Las hojas de los árboles se caen solas en el otoño, y se convierten en juguetes del viento. En el bosque de la política, a veces más fauna salvaje que bosque de cuento, también el otoño hace de las suyas, incluso en otras estaciones del año. Políticos del árbol caídos, juguetes de las circunstancias son. Como hojas a las que la savia dejó inertes, quizá sean abono de futuro, y renazcan en una primavera de brotes nuevos; o se conviertan para siempre en un compost, inútil, sin nutrientes.
Viene este sucedáneo de ensayo filosófico, al fenómeno que se está produciendo de políticos que dimiten y otros que anuncian que no volverán a ser candidatos a revalidar sus escaños. El efecto otoñal anuncia, por boca propia, que Ana Botella no será candidata a la Alcaldía de Madrid, ni Jaime Lissawetzky será el candidato del PSOE a la Casa de la Villa, ni tampoco Angel Pérez por Izquierda Unida. Son decisiones personales que se extienden a otros políticos: Luis de Velasco renuncia a ser candidato a la Comunidad de Madrid por UPyD; Fausto Fernández deja su escaño por IU en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, tras la retirada hace poco del alcalde José Masa. El alcalde de Parla, el socialista, José Manuel Fraile, también avanza que no volverá a ser candidato, y Ruiz Gallardón se marcha de la política por la puerta del Ministerio de Justicia. Hay otros casos fuera de nuestra Comunidad de políticos que anuncian su retirada: Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, o Agustín Fernández, alcalde de Orense. Y esto no para…
Continuará…
