rancisco Granados, ex consejerode Interior y actualmente secretario general del PP deMadrid, ha sido el primero en decir en el inicio del curso, que necesitamos una policía autonómica. Días después, la propia presidenta, Esperanza Aguirre, ratificaba y ampliaba esa idea. La necesidad de una policía autonómica viene dada, según Granados, por la inacción de la policía nacional para garantizar el orden y el disfrute del espacio público para todos los ciudadanos.
Granados no culpa a la Policía ni a susmandos de esa inacción, sino a los responsables del Ministerio del Interior, por permitir que los indignados, los antisistema, los alborotadores, hicieran la calle suya por la fuerza.Granados ha dicho en estos días frases como: “El estado de derecho no rige en Madrid, porque un grupo de delincuentes ha campado a sus anchas”. “Se ha ordenado por parte del Ministerio a la Policía, que no cumpla con sus obligaciones”. “El ministro de Interior está inhabilitado para hablar de temas de seguridad y de policía autonómica en Madrid, después de la permisibilidad demostrada con los del 15-M y otros grupos radicales”.
Lo de crear una policía autonómica en Madrid parece más un toque de atención de Aguirre al gobierno de Zapatero, que una posibilidad real, por lo siguiente: exigiría la reforma del Estatuto de Autonomía, cuya tramitación llevaría su tiempo; supondría un gasto económico importante inasumible en tiempo de recortes, y coincidiría con el posible acceso del PP al gobierno de la nación, en cuyo caso, con un ministro de Interior popular, la situación en el orden público no sería la misma, como reconoce la propia Esperanza Aguirre, y por lo tanto, no haría falta policía propia.