«¿Es que nadie se atreve a decir que este señor dibuja mal?»
En el siempre recomendable blog Entrecomics han publicado una jugosa entrevista con Mauro Entrialgo que ha generado uno de los debates blogueros que cíclicamente reaparecen. Pensaba francamente que ‘nunca mais’, que el asunto estaba hoy por hoy muy superado, pero cuando el primer comentario que se hace reza las palabras literales del título de este post, está claro que no, que vuelve. Y lo hace por (pienso yo) diversos motivos nada baladí y más interesantes de analizar que mediante un twitt despreciativo sobre el asunto. Porque en el fondo continúa un tema que ya he tratado hace meses en este blogs, el de cómo se considera al cómic, pero lamentablemente injertado en los baremos de calidad de los lectores de historieta más acérrimos. Los que, creo , deberían entender las cosas de otro modo.
Personalmente hace mucho que comprendí que en historieta lo iportante no es dibujar bien. Porque ¿qué es dibujar bien? No ya en el mundo de las viñetas sino en el arte.
¿Esto?
¿O esto otro?
Creo que nadie duda de que ambas formas son perfecatamente válidas porque obedecen a diferentes intenciones y opuestas formas de entender el arte (y la vida). Es algo que se estudia en la ESO (espero), es una obviedad.
Del mismo modo nadie en su sano jucio y con un mínimo de cultura dirá que esto lo hace mi sobrino de cinco años:
Aunque claro, todos sabemos que Picasso, además de «esas cosas»… «sabía hacerlo bien»
Esta idea relega la experimentación formal a una base, una pericia. Viene a decir que para destruir hay que ser un buen artesano antes. Hay que hacerlo bien. Y no digo que esto no sea así, de hecho creo que efectivamente para destruir hay que conocer y dominar lo que se destruye. Feo verbo, no hablamos de destruir, sino hacer avanzar las cosas, pero nos entendemos, ¿no?.
Picasso es una obviedad, tiene mucha obra anterior a la radicalidad cubista que demuestra esa capacidad, esa habilidad. Pero me pregunto si el fin del arte es ser imitación o reinterpretación… el románico ya nos demuestra que lo segundo, claro. Y el siglo XX. Esa interpretación sostenida en el «saber imitarlo» tiene claros paralelismos en el cómic. Chris Ware es evidente que sabe dibujar, emplea estilizadas formas y un detallismo brutal (al menos en sus diseños de página), pero nada realista, no es imitativo, salvo en sus ya famosos cuadernos de dibujos:
Pero todos sabemos qué hace luego en Acme Novelty Library…
Es un ejemplo TAN manido que casi aburre, lo sé. Pero nos sirve para entender otra idea… el problema, entonces, surge cuando el artista nunca demuestra públicamente que pueda representar la naturaleza de un modo verista… ¿cómo determinamos que Entrialgo puede hacer algo como el cuaderno de bocetos de Ware? Sin embargo, la imposibilidad de responder (no sé si en el caso concreto de Mauro, pero sin duda sí en el de otros autores, o en todo caso, en futuros autores de estilo «maldibujo»)? El lector entonces tiene su asidero para decir que NO sabe dibujar… lo que equivale, ay, a que no sabe hacer bien su trabajo, según este canon de calidad en historieta. Y podemos determinar que es un razonamiento de humo:
- Valoraremos la capacidad de imitar la realidad de un modo gráfico naturalista.
- Si el autor no recorre ese camino (sea Entrialgo o un pintor románico) podemos entender que no puede, o demostrar que sí puede aportando obra-ejemplos.
- Si no hay ejemplos… concluimos que efectivamente ‘no puede’. No sé porqué, pero lo haremos: es tan fácil negarlo como afirmarlo, ante la falta de ejemplos… pero en fin: no hay pruebas=»no puede».
- Y es una conclusión crítica, porque como hemos dicho, no poder imitar con un grafito la naturaleza convierte al artista en mal artista según esta línea de razonamiento.
- Pero ojo, para el románico de marras, esto no vale, porque fue hace mucho y no sabían…
- No saber, sin embargo, hoy, me sirve para desacreditar al artista, aunque sus intenciones tengan más parecido con la reinterpretación románica (por cierto, de clave mística y neoplatónica, ninguna broma) que con David, por seguir el ejemplo.
Es un razonamiento que hace aguas. Porque incluso, y esto es historia, el cuadro de los Horacios que abre este post, tan «naturalista», fue en su tiempo denostado por la Academia. Era una barbaridad, para el canon naturalista de su momento. La perspectiva falsa, que podemos ver si estudiamos la dimensión de los cuerpos y su distribución en un suelo embaldosado, es antinatural. Lo repito, denostado. Por quienes entendían el arte como una receta academicista inamovible.
David en su tiempo se pasó las recetas por el Arco de Tito, Picasso también.
Y lo entendemos. Y el valor de su obra no está en discernir si en el fondo «sabían o no sabían hacerlo bien», sino en cómo tiraron para adelante más allá de los cánones asentados en su tiempo.
Bien, el cómic debería ser hijo bastardo de todo esto y lo es. Más aún, el cómic usa el dibujo para contar, narrar, es parte del mensaje, no sólo ilustra sino que da tono, da «forma literaria».
Quien ve esto…
y lo compara con esto,
… entiende por el modo de dibujar de ambos autores… que está ante «textos» de mensaje opuesto. Que el dibujo elegido (en ambos casos poco naturalista, uno por la vía del expresionismo, otro por la del sintetismo) busca reinterpretar la realidad. NO deberíamos detenernos en si esa reinterpretación es esteticista, «bonita», o todo lo contrario, o si tiene amarres con el dibujo naturalista, un poso con el que advertimos que al final podemos adivinar que el autor «sabe» representar la realidad de un modo verista… Porque el verismo no entra en las consideraciones a tomar para entender ambas obras (sobre todo la de Chippendale, claro).
Representar la realidad no es algo blanquinegro, nuestra noción de esa realidad natural nada tiene que ver con la Renacentista, ni aquella con la del arte egipcio, ni esa con la del cómic de prensa de los cincuenta, ni dichos cómics guardan demasiada relación con una historieta que por fin entiende que el dibujo es un medio más para transmitir una narración. Que no siempre obedece al imperativo de ser realista. Está claro que Blueberry no debe ser ilustrado como lo hace Chris Ware, pero también que la barbaridad de Chippendale no se beneficiaría del estilo de Giraud.
Me da igual saber si el bruto percusionista de «Lighting Bolt» (sí, Chippendale es músico) sabe dibujar primorosamenta la plaza de su pueblo. Su obra transita otra senda. La de Maruo Entrialgo, también, y no es un camino «peor» que el de Gir, el de Sydney Jordan o el de Luis García.
Por cierto, ¿sabían dibujar estos dos?
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- Octavio Beares - Me acabo de dar gusto al cuerpo: "¿Es que nadie se atreve a decir que este señor dibuja mal?" -…
- Gerardo V. - Sobre la "polémica", por llamarlo algo, del buen o el mal dibujo, lean esto, anden: http://t.co/scD3fQhX
- Olga Ayuso - Sobre la "polémica", por llamarlo algo, del buen o el mal dibujo, lean esto, anden: http://t.co/scD3fQhX
- Andrés Chueca - Sobre la "polémica", por llamarlo algo, del buen o el mal dibujo, lean esto, anden: http://t.co/scD3fQhX
- gentedigital - “¿Es que nadie se atreve a decir que este señor dibuja mal?” http://t.co/j5vnIQFh
- Demetrio Babul - Esa gente que no sabe dibujar bien => http://t.co/Hwvhe6lF
Gerardo (The Watcher) #
Creo que es difícil poner ejemplos más certeros, Octavio. La pintura románica… mi profesora de Historia del Arte de COU nos contaba cómo en la «edad oscura» se había perdido la técnica grecolatina y eso había empobrecido el arte, hasta la llegada del Renacimiento… Una visión del arte ingenua y desfasada, decimonónica, pero la mujer era mayor y así se lo contarían a ella. Hoy sabemos que la técnica no se perdió, ahí seguían las obras clásicas, no las escondieron en un almacén hasta que Miguel Ángel las desempolvara. Lo que sucedía era que los artistas románicos estaban interesados en transmitir otras cosas. El virtuosismo se entendía que desviaba la atención y difuminaba el mensaje, casi siempre religioso… Bueno, esto lo sabes tú mejor que yo. A lo que voy es que, en realidad, no dista mucho de lo que hacen Mauro Entrialgo, Chippendale o Chris Ware. Porque la finalidad del arte no es siempre representar la naturaleza tal cual es (¿cómo es, por cierto?) o el goce estético, e históricamente así se ha demostrado. La pintura paleolítica nos sorprende por su increíble realismo, por su detalle a la hora de representar la realidad. A mí me asombra mucho más la de ciertas etapas del Neolítico, donde lo que vemos son muñecos esquemáticos de palotes: es decir, abstracción y síntesis hace ¿30.000 años? Lo digo a bulto, pero para entendernos.
Y ahora resulta que en 2012, hay gente todavía a vueltas con una visión del arte de hace siglo y medio, siendo generosos, que mide la calidad de un trabajo en función de sólo un único canon, un parámetro que es, simplemente, uno más. Y como dices, en el cómic, medio narrativo casi siempre, todavía es más sangrante. Sobre todo porque además todo está plagado de prejuicios. ¿Hay dibujante que rompa más a lo bestia el canon clásico que Kirby? Y ahí estarán todos los popes del cómic de acuerdo en que es un grande, ¿no?
Octavio B. #
todo el post podría reducirlo a esto:
El románico no se esfuerza en representar la realidad de un modo natural porque la auténtica Verdad está en Dios, y es imposible representarla con la imitación de la naturaleza (el gótico, diría yo a bulto, ya cambia, entiende la belleza de Dios reflejada en el mundo).
de un modo parecido, el cómic no busca siempre representar la realidad de un modo natural porque la intención del dibujo en historieta no es siempre representativa. Sin embargo siempre es un componente de la narración y en este sentido debe entenderse y valorarse el apartado icónico de la historieta.
¡Y sin una sola imagen, que anda que no me llevó currele…! hacía mucho que no me paraba tanto en este blog 😀
Olga #
Mira, voy a escribir en un sitio de arte poniendo la dirección de mi blog de cocina. Yeah.
Te estaba escribiendo antes, pero me tuve que ir a un juzgado, que los del Festival de Mérida presentaban una demanda. Ellos no: quienes han trabajado para ellos.
El buen o el mal dibujo son «objetivables». Más o menos, ya sabéis, todo lo objetivable que puede ser algo artístico, teniendo en cuenta que esa objetivización nace del consenso.
Pero hace mucho tiempo que esa objetivización no establece que, para dibujar bien, hay que dibujar de un modo hiperrealista.
De todos modos, yo venía a hablar de mi libro.
Y me hace mucha gracia cómo ocurre en todas las sectas, oye. En sentido estricto. Los gays andan a la greña, discriminando, muchos de ellos, a los gays con pluma. Las lesbianas, dividiéndose en femmes y butches. Los vegetarianos y los veganos a la greña. Los comiqueros en dibujo bueno/malo y nomenclaturas. Pero luego todos dicen: no queremos que nos discriminen; es bueno no comer animales; hay que tratar mejor al cómic y darle el lugar que le corresponde.
Y una espera seguir mirando todo eso desde fuera. Perder el tiempo en educar a los demás es agotador. Hay libros, hay tebeos, hay estudios, hay Facultades de Bellas Artes. Que les eduque su padre, oye.
Además, qué carajo. Es que me revienta sobremanera que se ataque a una persona que está viva y que lo puede leer sin ofrecer ninguna crítica real, con comentarios que parecen más movidos por el odio y la envidia que por un sentido crítico sensible.
Ea, ya me he despachado.
Octavio B. #
el buen/mal dibujo son objetivables, pero con la base de cuál es la función de ese dibujo 😉 A veces leo críticas a dibujantes de cómics (Sfar es un fijo en este tipo de charlas) dond eme d ala impresión de que los que hablan no pillan qué es el cómic y cuál es el sentido del dibujo en el cómic.
Y además vienen viciados por unas ideas sobre qué es el buen dibujo que, a la luz de la historia universal del arte, apenas podremos circunscribir al siglo XIX y a Europa. Es buen dibujo el naturalista. Punto.
Pero para el cómic, bueno, no me repito, ya sabemos. Es otra cosa, no es ilustración, ni pintura. es otra cosa, porque es otro arte, simplemente.
No creo que todo esto tenga que ver con veganos/vegetarianos o con femmes y butches, que son opciones, digamos vitales, sino simplemente con ideas estéticas sobre qué es, al fin y al cabo, la belleza.
Por otro lado, hablas de educar… bueno, busca mis comentarios en Entrecomics y verás que me pasé de puntillas por el asunto allí donde se cuece. Paso de darle al tema. Pero esto es un blog sobre historieta y al hilo de la actualidad me gusta dar sentido a una Categoría que se llama «Opinión», y que no es la de «Reseñas», simplemente.
Y me gusta charlar: si alguien me argumenta porqué Entrialgo, Sfar, Spiegelman o Satrapi son malos ilustradores de cómic, y me parecen argumentos sólidos (auqneu no los comparta) seguiré la charla si nadie se acuerda de mi madre, que es una santa y no pinta nada en todo esto XD
Raúl Martin #
Yo sí me atrevo a nombrar un mal dibujante: ¡Rob Liefeld! Entrialgo no me parece malo, sino simplista, minimalista. Y eso puede ser tanto un defecto como una virtud, según el criterio de cada uno.
Personalmente, prefiero el dibujo más trabajado, pero no por ello desmerezco el trabajo de los que no lo hacen.
Octavio B. #
ADLO te perseguirá el resto de tus días! 😉
David #
Gran artículo. La verdad es que tan lamer son los comentarios tipo «El señor x dibuja garabatos pero tiene detrás una formación clásica acojonante» como los «éste no sabe dibujar».
La clave está en si el autor consigue transmitir algo único con su «maldibujo». La pena es que entre los Mauros, Chippendales, C.F.s, Sáez.. se nos están colando un montón de caraduras que piensan que van a dar el pego por compartir «corriente artística» con los que de verdad valen. Revisando las páginas de Mome se pueden ver muchos ejemplos de ello.
Octavio B. #
bueno… tan caradura me puede parecer un «minimalista» del lápiz como un Rob Liefeld, francamente. No, el método naive no es un modo fácil para intentar colar nada, máxime en esta coyuntura (ver entrada entrecomiquera) en que al menor signo de síntesis ya te clavan el sanbenito de «timo» o «eso lo dibuja mi sobri…etc».
Gerardo (The Watcher) #
Eso es cierto. Es una obviedad decirlo, pero aquí nadie defiende el «todo vale». Y lo que hacen los autores que nombra Octavio en su último comentario NO es nada fácil. Vamos, yo no sería capaz de hacerlo. Dar con un estilo propio es una cosa jodidísima.