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Hache se escribe con Hache, elegido blog del día

Estamos de enhorabuena. Este libro de ruta inexacto y pretencioso a partes desiguales, que muchos de vosotros tenéis el privilegio de no leer e incluso desconocer, ha sido elegido hoy, día 1 de diciembre de 2008, «blog del día» por la el blog de idéntico nombre: Blogdeldia.org. Esta bitácora, en una iniciativa que los modestos como yo agradecemos mucho, se dedica a seleccionar un blog destacado cada día según diferentes criterios de valoración como el contenido, la participación, el diseño, etc.

Para acompañar dicha nominación han reproducido una breve entrevista que podéis encontrar fácilmente al pinchando aquí. Aquellos más perezosos u ocupados podréis acceder a la elección-entrevista desde el mismo enlace, pero esta vez descendiendo hasta localizar la entrada del blog del día correspondiente al 1 de diciembre.

Gracias pues a la gente de Blodeldia.org y, como no, gracias también a todos los que habéis pasado hasta la fecha por Hache se escribe con Hache -incluso tú que blasfemaste tras visitarme-, porque una pequeña parte de este humilde reconocimiento os corresponde a cada uno de vosotros. Conviene reiterarlo: una pe-que-ña parte; el resto es todo mérito mío porque el tiempo lo he puesto yo y la rigurosa selección de temas -vía moneda al aire a cara o cruz- también.

Besos y abrazos para tod@s.

Cita postuaria: «La proeza no consiste en llegar a la cima sino que al estar ahí puedas ver a los demas de tu tamaño.» (José G. Berlanga)

Sorpresa, sorpresa

El próximo lunes, día 1 de diciembre, os tengo preparada una sorpresa. Estad atentos porque tal vez os guste, por la parte que os toca…

Besos y abrazos.

Con "humor" todo entra mejor

Este video que os adjunto, del que me he vuelto a acordar gracias al blog «Cosas que Pasan», es uno de esos ejemplos evidentes en que queda de manifisto que aportar una dosis de humor a las situaciones cotidianas, ayuda a digerir mejor el día a día. Seguro que muchos de vosotros ya habréis tenido la oportunidad de visionarlo vía email, blogs o el pasado viernes en Cuatro, como parte de un reportaje sobre la puñetera crisis. Al margen de su contenido didáctico, que lo tiene y mucho, merece la pena por saber tratar con tanta habilidad un tema tan espinoso y coñazo a partes iguales.

Cita postuaria: «En tiempos de crisis la imaginación es más efectiva que el intelecto». (Albert Einstein)

Poco Más Magazine 2.0 está en marcha


La web 2.0 de POCO MÁS MAGAZINE ya está disponible a golpe de click. En la nueva versión online de la revista podréis encontrar todos los contenidos de la edición impresa, además de disfrutar al mismo tiempo de buena música house mientras consultáis sus páginas. Entrevistas, sugerencias, opinión y muchos otros temas al alcance de la pantalla de vuestro ordenador. En este site oficial también encontraréis los números anteriores de la revista para que podáis consultar en todo momento cualquier contenido publicado.

No os olvidéis de que al final de la edición impresa encontraréis una serie de tickets con descuentos y regalos, por cortesía de los sponsors de POCO MÁS MAGAZINE.

Besos y abrazos.

"Hache se escribe con Hache" ha recibido visitas desde 21 países y 38 ciudades

Confirmado. La cantidad de gente aburrida que navega por internet es impredecible. Así lo expresan los datos que Google Analytics me ha facilitado sobre el tráfico de visitas que ha recibido Hache se escribe con Hache, desde que echara a andar -renqueante, eso sí- el pasado 28 de agosto. Desde esa fecha se han producido más de 400 visitas -no todas contabilizadas según reconoce el software- con un total de 156 visitantes únicos (cada uno de ellos identificado por una ip). Lo curioso del caso viene a renglón seguido. No me pidáis ni cómo ni por qué, pero las páginas de esta bitácora modesta y molesta, a partes iguales, han sido consultadas por internautas procedentes de países tan remotos como Indonesia, Tailandia, Qatar o Australia. Tenemos colegas de lectura de todos los continentes (ver gráfico adjunto) a excepcción del africano por motivos aparentemente evidentes. Ocho americanos y cinco asiáticos siguen de lejos a los casi 150 europeos que han llegado hasta esta URL. Mención a parte merecen las ciudades de orígen de esas mismas visitas (ver segundo gráfico adjunto). Montevideo, Bogotá, Midvale (EE.UU) o Cartagena de Indias en América; Berlín, Maastricht, Londres, Lisboa, Roma, Atenas o Milán en Europa, son algunas de las ciudades que han conectado alguna vez con Hache se escribe con Hache. Para el que quiera profundizar en los datos -y también en su aburrimiento-, os adjunto las dos gráficas que cuentan con los mapas descriptivos de las visitas organizadas por países y ciudades de procedencia.

Feliz lectura y próspera cabezadita.

Cita postuaria: «Las estadísticas me procuden la misma impresión que las minifaldas: muestran lo atractivo, ocultan lo vital» (Doris Band).

PD: OS RECUERDO QUE AL FINAL DE CADA ENTRADA O POST, ALLÍ DONDE DICE «COMENTARIOS» , PODÉIS DEJAR VUESTRAS OPINIONES. NO ES NECESARIO REGISTRARSE, NI ACREDITAR EL GRUPO SANGUÍNEO, NI NADA POR EL ESTILO. SI PARTICIPÁIS, OS TENDRÉ EN MIS ORACIONES…

"Aterroriza como puedas" en PocoMás Magazine nº4

Ya está a vuestra disposición el 4º número de la revista PocoMás Magazine que podéis encontar en todos estos establecimientos de Palma y Part Forana. En el número de octubre encontraréis mi segunda colaboración que he titulado «Aterroriza como puedas«. Aunque no ha sido mi mejor parto, a mi me enseñaron que a todos los «hijos» se les debe querer por igual. Será éste el principio que permite al regimiento de malnacidos que nos rodea, disfrutar de nuestra compasión in eternum.


La historia que os voy a relatar a continuación es tan real como el miedo que experimentamos los que la padecimos. Todo transcurrió en un viaje que hice recientemente, con las imágenes de la catástrofe de Barajas todavía presentes en mi retina. Tras más de cuarenta minutos esperando en el interior del avión, nos hicieron bajar de él. “Un problema sin mayor importancia en un ala”, señaló un miembro del personal de tierra. “En media hora estará solucionado y se podrá efectuar el despegue”, concluyó aquel mensajero de las tinieblas. Un murmullo de pánico surgió de entre los presentes y fue a parar a mi espina dorsal, recorriéndola como un latigazo. “En este avión no volamos”, dijo una voz anónima en representación espontánea del pasaje. Demasiadas imágenes impactantes y otras tantas portadas de periódicos como para no permitirme reflexionar durante unos instantes. Al grito de “¡cagado!” se rompió el silencio. Cuando me di cuenta, advertí que había sido mi alter ego con espíritu heroico el que se había tomado la licencia de insultarme por línea interna sin articular palabra. Minutos después volvimos al mismo punto de partida –o fin, según se mire-: la puerta de embarque.

Allí conviví con individuos que habían hecho del móvil un apéndice más de su cuerpo, y con aquellos que preferían no compartir su inquietud con la familia. Yo, mientras tanto, decidí que tenía que hacer lo que estuviera en mis manos y pasar a la acción. Y así lo hice: me puse a sudar compulsivamente. Esa fue mi gran aportación a la calma general. Mientras secaba en el pantalón mis manos empapadas, un buen y viejo amigo se acercó a mi y me dijo: “Acabo de hablar con mi mujer y la verdad, no es el mejor momento para morir”. Exaltado le respondí: “¡Pero por favor no seas tan dramático!”. A lo que añadió: “No hombre, si lo dice porque todavía no tiene mi firma en el testamento, y además pasado mañana le es imposible quedarse a cuidar a mis nietos”. “Eso es otra historia”, le contesté con una cara de gilipollas que no se la saltaba ni Gervasio Deferr.

Una vez a solas, se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Me acordé -supongo que al igual que los demás pasajeros- de las víctimas del accidente de Madrid y de sus familias. Poniéndose en su lugar por imitación, no resultaba difícil imaginar el horror que padecieron los accidentados y la tremenda indefensión posterior de sus familiares. Si yo no quería que los míos se imaginaran ni uno sólo de los escalofríos que me sacudieron durante esos momentos, con qué derecho nos han televisado todos los detalles más íntimos de la catástrofe. El derecho a la información debería acabar donde empieza el respeto a las víctimas y su derecho a padecer en la intimidad. En ese punto me vinieron a la mente los empleados de Spanair. Tengo buenos amigos que trabajan o han trabajado para la compañía. ¿Quién se acordó durante toda esta bacanal informativa de su honestidad profesional o de preservar su dignidad?. Cuánto despropósito, cuánta acusación imprudente, cuánto alarmismo infundado e incontrolado nos han colado tras la tragedia. “Quién vigila al vigilante”, como suele decir un buen amigo. Como muestra, un botón. Un día después del accidente, en un informativo nacional estiraban el tiempo dedicado al triste suceso con la noticia del siniestro de una avioneta en no sé qué país sudamericano. Sospechando la imprudencia, tecleo en Google buscando referencias sobre el tratamiento informativo dado a hechos similares antes del accidente de Madrid. Efectivamente, mis sospechas eran ciertas. Ni una escueta referencia para informar meses atrás de circunstancias idénticas. Todo era de un oportunismo tal, que sonrojaría al mismísimo Juan Antonio Roca.

Sonaba en mi cabeza aquella melodía de El Último de la Fila: “dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité…”, mientras intentaba entender a qué carajo se habrían dedicado todo este tiempo los organismos que deberían regular el tratamiento sensato de la información. Mención a parte, merecen las filtraciones que se han sucedido desde el principio en este luctuoso acontecimiento. Con un secreto de sumario de por medio, todo bicho viviente con acceso a una fotocopia del auto judicial, a un post-it de la agenda de alguno de los abogados del caso o a una conversación de ascensor con alguna de las partes implicadas, ha corrido como El Vaquilla en su 1430 a largarlo todo sin un ápice de remordimiento. De no ser porque sentado en la puerta de embarque (por segunda vez en menos) de una hora, no me pasaba ni la saliva, me hubiese puesto a vomitar mientras los imaginaba. La gente que sólo comprende el dolor cuando lo padece en sus propias carnes, me recuerda que no debí deshacerme tan a la ligera de aquel folleto de inscripción a la Asociación Nacional del Rifle.

Mientras todo eso sucedía a la espera de noticias para embarcar de nuevo en el maldito cacharro volador, caí en la cuenta de lo irónico de la situación. Resultaba triste comprobar como un servidor no había decidido transmitir todo aquel sentimiento de repulsa, hasta que las coordenadas de un destino caprichoso habían querido situarme en el primer acto de una dramática función, que esta vez cambiaba su final por otro feliz. “Sólo se cae el que intenta echar a andar”, debió pensar Forrest Gump en su carrera hacia el éxito. Espero haber aprendido la lección. Para los que hayáis llegado hasta aquí en vuestra paciente y generosa lectura, confirmaros que finalmente el avión despegó y aterrizó sin sobresaltos en su aeropuerto de destino. He creído conveniente aclararlo para que toda esa manada de especuladores sin escrúpulos, no tuvieran un nuevo pretexto para convertir en carroña sensacionalista este testimonio, subjetivo por completo.

"Adopta a un ‘yuppie’", artículo recomendado

A continuación os facilito el enlace en el que se puede encontar el artículo que Matías Vallés publica hoy en el Diario de Mallorca bajo el título Adopta a un ‘yuppie’. Como siempre, su acidez e ironía se encargan de poner nuevamente en ridículo a la sociedad actual. Se podrá estar o no de acuerdo con sus tesis, pero lo que es innegables es la brillantez de su pluma y la valentía con la que expresa sus opiniones, que superan para algunos la frontera de la crítica más feroz.

Ya me contaréis.

Saludos.

Cita postuaria: «La ambición es el último refugio de todo fracaso» (Oscar Wilde).

Mi abuelo, la sala de fiestas "El Caimán" y Errol Flynn

Muchos de los que me conocéis, habréis tenido que soportar a menudo alguna de mis sesiones «remember» al más puro estilo cuentacuentos. Se me ocurren muchas anécdotas de mi familia con las que os he podido mortificar (mi pasado cubano-español, mi familia emigrante, el paso de la opulencia a la modestia, etc…) pero existen algunas de ellas especialmente curiosas. Como por ejemplo, la relación entre mi abuelo paterno, José Romero Rodríguez, y los inicios de las primeras salas de fiestas que hubo en Palma. Precisamente, una de las imágenes que os adjunto corresponde a un artículo del periódico Ultima Hora que trata sobre la inauguración de «El Caimán», la sala de fiestas del antiguo Hotel Bristol, y cuyo director-gerente fue mi abuelo (pinchad sobre la imagen para ampliar y leer la noticia).

Para los incrédulos -aunque os tengo calados, prefiero no citar vuestros nombres porque no riman con lo que viene seguido- he adjuntado dos imágenes especiales que pertenecen a mi abuela Antonia Sastre, y que de buen agrado nos cedió días atrás para que las «escaneáramos» -palabra que interpretó como un exabrupto hasta que se la maticé-. En una de ellas se aprecia al actor Errol Flynn (famoso por sus interpretaciones como espadachín en la década de los 50 y 60) acompañado de una joven, durante una de sus conocidas estancias en la Isla. El actor era un asiduo de los locales de moda que existían por aquella época en la Plaza Gomila, y entre sus más íntimas amistades se encontraba mi abuelo José, conocido como Pep Romero. En la imagen central, encontraréis el dibujo a lápiz que realizó el mismo Errol Flynn en la cara posterior de su propia fotografía. Posteriormente, se la regalaría a su amigo Pep.

Cita postuaria: «Nunca olvido una cara, pero haré una excepción en su caso» (Groucho Marx).

Al rojo vivo


Os dejo una imagen para comentaros una curiosa cuestión de «estilismo político». Hace años, durante la campaña a las segundas elecciones presidenciales de el bueno de Bush -los guionistas así lo creen-, leía una información sobre el tipo de indumentaria que llevaban los candidatos políticos. «Todo lo que llevan puesto -color de traje, camisa, corbata, pin nacionalista…- está estudiado», decía. Entre las cosas que me llamó la atención fue el supuesto valor y signifado que tenían los colores. En concreto, comentaban el color rojo/granante de la corbatas. «En un momento en el que se valora la energía y la determinación del discurso, un color vivo como el rojo sirve para transmitir esos valores», y se quedó tan pancho el/la especialista en asesoramiento de imagen. Y yo que pensaba que el «rojo» básicamente nos ayudaba a delatar un exceso etílico…

Hoy he visto las imágenes del primer debate televisado entre Obama y McCain y me he acordado de aquella información, que en su día me sorprendió. En la foto que acompaña este texto aparecen los dos candidatos con corbatas entre rojas y granates. Será cuestión de transmisión de valores o de puro estilismo. Ahí lo dejo.

Espero vuestros comentarios aportando algo de luz…

No a los complejos: Inauguramos un contador de visitas

En un alarde de inconsciencia supina, he decido incorporar un contador de visitas que refleje la inactividad de éste vuestro espacio (al final me tacharéis de político… y no lo digo por la inactividad, bribones). Mis aspiraciones son humildes y, más allá del regimiento de fieles -a sueldo, por supuesto- que periódicamente clican la dirección del blog y le dan al «enter», mis deseos pasan por consolidar una audiencia equivalente a dos equipos de fútbol 7, con los que celebrar un «match, beers & barbecue» a final de curso.

Siempre supe que estaríais ahí… Ahora me queda saber exactamente dónde.

Saludos

Hache se escribe con Hache ha recibido más de 100 visitas


Este modesto blog va creciendo poquito a poco. Ya son más de 100 las visitas que en un mes ha cosechado ésta vuestra humilde morada. De todos esos clicks 52 corresponden a visitantes únicos, y eso en términos monárquicos equivaldría a un «me llena de orgullo y satisfacción». Como curiosidades os diré que han llegado a nuestra dirección, además de los muchos y sobornados mallorquines que lo han hecho, internautas de Valencia, Madrid, Albacete, Castellón y, ojo al dato, Berlín (sí, sí, la de Alemania). Lo que no podemos asegurar es el estado estupefaciente en el que se encontraba el berlinés en cuestión, pero proseguiremos la investigación.

Gracias a todos por vuestra encomiable paciencia. Os tendré en mis oraciones.

Cita postuaria: «El éxito es ese viejo trio: habilidad, oportunidad y valentía» (Charles Luckman)

Vuelta a las andadas

Después de unas semanas boicoteado por la tecnología, me dispongo a devolver este blog a la actualidad.De entre lo que ha pasado estos días de ausencia, seguimos a vueltas con la crisis, el accidente de Barajas y la polémica sobre la filtración del video de las cámaras de seguridad, y alguna disputa política con dinero de por medio, como mandan los cánones. En cuanto tenga algo de tiempo, y me respete el procesador del ordenador, colgaré algunas reflexiones para escuchar vuestra opinión.

Besos y abrazos.

Cita postuaria: «La única diferencia que existe entre un niño y un hombre es el tamaño de sus juguetes» (Varios autores)