OJO DE HALCÓN: PEQUEÑOS ACIERTOS, Fraction, Aja, Pulido y… otros
Publicado en Faro de Vigo.
El mejor tebeo de superhéroes actual.
Ojo de Halcón es un miembro de Los Vengadores que, bajo las batutas de Matt Fraction y David Aja, vive una vida paralela tragicómica y lumpen.
Los superhéroes no pasan, en términos de creatividad, su mejor momento. Convertidos en franquicia de pulpa de papel de las grandes superproducciones de Hollywood (y no al revés), pierden fuelle, emoción y magia. Perpetúan los peores tics ensayados desde los ochenta (continuidades irracionales, cruces de colecciones sin ton ni son, dibujos de poses chachis con poco empaque narrativo) y viven del cuento. Del cuento que cuentan las películas de sus respectivas franquicias (Superman, Spiderman, Batman…)
Hay que buscar entonces en las colecciones menos “fashion” para toparnos con algo de creatividad e ilusión. Al menos la poderosa Marvel luce un buen puñado de títulos decentes, moderadamente inventivos. Otros pocos notables. Y uno sobresaliente. Al menos cuando los hados hacen coincidir al guionista Matt Fraction con David Aja, su dibujante de cabecera que a veces, imposiciones de periodicidad mensual, podemos imaginar, es sustituido por otro ilustrador mucho menor que él.
Esto es un hecho y hace que una colección como “Ojo de Halcón” (Panini la edita en España, va por el segundo tomo) sea una serie con flashes cegadores, algunos de los relatos más asombrosos, experimentales y fascinantes del género. La pena es que cuando acabas de leer historias tan asombrosas como “Lo mío es la pizza” (“Pizza is my business”, en el original) Aja ha desaparecido y lo sustituye alguien. ¿Qué más da quién? “Pizza is my business” es una demostración de talento tan grande que solo merece una continuación creada por el mismo equipo. Pero hay que ser revista mensual, no importa la calidad de lo que estamos generando.
Lástima, porque cada tebeo de Aja y Fraction es una joya. El de la pizza, sin ir más lejos, está narrado desde la óptica del perro del héroe. Un perro normal y corriente, nada de Krypto, ojo. Qué ve, cómo razona un cánido, qué entiende del lenguaje humano. Un alarde de planificación al a altura de un Chris Ware, o casi. Y aunque esta es la historia más impactante de esta serie, las restantes firmadas por el dibujante de Valladolid no son mancas: ejercicios de estilo brillantes que nunca pierden el sentido del humor ni las ganas de divertirse y asombrar al lector. Los tebeos Marvel eran así. En 1970 al menos.
Pero ojo, pese a los inevitables altibajos por los cambios de dibujante, el segundo tomo en castellano de “Ojo de Halcón” (titulado “Pequeños aciertos”) incluye un relato ilustrado por Javier Pulido que, alegría, sí está a la altura de Aja. Pulido entiende perfectamente qué tiene entre manos, una comedia de acción con toques de intriga que avanza a golpes de bendita locura. La necesaria para hacer de los superhéroes los personajes chispeantes y alucinantes que eran.
Aunque en “Ojo de Halcón” jamás veremos uniformes-pijama, pocos archivillanos y escasas hipérboles propias del género. A ras de suelo, el héroe defiende a amigos y cercanos de matones y gángsteres de barrio pobre. Y con estos mimbres, ¡zaca!, Matt Fraction y David Aja han hecho historia en el género.