NO OS INDIGNÉIS TANTO, de Manel Fontdevila
Publicado en Faro de Vigo
Reflexionando el presente para cambiar el futuro.
Manel Fontdevila vuelve al cómic con una obra reflexiva y enojada, un análisis de nuestra sociedad y del momento actual necesario y lúcido.
Manel Fontdevila es bien conocido por su papel en la renovación de la revista satírica “El Jueves”. Además de haber dirigido la cabecera entre 2000 y 2004, en su seno desarrolla las historias de “La Parejita”, y, con Albert Monteys, “Para tí que eres joven”. Además se cuenta como uno de los mejores humoristas gráficos merced a sus dardos para el diario Público y “Eldiario.es”.
Pero hacía mucho que Fontdevila no presentaba obra nueva que no procediese de sus entregas periódicas (carne de recopilación), por lo que “No os indignéis tanto” (Astiberri editorial) ya tenía, a priori, puntos de interés. Con la lectura el apriorismo se convierte en certeza absoluta: Fontdevila es un equilibrista del lenguaje historietístico y uno de nuestros autores más importantes. Además, enormemente lúcido.
A partir del “Indignaos” de Stéphane Hessel, “No os indignéis tanto” vertebra un discurso brillante, ponderado y hasta autocrítico. No es Manel dado a erigirse en tótem de La Verdad, pero sí es indudable, a la luz de su obra reciente, que tiene las ideas claras y un modelo de sociedad definido. Su nueva novela gráfica es la cristalización diamantina de esta mirada al mundo. Como decía, autocrítico, uno de sus puntos fuertes. Porque comenzar un discurso sobre cambio social con la indignación anecdótica, mundana, de un retraso aéreo en la pista de despegue, nos da la medida de la ironía finísima del autor.
Es un punto de partida anecdótico para desarrollar un discurso perfectamente construido: la clase política, la sociedad bipolarizada, el movimiento 15-M, son los temas que a partir del “Momento avión atascado” desarrolla Fontdevila con retranca aguda. Y si, en cierto grado, hasta aquí el tebeo trata un poco los temas más “globales”, llegados al ecuador de la obra aparecen cuestiones que, desde lo específico, van a discursar sobre lo global. Me explico. A medio viaje el autor cuenta la anécdota de “Le gorille”, una canción de Georges Brassens de 1952, escándalo de su tiempo. Aquí entra en la disertación “fontdeviliana” el humor, y la obra se expande. A partir de Brassens aparecen los límites del humor, la censura, el papel catártico del bufón, los Monty Pyton o El Jueves (y el tema del secuestro de la portada de los Príncipes de Asturias). Humor a través de casos concretos para analizar sus términos, sus objetivos reales o, enorme aquí Fontdevila, ese concepto pernicioso que es el “humor inteligente”. Y finalmente, el tema de la desobediencia legítima, casi cerrando círculos.
Un texto, en fin, lúcido e incendiario que además se enriquece con su construcción. Manel Fontdevila es un autor de cómics, domina los recursos, conoce a los autores punteros, abreva como una esponja y crea. Crea con la forma, experimenta con la diagramación, innova aplicando recursos casi inauditos y que lo acercan a autores del calibre de Seth o Chris Ware. Porque “No os indignéis tanto” experimenta sin perder el norte y demuestra que en el cómic hay un universo de maneras de contar historias aún inexplorado. El noveno arte se enriquecerá mediante la osadía que demuestra aquí Fontdevila. O mejor dicho: Fontdevila enriquece al noveno arte.
luchino #
Lo acabo de leer, y coincido con tus apreciaciones. M. F. es uno de los grandes del comic actual, y, como apuntas, enormemente lúcido ( al igual que lo es El Gran Wyoming )