¿Qué demontres es eso del periodismo con visión de género?
2 Abr
– Comunicación feminista, una mirada revolucionaria, artículo de Kazetarion Berdinsarea (página 7)
Cuando el periodismo presume de objetivo, imparcial y neutro, insiste en realidad en mantener una mirada androcéntrica y seguir reproduciendo por inercia los roles tradicionales de género. Nosotras nos hicimos periodistas porque creemos en la comunicación como una herramienta de transformación social, y es por ello que no nos apura posicionarnos y defender, frente al ideal falso de periodismo neutro, trabajos que denuncien las discriminaciones y desigualdades, y visibilicen modelos más igualitarios y justos.
Estamos convencidas, además, de que transversalizar la perspectiva de género nos hace mejores profesionales, ya que, si uno de los objetivos del periodismo es explicar a la ciudadanía qué está pasando, quien obvie las desigualdades entre mujeres y hombres que persisten en todos los ámbitos de la vida difícilmente podrá hacer un buen análisis. Es decir, reparar en cómo las cosas afectan de forma diferente a mujeres y hombres, y por qué afectan de forma diferente, nos parece una herramienta de análisis fundamental para entender y explicar las realidades sociales.
– Manifiesto de Bogotá, creado como colofón de los III. Encuentros de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género
Capaces de imaginar un mundo libre de violencia para las mujeres; capaces de imaginar un mundo donde mujeres y hombres compartamos la vida, los derechos, los recursos, los sueños y también las incertidumbres y la esperanza; capaces de construir un imaginario colectivo rico en dignidades y libre de sumisiones y abusos…
Periodistas de 17 países de cuatro continentes dejaron sus salas de redacción, sus calles y campos de batalla para anunciar al resto de colegas en el mundo que necesitamos abandonar la mirada sesgada y excluyente; cambiar nuestras rutinas profesionales para escuchar más, ver mejor y comprender la complejidad y diversidad del momento histórico que nos ha tocado testimoniar; que exigimos ver a las mujeres, que no las excluyamos de nuestros relatos, que nos decidamos a vivir nuestra profesión con el riesgo que supone aventurarse por nuevos caminos, por rutas aún no transitadas, sin antiguas brújulas que solo marcaban el norte del poder.
En la foto, las asistentes al encuentro de Bogotá. Mari Kazetari en la segunda fila.
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