En la ciudad del miedo, se duerme tranquilo si alguien hace guardia. Los vecinos de Ciudad Lineal, y los de todo Madrid, duermen más tranquilos desde la detención del presunto pederasta, pero es porque la policía sigue en guardia, atenta a que pueda surgir un imitador, alguien que sienta estimuladas sus ferocidades sexuales, cosa que puede ocurrir en casos como el que nos ocupa. Por eso, si la policía se mantiene atenta, lo mismo, aunque si exageraciones, deben hacer los padres en la vigilancia de sus hijos. Hay unas normas básicas de prevención que no se pueden descuidar.
Ya verán como pronto tendremos una película, o una serie de televisión, sobre el pederasta de Ciudad Lineal, porque ha sido una historia de película de suspense y terror, y una investigación parecida a la de CSI. Difícil reto el que se le presenta a la policía cuando se busca a un depredador sexual de menores. En el caso del presunto que nos ocupa, tiene a sus espaldas un amplio historial delictivo y un domicilio en el mismo distrito, el de Hortaleza, donde cometió una de sus fechorías. Aunque la investigación ha sido dura y complicada, el presunto pederasta lo tenía difícil para seguir siendo un fugitivo de la policía. Crea alarma social que un individuo de esta catadura, cometa actos execrables de esa naturaleza, pero crea más alarma social, que delincuentes de estas características estén en la calle, sueltos, por beneficios penitenciarios y otras cuestiones del Código Penal que se nos encapan a nuestras limitadas entendederas.