Archivo | Inteligencia RSS para esta sección

Palabras precoces

Buceando en FronteraD, web muy recomendable para la estimulación de la inteligencia y la divulgación científica, me topo con un artículo muy interesante sobre la importancia de la estimulación precoz del lenguaje para favorecer el aprendizaje en los niños. A continuación tenéis algunos de los estractos más interesantes del reportaje Palabras, palabras, palabras…:

[…] «Las estadísticas continúan, siempre en el mismo sentido: el niño negro y pobre de un barrio como Harlem parte con desventaja; incluso en datos, a primera vista tan peregrinos, como el número de palabras que oirá en sus tres primeros años de vida: treinta millones menos que uno blanco»…

[…] «En la Escuela para padres de Harlem Children’s Zone, donde los cursos tienen una duración de nueve semanas, dos ideas son básicas, como cuenta Paul Tough. La primera, la lectura a los niños para que oigan el mismo número de palabras que sus pares de clase media. “Leed en voz alta a vuestros hijos; leed a los niños por las noches”, les recomiendan una y otra vez los profesores, como si fueran el mismo Hamlet de Shakespeare cuando dice: “Palabras, palabras, palabras. La segunda idea fundamental es enseñarles que el mejor método disciplinario no es la bofetada sino hablar al niño, mostrarle la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal mediante la palabra, su significado y su entonación. “Una de las cosas más desalentadoras es la forma en que los padres se dirigen a los niños y les imponen la disciplina, tratándoles de forma pasiva e imponiéndoles que se muevan a su orden”, explica Canada»…

[…] «Hasta el momento, Harlem Children’s Zone es un éxito de tal magnitud que ha llamado la atención de los responsables de Educación de EEUU. Durante los últimos cinco años, la escuela ha mejorado sus índices de excelencia en muchas materias; por ejemplo, ha logrado que el 100% de los estudiantes de ocho años tengan mejores notas en Matemáticas que el resto de sus compañeros del estado de Nueva York»…

Estamos rodeados

Y por todas partes. Es como si hubiera un casting permanente para notas e imbéciles y las colas llegaran hasta el Monasterio de Lourdes. Todos sabemos que uno de los sectores más devastados por la crisis es el del automóvil. Resulta que al igual que otros gobiernos internacionales, el de esta España de alquiler por regiones, autonomías o países (según PIB per cápita) ha decidido hacer algo. Si contemplamos el panorama nos podemos dar con un canto en los dientes, aunque exijo que conste en acta que ni quiero ni pretendo defender a nadie. Me basta y con creces con aguantar el tirón y me importa un anca y parte de la otra si futano o mengano son conservadores o progresan adecuadamente. Pues bien, prepara tus tímpanos para lo que vas a leer (y me quedo tan ancho). Sintonizo una emisora de radio -no diremos cuál para no desprestigiarla con un oyente como yo- y escucho a una persona que representa a nosequé asociación, criticar con dureza la medida pro rescate del automóvil. El cernícalo en cuestión decía que «este plan choca frontalmente con las políticas de desarrollo de los medios de transportes públicos de los últimos años, para reducir la utilización del automóvil particular y las emisiones de CO2«.
Hay que ser burro salvaje para decir soberana gilipollez. Si no te parece bien la medida, cojonudo, adelante con tu disconformidad. Pero, como mínimo, lo que debes hacer es proponer alguna alternativa, gañán. Resulta que este purista de la preservación del medio ambiente no ha tenido en cuenta las miles y miles de familias que viven directa e indirectamente de la fabricación y mantenimiento de vehículos a motor. Si pretende proponer un debate profundo, que lo haga sin necesidad de recordarnos tan elocuentemente que venimos del simio. Por supuesto que el chollo que han tenido o tienen algunos con la dependencia del transporte privado de los combustibles fósiles es censurable y hasta punible. Qué a estas alturas de la película podríamos haber reemplazado la contaminación del petróleo por gasóleo a base de piel de legumbre; seguro. Pero llevar el escenario de una medida a la desesperada para salvar el culo y el mendrugo de pan a muchas familias, a si en las ciudades se debe o no utilizar el vehículo particular es de mentecatos. Pido encarecidamente que con la que está cayendo se incorporen sistemas de control de imbecilidades. La figura de un moderador en cada medio no estaría nada mal. Tendría potestad para interrumpir cualquier intervención de alguien mandándolo a la puta calle sin derecho a réplica. Nunca mais, cap de fava amb orelles, que esto no es el Club de la Comedia. Ya espero ansioso a ver quién será el primer perjudicado que denunciará la futura informatización de las escuelas españolas, aludiendo a un supuesto fomento del mercado negro de portátiles a precio de ganga.

"El ascensor" de PocoMás Magazine

Ha llegado la primavera y el mes de abril, he vuelto a las andadas. La gente de PocoMás Magazine, en el marco de su obra social, han decidido reiterar su confianza en un servidor (dudoso término éste) y me han encargado la página mensual que tanto os reconforta, especialmente cuando envolvéis en ella vuestro sándwich de mortadela con el que alimentáis vuestro desgana laboral. Es hora de que me deje de historias y os reproduzca el contenido en cuestión titulado:

El ascensor

Todo sucedió en un día cualquiera del pasado mes de marzo. Lugar: el ascensor de un conocido centro comercial; hora: la del té (17.00h). Aprieto el botón de llamada mientras permanezco en solitario a la espera de su llegada. Siempre procuro dejar una distancia prudencial con respecto a la puerta, no tanto por si tiene que bajarse alguien que también, sino por si algún descerebrado macho o hembra carente de civismo decide de motu proprio que es y será siempre el primero allá donde vaya. Y a los demás que nos vayan dando, a poder ser por varias cavidades y en cantidades industriales. Pero esta vez tuve suerte. Ningún gilipollas había aprovechado mi generosidad para adelantarme de forma sorpresiva (he sustituido “sorprendente” porque parece ser que utilizar este adverbio está penado). Sin embargo, justo cuando me las prometía muy felices y hacer el trayecto en solitario, me vi rodeado por una familia casi al completo. Sólo faltaba la madre -pensó mi intelecto más ortodoxo-, o el otro padre –apuntó mi trocito de hombre moderno- o la madre de alquiler –se atrevió a sugerir mi hemisferio más científico y reducido-, y ahí lo dejé para no exprimir en exceso a mis neuronas. Faltaban muchas horas para ponerme en stand by y no debía sobresaturar el sistema…

Recompongamos el escenario. Por un lado tenemos una figura masculina de unos cuarenta abriles que a la altura de sus manos se encuentra rodeado por tres niñas encantadoras, ataviadas con la indumentaria escolar oficial. En estos casos siempre peco de moderado y un “vestidas como Dios manda” no estaría de más. A golpe de rabillo del ojo, analicé a ese ejemplo de familia española de clase media alta. Sus ropajes y los modales de las herederas ponían de manifiesto que cuando alguien se preocupa por la educación de los suyos, pueden pasar varias cosas y entre ellas está que se consigan tales propósitos. Otra diferente es que el progenitor descuide la suya y se convierta en un imbécil estándar, rompiendo el manido refrán “de tal palo tal astilla” para buenaventura de su descendencia. Pues bien, este último era el caso del pájaro en cuestión.

El marqués de La Prepotence se posó en el montacargas y a mi saludo de “hola” ni se inmutó lo más mínimo. La mayor de su estirpe, una princesita encantadora, hizo ademán de separar los labios pero viró repentinamente la cabeza en un gesto brusco frenando en seco cualquier señal de civismo expreso, para no ser reprendida por papá tordo. A todo esto volví a repetir “hola” –como espécimen humano procuro tropezar con la misma piedra todo lo necesario- esperando romper la barrera del miedo de la joven heredera. Al tiempo que no obtuve respuesta redimí de toda responsabilidad al trío de damas. Por el contrario toda mi ira –un cuarto de kilo a lo sumo- recayó en el basto de la baraja. Es sorprendente que un tipo que aparenta haber sido compañero de pupitre de Los Albertos, hecho hombre según los principios del gurú del marketing familiar Don Escrivá de Balaguer (autor de campañas como “Un coito, un hijo” o “Donde pongo el ojo, hay negocio”, entre otras) y haber pasado por las más crueles novatadas del colegio mayor del tipo “ducha de Moët & Chandon”, “todo un día vestido con vaqueros Lee” o “ser fotografiado repostando sin la ayuda del gasolinero”, no sepa desenvolverse socialmente en un ascensor. Invadido por mi espíritu redentor materno, pude ver la luz… la de la tercera planta para ser más exactos. Cuando se abrieron las puertas, el virrey dio la orden a las meninas para que iniciaran la marcha. Las tres miraron de reojo, y pude intuir su demostración de que a pesar del padre que las parió (para que luego digan que no soy un activista en por la igualdad de género) habían aprendido lo correcto en la guardería, que no era otra cosa que saludar cuando se entra o sale de un sitio. Y así lo hicieron, pero en silencio y con un golpe de ojos a lo Margaret Astor para no dejar evidencias. Entiendo el trauma que puede suponer para un niño que le priven de su partida a la Nintendo DS por saltarse las reglas. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Jamás consentiría que un infante antepusiera el corresponderme cortésmente a cambio de prescindir de su dedicación amistosa con su videoconsola de confianza. Segundos después se cerraron las puertas. Para olvidar el desplante decidí adoptar medidas ejemplares. Subí hasta la sección “Imagen y Sonido” y dejé que mi tarjeta de cliente le contara las penas a la caja registradora. Fue todo un acto de generosidad por su parte del que siempre le estaré agradecido.

Para prevenir el aburrimiento espontáneo aquí os dejo una canción de fácil digestión para compensar vuestra solidaridad.

Dudemos herman@s

Escuchando el álbum Avalancha de Héroes del Silencio, me detuve en la parte final de la letra del tema Deshacer el mundo. No sé qué ocurrió pero me vi avocado a repetir una y otra vez ese fragmento mientras lo canturreaba con mucho más énfasis que destreza. Y dice así:

«..Ponme fuera del alcance del bostezo universal
nos veremos en el exilio o en una celda
ponme fuera del reposo en mi historia personal
soy un ave rapaz: ¡mirad mis alas!»

Quizá fuera por todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor (debates apañados en televisión, despidos encubiertos por la crisis…) o por pura casualidad, pero el caso es que en un ataque reflexivo impropio de quién os escribe, mi mente -poco acostumbrada a estos alardes- se vio con lucidez suficiente como para relacionar la letra de esa canción de Héroes con las circunstancias que nos rodean, adoptando un actitud crítica con la que encarar el día a día.

O lo que es lo mismo: Cuestionaoslo todo. Ponedlo todo en duda, incluso dudad de que dudéis de todo.

Anticipándome a la inevitable pregunta que sé que os ronda en vuestras cabezas, os confirmo que la semana próxima, sin falta, pido cita con mi terapeuta de cabecera, Haruki de la Mancha.

Cita postuaria: «Casi todos prefieren la mentira por ellos descubierta a la verdad encontrada por otros». (Jean-Jacques Rousseau)

España no va bien… va muy bien

Hace días BlackJack nos acercaba al fantástico y enriquecedor mundo de la cultura juvenil. Reproduzco textualmente:

Oído a dos chicas de unos veintitantos el otro día mientras esperaba en Hospital de Día para ponerme la medicación:

  • ¿Sabes que ya me he graduado en E.S.O.?
  • Me alegro, tía. ¿Y que es «eso» en lo que te has graduado?
Hoy puedo aportar mi granito de arena a semejante derroche de talento. A continuación os reproduzco fielmente una conversación de bar entre tres individuos no identificados que rondan la treintena. Para que os hagáis una composición de lugar, dos de ellos se encuentran sentados tomando un café cuando aparece el tercer hombre:
  • ¿Qué pasa tío? -dice el recién llegado dirigiéndose a uno de los dos individuos mientras apoyaba la mano en su hombro-. A ti no te digo nada porque no me apetece -añadió en tono chistoso dirigiéndose al otro tipo en discordia, de nacionalidad colombiana-.
  • El sentimiento es recíproco -respondió el colombiano-.
  • Oye, a mi no me vengas con «colombianadas» y háblame en cristiano -concluyó el gachón-.

Lo dejo ahí, para que podáis captar este prodigio de la dialéctica moderna.

Cita postuaria: «Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda». (Martin Luther King, 1929-1968)

Más allá de la televisión

Vamos a cerrar este fin de semana de febrero con algunas de mis sugerencias para que ocupéis vuestro tiempo, si os da la gana por supuesto. Visto el recital escabroso que en los últimos días nos ha ofrecido la pequeña pantalla y una parte de la prensa escrita, os voy a echar un cable por si decidís cambiar algunos hábitos de ocio.

Mis tres propuestas son:

  • Engánchate a «Mad Men«, la serie yankee que ha roto todos los moldes en los últimos años. A los que os interese o tengáis curiosidad por el mundo de la publicidad, el marketing o la comunicación disfrutaréis tela marinera. A los que ni os vaya ni os venga este mundillo, también os interesará conocer como los que están al otro lado tratan de influirnos en nuestros gustos y hábitos de consumo, y de qué manera lo consiguen. Recordad que no es malo irse a la cama sabiendo algo más. Incluso, aunque después no podamos cobrarlo.
  • Como banda sonora para la lectura anterior, os propongo el último trabajo de Antony and the Johnsons, «The crying light«. Pura magia, querido Tamariz.

Cita postuaria: «La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.» (Francis Bacon)

Emilio Calatayud con Buenafuente

Os recomiendo encarecidamente el último post de Cosas Que Pasan en el que podréis disfrutar de la entrevista que el juez de menores de Granada Emilio Calatayud concedió a Andreu Buenafuente días atrás. Calatayud es famosos por sus sentencias peculiares y perfectamente razonadas. Disfrutadlo.

Cita postuaria: «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».(Francisco de Quevedo y Villegas, 1580-1645)

¿Pero quién te has creído que eres? II

Ahora que todo ha pasado, no vayamos a olvidarnos. Para contribuir a ello, os recomiendo este artículo: «Pidan perdón a Beppino Englaro». No lo digo yo, lo dice Roberto Saviano.

Para ambientar la lectura, pongamos un poquito de Luz.

Cita postuaria: «La muerte es el menor de todos los males». (Sir Francis Bacon, 1561-1626)

¿Pero quién te has creído que eres?

Actualización 12/02/09, 15.30h: ¿Pero quién te has creído que eres? II

Esta pregunta va dirigida a ti. Seré breve. A ti mujer u hombre, político, ciudadano, doctor, paciente, católico, apóstata, agnóstico, miembro de otra iglesia, estudiante, empresario, trabajador, parado o pensionista, simpatizante de izquierdas, de centro o de derechas, soltero, casado o viudo… Te recomiendo que te hagas esta pregunta cuando tengas las santas posaderas de censurar la decisión de la familia de Eluana Englaro de acabar con el sufrimiento irreversible de su hija, en estado vegetativo desde hace 17 años. ¿Pero quién carajo te has creído que eres para juzgar a esa familia?. Sólo les corresponde a ellos, como único vínculo de sangre directo, plantearse o no la posibilidad de luchar por una muerte digna para su hija. Si trato de ponerme en su pellejo por unos instantes, y desde ya pongo en duda que me sea posible llegar a imaginar qué pueden estar sintiendo esos padres en estos momentos, no tengo la más remota idea de cuál sería el proceder más adecuado en este caso, lo más justo para ella, y si tendría las agallas suficientes, en el peor de los supuestos, para autorizar la defunción de mi hij@. Pero que no se nos olvide algo muy importante: ni yo ni mis ideas pintamos una regadera en toda esta historia. Tú, a no ser que te apellides Englaro, tampoco.

Exijamos un respeto firme e inflexible de la libertad de decisión de las personas. Si tienes convicciones religiosas, exijamos que puedas ejercerlas sin que te veas coartado por ello ni debas pedir perdón por tus ideas. Y si no las tienes, exijamos idéntico respeto para ti. Si aquel es tu caso, quizá puedas rezar por el alma de Eluana y su familia… pero no te atrevas a juzgarles más allá de la puerta de tu casa. A todo aquel que se dé por aludido tengo el placer de decirle que: ¡no toques más las pelotas con tu opinión! No ha lugar. Nadie te la ha pedido. No queremos escucharla. Deja que la gente decida en paz, mientras tú haces lo propio con tu vida, junto a los tuyos. Basta ya de aleccionadores rancios de una sola verdad. Respetemos la capacidad de autogobierno de las personas, por difícil que nos resulte entender sus circunstancias. Si, como debe de ser, defiendes tu integridad e ideales con uñas y dientes, ¿a qué leches responde que quieras entrometerte en la vida de los demás?. Que te quede claro: no tienes derecho.

Punto, pelota.

Cita postuaria: «El límite bueno de nuestra libertad es la libertad de los demás».(Jean Baptiste Alphonse Karr, 1808-1890)

Arturo Pérez-Reverte sigue reinando en su corte

Días atrás tuve el placer de recuperar uno de mis mejores hábitos de lectura, apenas ejercitado en los últimos tiempos. Me estoy refiriendo, ni más ni menos, a los artículos del genial y mordaz Arturo Pérez-Reverte. Concretamente, dentro de su serie de escritos bajo el título «Patente de corso«, que aparecen en el suplemento dominical XLSemanal, disfruté de lo lindo con su última publicación llamada «Amor bajo cero«, de índole autobiográfica. Casi me había olvidado de lo cojonudamente bien que junta las palabras este tío (como veréis intento adoptar su tono directo pero sin éxito), mientras otros juntaletras nos proponemos hacer lo propio a escala inferior -perdón por el lapsus-, muy inferior. Pero cuando un pájaro como éste, además de lograr una implacable armonía, consigue transmitir un mensaje tan contundente y claro, la cosa se nos complica la leche al resto de aspirantes a etiquetadores de códigos de barras. Como «lo importante es participar», como decía Calígula creo recordar, no nos queda otra que seguir aprendiendo de los grandes maestros.

Aquí podéis encontrar sus columnas semanales que no tienen desperdicio. No se salva ni el apuntador en su cruzada contra los hipócritas que nos rodean y el establishment imperante.

Cita postuaria: «En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados»(Julio Cortázar, 1914-1984)

Lección barriosesámica: perder o dejar de ganar

Si hace unos días estudiamos la diferencia entre adelante y atrás (para los que tengáis dudas consultar el capítulo «desaceleración, patinazo o crisis del carajo«), hoy damos una vuelta de tuerca más en nuestra batalla hacia la sociedad del conocimiento («coneixement, nin!» diría mi bisabuela Pepa) abordando un tema simple pero con sustancia. Queridos herman@s (Obama está dentro de mí, búscatelo tú también) en la lección de hoy veremos las diferencias entre perder y dejar de ganar.

Diferencia 1.- Para empezar, perder ya pierde. Me explicaré. Se trata de una palabra frente a las tres que forman la locución (vocablo que debe provenir del latín locus/qui o sonatus est) dejar de ganar. Conclusión: 3-1 y «gol average» en contra.

Diferencia 2.- El significado. Pondremos ejemplos que son más ilustrativos. Ejemplo 1. Si yo tengo un billete de 10 euros en mi bolsillo (amigos del fisco esto es ficción, ¿de acuerdo?) y minutos después al introducir mi mano en él ya no aparece el billete, tendremos que: a) He perdido el billete -consultar capítulo estar y no estar-; b) He gastado el billete cambiándolo por un pepito de ñú o por el último número de la revista «Dobladillos y pespuntes: las joyas del tricotaje«. En este último supuesto, ya no conjugamos el verbo perder. Ejemplo 2. Si tengo mis bolsillos vacíos y minutos después los sigo teniendo limpios, nos toparemos con que: a) Si no tenía ni un real y sigo sin tenerlo, en este tiempo he dejado de ganar un dinero; b) Si estaba canino de pasta y lo sigo estando ahora, podemos atrevernos a asegurar que no he perdido dinero pues para que ello hubiera sucedido, en algún instante entre la primera y la última consulta debería de haber tocado con los dedos algún euro. Así pues, dejar de ganar se asocia a descender, reducir, recortar… mientras que perder es sinónimo de desaparecer, disipar, desvanecer…

Entiendo la dificultad que lleva consigo el tema de hoy, pero estoy convencido de que a base de práctica lo dominaréis. Para evaluar la asimilación de estos dos conceptos, os propongo los siguientes casos prácticos en los que debéis de señalar si se identifican con perder o dejar de ganar:

Oleada de despidos: siete empresas recortan 60.000 empleos en un día
KPN redujo un 50% su beneficio neto en 2008
American Express ganó un 34% menos en 2008 por el recorte de gasto de sus clientes
Siemens gana un 81% menos en su primer trimestre fiscal

Cita postuaria: «De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero.» (Benjamin Franklin, 1706-1790)

Política 2.0 o Políticos 2, Ciudadanos 0

Estamos de enhorabuena. Los dos partidos más importantes del estado -«por país o nación no me viene nada», contestó la operadora de la RAE a mi consulta- se han puesto las pilas y se lanzan a las nuevas tecnologías. El gobierno ha puesto en marcha el Plan E: el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo. En él encontramos cánticos, jaleos y una ristra de piropos castizos, catalanes, vascos, gallegos… donde los haya -y a los demás que nos den- para subir el ánimo de nuestra economía. Vendría a ser la Viagra que necesita nuestro sistema económico pero me temo que el problema es que también te piden receta. Dicen las malas lenguas -las otras han sido declaradas en peligro de extinción por la WWF/Adena– que «Plan E» viene de «planear«, entendiendo como tal moverse o descender sin motor un avión, valiéndose de las corrientes de aire: la avioneta se quedó sin combustible y tuvo que aterrizar planeando.en su tercera acepción (ver enlace). ¡Quietosparaos! A mí que me registren…

En la otra acera (no especificaremos cual para no herir sensibilidades patrias) tenemos al PP que está preparando Queremos, el primer Foro Abierto de Militantes del Partido Popular que tendrá lugar en Madrid el 24 y 25 de enero. Sus ponencias siguen el siguiente orden: Somos, Sabemos, Pensamos, Sentimos, Apostamos y Nos comprometemos. Algún infeliz se ha atrevido a bautizar esta iniciativa como el foro cucal: nacen, crecen, se reproducen y mueren… Seguro que lo recordáis. ¡Qué tiempos aquellos en que las cucarachas eran el enemigo!

A continuación, todo un ejemplo de superación tecnológica…

Un video científico de El Informal para distender un pelín.

Cita postuaria: «En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento». (Albert Einstein, 1879-1955)