12
Sep 11

Policía autonómica

rancisco Granados, ex consejerode Interior y actualmente secretario general del PP deMadrid, ha sido el primero en decir en el inicio del curso, que necesitamos una policía autonómica. Días después, la propia presidenta, Esperanza Aguirre, ratificaba y ampliaba esa idea. La necesidad de una policía autonómica viene dada, según Granados, por la inacción de la policía nacional para garantizar el orden y el disfrute del espacio público para todos los ciudadanos.

Granados no culpa a la Policía ni a susmandos de esa inacción, sino a los responsables del Ministerio del Interior, por permitir que los indignados, los antisistema, los alborotadores, hicieran la calle suya por la fuerza.Granados ha dicho en estos días frases como: “El estado de derecho no rige en Madrid, porque un grupo de delincuentes ha campado a sus anchas”. “Se ha ordenado por parte del Ministerio a la Policía, que no cumpla con sus obligaciones”. “El ministro de Interior está inhabilitado para hablar de temas de seguridad y de policía autonómica en Madrid, después de la permisibilidad demostrada con los del 15-M y otros grupos radicales”.

Lo de crear una policía autonómica en Madrid parece más un toque de atención de Aguirre al gobierno de Zapatero, que una posibilidad real, por lo siguiente: exigiría la reforma del Estatuto de Autonomía, cuya tramitación llevaría su tiempo; supondría un gasto económico importante inasumible en tiempo de recortes, y coincidiría con el posible acceso del PP al gobierno de la nación, en cuyo caso, con un ministro de Interior popular, la situación en el orden público no sería la misma, como reconoce la propia Esperanza Aguirre, y por lo tanto, no haría falta policía propia.


23
May 11

Nerviosismo pre-electoral

Esta última semana de campaña electoral ha desatado mucho nerviosismo y desconfianza, sobre todo en las filas socialistas, que ven como no sólo las encuestas les ponen al borde del abismo, sino que en la calle, en esas calles de Vallecas que un día fueron feudo tradicional del socialismo, se abuchea al vicepresidente primero del gobierno y futuro líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el transcurso de un mitin celebrado el pasado lunes, en el mismo escenario donde Juan Barranco, ex alcalde, hombre por lo común muy templado, político de amplia experiencia, dijo que «no hay nada más tonto que un trabajador de derechas», y es preciso recordar a Barranco que el barrio de su infancia y el barrio en el que nació este cronista, Vallecas, votó en 2007 mayoritariamente a la derecha, y mis paisanos, y los de Barranco, no tienen nada de tontos.

A todo esto, Tomás Gómez dice que si llega a ser presidente de la Comunidad, va  a hacer que sus consejeros lleven a sus hijos a la enseñanza pública, a la sanidad pública, a todo lo público, y dijo que lo contrario es como si el dueño del restaurante donde va a uno a comer, se va a comer al bar de enfrente. Lo que pasa en que aquí no se trata de establecer competencias entre servicios públicos y privados, sino de hacerlos compatibles en un estado de libertades y dejar libertad a los consejeros para que elijan para sus hijos, o para ellos, el servicio que más confianza les merezca. Eso sí, implícitamente Gómez reconoce el buen momento por el que atraviesan los servicios públicos en la Comunidad de Madrid. Por cierto, cuando a Tomás Gómez le preguntan qué pasará el domingo, responde: «No me queda más remedio que ganar».


08
Abr 11

Malo para Madrid

Rodríguez Zapatero no volverá a ser candidato, y sea cual fuere su sucesor, estoy seguro de que nunca va haber un presidente de Gobierno tan malo para Madrid como lo ha sido ZP, enemigo público número uno de los intereses colectivos de una Comunidad que ha pagado con su indiferencia y desprecio el hecho de haber votado mayoritariamente al Partido Popular. ZP ha sido malo para Madrid, porque le ha negado el pan y la sal de las inversiones públicas, y además ha puesto todos los impedimentos del mundo para que el gobierno regional no hiciera lo que había dejado de hacer el central, como es el caso de una carretera radial alternativa a la A-6. Zapatero dejará la Moncloa sin haber desdoblado la A-1, sin haber abordado el capítulo de financiación de la Ley de Capitalidad, sin haber permitido al Ayuntamiento de la capital refinanciar su deuda, sin haber cedido a la Comunidad las competencias de la red de Cercanías, sin haber cumplido los compromisos adquiridos con Esperanza Aguirre.

Pero ZP se marcha contando mentiras. Dice que está por la celebración de primarias en su partido, que no es partidario de nombrar digitalmente a los candidatos. Y miente, o quizá no recuerda que intentó evitar las primarias en Madrid. Que se lo pregunten a Tomás Gómez, a quien llamó a capítulo a Moncloa para persuadirle, para ordenarle, que diera un paso atrás, que se retirara y dejara el camino expedito para su elegida a dedo, Trinidad Jiménez. Gracias a que Gómez no dio marcha atrás, ZP no se salió con la suya de que no hubiera primarias en Madrid. Y ahora nos quiere convencer de lo contrario, y lo hace sonriendo y sin mover una ceja, como si fuera verdad lo que dice.


01
Abr 11

Don besucón y doña Morritos

Entramos en tiempo, no de Cuaresma, sino de cuarentena, donde no se puede inaugurar para recabar votos; donde no se puede ejercer de «manostijeras» para cortar cintas, pero sí de rostro amable que va regalando sonrisas y repartiendo besos como se reparte generosamente propaganda llena de calores e ilusiones. El calendario se nos llevó a don Carnal y a doña Cuaresma, y nos ha dejado a don Besucón y a doña Morritos. Él puede ser carne de cañón, y ella, atractivo menú de vigilia, osea, austero.

Don Besucón puede ser de diario un ser arisco, poco comunicativo, serio y nada amigo de ir dando ósculos. Pero en campaña se vuelve besucón, tierno. Besa al infante en la frente cuando éste sale del cole,  al ama de casa en la mejilla cuando acude al mercado y al jubilado en la sien, en el hogar del pensionista mientras echa la partida.  Ella, doña Morritos, puede ser de ordinario selectiva: Le puede dar un beso en la mano/ le puede dar un beso de hermano/ y así le besará cuando quiera,/pero un beso de cartón/ no se lo da a cualquiera…si no es en campaña electoral y a cambio de una promesa, de un compromiso: que le declare su amor en las urnas y le prometa un voto hasta que el cumplimiento del programa electoral les separe.

Don Besucón  y doña Morritos se transforman cada cuatro años y besan y besan y vuelven a besar. Es tiempo de sembrar promesas y besos, caricias y apretones de mano, golpecitos en la espalda, jazmines en el pelo y rosas en la cara, airosa caminaba la flor de la camela… Para camelar con su aroma de mixtura, que en el pecho llevaba, del puente a la alameda del parque público recién inaugurado.


18
Mar 11

Debates televisivos

El calendario se desgrana inexorable hacia la fecha del 22 de mayo, que será el día de los sueños cumplidos para unos y de las ilusiones rotas para otros; jornada de esperanza satisfecha o de frustración ratificada. Y todos empiezan a pisar el acelerador de la precampaña sin miedo a pasarse de 110… pulsaciones por minuto. El candidato a la Comunidad por el PSOE, Tomás Gómez, ha pedido un debate televisivo con la candidata del PP, Esperanza Aguirre, a solas, sin terceras personas, es decir sin el candidato de IU, Gregorio Gordo, aunque Gómez no le hace ascos a otro debate a tres, pero el principal quiere que sea entre él y Aguirre. A la candidata del PP tampoco le viene mal, porque evitaría el dos (PSOE e IU) contra uno (ella).

A priori puede pensarse que Gómez arriesga demasiado excluyendo a Gordo del debate estrella, quizá porque quiere distanciarse de Izquierda Unida, no vaya a ser que una posible fuga de votos del PSOE se fuera a la coalición.

Parece lógico pensar que Gómez arriesga, porque si tuviera que contar con Izquierda Unida para poder formar gobierno en la Comunidad, Gordo le pasaría factura y le recordaría que no le quiso en un debate. En esta hipótesis, Gómez puede haber hecho dos lecturas: me da igual lo que haga IU, porque soy consciente de que la posibilidad de gobernar se antoja muy lejana, o en caso de existir esa posibilidad, Gordo terminaría echando pelillos a la mar, olvidando agravios y participando en un gobierno que al final es lo que interesa a todos. Ya veremos. Cuando se empieza a hablar de debates televisivos, de retos, de desafíos, de descartes, es que la campaña ya ha empezado de hecho.


11
Mar 11

Vuelve la Lideresa

Deprisa, deprisa. Convalecencia rápida de Esperanza Aguirre. A los diez días de ser operada de cáncer de mama, la presidenta de la Comunidad se reincorporó a sus labores. Dijo a los periodistas que iba a retomar sus obligaciones con moderación, algo así como reducir su velocidad política de crucero por debajo de los 110, que es la velocidad de moda, aunque conociéndola, estoy seguro de que en pocas semanas sobrepasará los 200. La «lideresa» es así: contra más acelera, más calentita se pone; sabe que la carrera hasta la meta del 22 de mayo es de corto trazado, pero de gran recorrido, y no quiere vuelta perdida por culpa de un cáncer al que no deja que se entrometa en sus planes.

La primera tarea política que le espera a Aguirre es cerrar la lista a la Asamblea de Madrid, esa que se quedará estrecha para colocar en ella a los que quieren seguir, a los que quieren entrar y a los que se les ha prometido un puesto de consolación por sus expectativas frustradas, y parece que en su conjunto son más de los que caben. Pero quizá la madre del cordero está en el número 2, en el que lógicamente repetiría su hombre de confianza, Ignacio González, si es que éste quiere estar. Pero puede suceder que González tome una decisión: apartarse del mundo de la política y seguir los pasos de Juan José Güemes e ingresar en la empresa privada, cuestión que ya se planteó cuando Aguirre quiso hacerle presidente de Caja Madrid y la cosa acabó con Rodrigo Rato en el sillón. González podría pensar que ya ha alcanzado techo en la política y que dentro del PP no hay lugar para el ascenso; en ese caso, una retirada a tiempo sería una victoria, cuestión ésta que complicaría a la «lideresa».


25
Feb 11

Esperanza

Max Jiménez, escritor, novelista y poeta costarricense, dijo que: «La esperanza es un espejo colgado en el futuro». En ese espejo, surgiendo del azogue, se refleja el rostro sereno, valiente y optimista de la esperanza, pero con mayúscula y de apellido Aguirre.

Hablo con ella a los pocos minutos de anunciar públicamente que le han detectado un bulto en el pecho. Está tranquila: «Aquí me tienes -me dice-, con un cáncer de mama, pero los médicos me han dado un buen pronóstico; me han dicho que es curable. Creo que he hecho bien en decirlo públicamente, antes de que alguien lo contara por mí». Me cuenta que se retira temporalmente de la política, y cuando le pregunto por cuánto tiempo, me responde sin vacilar: «Cuando hablo de retirarme es como mucho una semana». Que así sea.

No recuerdo una reacción tan amplia y unánime al conocer una noticia de esta naturaleza, como la que se ha producido con Esperanza Aguirre. Muestras de apoyo y cariño desde todos los sectores sociales y políticos, lo que indica un estado de opinión que reconoce el valor de una política como ella, de mono y casco, de pico y pala, de mano que no tiembla a la hora de defender y administrar los intereses de los ciudadanos. A veces ocurre que una desgracia, un traspiés, un capricho negro del destino, aumenta la leyenda en torno a un personaje público. En el caso de Aguirre, ha sido claro. Se trata de una superviviente que salió sin despeinarse de un accidente de helicóptero; que escapó sin zapatos, pero con los calcetines puestos, de un atentado terrorista en Bombay, y que ahora va a salir indemne de una prueba, seguro que mucho menos arriesgada que las anteriores.