Apasionante se presenta el año electoral en el que, a día de hoy, Aguirre y Gallardón renovarían su mayoría absoluta en la Comunidad y en el Ayuntamiento, aunque según el calendario íntimo de Tomás Gómez, el PP tiene en estos momentos perdida la mayoría absoluta en la Asamblea y él está a punto de irse al sastre para encargarle un traje a la medida de un presidente.
Estamos a tiempo de escribir la carta a los Reyes, en la que el político les pide ganar; el parado, trabajar; el sindicalista, seguir liberado; el concejal de Urbanismo, volver a recalificar suelo; el pensionista, una revisión y el banquero, no ponerse a régimen, es decir, seguir engordando sus arcas. 2011 será un año de gozos y frustraciones, según el capricho de las urnas, de sinsabores domésticos, donde la luz, el gas, el tren, los taxis, el tabaco y respirar aliviados nos va a costar más caro.