Sentido y sensibilidad (o para qué todo esto)

Ayer se organizó una charla alegre sobre un tema en twitter: ¿cuántos blogs sobre cómic lees? Quitando los comunitarios, esto es, buscando aquellos como este, creados por un solo individuo.

Twitter es un lugar hermoso para leñadores, para soltar hachazos, vamos, y cuanto más contundente el mandoble, mejor. «Ninguno» o «todo basura» son estocadas tuiteras perfectas. Pero tras la charla existe una reflexión que no cabe en una sucesión de frases entrecortadas a razón de 140 caracteres por cada exabrupto. ¿Qué está pasando con la esfera de blogs hoy, en el campo de la crítica de cómics? La verdad, van desapareciendo, caen víctimas del cansancio (no es algo retribuido, y hay quien le pide a un blog lo que no debería reclamarse a un pasatiempo personal: dinero, ser puente para otro medio, dar notoriedad pública…otra cosa es que vengan a posteriori, cosa que sucede o puede suceder). Pero sobre todo, no le demos más vueltas, desaparecen víctimas de las redes sociales. La blogoesfera nada tiene que ver con Facebook, por ejemplo, pero ¿para qué articular un discurso cuando obtengo lo mismo con un “este tebeo me ha encantado” y un enlace a la editorial para que lo ojees por ti mismo? Es pregunta trampa, obvio, porque un buen blog es un lugar en que buscas algo más, buscas una reflexión mediada, algo de análisis, y quizá también un ejercicio literario (desde Larra nadie dudará que en el periodismo -y la crítica- subyace un tipo de literatura, ¿no?)

Comencemos (comenzón, que diría Tip) por confesar que me apunto al tema de charla de twitter:

Yo apenas leo tres o cuatro. Uno casi fijo, y los otros según el humor y las ganas del día.

Porque hay mucha mierda, porque hay mucho Egocrítico (dícese de persona que antes que gustarle analizar, exponer y reflexionar sus lecturas, saborea el fútil placer de verse importante en su propia exposición pública), porque hay vaivenes de calidad (a veces se nota que el autor está poniendo toda la carne en el asador y otras que está a otros asuntos), y porque en general y salvo en ocasiones, el singular que escribe el blog, en mi opinión (y para el caso es lo que cuenta) no me supone una fuente fiable. Sus gustos, su gobierno de la materia, no me hacen sentir que en su lectura aprendo algo. Es difícil encontrar alguien que a título personal escape de todos esos peros. Por eso, mi twitt es verídico. No es chulesco, me encantaría que sintiese que más allá de dos o tres nombres hay una legión de bloggers españoles de una altura que considere merecedora de un seguimiento, pero la realidad es que mi google reader está poblado de blogs (insisto, blogs personales) que elimino sin leer. Por las causas comentadas.

Pero, ah, la pregunta y el entorno fueron sibilinos. En twitter estaban hablando del tema (y yo incordiando un poco también) lo más más de lo muy muy del mundillo, o si no queremos hipérboles, gente muy sabida en estos temas de la historieta. Que un experto en cómics o un autor consolidado suelte en twitter que qué pasa con la blogoesfera… hay que hacerse antes otra pregunta: ¿cuántos tipos de blogs sobre cómic pueden existir y cuántos existen? Porque puede haber muy diferentes blogs sobre cómics, con intenciones opuestas. Personalmente creo que «Mandorla» (por citar al mejor que existe) y este «Serie de Viñetas» (por citarme a mí, que ya toca) tienen muy pocos puntos de contacto. Son diferentes desde su raíz, desde su intención. Aquel no puede (intuyo) interesar más que a lectores avanzados, a autores y a gente muy, muy del mundillo. Es un lugar (casi el único, diría) en el que siento que cada entrada (bueno, pon el «casi» delante) me enseña algo, que con cada post aprendo. Pero ¿recomendaría «Mandorla» a mi cuñado, que no lee cómics ni los ha leído jamás? No, como no le recomendaría comenzar en este mundillo con ACME de Ware (de hecho el otro día entraba con menda en una librería y me comentó que le llamaba la atención «Neardental»; de Roudier -Norma editorial- y lo comprendo perfectamente). Mandorla es para aficionados avanzados, si se quiere ver así. Mientras que otros sitios, como éste que lees, por mera praxis buscan otro target o lector  (mis reseñas, un 90% de ellas al menos, son extrapoladas de críticas de un diario generalista de provincias con un comprador no especializado, en un suplemento para jóvenes, intuyo, gente preparada e inquieta pero no necesariamente «del mundillo»). Por tanto este blog tiene una naturaleza que es exógena y sus intenciones son proselitistas (sin renunciar a mis gustos y a mi opinión, claro… esto es, puedo hablar de Ware, o de Gurewitch, pero lo haré intentando convencer a un lector de Faro de Vigo, no a Tebeobien, que ya sabe del tema sobradamente y mi opinión no le merece más que la curiosidad -lo cito por ser uno de los implicados en la charla que origino todo esto, como podría citar a cualquier otro allí involucrado).

Y para acabar, una confesión: cada vez comprendo más que mi labor en un diario es buena (lo he hablado incluso con libreros de la zona, y sí, hay quien se presenta con el recorte del Faro) y que aquí, on line, vana. Porque ¿de verdad alguno de mis lectores proviene de la red madre de este blog, «Gente digital«, portal supuestamente de referencia en la información local on line e impresa? ¿Alguien de mi entorno real (amigos, familia) que me sigue en twitter se lee estas entradas, que siempre y puntualmente anuncio en Facebook y Twitter? Lo dudo. Esto ya es especulativo, pero dudo que me lean más allá de cuatro gatos entendidos en el medio y que me conocen on line, lo que me encanta, ojo, porque supone que les interesa mi opinión, saber mis gustos o mis lecturas. Que por tiempo y «oficio» (voy a crítica semanal para el diario , aunque las empaqueto quincenalmente de dos en dos, y de verdad, no doy para mucho más, mi vida me reclama en otras labores más allá de leer tebeos) son lecturas bastante comunes, pienso. NO voy a descubrir nada raro, por acá no suelen pasar tebeos marginales, descubrimientos locales ni material no editado en España. Porque mi blog tiene otra función. Que no cumple.

Pero no soy ningún egocrítico, no me ata mi vanitas, sino ser cabezón. Me gusta poder calzar un pie de foto que me parece ingenioso o chispeante, por ejemplo, e intento salir de la inercia cortapega de mis reseñas para incluir otras cosas, secciones como el análisis de una sola viñeta (algo quizá sí, un poquito más especializado, pero vamos, no siento que descubra la pólvora) o reflexiones generales como la muy polémica sobre la novela gráfica (¿o era con mayúsculas?).

Al final si cabe preguntarnos para qué hacemos un blog, aquellos que lo hacemos, supongo que hay una respuesta clara: para divertirme. Yo aún me divierto con estas cosas a modo personal. Ojalá la intención natural del blog se cumpliese con un lector ad-hoc, pero en todo caso saber que hay un paquete (perdón por haceros objeto) de asiduos que se entretienen sabiendo qué leo y qué me ha parecido el libro, sin esperar grandes revelaciones a cambio sino un texto moderadamente ponderado, pues es suficiente. Después de todo, eso es lo que me sucede a mí con ese (reducido) grupo de blogs que sigo, no sólo aprendo sino que a menudo busco con curiosidad qué le ha parecido a fulanito tal tebeo. Además, quien quiera profundizar en el conocimiento del medio, puede comprar una de las muchas revistas especializadas que hay en el quiosco u on-line (carcajada estrepitosa por el gag final, aplausos efusivos, vitroers, se cierra el telón, y venís todos al camerino a felicitarme e invitarme a champán).

Clowes: el Mejor hablando de lo Peor

POST SCRIPTUM: otro tema es que esta caída de blogs repercute en menos fuentes de información. Sean de fiar o no, la abundancia de blogs permitía prácticamente leer reseñas de casi cualquier novedad que al mercado salga. Lugares más o menos imparciales para ver qué era y qué ha parecido al blogger ese cómic. Hecho que hoy empieza a ser menos frecuente, y en fin, un arte sin crítica, sin medios que lo analicen, lo estudien y lo opinen (porque caídos los blogs, no hay solución de continuidad en otro formato, salvo, terror, las redes sociales), ese medio (al menos para mí) es más débil.

Be Sociable, Share!

2 Comentarios Dejar comentario

  1. Gerardo Vilches #

    Muy interesante, gracias por seguir con el debate de ayer, que se quedó corto (lógico en twitter). La clave para mí está en el «para qué», sí: para qué hacemos un blog. Si la primera respuesta no es «porque me aporta algo a mí», creo que mal vamos. Y luego, lo que dices, yo sí tengo la sensación de que hay gente que en la época dorada de la blogosfera de cómics empezó con expectativas de algún tipo, ya sean tener desde el primer día las mismas visitas que La Cárcel de Papel, pillar servicio de prensa, o dar el salto a un medio profesional que pagase, online o no. Es una sensación, ¿eh? No conozco casos concretos. Luego, claro, aunque eso no se busque, puede pasar: y eso repercute en la cantidad y en la calidad del blog. Si te empiezan a pedir colaboraciones, o si escribes cosas para congresos y demás… eso quita tiempo. Lo que pasa es que, en mi caso al menos, no me preocupa: al fin y al cabo sigo escribiendo de tebeos, lo mismo me da en un sitio o en otro.
    Otro problema es que no surgen nuevos blogs. Bueno, sí, pero no se mantienen. De vez en cuando aparece alguno que promete, pero no aguanta. Últimamente me parece interesante ¿Quién vigila al Doctor Ender? No sé si lo sigues; pero poca cosa más. En fin, qué le vamos a hacer, ya se verá por dónde evoluciona la cosa.

    Un saludo.

    • ¡Coño! Qué alegría. Andaba yo leyendo la entrada de Octavio pensando, «tengo que comentar algo aquí» (De hecho os estuve leyendo ayer en Twitter pero estaba algo líado y las conversaciones tan profundas a 140/tweet me agotan) y me encuentro el elogio de Gerardo. Pues muchas gracias hombre. Se hace lo que se puede.

      Centrándonos un poco en el tema, coincido en que la razón fundamental para llevar a cabo un blog ha de ser una razón personal e intrínseca. Es decir: «Escribo porque me gusta». Lo que pase después ya se verá. Ciertamente sacar adelante un blog (y no hablemos si además te metes en otras webs y en otras zarandajas) lleva tiempo, pero si se trata de una labor que te aporta algo a nivel personal y de la que además aprendes (cosa importante, al menos en mi caso) siempre le encuentras un hueco. Aunque sea para una entradita cada 15 días.

      Por otra parte, en la blogosfera comiquera encuentro como en el resto de ámbitos, uno de los mayores problemas de internet, la democratización extrema. Todo el mundo puede escribir de todo porque…es gratis. Obviamente el hecho de que alguien escriba de algo no lo convierte en un experto en la materia ni mucho menos le da la verdad ni la objetividad de la que habla Octavio. Bucear entre blogs y webs hasta encontrar aquellos que te aportan, que te enseñan, que te motivan y que te arrastran hasta la librería más cercana es tedioso, pero cuando los encuentras merece la pena.

      Y desde el punto de vista del que escribe el blog, encontrar a esos «cuatro gatos» que leen, siguen y aprecian lo que escribes ya es (o debería ser) razón suficiente para seguir con ello.

      Lo bueno de las redes sociales es que todo el mundo se muda para allá, y los que quedan son los que realmente tienen algo que decir más allá de 140 caracteres.

5 Trackbacks

  • Octavio Beares - Sentido y sensibilidad (o para qué todo esto) - http://t.co/g3uRMDse
  • Octavio Beares - no querría ser pesado pero actualicé mi post con un post scriptum: Sentido y sensibilidad (o para qué todo esto)…
  • Gerardo V. - En su blog, @OctavioB_ sigue con el minidebate que se montó ayer aquí sobre los blogs de cómics: http://t.co/awlQtvZE
  • Gerardo V. - En su blog, @OctavioB_ sigue con el minidebate que se montó ayer aquí sobre los blogs de cómics: http://t.co/awlQtvZE
  • Gerardo V. - En su blog, @OctavioB_ sigue con el minidebate que se montó ayer aquí sobre los blogs de cómics: http://t.co/awlQtvZE

Escribir un comentario