Wang Jianlin es un magnate chino, que espero no se parezca en nada al gran magnate americano, Adelson, aquel que nos terminó «tangando» con el paraíso prometido, y finalmente perdido, de Eurovegas. Jianlin ha venido dispuesto a comprar por 260 millones de euros, el abandonado Edificio España, situado en la plaza del mismo nombre, propiedad del Banco Santander. En su visita a Madrid, el gran hermano chino se ha interesado también por el viejo mercado de la Cebada, ahora en proceso de remodelación, por la superficie comercial del estadio Bernabéu y otros edificios y polígonos industriales de la Comunidad. No tiene mal gusto inversor este magnate llegado de Oriente.
En 1975 se abría en Madrid el primer restaurante chino, promovido por Cheng Tse-Ping, marido de Manolita Chen. Los primeros negocios que montaron aquí los chinos, fueron los restaurantes; después llegaron los bazares, las tiendas de todo a cien, las de venta al por mayor, los hipermercados y las grandes superficies destinadas a todo tipo de artículos llegados de Oriente, hasta los importantes centros de distribución en polígonos industriales, con acaparamiento total del Cobo Calleja. Sin abandonar estas actividades, los empresarios chinos vuelan más alto en sus proyecto de inversión en España, y en concreto en Madrid. La fiebre amarilla llega al sector inmobiliario mediante la compra de bienes patrimoniales en lugares estratégicos de la capital. Lo mismo el magnate Jianlin se interesa por el abandonado proyecto del magnate Adelson, y se atreve con el juego a gran escala.