Las cosas claras
Leo en el interesante libro de David Randall «El periodista universal» una reflexión curiosa que llama mi atención. El periodista británico sugiere que todos los periódicos deberían incluir en cada una de sus ediciones la siguiente nota aclaratoria:
«Este diario, y los centenares de miles de palabras que contiene, han sido producidos en aproximadamente 15 horas por un grupo de seres humanos falibles, que desde sus despachos atestados tratan de averiguar qué ha ocurrido en el mundo recurriendo a personas que a veces son remisas a contárselo y, otras veces, decididamente contrarias a hacerlo.
Su contenido está condicionado por una serie de valoraciones subjetivas realizadas por los periodistas y los jefes de redacción, influidos por su conocimiento de los prejuicios del director y los propietarios. Algunas noticias aparecen sin el contexto esencial, ya que éste les restaría dramatismo o coherencia, y parte del lenguaje empleado se ha escogido deliberadamente por su impacto emocional y no por su precisión. Algunos reportajes se han publicado con el único objetivo de atraer a determinados anunciantes».
¡Acabáramos! Ahora creo entenderlo todo…
Cita postuaria: «No puedo darles la fórmula de éxito, pero sí la del fracaso, que es intentar contentar a todo el mundo». (Herbert Bayard Swope, editor norteamericano)