Cristina Cifuentes no será la presidenta del Partido Popular en Madrid. Esperanza Aguirre, tampoco lo será después del próximo congreso regional. ¿Y Pío García Escudero?, puede. Aunque Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal están centrados en estos momentos en la difícil cita electoral del 20-D, ambos tienen claro que no puede volver a repetirse el que coincidan en una misma persona la responsabilidad de un gobierno importante y la presidencia política del partido en Madrid. No quieren que alguien acapare el poder institucional y el del partido, como ha ocurrido hasta hace poco con Esperanza Aguirre, que era presidenta de la Comunidad y del PP a nivel regional, y sobre todo, pretenden que el partido en Madrid esté en clara a e inequívoca sintonía con la dirección nacional. Si Rajoy sale bien parado de las urnas el próximo mes de diciembre, se ocupará del congreso regional, y de promover a una persona de confianza, que en buena lógica podría ser Cristina Cifuentes, pero no lo va a ser, porque se quiere regresar a la fórmula anterior, al tiempo en el que era alcalde de Madrid José María Alvarez del Manzano; el presidente de la Comunidad, Alberto Ruíz Gallardón, y el presidente del PP-Madrid, Pío García Escudero. Si Rajoy sufriera un serio traspiés en las generales del 20-D, las cosas cambiarían, empezando por la presidencia nacional del partido… y entonces veríamos salir del cementerio de las ánimas vivientes, a viejos rostros, que no estaban muertos, no, no; estaban tomando posiciones.
