Vuelve el tío Pepe

Vuelve a casa el Tío Pepe, por Navidad. El Ayuntamiento le ha concedido a González Byass, licencia de ocupación de la terraza del edificio número 11 de la Puerta del Sol, a la que se traslada la popular botella, después de que permaneciera durante 76 años en lo alto del número 1. Vuelve tras varios meses una publicidad que se ha convertido en parte del patrimonio estético de la ciudad. Regresa con su sombrero cordobés, chaqueta corta y guitarra española. El propio cartel lo indica: «Tío Pepe. Sol de Andalucía embotellado», premonitorio de su emplazamiento original y futuro en la Puerta del Sol. Este cartelón, que ha formado parte del paisaje de Madrid desde que se instaló en el año 1936, estuvo en el inmueble del edificio que albergó el Hotel París, y tras cambiar de actividad y ser remodelado, no se renovó el contrato de permanencia. Nadie quería que el Tío Pepe se fuera de Sol, y se ha conseguido que vuelva a otra azotea de alquiler, en el inmueble situado entre Preciados y Carmen, frente al edificio de la sede del Gobierno regional. Es posible que sea reubicado antes de que acabe el mes de diciembre, por lo que nuestro querido Tío Pepe podrá recibir al nuevo año mirando de frente al reloj de la Real Casa de Correos, tan fresco y altivo a sus 76 años, luciendo sombrero cordobés graciosamente ladeado y guitarra de colmado andaluz. A veces las cosas sencillas, se convierten en símbolos unidos a la estética de una gran ciudad, y la madrileña Puerta del Sol, kilómetro cero de España, no hubiera sido lo mismo sin su Tío Pepe como vecino ilustre.

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