23 FOTOGRAMAS POR SEGUNDO, de Albert Monteys
«23 fotogramas por segundo» de Monteys (Ed. ¡Caramba!) es una recopilación de chistes intuyo que bastante «inencontrables», que ofreció el creador de Calavera Lunar en El 50, el diario del Festival Internacional de Cine de Gijón. Hechas las aburridas presentaciones procedamos con lo divertido, su lectura.
Monteys es un animal del humor, alguien que vive la primera línea del francotiro satírico. Este libro se centra, claro, en el cine. Es un compendio de chistes sobre el séptimo arte que, siempre con un gesto amable, no deja títere con cabeza. Cada página del cuadernillo (que se abre y lee horizontalmente, algo que me recuerda, no sé porqué, a una claqueta) explora una cuestión, responde a una pregunta en una serie de viñetas agudas. La crítica «cinéfala» (que diría Rappel), los trailers, los espectadores… todo es mirado y todo es objeto de chiste.
No hay alardes formales de puesta de págna (delata así con este pragmatismo «ecénico», quizá, su procedencia original), sino ristras de viñetas bien prietas, de acabado sencillo para hacer la lectura ligera, y cargadas de dibujos simpatiquísimos (el más, su autorretrato, me pierde su autorretrato).
Ni le pido ni me ofrece una Obra Definitiva que Revoluciona el Panorama, sino que 23 Fotogramas por segundo es lo que es, un refresco para la cabeza del lector sobre un tema lateral en nuestras vidas (a mí los entresijos del cine y sus grietas, vamos, me importan lo justo, que es muy poco), con ironía, guasa y observaciones alrededor de esa mitología kitch contemporánea que es el celuloide. Como tal, refresca más que diez quilos de fantasmikos, así que objetivo cumplido.
PD, una chorrada, al guardar imágenes para ilustrar este valiosísimo texto me di cuenta de que, resumiendo, el cómic puede acabar referido como 23 F, tomad parida.