Cuando crees que admiras a un fuera de serie por sus aptitudes, su ambición, por sus logros en definitiva, o incluso por la extremada naturalidad con la que aborda los mismos y el estricto respeto que demuestra por sus adversarios, va y te vuelve a sorprender en algo que tal vez podías suponer que era uno de sus puntos menos fuertes: el sentido del humor. Nada más lejos de la realidad. Nadal, además de un deportista sin precedentes, es un
cachondo y a nosotros nos encanta.
Chapeau, Rafa.
Vía tennis24TV
Cita postuaria: «El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto». (Heywood Hale Broun, 1918-2001)