12
Jul 13

Eurovegas

Tomás Gómez no se cree nada de lo que dice o promete el Gobierno regional, ni siquiera se fía de lo que hace. Por eso, aconseja a las empresas del sector de la sanidad privada, que no acudan a los concursos de externalización de hospitales públicos. Pero fracasa en el intento, y va a por otra. El mismo día en que se hacen públicas las adjudicaciones de la gestión indirecta en los hospitales, el líder de los socialistas madrileños lanza a los cuatro vientos que Eurovegas no se hará en Alcorcón, que el proyecto queda abortado y las esperanzas de creación de empleo son el sueño de una noche de verano, o la segunda parte de «Bienvenido Mr. Marshall».

Inmediatamente salen, cada uno por su lado, el presidente regional, Ignacio González, y el magnate de Las Vegas Sands, Mr. Adelson, para desmentir a Gómez y ratificar el proyecto de Eurovegas en Alcorcón, a pesar de lo cual el líder socialista, erre que erre, insiste en que no. Al margen de todo esto, hay algo cierto: aún no se han redactado los pliegos de condiciones del proyecto, y esto significa un gran retraso que no se ha justificado. Puede que Adelson espere al 9 de septiembre para saber si a Madrid se le concede la organización de los Juegos Olímpicos de 2020, y en función ello, adelantar, retrasar o modificar el proyecto de Eurovegas para acomodarlo a los intereses del tiempo olímpico.


22
Sep 11

Ricos y pobres

Los viejos latiguillos de la demagogia universal nunca mueren. El trasnochado dilema hombre-rico, hombre-pobre, que marcó los discursos más radicales de la izquierda, renace en plena crisis de las ideologías. El candidato Rubalcaba recupera el impuesto de Patrimonio con el fin de que los «ricos paguen más», aunque todos seamos conscientes de que casi nunca los ricos terminan pagando más. El propio Alfredo P. R. anuncia que va a poner un impuesto a los bancos, con el mismo espíritu y entusiasmo que demostró cuando estaba en el gobierno (que ha sido casi toda su vida) a la hora de perseguir impositivamente a la banca en defensa del pobre impositor. Pero la guinda más grande del pastel la ha puesto el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que aprovechando el conflicto en la enseñanza, ha pedido que se «eliminen los regalos fiscales a las familias más ricas, y con ello se daría trabajo a los maestros interinos». Y otra frase grandilocuente de Gómez: «Con mis impuestos no quiero que se financie a las familias que llevan a sus hijos a la enseñanza privada no concertada, mis impuestos son para sostener servicios públicos como la educación, no para hacer regalos fiscales a los más ricos». Pues a algunos de sus compañeros, correligionarios o conmelitones que llevan a sus hijos a colegios privados no les habrá gustado lo dicho por Gómez.

Hemos vuelto al viejo discurso de ricos y pobres, de clases dominantes y clases dominadas. Eso ya no se lleva ni se lo cree nadie en este país y en el siglo en que vivimos. Quizá la razón se encuentre en este viejo anónimo: «La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros».


10
Jun 11

Marcas blancas

Tomás Gómez no se da por vencido hasta que el destino se hace presente y dicta sentencia. Entonces no tiene más remedio que reconocer la derrota, pero no por ello la culpabilidad directa. Gómez perdió de forma estrepitosa las elecciones del 22 de mayo, pero no se autoinculpó y echó balones al tejado ajeno y al vecino de Ferraz. Lo mismo ocurrió con la posibilidad de un pacto con UPyD para evitar que la derecha gobernara en aquellos ayuntamientos donde había ganado, pero no había conseguido la mayoría absoluta. Cuando vio que el acuerdo era imposible, en el momento en que se apeó de su utopía de poder llegar a acuerdos con el partido de Rosa Díez, se tiró al monte, se subió por los cerros de Úbeda y dijo de UPyD que es la «marca blanca del Partido Popular», lo que le costó una respuesta dura y contundente de la propia Rosa Díez: «El secretario general de los socialistas madrileños quiere conseguir en los despachos lo que los madrileños no le han dado en las urnas». Nada más incuestionable. Y punto.

Cuando Tomás Gómez se refiere a UPyD como «marca blanca» del PP, no está cayendo en la cuenta de que el PSOE ha tenido, tiene y tendrá, con algunas dificultad a partir de ahora, su propia marca blanca: Izquierda Unida, gracias a la cual gobierna en instituciones donde no obtuvo mayorías absolutas, incluso en aquellas donde quien ganó fue el PP. El propio coordinador general de la coalición, Cayo Lara, acaba de instar a sus compañeros a que apoyen al PSOE y eviten gobiernos de la derecha allá donde puedan, como figura en su compromiso electoral. ¿Hay marca más blanca para el PSOE que la de IU?


23
May 11

Nerviosismo pre-electoral

Esta última semana de campaña electoral ha desatado mucho nerviosismo y desconfianza, sobre todo en las filas socialistas, que ven como no sólo las encuestas les ponen al borde del abismo, sino que en la calle, en esas calles de Vallecas que un día fueron feudo tradicional del socialismo, se abuchea al vicepresidente primero del gobierno y futuro líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el transcurso de un mitin celebrado el pasado lunes, en el mismo escenario donde Juan Barranco, ex alcalde, hombre por lo común muy templado, político de amplia experiencia, dijo que «no hay nada más tonto que un trabajador de derechas», y es preciso recordar a Barranco que el barrio de su infancia y el barrio en el que nació este cronista, Vallecas, votó en 2007 mayoritariamente a la derecha, y mis paisanos, y los de Barranco, no tienen nada de tontos.

A todo esto, Tomás Gómez dice que si llega a ser presidente de la Comunidad, va  a hacer que sus consejeros lleven a sus hijos a la enseñanza pública, a la sanidad pública, a todo lo público, y dijo que lo contrario es como si el dueño del restaurante donde va a uno a comer, se va a comer al bar de enfrente. Lo que pasa en que aquí no se trata de establecer competencias entre servicios públicos y privados, sino de hacerlos compatibles en un estado de libertades y dejar libertad a los consejeros para que elijan para sus hijos, o para ellos, el servicio que más confianza les merezca. Eso sí, implícitamente Gómez reconoce el buen momento por el que atraviesan los servicios públicos en la Comunidad de Madrid. Por cierto, cuando a Tomás Gómez le preguntan qué pasará el domingo, responde: «No me queda más remedio que ganar».


01
Abr 11

Don besucón y doña Morritos

Entramos en tiempo, no de Cuaresma, sino de cuarentena, donde no se puede inaugurar para recabar votos; donde no se puede ejercer de «manostijeras» para cortar cintas, pero sí de rostro amable que va regalando sonrisas y repartiendo besos como se reparte generosamente propaganda llena de calores e ilusiones. El calendario se nos llevó a don Carnal y a doña Cuaresma, y nos ha dejado a don Besucón y a doña Morritos. Él puede ser carne de cañón, y ella, atractivo menú de vigilia, osea, austero.

Don Besucón puede ser de diario un ser arisco, poco comunicativo, serio y nada amigo de ir dando ósculos. Pero en campaña se vuelve besucón, tierno. Besa al infante en la frente cuando éste sale del cole,  al ama de casa en la mejilla cuando acude al mercado y al jubilado en la sien, en el hogar del pensionista mientras echa la partida.  Ella, doña Morritos, puede ser de ordinario selectiva: Le puede dar un beso en la mano/ le puede dar un beso de hermano/ y así le besará cuando quiera,/pero un beso de cartón/ no se lo da a cualquiera…si no es en campaña electoral y a cambio de una promesa, de un compromiso: que le declare su amor en las urnas y le prometa un voto hasta que el cumplimiento del programa electoral les separe.

Don Besucón  y doña Morritos se transforman cada cuatro años y besan y besan y vuelven a besar. Es tiempo de sembrar promesas y besos, caricias y apretones de mano, golpecitos en la espalda, jazmines en el pelo y rosas en la cara, airosa caminaba la flor de la camela… Para camelar con su aroma de mixtura, que en el pecho llevaba, del puente a la alameda del parque público recién inaugurado.


18
Mar 11

Debates televisivos

El calendario se desgrana inexorable hacia la fecha del 22 de mayo, que será el día de los sueños cumplidos para unos y de las ilusiones rotas para otros; jornada de esperanza satisfecha o de frustración ratificada. Y todos empiezan a pisar el acelerador de la precampaña sin miedo a pasarse de 110… pulsaciones por minuto. El candidato a la Comunidad por el PSOE, Tomás Gómez, ha pedido un debate televisivo con la candidata del PP, Esperanza Aguirre, a solas, sin terceras personas, es decir sin el candidato de IU, Gregorio Gordo, aunque Gómez no le hace ascos a otro debate a tres, pero el principal quiere que sea entre él y Aguirre. A la candidata del PP tampoco le viene mal, porque evitaría el dos (PSOE e IU) contra uno (ella).

A priori puede pensarse que Gómez arriesga demasiado excluyendo a Gordo del debate estrella, quizá porque quiere distanciarse de Izquierda Unida, no vaya a ser que una posible fuga de votos del PSOE se fuera a la coalición.

Parece lógico pensar que Gómez arriesga, porque si tuviera que contar con Izquierda Unida para poder formar gobierno en la Comunidad, Gordo le pasaría factura y le recordaría que no le quiso en un debate. En esta hipótesis, Gómez puede haber hecho dos lecturas: me da igual lo que haga IU, porque soy consciente de que la posibilidad de gobernar se antoja muy lejana, o en caso de existir esa posibilidad, Gordo terminaría echando pelillos a la mar, olvidando agravios y participando en un gobierno que al final es lo que interesa a todos. Ya veremos. Cuando se empieza a hablar de debates televisivos, de retos, de desafíos, de descartes, es que la campaña ya ha empezado de hecho.


04
Feb 11

Viejos rockeros

Eran jóvenes rockeros de la política, allá por la movida de los años ochenta. Hicieron carrera en la esfera local y después volaron por los altos andamios de las nubes para volver ahora a casa, al nido de donde salieron como políticos en prácticas.

Mal deben andar las canteras de los partidos políticos cuando tienen que tirar de los equipos de veteranos para juegan partidos trascendentes en las urnas. Jaime Lissavetzky es candidato a la alcaldía de Madrid, después de haberse iniciado en la política local como consejero del gobierno regional de Joaquín Leguina y más tarde ostentar el cargo de secretario general de la FSM, hasta llegar a la secretaría de Estado para el Deporte. Y ha elegido como número 2 de su lista, a otra veterana de la política de proximidad: Ruth Porta, que fuera concejala del Ayuntamiento de Madrid, diputada regional y senadora, persona contundente, de verbo hiriente, que no se arruga aunque la oposición ponga a su marido en el ojo del huracán por presuntas irregularidades en el mundo del ladrillo. Será una china en el zapato de Gallardón, si este continúa como alcalde.

Otro viejo y glorioso rockero de la política local retorna a sus lares: Juan Barranco, concejal primero y alcalde después de la Villa y Corte. Ha sido senador y es diputado nacional. Ahora entiende que su nombre en el puesto número 3 de la candidatura de Gómez, puede prestigiarla, y de forma desinteresada, estando ya de vuelta y percibiendo que no hay mejor futuro que retornar al pasado, decide volver y con letra de tango: «sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…» Hace veinte años que dejó de ser alcalde.


21
Ene 11

Las llamaban Trinidad

Trinidad. Su nombre envenena los sueños de Tomás Gómez. Primero fue Trinidad Jiménez, con la que tuvo que pelear unas primarias que terminó ganando. Ahora, Trinidad Rollán, condenada por los tribunales a 8 años de inhabilitación para cargo público, y a la que Gómez sigue dando amparo en un despacho de Callao para que siga ejerciendo como número 2 del partido en Madrid, porque se niega a admitir que una condena para ocupar un cargo público no debe afectar a un cargo de responsabilidad dentro del partido. Aquí es donde nace la discrepancia, no solo desde la casa de enfrente, situada en la acera de la derecha, sino dentro de la propia casa común del socialismo. Desde Ferraz dicen que respetan, que no quiere decir que respalden, la decisión de Gómez, y esos respetuosos son los mismos que estarán esperando a Gómez si éste no consigue unos buenos resultados el 22 de mayo.

El secretario general de los socialistas madrileños sigue confiando en la inocencia de Rollán. Cuando menos le aplica la atenuante de no haberse enriquecido, cosa que por otra parte no se ha llegado a investigar. Resulta curioso hasta donde llega la percepción de la corrupción política en España, que se pasa de «apestado», si alguien se ha enriquecido, a «inocente» y maltratado si no se demuestra que haya «pillado», aunque se le acuse y pruebe un delito de prevaricación, como es el caso de Trinidad Rollán, que en política no deja de ser un delito muy grave, porque se ha cometido una irregularidad a sabiendas de que se cometía, y en ocasiones las irregularidades pueden convertirse en beneficios, al menos para terceros.