COLMADO SÁNCHEZ, de Clara Soriano

La colección de tebeos en cuadernillo (comic-book si prefieres) Jaimito, de la editoral ¡Caramba! supone una apuesta decidida por alejar a la novela gráfica del concepto «formato». David Sánchez perpertó en su seno una de sus pesadillas, que en nada difería con otras anteriores editadas en formato libro. La actitud autoral sobreponiéndose por encima de las pautas editoriales. Pero además, la apuesta jaimita da un paso adelante, demostrando que parte del discurso autoral pasa también por la asunción premeditada, no impuesta, de la forma.

Cuado a Clara Soriano, hago hipótesis, le proponen un Jaimito, ella sabe a qué se va a tener que adaptar, pero en un tiempo de renovación conceptual, lo que eso no supone es que se tenga que someter. Clara no hace un tebeo grapado, a un tamaño concreto (comic-book, ya dije) y de 24 páginas exactas porque no le queda otra. Lo hace como… «reto intelectual». Porque para un autor, cuando el paisanaje editorial (en crisis o no) le permite elegir posibilidades que van del libro al álbum pasando por seguir a lo tuyo on line, la oportunidad de recuperar un formato tan querido por cualquier comiquero de pro como el comic-book… es una golosina, no una cárcel.

No entro en el mimo con el producto de ¡Caramba!, pero vamos, «Colmado Sánchez» no es material de apilamiento en esquina oscura de quiosco, sino un pequeño-bello objeto. Tanto como el recién editado «Beowulf» de Santiago García y David Rubín es un gran-bello objeto.

Ok, menuda paja mental. Pero creo que era necesaria. Ahora al mondongo. ¿Qué tal está «Colmado Sánchez»?

Colmado-SanchezPues es un trabajo tramposo porque aparentando y logrando una levedad fresca, no puedo evitar saber que es un tebeo de un tiempo y lugar concretos. Y me explico.

La breve y simpatiquísima historia de un colmado de barrio, con sus clientes de siempre, se lee con la levedad de un soplo. Fresquito. Y te deja una sonrisa. Lo hace porque el tono es amable, el humor, blanco y refinado, y la ejecución más hábil de lo que aparenta. Es un tebeo que parece un trabajo formal sencillo pero que obedece a un interesante estudio previo, pienso. Basta fijarse en la delicadísima gama cromática, y sobre todo en la atenta elección del plano en cada momento. La historia, mayormente ejecutada en plano-contraplano, se enfoca con esta planificación como una experiencia íntima de Encarna, la dueña del colmado. Vemos a la protagonista y vemos a los clientes casi desde la perspectiva de la protagonista. Es un recurso empleado con elasticidad, y hay más puntos de vista, evitando así la peligrosa sensación de estudio de aprendiz («vamos a hacer un tebeo aplicando a machete la técnica del plano -contraplano») y logrando invisibilizar esa cuidada planificación para ofrecer una lectura, ya lo dije, fluida y liviana.

colamdoPero además en el fondo, seguramente sin pretenderlo, este cortito de caña con tapa de ensaladilla fresquísima tiene una segunda lectura, porque el arte se inscribe en un momento y lugar y es materia sociológica siempre. Que Soriano opte por un concepto positivo de la vida «lumpen» y las clases medias, de barrio,  y que su mirada hacia la clase más machacada en estos días de crisis y cinturones que aprietan a quien aprietan sea tan amable, es importante. «Colmado Sánchez» (el apellido más común de los apellidos comunes, no creo que sea fortuita tampoco su elección) es una declaración de que, a pesar de la mierda que nos come (literal incluso), la vida es bella si no te rindes, que decía aquel. 

Pues brindo por ello.

Be Sociable, Share!

Etiquetas:

Escribir un comentario