Archivo mayo 2011

Viñeta aislada de Jack Cole

Ya se sabe: las necesidades narrativas son algo que marca al cómic, y también, claro, en el diseño interno de las viñetas. Es más, dichas necesidades a menudo derivan de tenerse que adaptar uno a las constricciones del formato y número de páginas que, de antemano, acotan a la obra. Así, los tebeos de la EC y similares eran tebeos breves, de ocho páginas como mucho, a color, que encerraban en ese espacio toda una historia completa. Estaban avocados a proporcionar mucha información en cada viñeta, en su intención de contar algo con su presentación, su desarrollo y su conclusión, todo un relato cerrado en cuatro brochazos.

Leyendo el excelente recopilatorio «Four Color Fear» de Diábolo, donde se aglutinan diversos ejemplos de autores y editoriales de la «época EC» (esto es, un libro que atiende a los que intentaron competir con la gran editorial en los años cincuenta, a veces con más que solvencia) podríamos sacar chicha de cada capítulo y autor, pero me quedo con este bonito ejemplo de cómo contar varias cosas en un golpe de  imagen. Se trata de una viñeta de «A pact with the Devil», obra de Jack Cole para «Web of Evil» nº 9, de 1953. Pura economía tebeística.

Jack Cole en el libro "Four Color Fear, cómics de horror en los años 50", pag.34

La composición es sencilla pero con sustancia, y desde le dibujo ya quedan claras bastantes cosas: la lluvia que cae, el chapoteo que provoca el caminante, la figura fantasmal en primer plano haciendo un marco… aquí hay un tipo que está abatido, y también un cazador, una presencia amenazadora. Vale, que es un fantasma, traslúcido y tal. Pero simplemente el hecho de elegir este formato, con la capa envolviendo al caminante, ya es una elección inteligente.

Elección de encuadre que se apoya, en tanto que mensaje, en el aplicado uso del color. Otra vez jugamos con el hecho argumental, con la idea de que tenemos una especie de espectro tras un pobre ser humano, y lo lógico en la iconografía del misterio es que el fantasma sea así, como azulado… pero no es menos evidente que el empleo de este color hace destacar su figura-marco, y plantea un sino poco aciago sobre el caminante. Más aún al contrastar con el color «real» de la escena, una calle de un único tono violáceo, de calidez sanguínea.

el triangulillo, sí...

Yuyu, chungo. Y enormemente sencillo y económico. Cantidad de información si n una sola palabra. Pero palabras hay, unas cuantas. Y dentro de unos globos, cuya forma tampoco me parece ocasional. Porque de las muchas composiciones formales que Cole puede aplicar, opta por conservar un esquema clásico para el dibujo. Así mediante la composición triangular añade sensación de verticalidad, pues por así decirlo, abre una ventana al cielo y a la lluvia. Los bocadillos podrían perfectamente haber tapado desde el sombrero de copa. ¿Porqué no? Pues por esto:

bocadillos apelmazando

Un toque de photoshop y vemos como la escena se apelmaza, pierde vidilla, proque claro, esa pequeña esquina de lluvia cayendo sobre el sombrero de copa no deja de ser más información… al final, uno cree que en cómic dibujar es informar, y en buen cómic, hacerlo continuamente, sin molestar la lectura, además…

Bueno, por último, hay que reconocer que este esquema debe ser perfectamente clásico, y a mí, lo confieso, me recordó (y lo encuentro curioso y divertido) a una portada clásica y supongo que conocida por todos:

esquemas y motivos recurrentes

Que no tiene más importancia que eso, a dónde nos lleva la memoria a través dde una imagen, y que muchos motivos iconográficos/iconológicos tienen una fuerza esencial, que viene, sin duda, de muy antiguo.

Por último, no perdamos de vista los textos, líneas de diálogo teatrales, enfáticas, sobreabundantes, hiperbólicas… delirio de otra época, en que la naturalidad o el verismo eran inapropiados (recordemos, hablamos de concisión, de poco espacio para mucho cuento).

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GOLFIÑO Y LOS INVASORES, de Fausto

En Faro de Vigo el 20 de Mayo incluí el siguiente artículo, una introducción breve a Golfiño, el personaje más conocido de las últimas aventuras histroietísticas gallegas. Aprovechando el volumen que El Patito Editorial saca a la calle me volví, por un día, regionalista 100% (pronto colgaremos el otro artículo que completó la página de cómic ese día, veréis), y dí eco a un tebeo infantil eficaz, que revela su naturaleza serial pero que resulta perfecto para un lector joven, con su dinamismo, su protagonista carismático y sus aventuras sin pausa entre el humor y la fantasía. Que en fin, no va a ser mi lectura de cabecera (no me coresponde por edad) pero posiblemente a un chavalín le pueda quedar como tebeo de cabecera, como lo fue en mi caso (y salvando las distancias abismales) el Superlópez de Efepé y Jan.

Golfiño“Golfiño”, de Fausto G. Isorna, posiblemente sea el personaje de historieta más arraigado en la cultura popular de Galicia. Creado en 1999 como revista de tebeos de Edicións Xerais, se hizo muy célebre gracias a su etapa auspiciada por La Voz de Galicia (jeje, este dato, elegantemente escatimado en papel… son la competencia!!!!) desde 2002 como suplemento infantil gratuito, forma bajo la que alcanzó la friolera de 89 números. Pero la revista, con autores significativos del cómic gallego y de acabado más que profesional, terminó por ser hibernada, finiquitando con ello una de las propuestas más sólidas del tebeo gallego en los últimos años.

La buena noticia es que El Patito Editorial rescata al personaje cabecera de aquella revista en un tomo donde Fausto recupera parte de su obra, vuelve a entintar añejas páginas, se renueva el coloreado y, con estos oportunos maquillajes, pone en las librerías algo que es clásico y novedoso al tiempo. “Golfiño y los invasores” arranca con una potente campaña que incluye una web (www.golfinia.es) y que pretende reverdecer un icono de nuestra banda deseñada.
La obra de Fausto navega en los parámetros del cómic infantil más desacomplejado, entre la tradición aventurera franco-belga de un “Spirou y Fantasio” de Frankin y el “Superlópez” de Jan (“Golfiño y los Invasores” casi homenajea una de las aventuras más celebradas del superhéroe barcelonés: “Los alienígenas”). También a la escuela Bruguera y a la línea clara de los años ochenta. De este mejunje nace un cómic sólido, personal (Fausto Isorna no es un recién llegado, sino una de las firmas señeras de la historia del cómic gallego, dotado de una clara personalidad autoral). Y más allá de su estilo, dinámico, suelto y expresivo, que se ajusta como un guante a la idea de un tebeo para los pequeños, “Golfiño” es una aventura trepidante, repleta de acción, peligro, humor, extraterrestres y personajes carismáticos como el propio protagonista, un amigable extraterrestre, o su grupo de amigos y compañeros de aventuras.
El libro, por cierto, y como es habitual en la editorial santiaguesa, es una edición impecable.

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Novelty Library de Junio

Pues inauguramos el nuevo formato de «Novedades» desde un evidente guiño a Chris Ware y su ACME Novelty Library. Esta sección, que básicamente consistirá desde ya en una selección -y no una pormenorización- de las novedades del mes entrante, bien podría llamarse «si yo fuera rico», porque siendo básicamente el censo de lo que a priori me parece interesante de las novedades del mes entrante (por tema, pro autor, porque conozco efectivamente la obra…), la realidad es que  no hay bolsillo sensato que aguante el tipo, pero en fin, estas son las novedades de Junio que me llaman la atención, con breve leyenda (salvo una, léela entera, por favor,)… me las compraría todas, aunque no lo haré 🙁

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Un seminario alrededor de la novela gráfica

cartel del seminario sobre "la enegé"

(dale a «leer más» y eso, léelo todo…)

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Fallece Paul Guillon

Estandarte del cómic europeo de los sesenta, Guillon es autor de obras aclamadas y ya clásicas como Los náufragos del tiempo, que puede necontrarse reeditada por Glenat en España, y es uno de los nombres asociados a la revolución estética que supuso Metal Hurlant en la década de las revoluciones culturales y el Mayo francés.

Falleció con 85 años de edad.

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La Viñeta Aislada de Alex Raymond

Me dio por ahí, por recordar uno de los viejos maestros. Empapado como estoy de máxima actualidad (quiero decir, leo lo que leo, sin desatender los clásicos tiro más por cosas «calentitas»), ¿qué sensaciones me produciría observar una viñeta de los años 20, tiempos de prensa, de páginas dominicales, de esplendores gráficos como los que nos brindó el padre de Flash Gordon?

Acudo a una de las imágenes más conocidas de esta serie, la de la bella Dale acicalándose para una fiesta. Por cierto, pensé escanearla, pero mi edición de Flash es la de Ed. B, con un color así como… y una traducción de telegrafista, así que viva Google Images.

Flash Gordon de Alex Raymond 1937

Bueno, no se puede dejar de admirar el pulso pictórico, en cuanto a iconografía , de Raymond. Desnuda la escena de todo atrezzo innecesario a la manera de los neoclásicos (ojear a David, por ejemplo, puede ser ilustrativo en este sentido, cómo prescinden sus obras de todo elemento no esencial): los cojines y las lujosas sedas enmarcan la figura de Dale para acentuar el «glamour», no hay más escenografía. Y en cuanto a composición, encuadra con mesura y evita los manierismos, evitando puntos de vista exagerados (sólo un levísimo contrapicado para resaltar la bella figura… en otras ocasiones sí buscará una expresividad en el encuadre, pero ahora no sería más que distracción).

Por otro lado, si atendemos al color de esta imagen y lo consideramos el original, el potente rojo del vestido, tan sanguíneo,  acentúa cierto erotismo femenil. También advertimos un cromatismo de ruptura en el azul tenue del espejo. Esto es información, por supuesto, más allá de la mera estética. Con elementos pásticos se describe una cualidad de la mujer, la importancia que se otorga al pequeño espejo de mano no es ocasional. El mensaje es obvio; Dale se está preparando para una fiesta, y adopta claramente la imagen de la Vanitas, la Venus ante el espejo y lo sensual femenino. Evidentemente volvemos a lo pictórico: más allá del estilo gráfico, realista, también los motivos iconográficos que usa Raymond provienen de la historia de la pintura,

Bellini, mujer peinándose, 1.515

Venus de Ingres, 1848

Pero claro, Flash Gordon no es un lienzo romántico, ni mucho menos un motivo renacentista. Hay más paralelismos contemporáneos al autor, también fuera del mundo del cómic… en las glamourosas divas de Hollywood:

Dolores del Río, diva-llywood

El gesto exagerado de Dale, su posición protagonizando la escena (por cierto, con su cuerpo dispuesto en diagonal, otro elemento formal perfectamente calculado), la sonrisa afectada aunque discreta… los modelos fotográficos están claros en Raymond. Hoy, cuando advertimos que buscar referentes fuera no siempre puede ser lo mejor para el medio (tampoco pienso que sea necesariamente malo, conste), contemplar cómo este lejano Alex Raymond asumía su condición de ‘bastardo’ ofrece curiosísimas perspectivas, y desde luego, no todas negativas.

Pero, más aún, no olvidemos que hay palabra escrita, y es interesante atenderlo, y cómo lo que se escribe y lo que se ilustra entran en diálogo. «Acabado su trabajo, Dale va a su habitación…  y tarareando feliz se prepara para la fiesta«. Más o menos esto es lo que se dice. Bueno, estamos en tiempos de economía al narrar, hay que contar cuanto más mejor, en el espacio de una página (o media, o en una tira diaria). La información textual da para una escena de varias páginas en un manga de Tezuka, pero en Raymond y para el formato de la página dominical a color, lo importante es yuxtaponer una imagen-significante a un texto narrador. La imagen es casi un posado, inerte, pero cataliza toda la acción ilustrada por el texto; la coquetería, la satisfación de ¡oh, sentirse tan bella!, que diría la Castafiore de Hergé, etc. Es otro modelo de cómic, añejo, acaso ya superado en cierto sentido, dada la pluralidad de formatos de publicación en nuestros días (aunque ahí siguen las tiras diarias y las páginas dominicales más actuales, ojo), pero sobre todo es un método de trabajo que obliga a soluciones tan delicadas que evidencian tanto el magisterio… como la torpeza. Ante las dificultades impuestas por agentes externos, un Raymond se crece y hace la diana necesaria para su historia, acierta con el tono, su estilo majestuoso y realista es el adecuado para las aventuras de Flash Gordon… y como por ahí empiezo a alejarme del estricto marco de esta viñeta, casi lo dejamos en este punto.

Hasta la siguiente viñeta aislada.

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La Viñeta Aislada de Jaime Hernández

[Inauguramos sección, la cual se explica AQUÍ, por si no se me enteran]
Jaime, he aquí un misterio. Bueno, claro que no, todo es explicable, y los secretos de la excelencia del autor de «Locas» son descifrables. Su dominio de la secuencia, su elegancia al diseñar la página, su valiente exploración de recursos aplicados a una narración siempre cristalina… pero con todo aquí, en Jaime, existe un nosequé que, creo, nos embelesa a todos sus seguidores. Es un talento brutal para expresar con mínimos rasgos la exactitud de una emoción, de un pensamiento interno de sus personajes, y con ello logra la siempre ansiada tridimensionalidad. Nos creemos a sus chicas porque sólo comprendemos parte, lo que se trasluce de sus actos, sus gestos, sus palabras, sus silencios… e intuimos que algo más se nos escatima. Hay vida en las Locas, y una cierta magia.

Penny Century, ed. La Cúpula, 2011. Pag. 233

Uno mira este retrato en cinco trazos y no acaba de encontrar el secreto, ¿cómo ser tan exacto con tal economía gráfica?

Pero lo que me llamó la atención en esta ‘viñeta aislada’ es el encuadre. En una historia (y en un libro, porque podemos decirlo de todo «Penny Century») donde no abundan los primeros planos, Jaime se acerca brutalmente a Hoppey en esta imagen. Lo hace porque «sale» del relato inmediatamente anterior. Me explico: las páginas previas no han sido nada más que el relato de unos hechos del pasado, que Hoppey cuenta a sus compadres. No abunda para ello en carteles, primeras personas o voces en off, así que la ‘vuelta al presente’ nos la recalca con este encuadre tremendamente cerrado.

Un recurso sencillo, no novedoso, desde luego, pero en su uso, casi imperceptible pero totalmente eficaz, Jaime nos hace (me hace) quitarme el sombrero otra vez.

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Nueva sección en «Serie de Viñetas»

Bueno, poco que explicar. Dentro de la categoría ‘Opinión’, y con su tag «Viñetas aisladas», a partir de YA inauguro una sección, o algo así, donde colgaré una única viñeta para disertar sobre ella. Supongo que lo más normal será traducir al blog lo que una imagen concreta, durante una lectura, me ha provocado como lector. Tampoco descarto acudir a mi biblioteca, sacar al tuntún un cómic, ojearlo y detenerme donde sea para hablar, aquí, de esa viñeta.

Que se preguntarán ¿porqué no páginas enteras? Pues la verdad, porque eso ya lo he hecho en «El Octavio Pasajero» (mi blog con solera, ya sabrán) y es trabajoso. Y no, no estoy por la labor de darme más curro, sino de divertirme mucho con lo que hago. Nada es inamovible, pero en fin, la idea es «la viñeta».
Eso sí, serán viñetas con más chicha que esta:

Rob Liefeld echándosenos encima

Y ya pueden leer sobre la marcha la primera Viñeta Aislada, AQUÍ

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Fallece jeff Jones

Integrante de The Studio, un grupo de autores que en los años setenta lucharon por renovar y otorgar nuevo prestigio al cómic en estados Unidos (con firmas como Barry Winsor-Smith, Kaluta o Berni Wringston, adalides todos de aquello que se llamó ‘prozine’), Jeff Jones no es demasiado recordada, aunque tanto como autora de cómics como en su faceta pictórica e ilustradora merece admiración.

 

La fuentes aún son equívocas, pero parece que efectivamente ha fallecido.

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Novedades

‘Remodelación brutal’, que diría Sattouf…

Francamente, y lo digo en caliente tras hacerlo hace un rato (postear Novedades de Planeta para Junio, digo) me cansa colgar obsesivamente todos los boletines de novedades. Me cansa por dos motivos principales: es impersonal, y es incompleto. Ello resulta una contradicción que atenta contra la natura de este blog, además.

 

tenerlo todo dentro... ¿fin último del blog?

«SdV» es la ventana de un servidor para hablar del mundo del cómic. Es, en cierto modo, un esqueje de mi blog personal («El Octavio Pasajero«, mas de seis años dando la brasa on line), un lugar sólo para el cómic, y por tanto con posibilidades de ser más completo que un post de vez en cuendo en un marasmo de entradas diversas (en mi otro blog se trata de cualquier cosa que me pique). pero es, ante todo, mi mirada al medio, al mundiollo de la historieta. Sea colgando reseñas y críticas escritas para otros medios, sea para disertar sobe la novela gráfica o sobre la línea clara, ‘Serie de’ es mi mirada al cómic, ese arte que adoro. No una escalera mecánica en la que depositar pedeefes, sin alma ni mucho menos pasión. En un principio ví cómodo aprovechar el generoso servicio de prensa, pero el cortapega, el adjuntar a Google Docs (u otro gestor) los pdf, para luego «añadir» y fiesta, es una labor pesada y poco gratificante, que además apenas refleja nada de mí. Así que vamos a resetear, a ver qué pasa.

A partir de este punto, la categoría «novedades» se reduce en sus apariciones estelares, y consistirá en un recopilado (una selección personal) de aquellas novedades de las diferentes editoriales que a mí me interesan, me resultan curiosas (para bien o para mal) y me sujieran algún comentario. Nada cerrado; si tras un recuento en el mes previo, resulta que salta una novedad inesperada y que me pide a gritos hablar de ella y avisarla, pues saldrá un post de Novedad, nadie me lo impide, claro…

En todo caso, para completistas de la edición nacional mes a mes, les recomiendo algunos blogs «de grupo», como «Entrecomics» o  «Trazos en el blog», donde no se perderán ni una editorial, ni una novedad, ni un título, o casi…

Ea. En breve, post de «Novedades; la Nueva Era».

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