Esto lo jodisteis entre unos pocos…
«Números somos y números seremos...
Aunque te la puedes oler, la mala noticia siempre viene de repente, como un chorro de agua congelada, como un quiebro en tus piernas, como un escupitajo en la cara. Los que te comunican la mala nueva suelen mirar cabizbajos, apesadumbrados. Si son buenos empresarios y mejores personas les duele la situación. Claro que sí. Pero si son aprovechados y malnacidos seguro que les llega un hormigueo de disfrute y placer. Qué mas da. Cuando te lo dicen es el acabose. El hasta aquí hemos llegado guapo/a. Puedes recoger tus cosas, se te pagará lo establecido (en el mejor de los casos) y no dudes de que en cuanto sepa de alguna oportunidad hablaré muy bien de tí porque eres un/una gran profesional que has dado mucho por la empresa. Te echaremos de menos, bla, bla, bla, pero vete cuanto antes, que ya me sales caro/a. El sorpresón es tan inesperado que apenas puedes despedirte de tus amigos y compañeros. No da tiempo, nunca da tiempo. Y cuando lo haya, ya tendrás horas y horas para el correo electrónico, el móvil o el omnipresente Facebook. Besos rápidos, lágrimas contenidas y buenas maneras en tus últimos minutos en una empresa a la que le has dedicado mucho más que tu jornada laboral. Un sitio por el que has dado lo mejor de tí y que te devuelve los favores recibidos en forma de liquidación, de finiquito, de ahí está la puerta majo/a. Y a otra cosa mariposa, que al inhumano ritmo que vamos números somos y números seremos…
Ese mal momento ya lo viven a diario una media de 4.000 españoles, que se dice pronto. Una sonrojante cifra que debería cuestionar la permanencia de cualquier Gobierno con un mínimo de dignidad. O de estética. Esta entrada va por esos más de cuatro millones de parados de corta y larga duración a los que se les ha atragantado la vida laboral y personal a bote pronto. Sin avisar. Tengas hijos o no. Estés hipotecado o no. Que a nivel contable, repito, sólo eres un número más. Y encima rojo sangre. Este texto va por ellos, por esos millones de parados inquietos que tantos ánimos y calor necesitan en estos momentos. A pesar de las estupideces y rifirrafes de nuestros políticos, saldremos adelante. Como tantas veces».
Para completar el puzle os dejo un par de estupendas viñetas cortesía del siempre perspicaz JRMora…
Así que, cachondeíto, el justo [No os perdáis la colección de enlaces que aparecen al final de este post con las diferentes versiones de la happy-campaña de marras]