Archivo junio 2014

Las salas de un Museo (part two)

Una exposición sobre el cómic, la que preparo podrá verse en el Museo de Pontevedra del 20 de junio al 20 de julio.

Todos los años podemos acudir a ver alguna, bien en los diversos salones especializados en historieta que las promueven, bien en espacios nuevos (ejemplo, la exposición que organizó la Biblioteca Nacional en 1994 alrededor del hipotético centenario de la historieta, la dedicada a Chris Ware por The Museum of Contemporary Art, en Chicago, «Panóptica», una retrospectiva de la obra de Max en el Instituto Cervantes…). Pero pienso que hay una cuestión insoslayable. El cómic no es un lienzo, sino un producto industrial de producción industrial, para la venta y la lectura en un mundo industrial. De adquisición y disfrute (lectura).

Los cómics se leen. Por lo tanto, estamos ante la exposición de otra cosa.
Yo, desde una propuesta modesta, voy a comisariar (palabraca inventada) una muestra de originales, unos poquitos por autor a través de los que se aprecien las fases, o algunas fases, de la creación del autor de cómics. Bocetos y páginas originales.

La cuestión se vuelve peliaguda cuando vemos que hay fases que en muchos casos ya no son «físicas»: hay autores que colorean escaneando y usando programas informáticos, por ejemplo. Para ello haremos plotters, a partir de archivos de alta calidad que los propios autores han tenido la gentileza de enviarme.

Pero el recorrido sigue, con todo, incompleto.

Con estas muestras, que pueden ser, por autor, un montante de unos seis «objetos» (o menos, según casos), seguimos sin conocer el producto final. Por eso en mi concepto de exposición de cómics era ineludible poder contar con un espacio lector, que presente las novelas gráficas de las que se exponen muestras del proceso creativo de las mismas. Por eso hemos adquirido, a modo de zona de lectura, los cómics. Exponemos cómics, ¡leamos cómics!.

Sí: he ideado una exposición para ver, y para leer. Espero que la idea os parezca buena.

Museo
Jugando: estas imágenes sin acreditar corresponden a los autores que compondrán la exposición “Do cómic á novela gráfica. A banda deseñada en España no século XXI”. Seguro que los conocéis a todos 🙂
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EL POLO SUR, de Aleix Nolla

Artículo publicado en faro de Vigo

Un pequeño tebeo para contar cosas muy grandes.

“El Polo Sur” es un cómic de formato modesto (comic-book grapado) pero de contenido profundo sobre las grandes pérdidas.
elplosurportada
En 2012 Aleix Nolla era entrevistado por el sitio de referencia en línea en cuanto a divulgación de la historieta, “Entrecomics”. Ya entonces reconocía que “También me gustaría hacer un tebeo largo inspirado en el viaje de Robert Falcon Scott al Polo Sur, aunque ya se verá”. En 2014 ha salido a la luz “El Polo Sur”, un tebeo que trata precisamente estos hechos. Está claro, en fin, que Nolla sentía un interés profundo por la historia de esta expedición perdedora, que relata con exactitud cirujana. El autor barcelonés se centra en el final de esa segunda expedición de Scott, a partir del momento en que llegando a su meta los aventureros descubren haber sido ya adelantados por otra expedición. Y a partir de ahí, así lo cuenta la historia y el propio diario del expedicionario, se produce la catástrofe que llevará a la muerte de todos los miembros del grupo.
Aleix Nolla nos relata los hechos con la frialdad amable de una línea clara, y lo hace con gusto por los detalles. Maneja el ritmo narrativo, que vuelve cadencioso mediante una cuidada planificación de la página, manejando la elipsis con gran acierto y reflejando una realidad áspera sin incidir en matices angustiosos. Mientras los personajes van acusando la congelación de sus miembros, todo parece en calma en estas viñetas. Encuadres calculados, despojados de atrezo (era difícil, apenas unos hombres enfrentados a la nada polar dan para ese minimalismo escénico, claro), un contraste en la paleta cromática que hace convivir lo frío y lo cálido y mucho silencio dan un pulso especial a la obra, donde los diálogos son siempre concisos y transmiten una tranquilidad que huele a derrota. Posiblemente lo mejor por tanto de este tebeo lo encontramos en la capacidad para medir sus recursos que demuestra Nolla, con la que logra el tono buscado, tranquilo pero fúnebre, a esta desventura polar.
Apa-Apa es una de esas editoriales a gusto con el riesgo. Es verdad que “El Polo Sur” no deja de ser una narración clásica, pero no es cómoda, dado el sabor y retrogusto que nos deja su lectura. Y además se inserta en un marco editorial de apuesta permanente: desde hace tiempo Apa-Apa ha arriesgado con el formato del tebeo grapado de toda la vida, en estos días de novelas gráficas editadas en formato de lujoso y grueso libro. Mima el producto final, ojo, que pierde esa naturaleza de cosa fácilmente extinguible, pero con todo supone un retorno a uno de los signos más reconocidos del medio, el comic-book. En este envoltorio la editorial está entregando trabajos tan exquisitos como arriesgados. Nos hemos centrado en “El Polo Sur” porque su épica basada en hechos reales es sin duda un gancho eficaz, pero podríamos citar otros cómics, como el trabajo “Miedo Issue: Trabajo de clase / Nuevos románticos”, un tebeo doble, con dos cómics (de Ana Galvañ y de Marc Torices) donde se exploran angustias adolescentes sin tapujos.
Apa-Apa y su oferta, en fin, evidencia la calidad insobornada de los márgenes, y merece mucho la pena.

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