no da mas que 50 números al día y hay personas que tienen que entregar la documentación dentro de la fecha señalada pues se crea mucha tensión. Este año en las colas de Lanbide ha habido muchos conflictos, varias agresiones con arma blanca y mucha picaresca (hay personas que hacen cola para vender el número)