Reciclaje 2.0 en Palma City
Foto tomada con Samsung My Touch
Lo que para muchos hubiera sido una simple caja de galletas de mantequilla danesas, para mi supuso una revelación formidable: comprender lo extraordinaria que podía llegar a ser la mente humana. Sólo me queda por comprobar qué galleta le ha tocado a cada vecino para poder acceder a su plaza de garaje.
Sin pensármelo un barquillo, he corrido ipso facto a inscribirme bajo seudónimo –Tomeu Quely– en la próxima reunión de vecinos de tan dulce comunidad. Parece ser que los botones del ascensor son Ferreros Rocher y los buzones son de Xixona.