26
Jul 13

Agitado curso político y social

El año político, económico y social no empieza en enero; va de septiembre a septiembre, lo que conocemos como temporada. Se ha acabado un curso que ha sido intenso y difícil. En el ámbito de lo político, hemos asistido a un periodo de sesiones convulso en la Asamblea Madrid, con escándalos en los plenos, tanto en la tribuna como en el hemiciclo, lo que provocó expulsiones, abandonos, palabras gruesas y un verbo hiriente entre sus señorías que dio paso a situaciones de alta tensión, sobre todo en aquellos asuntos cuyo debate estaba en otros escenarios, pero que se colaron en el Parlamento madrileño para hacer que viviéramos situaciones desagradables e insólitas. También el síndrome Bárcenas fue puesto sobre la mesa en un afán interesado de la oposición de contaminar políticamente la Cámara. La sanidad y la educación fueron dos asuntos de batalla política y social, tanto en el Parlamento como en la calle. Hemos vivido unos meses del alto voltaje con huelgas, paros, manifestaciones y concentraciones, mientras que en el plano económico se vislumbra una tenue rayo de luz al fondo del túnel de la crisis, con esperanzadoras bajadas en el paro, mientras que la tragedia del Madrid Arena ha marcado dramáticamente la página de los sucesos. Ojala que el verano sea una pausa para calmar desasosiegos.


25
Mar 11

Un banco público

No me canso de repetirlo: cuanto más aceleran, más calentitos se ponen. A medida que se avanza hacia el 22-M, los ánimos se encrespan, el verbo se aceda y la lengua se dispara en promesas. El último pleno celebrado en la Asamblea de Madrid, no respondió a lo que suele ser un pleno escoba de legislatura: palmaditas, buenos deseos, cordialidad institucional. Fue todo lo contrario, una sesión dura, a veces desagradable por el tono y las formas.

La portavoz socialista. Maru Menéndez, apuntó a las filas del PP cuando habló de escándalos, corrupciones y disputas internas, como si el PSOE estuviera libre de escándalos, corrupciones y qué vamos a contar de disputas internas. Marú sentenció que esta ha sido una legislatura perdida. Lo que se ha perdido en estos últimos cuatro años es una generación en edad laboral que no ha encontrado trabajo y otra que ha sido despedida. En el calentón de pre campaña, el candidato del PSOE a la Comunidad, Tomás Gómez, afila sus uñas contra la banca, reitera que va poner impuestos a este sector, un canon por la apertura de cajeros que asomen sus pantallas a la vía pública y una propuesta estrella: la creación de un banco público, que de créditos a los emprendedores, que ayuda a los pequeños y medianos empresarios y que saque de más de un agobio económico a los más necesitados.

Está bien que se cree el banco Teresa de Calcuta, ahora sólo falta saber con qué fondos se nutre, quién pone el dinero, quién llena la caja fuerte cuando el sector público anda a la cuarta pregunta, famélico de recursos y necesitado de liquidez para atender los gastos corrientes de la administración.


18
Feb 11

Bonus chollo

Será legal, pero personalmente no me parece ético engordar la cuenta propia con el dinero de otros. Admitamos que las Cajas de Ahorros ya no son la obra social creada por el padre Piquer para socorro de los más necesitados, pero siguen siendo entidades sujetas al control público, sin ánimo de lucro y con una disposición social del dinero que generan los ahorros de los impositores. Por lo tanto, deben ser gestionadas por buenos profesionales bien pagados, como corresponde a su rango y responsabilidad; pero de ahí a que complementen sus emolumentos nominales con bonus-sorpresa, con bonus-chollo, media un abismo. Al anterior presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, se le despidió con una indemnización de 2,8 millones de euros, pero dejó cerrado para él y sus directivos un bonus de 25 millones de euros que, aún ya fuera de la entidad, cobraría el próximo año.

A mí me parece una indecencia consentida, porque el acuerdo fue tomado sin que nadie levantara la voz, pero dicho esto no comprendo el rasgado de vestiduras al que se han sometido ahora algunos al conocer la existencia de esos bonus. Dicen haberse enterado porque el actual presidente de la entidad, Rodrigo Rato, ha decidido cargarse el acuerdo y acabar con el bonus-chollo. Y uno se pregunta para qué están representados en Caja Madrid los partidos políticos y los sindicatos, si luego no se enteran de estos acuerdos abusivos o miran para otro lado. Si su presencia en los órganos de la Caja se justifica por su tarea de fiscalización y no se enteran de asuntos que afectan a los impositores, lo mejor es que desaparezcan y ese dinero que nos ahorramos.