Periodismo
La vida que suena
«La radio es la vida que suena», decía el profesor Ángel Faus, nuestro profesor de Radio en Pamplona. Aquella frase se nos quedó grabada a fuego a todos, nos dedicáramos o no a la radio. Yo no me he dedicado a ella, aunque hacia el año 2000 pude hacerlo, pero forma parte de mi vida. Desde niño, escuchando los partidos del Barcelona en la narración de Héctor del Mar (SER) y escuchando la buena música que programaba «Musical Cassette» en Radio Popular de Vigo (Cope). Después, de adolescente con la magnífica Antena3, la cadena más erótica, que empezaba con «El primero de la mañana» (con Antonio Herrero) y terminaba con «Polvo de estrellas» (Carlos Pumares). Entre uno y otro, los fantásticos Gomaespuma, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, maestros del humor que al cabo de los años tuve la suerte de conocer; y cómo no, José María García, posiblemente el culpable de que yo y otros muchos como yo nos dediquemos al periodismo. Con sus luces y sus sombras, las que refleja en su magnífica biografía Vicente Ferrer Molina. Yo era uno de los alumnos de la Universidad de Navarra que asistía a sus charlas en el aula magna de Pamplona. Otro era Fernando Echeverría, un joven invidente que ya de aquella era un magnífico imitador de García y se hizo amigo del célebre periodista. Hoy es el líder del genial Grupo Risa. La canción «Love song», de Simple Minds, todavía la asocio a la sintonía de «Supergarcía», y eso que Simple Minds es uno de mis grupos favoritos. El «antenicidio», que acabó con Antena3, llegó la tragedia de la prematura muerte de Antonio Herrero, el 2 de mayo de 1998. Fue el final de una época dorada, que terminó definitivamente cuando García (ya en franco declive en sus últimos años) dejó la radio en 2002 .
A día de hoy sigo disfrutando de programas como el de Carlos Herrera (aunque a veces parece más de Canal Sur que de una cadena nacional) y el de Juan Pablo Colmenarejo, que fue mi profesor de radio en Pamplona y me llamaba, en broma, «estadio insular». Su programa, «La linterna», me ha acompañado en muchos momentos de tristeza, sobre todo en el hospital, junto a mi padre, al igual que Paco González y su equipo de deportes. Por cierto, Herrera ha hecho historia reuniendo a Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo y José María García en su programa matinal, y mientras escribo esto lo escucho por internet. Entre otras cosas, quiero saber si García le ha llamado «Sor Iñaki» a Gabilondo, y cómo demonios ha conseguido Herrera que esos tres monstruos no hayan acaparado los micrófonos durante horas.
Pasado el Día Mundial de la Radio me he permitido este ejercicio de nostalgia y también de homenaje al presente de un medio que fue mil veces desahuciado, sobre todo tras la llegada de la televisión, pero que siempre se ha abierto camino, como la vida se hace camino.
Mi padre escuchaba mucha radio. Todavía recuerdo su viejo transistor a pilas, rojo con funda negra, pese a que hace décadas que lo vi por última vez. Fue a través de la radio como supe que mi padre, con párkinson y demencia, se iba de este mundo. Seguía vivo, pero su conciencia se había convertido en un borrón. Estaba en una residencia geriátrica y yo, al igual que mi hermana, sufría por verlo allí, despistado y con la mirada perdida por momentos. Le pregunté si quería que le llevase una radio. No se me ocurría otra forma mejor de que se sintiese acompañado cuando nosotros no estábamos allí. Para mi sorpresa, me dijo que no la quería. Era la evidencia definitiva de que se había desconectado definitivamente de la vida, aunque no murió hasta algunos años después. Se lo digo a mi mujer: no te preocupes si escucho la radio a todas horas; preocúpate cuando deje de escucharla, será muy mala señal.
cerradosRussia Today, Putin y Trump
Si queréis saber cómo será Televisión Española si alguna vez gobierna Podemos, ved Russia Today (RT). El grupo de comunicación controlado por el Kremlin se dedica a ensalzar el legado de Hugo Chávez, a asegurar que todos los males del mundo se deben a los financieros de Wall Street, a decir que el proceso de “impeachment” contra Dilma Rousseff es un “golpe de Estado” y que en España vivimos en una auténtica “emergencia social”, como le gusta decir a Pablo Iglesias y a otros dirigentes podemitas. En la línea de CubaVisión y de la venezonala Telesur, RT tiene mucho más de medio de propaganda que de medio de información, hasta el punto de que algunos de sus periodistas han denunciado el desprecio de RT por la verdad y su “blanqueo” de la figura de Vladimir Putin. Fue el caso de Sara Firth y de Liz Wahl, que abandonaron la cadena. La segunda llegó a dimitir durante una emisión en directo de RT. Periodistas de RT en el Reino Unido y Estados
Unidos, donde la apuesta del grupo multimedia de Putin -llamémosle así para abreviar- les llevó a fichar nada menos que a Larry King, el famoso entrevistador estadounidense de la CNN. También tienen emisiones en español. Mi paisana, la viguesa María Rodríguez Abalde, presentadora de informativos, forma parte del equipo de profesionales de habla hispana de la cadena. Entre los méritos profesionales de esta antigua periodista de Antena 3, TVE y Canal + está el haber entrevistado al actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (seré benevolente y obviaré que la entrevista fue prácticamente un monólogo de Maduro).
A la vista de estos datos resultaría fácil imaginar que la línea editorial de la cadena de Putin es totalmente contraria a Donald Trump. No es así. En la madrugada del 12 de mayo, en un programa presentado por el español Javier Rodríguez Carrasco, se deshacían en elogios hacia el millonario norteamericano. Citando a un politólogo ruso (¡cómo no!), Serguéi Sudakov, el espacio Zoom alabó sin disimulo las bondades de Trump. Cito aquí un extracto de la propia web de RT: “Trump logrará ciertos cambios, porque la historia demuestra que lo que estaba haciendo Obama ahora no funciona. Y EE.UU. no tolerará a un nuevo Obama. Trump quiere cambios y se van a producir, y serán para mejor», opina Sudakov.
Asimismo, según el politólogo aquellos que le «pondrán palos en las ruedas a Trump» son «el aparato burocrático de EE. UU., los líderes del Partido Republicano criticados por Trump y la gente que lleva a cabo actividades ilegales en EE.UU. y acumula capitales demasiado grandes». «Un ejemplo es Soros, que casi todos los días hace declaraciones en contra de Trump y anima a sus seguidores y a los empresarios a no votarle», recuerda.
La sorpresa ante este tipo de propaganda es solo relativa. Trump y Putin tienen mucho en común. Ambos van de líderes providenciales, son creadores de enemigos exteriores y manejan perfectamente el discurso populista y los medios de comunicación. Pero, al margen de la sintonía personal y de los elogios que se hayan intercambiado, a Putin le conviene tener un adversario como Trump, un personaje lo suficientemente fanfarrón como para justificar las reacciones bravuconas del presidente ruso; un líder norteamericano receloso del libre comercio y a priori más centrado en la política doméstica de Estados Unidos de lo que será Hillary Clinton, experta en política exterior. Si Donald Trump llega a la Casa Blanca será una buena noticia para Putin y mala para el mundo.
Cuando los hechos se presentan como ficción
Las cadenas de televisión, especialmente las privadas, están de enhorabuena con el asesinato de Laura y Marina. Ya tienen más carnaza con la que llenar minutos de televisión en un verano especialmente negro en la crónica de sucesos. Ni en Telecinco ni en Antena3 (aún no he visto La Sexta ni Cuatro) respetan la ética periodística. Las informaciones las acompañan con música de película de terror para alimentar el morbo, como si el crimen cometido con estas pobres chicas no fuese ya suficientemente dramático. Le ponen el micrófono delante a cualquier vecino de Cuenca, a ver quién hace la declaración más morbosa, y crean etiquetas (#) sobre el suceso para conseguir menciones en Twitter.
Como decía hace muchos años cierto cantante, a veces es imposible distinguir las noticias del telediario de una serie de televisión, y cuando los hechos parecen ficción nos volvemos inmunes a lo que ocurre.
Estos días hay que taparse la nariz antes de encender la televisión.
Del postureo a la impostura
Sorprende el doble rasero de algunos con el asunto de Anna Allen, la actriz que se inventó una carrera cinematográfica y televisiva, amistades en Hollywood, asistencias a las galas de los Óscar y (según sospecho) varios perfiles de Twitter de inexistentes agencias, representantes y periodistas. Parece que al pequeño Nicolás, con esa pinta de borjamari de FAES y adlátere del PP, hay que lincharle, pero pobrecilla esta actriz, que no encontraba nuevos trabajos (eso dicen) y se lanzó a colgar una serie de montajes fotográficos en internet (nadie le ha preguntado a las suplantadas qué les ha parecido que «robase» sus cuerpos, por cierto) y soltar cuentos chinos en medios de difusión nacional, como Telecinco (Pasapalabra), El Mundo y la SER. Puedes engañar a alguna gente durante un tiempo, pero no a todo el mundo durante todo el tiempo, según decía, creo, Abraham Lincoln. Lo más sorprendente es que no descubrieran antes a alguien tan poco hábil con el Photoshop, en un mundo virtual en el que, más que nunca, se pilla antes a un mentiroso que a un PC con Windows 95.
Algo no va bien cuando tienes que recordarle a algunos que la mentira está mal y que la sinceridad y la honestidad son valores en sí mismos, sin necesidad de recurrir a comparaciones (es que todo el mundo miente en sus currículums, aducen) ni a listas de damnificados. Aunque Anna Allen no hubiese engañado a multitud de periodistas, productores, lectores, televidentes y seguidores; aunque no se hubiese aprovechado de una sarta de mentiras para obtener ventajas profesionales (en detrimento de muchos compañeros en paro), la actriz de «Cuéntame cómo pasó» se ha engañado, en primer lugar, a sí misma. Ha perjudicado (de momento) su carrera, y eso ya merece censuras y reprimendas. Tampoco se trata de «crucificarla» ni de cebarse con ella gratuitamente, no es eso. Algún psicólogo se ha lanzado a aventurar que podría padecer un trastorno narcisista de la personalidad, un problema por el que merecería nuestra compasión, pero que tampoco anularía su capacidad de discernir el bien del mal (sería penalmente imputable). Otros dicen que ha sido víctima de los malos consejos de su representante. Quién sabe. A Anna Allen parece habérsela tragado la tierra y no parece querer dar explicaciones.
Si Anna Allen merece toda nuestra comprensión, ¿por qué no Francisco Nicolás y otros sujetos con un exagerado sentido del postureo? ¿Disculpamos a un político cuando miente, porque todos lo hacen y era necesario para ganar unas elecciones?
En España se ha perdido un poco el apego a la verdad como valor de la sociedad. Aquí aún no se entiende que Bill Clinton se ganase el impeachment no propiamente por ponerle los cuernos a Hillary con Monica Lewinsky, sino por mentirle al Congreso de los Estados Unidos. ¿De verdad queremos un Gobierno que nos diga la verdad, como decía Rubalcaba tras el 11-M? A veces parece que no. Lo recordaba en este artículo Antonio Pérez Henares. Lo que en realidad quieren muchos ciudadanos son políticos que les digan lo que quieren oír, da igual que no se corresponda con la realidad, y no verdades incómodas. Así que por qué iban a molestarnos las mentiras de una actriz del montón.
Qué quieren que les diga, yo le sigo teniendo mucho cariño a la verdad, esa cosa tan aburrida y muchas veces tan esquiva. Soy periodista, pertenezco a ese oficio dedicado a preservar la verdad de igual forma que el médico cuida la salud. Soy así de previsible, qué le voy a hacer.
cerradosA propósito del currículo de la enseñanza de Religión Católica
Hay que estar bastante confundido (por decirlo finamente) para pensar que, por el mero hecho de que el BOE publique el currículum de la asignatura de Religión católica, el Gobierno comparte o defiende las creencias religiosas contenidas en ese documento, ni mucho menos que pretenda imponerlas «por decreto», como se ha publicado en varios medios de comunicación. Creer eso es tanto como pensar que el Gobierno está de acuerdo con todas las sentencias del Tribunal Constitucional porque las publica en el BOE, o que la Diputación de Pontevedra promueve todas las multas y sanciones que se publican en el boletín oficial de dicha provincia.
Por aclarar, el polémico documento en cuestión fue redactado por la Conferencia Episcopal Española para una asignatura, la Religión, totalmente voluntaria. Se supone que el currículum correspondiente al Islam lo redactará la autoridad religiosa musulmana correspondiente, y cuando lo publique el BOE no significará que Rajoy y sus ministros se hayan convertido a la religión de Alá ni que recen mirando a la Meca en La Moncloa.
Esto, que es tan sencillo, lo han retorcido algunos medios de comunicación de este país y otros les han seguido el juego en un lamentable ejercicio de borreguismo informativo.
cerradosNada del otro jueves
Hay algo peor que la censura: la autocensura. Es lo que creo que ha ocurrido aquí por parte de la editorial RBA. No me imagino a la Casa del Rey exigiendo la retirada de esta portada de El Jueves, y si lo han hecho así, les ha salido el tiro por la culata, porque ahora la ha visto todo el mundo. Solo se puede retirar una publicación si se aprecia un delito tipificado en el Código Penal, mediante decisión judicial. Este no es el caso, ni de lejos. Esta portada (la de la derecha, que fue finalmente destruida) no es que no sea delictiva, es que es hasta inocente, sobre todo en comparación con los contenidos de una publicación como Mongolia, por ejemplo. Flaco favor le hacen a la credibilidad de la monarquía este tipo de decisiones. Mi apoyo a El Jueves y a la libertad de expresión.
cerradosCristiano Ronaldo y la estupidez (historia de otro bulo)
No se asusten. Aunque soy culé (mala noche para recordarlo, tras la dolorosa eliminación ante el Bayern por un global de 7-0), esta entrada no trata de la estupidez de Cristiano Ronaldo (jugador que en la última temporada ha mejorado notablemente su comportamiento dentro y fuera del campo), sino de la del género humano en general. «Sólo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana», reza la frase atribuida a Einstein, y cada vez me doy más cuenta de la razón que tenía el genio de origen judío alemán. De nuevo otra falsa noticia es difundida interesadamente por un blog (no llega a la categoría de medio de comunicación), y miles de internautas se la tragan sin más, difundiéndola en las redes sociales. Fue la supuesta negativa de Cristiano Ronaldo a intercambiar su camiseta con un jugador de la selección de Israel. El jugador portugués declaró luego, supuestamente, a los periodistas: «Yo no intercambio mi camiseta con asesinos».
El bulo surgió hace unas semanas y hasta ahí el proceso era normal. Ningún medio de comunicación serio, que yo sepa, había caído en la trampa, hasta que hoy he leído a José Manuel Ponte, columnista de Faro de Vigo (sí, el periódico en el que trabajo), y he comprobado con estupor cómo ha metido la pata hasta el cuello dándole total credibilidad a esa falsa noticia en un artículo de opinión de un medio serio como el decano de la prensa nacional. Obviamente se trata de la opinión de un colaborador, que en nada tiene que ver con la línea editorial del periódico. Siento no poder enlazarlo, porque Faro de Vigo (con muy buen criterio, en mi opinión), sigue manteniendo la mayoría de sus contenidos de pago, sólo disponibles en la edición en papel o en Orbyt.
Indicios y pruebas de que estamos ante un bulo:
1) La «noticia» surge un mes después de la disputa del partido entre Israel y Portugal, el pasado 22 de marzo de 2013. El bulo se difunde a mediados de abril. Significativo, ¿no?
2) Los medios de comunicación españoles no se han hecho eco de él, pese a que muchos de ellos (Marca, As, Cuatro…) están pendientes hasta de la marca de gafas de sol que usa la estrella lusa del Real Madrid. ¿Será por la censura del sionismo internacional?
3) El «medio de comunicación» al que se alude como fuente de la noticia no es más que un blog francés de extrema izquierda, Street Télé Virtuelle, comparable a Kaosenlared.net y Rebelion.org por su sesgo político y por el escaso apego que tiene a la verdad cuando no favorece sus ideas. Ya se sabe que la mentira es un arma revolucionaria para quienes profesan esta ideología. Mediante un breve repaso a este blog encontramos, entre otras cosas, una lista de empresas supuestamente vinculadas a Israel que deben ser boicoteadas: Coca-Cola, Disneylandia, Estée Lauder, Intel, Danone, Nestlé… Otra prueba de su nula credibilidad: en su apartado dedicado a la «desinformación», se asegura que Al Qaeda no es más que un montaje «fabricado por los partidarios del nazismo y el sionismo en los Estados Unidos». Ahí queda eso.
4) Ni siquiera el vídeo de YouTube que Street Télé Virtuelle enlaza aporta prueba alguna a lo afirmado por este blog. De hecho, en los 14 segundos de imágenes solamente se ve a Cristiano Ronaldo hablando con un jugador israelí, dándole la mano a otro jugador de la selección hebrea y finalmente pasando de largo ante un futbolista de su propia selección: aunque no lleva camiseta, viste pantalones y medias rojas, lo que le identifica como jugador luso (la selección israelí juega totalmente de blanco con ribetes azules). Pese a lo burdo del vídeo y de lo afirmado en el título (Cristiano Ronaldo refused to exchange his T-Shirt with Israel players. Say NO to Israel!), contaba con 614 «likes» (usuarios que le dieron al «me gusta») y absolutamente ninguna desaprobación, algo extremadamente raro en un vídeo de YouTube. Muy pocos comentarios ponían en duda lo afirmado y la mayoría calificaban a Israel y Estados Unidos de países terroristas.
5) Por supuesto, no hay prueba documental alguna de las declaraciones de Cristiano Ronaldo, ni en vídeo ni en audio. Como ocurre frecuentemente con Balotelli y con Ibrahimovic, parece que se han inventado sus palabras.
Asusta la credulidad de buena parte de la opinión pública. ¿En los colegios y universidades no se enseña a pensar por uno mismo, a tener espíritu crítico y no creerse todo lo que aparezca en internet? Difama, que algo (mucho en este caso) queda.
Se lamentaba José Manuel Ponte (siempre a la izquierda y extremadamente crítico con Estados Unidos en sus opiniones, si a alguien le sirve este dato) de que «la influencia de Israel en el mundo es muy superior a su tamaño y a su población». No debe de ser tanta la influencia del «sionismo internacional» cuando bulos como estos se propalan de forma tan generalizada en internet. Si Dreyfus levantara la cabeza…
P.D.: Esta es una imagen del artículo de José Manuel Ponte del 1 de mayo de 2013 que he citado:
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Cuando éramos felices y documentados*
El gravísimo error del diario El País, en la madrugada del pasado 24 de enero, al publicar como gran exclusiva una foto falsa de Hugo Chávez no es un fallo aislado. Es la culminación de un proceso que afecta a toda la prensa. Era cuestión de tiempo que un periódico teóricamente tan prestigioso como El País cometiese un error tan garrafal. Hay diversos factores que explican este proceso por el que la prensa escrita se ha visto arrastrada a una precariedad sin precedentes. El primero lo explica el profesor de la Universidad de Navarra José Luis Orihuela, gran experto en medios de comunicación -especialmente los digitales- del que me puedo enorgullecer de haber sido su alumno:
«Los despidos en la prensa española están afectando especialmente a los periodistas más experimentados, por lo que los redactores jóvenes han perdido a los maestros y los medios están perdiendo el instinto. Un campo abonado para que florezcan los errores y las manipulaciones». (Instinto periodístico, en www.ecuaderno.com, 24 de enero de 2013)
No puedo estar más de acuerdo. Los periodistas más veteranos manejan conocimientos que difícilmente se encuentran en internet. La experiencia, el nivel de formación humanística (cultura general) y el instinto periodístico son cualidades fundamentales que suelen despreciar muchos de los actuales dirigentes de los periódicos. El propio director de El País, Javier Moreno Barber, es un licenciado en Químicas que hizo el máster de Periodismo UAM-El País. Y el autodenominado «diario global en español» despidió recientemente a 129 periodistas, algunos de ellos muy veteranos y experimentados. Como dijo Ramón Lobo, uno de los 129, «ya no te valoran por lo que vales, sino por lo que cuestas». En efecto, los periodistas más veteranos son los que más costes salariales suponen a la empresa, pero también son seguramente quienes más pueden aportar en cuanto a artículos en profundidad y perspectiva histórica. En definitiva, más valor añadido al periódico. En su afán por abaratar el producto, los responsables económicos de los diarios han provocado que a muchos les resulte difícil pagar 1.30 euros por algo que apenas les aporta información de calidad, profunda y documentada.
Además de la precariedad de los recursos humanos, que implica necesariamente un peor producto periodístico, el segundo problema, íntimamente relacionado con el primero, es la influencia de los peores modos del periodismo digital en la prensa escrita. Las ediciones digitales, casi siempre más ligeras en cuanto a temas y, por definición, inmediatas, han contagiado sus peores vicios a los periódicos en papel, que se ven a menudo compelidos a reproducir las pseudonoticias que aparecen en las redes sociales y en páginas web de dudosa o nula veracidad. Y lo hacen de un modo mimético, sin contrastar las noticias, un proceso que requiere tiempo, pericia y esfuerzo. Además, los temas del corazón, los relacionados con el sexo y los sucesos más escabrosos ganan espacio en las páginas, como si las listas de «las noticias más leídas» de las ediciones web fuesen las nuevas tablas de la ley para algunos directores de periódicos.
Mientras los directores de los periódicos en papel no se den cuenta de que deben nadar en la dirección contraria a las ediciones web, es decir, publicar reportajes en profundidad, información documentada y bien elaborada, la prensa escrita estará abocada al fracaso y a la desaparición.
Por último, la reacción del diario El País ha sido tardía y poco convincente. La falsa imagen de Chávez y el vídeo del que se extrajo ya se habían exhibido en Latinoamérica. No era una imagen inédita. Es muy probable que algún periodista de El País la hubiese visto antes o hubiese cuestionado su autenticidad si la hubiese visto, pero seguramente el director del periódico se guardó de mostrarla incluso a los periodistas de su diario por miedo a una filtración. El País se escuda en que no pudo recurrir a su corresponsal en Cuba, la famosa bloguera Yoani Sánchez. Vale, está claro el porqué. Pero, ¿no tiene El País corresponsales o colaboradores en Miami, Bogotá o Caracas, donde se rebatió por televisión la autenticidad de la imagen? Son excusas sonrojantes, como la del supuesto «maestro» de periodistas Miguel Ángel Bastenier, quien ha dicho en Twitter: «Un diario es una obra colectiva, el culpable es el diario». NO. El responsable -de iure, pero también de facto en un caso como éste- es el director del periódico. Como recuerda el consultor y periodista Juan Antonio Giner, «los errores no los cometen los diarios, sino alguien en concreto». Resulta también llamativo que El País se enterase de la falsedad de la fotografía a través de las redes sociales, como reconocen en su artículo de disculpa:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/24/actualidad/1359060599_118030.html
Resulta cómico que un periódico que pide -como lo hacen todos- dimisiones a los responsables políticos cuando cometen errores, sea incapaz siquiera de pedir perdón de forma concreta, con nombres y apellidos. Nadie firma el artículo de disculpa ni se citan nombres de periodistas ni de directivos de El País, por el contrario se señala a la agencia, ajena a El País, que les facilitó la imagen.
El error no sólo ha afectado al prestigio de El País, sino al de toda la prensa. Al igual que el prestigio de toda la clase política se ve afectado por cualquier caso de corrupción, lo mismo ocurre con los medios de comunicación. Y desde la Transición, para muchos la biblia del periodismo ha sido El País. Tal vez el paradigma caiga definitivamente y por fin se le reconozca por fin a El Mundo -con todos sus defectos y su cuota de sensacionalismo y precariedad- su alto nivel periodístico. No olvidemos que Pedro J. Ramírez rechazó la foto falsa de Chávez antes de que la aceptase El País. Hizo gala de un instinto del que careció Javier Moreno, sin duda.
(*) El título de esta entrada adapta el de la novela del escritor y periodista Gabriel García Márquez de 1973 «Cuando era feliz e indocumentado».
cerradosVerificar una noticia lleva más de 20 minutos (fracaso Escolar)
Hace unos días me llamó poderosamente la atención una noticia difundida por las redes sociales. El titular, el dato destacado, era éste: «68 de los 245 asesores del presidente no tienen el graduado escolar». Un dato que, de ser cierto, resultaría bastante indignante. ¿Paga Presidencia del Gobierno a personas que no tienen los estudios mínimos obligatorios? ¿Con cinco millones de parados, muchos de ellos con una o dos carreras superiores? De entrada, cuesta creerlo, a no ser que uno crea que Rajoy es un tipejo capaz de pagar sustanciosos sueldos a personas elegidas a dedo, supuestamente amiguetes, sin formación alguna, ni siquiera la básica que exige la ley. Cuesta creer eso de Rajoy y de los demás políticos españoles, aunque a veces se les culpe hasta de la muerte de Manolete. Parece algo más propio de Cristina Kirchner, de Fidel Castro o de Chávez.
También me llamó la atención que sólo se hicieron eco de esta escandalosa noticia, publicada originalmente por el periódico digital 20 Minutos.es, webs como Menéame, Burbuja.info y otros foros y blogs considerados de izquierdas. El propio periódico digital 20 Minutos está considerado como de izquierdas. Sorprende que otros medios de comunicación, de centro y de derechas, no se hubiesen hecho eco de la noticia, siquiera para refutar ese dato tan indignante. Copio aquí el enlace a la noticia de 20 Minutos. Nos interesa el tercer subtítulo:
http://www.20minutos.es/noticia/1635381/0/rajoy/recortes/altos-cargos/
Otro que contribuyó decisivamente a la difusión de esta noticia fue el periodista Antonio Martínez Ron, alias @aberron en Twitter. Le seguía hasta hace unos días, cuando me bloqueó (solía discrepar de lo que decía, pero creo conveniente leer opiniones de todo tipo), alegando que yo era un «Reverte de bolsillo» (le doy gracias por el cumplido, tanto por Javier Reverte como por Pérez-Reverte, igualmente admirados). En la red de microblogging, @aberron publicó lo siguiente el pasado 2 de noviembre:
«Ahora que sabemos que 1/4 de los asesores de Rajoy no tienen estudios, comprendemos mejor lo que está haciendo con la educación y la ciencia»
Martínez Ron, que tiene más de 26.000 seguidores en Twitter, dedicó una veintena de «tuits» a este asunto, muchos de ellos réplicas a otros usuarios. La frase que he destacado fue «retuiteada» nada menos que 179 veces. Nótese que Martínez Ron subraya que esos asesores de Rajoy «no tienen estudios»: «los tipos que llevan el país a la ruina tienen más de 200 asesores y una cuarta parte no tiene estudios»
Pocos (pero muy sensatos) cuestionaron la veracidad misma del dato. Uno de ellos fue David Usano, que respondió a @aberron lo siguiente:
«@aberron es muy irresponsable lanzar tal afirmacion sin citar la fuente (por no entrar en si la ha contrastado). Lamentable»
La respuesta del citado Martínez Ron se califica por sí misma. Fue esta:
«@davidusano Que tú no sepas buscar una fuente no quiere decir que no exista. De primero de internet: http://www.20minutos.es/noticia/1635381/0/rajoy/recortes/altos-cargos/ …«
Ahí lo tienen: el periodista, encaramado a sus 26.000 seguidores (cifra que superan ampliamente exconcursantes de Gran Hermano y los participantes del reality «intelectual» de la MTV Gandía Shore, por poner dos ejemplos), menosprecia a su interlocutor (diciéndole que no sabe buscar una fuente y «suspendiéndole» en primero de internet) y le remite a lo publicado por 20 Minutos, el digital dirigido por Arsenio Escolar. Como si 20Minutos.es fueran las Tablas de la Ley o el Boletín Oficial del Estado.
Pero, ¿de dónde sacó 20Minutos.es este dato tan polémico? El digital de Arsenio Escolar olvidó (¡vaya por Dios!) enlazar en su noticia a los Presupuestos Generales del Estado 2013, que es la fuente que se cita en la noticia. No le hubiera costado nada incluir un hipervínculo a la parte de los PGE en la que figura esa partida presupuestaria de los «asesores» de Rajoy. En lugar de eso, el hipervínculo de «Presupuestos Generales del Estado» (subrayado) en la noticia lleva a otro artículo de 20 Minutos sobre los Presupuestos: el rechazo del PP a las enmiendas y el debate parlamentario de Montoro con Rubalcaba. Sospechoso, ¿no?
Después de buscar y rebuscar entre documentos oficiales alojados en internet (algunos, interminables PDF), encontré la fuente a la que se refiere 20 Minutos en su noticia. En esta página web se detalla «el personal eventual» de Presidencia del Gobierno: en román paladino, los asesores de Rajoy, por categorías profesionales y/o educativas. Efectivamente, figuran 68 asesores en la categoría más baja, pero se especifica que pertenecen a «agrupaciones profesionales» y/o poseen el «certificado de escolaridad». Véase el documento en este enlace:
http://www.sepg.pap.minhap.gob.es/Presup/PGE2013Proyecto/MaestroDocumentos/PGE-ROM/doc/HTM/N_13_A_V_3_2_19_1_191_1_1912M_1.HTM
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¿Qué es el «certificado de escolaridad»? ¿No se decía que esos asesores carecían de estudios? ¿No tiene nada que ver el certificado de escolaridad con el graduado escolar? Pues bien, ese «certificado de escolaridad», como sabrán los internautas de edad más madura, se expedía en los sistemas educativos anteriores a la LOGSE (1990), y es equivalente, a efectos laborales, al certificado de haber superado el Grado II de la Formación Básica para las personas adultas. En otras palabras, certifica que se ha cursado la enseñanza obligatoria. Ambos títulos, Certificado de Escolaridad y Graduado Escolar, son equivalentes, como se demuestra, además, en este número del BOE (Orden ECD/1417/2012, de 20 de junio, primer párrafo):
http://www.boe.es/boe/dias/2012/06/30/pdfs/BOE-A-2012-8747.pdf
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La equivalencia se resume en esta otra página del Injuve (Gobierno de España):
http://www.injuve.es/empleo/noticia/equivalencia-del-certificado-de-escolaridad-y-de-otros-estudios-con-el-titulo-de-graduado-escolar
(*Copia y pega la dirección en el navegador)
Lo que se demuestra es que estos 68 trabajadores eventuales de Presidencia del Gobierno sí tienen estudios, acreditados por el Certificado de Escolaridad, equivalente al Graduado Escolar. La preocupación del periodista Martínez Ron por que esos «asesores» de Rajoy pudieran «no saber leer y escribir correctamente» (sic) parece exagerada. Al final ni Rajoy, ni ningún presidente del Gobierno, se rodea de 68 gañanes. Decir que no tienen el Graduado Escolar es una media verdad, que en este caso equivale a una mentira.
Creo que el señor Arsenio Escolar tiene edad para saber lo que es el Certificado de Escolaridad. Sin embargo, su diario digital hurtó a sus lectores el acceso a la fuente de la noticia, una información difícil de encontrar (a mí me llevó más de 20 minutos, valga la expresión), pero accesible a todos los ciudadanos de forma gratuita y sin mediar registro alguno, sólo usando Google. Escolar ha privado a sus lectores de lo público que tanto defiende. ¿Estamos ante una omisión por descuido o deliberada, o tal vez quepa hablar de fracaso Escolar?
Nota: el ejemplo que acabo de explicar es aplicable a los medios de comunicación de todas las tendencias, ideologías y países. Incluso el reputado New York Times, considerado por muchos el mejor periódico del mundo, ha publicado alguna vez datos tan disparatadamente erróneos que harían echarse las manos a la cabeza a más de uno. Hace unos meses, en un editorial (el artículo más importante de un periódico, el que expresa su línea ideológica), se afirmaba, en defensa de Baltasar Garzón, que el juez español «ha jugado un importante papel en la transición española a la democracia» (inicio del segundo párrafo):
http://www.nytimes.com/2012/02/11/opinion/a-chilling-verdict-in-spain.html?_r=0
Este delirante dato biográfico causaría sonrojo al leerlo incluso en una redacción de primero de ESO, por su evidente anacronismo. Cuando fue sometida a referéndum la Constitución Española de 1978, Garzón, entonces con 23 años, estudiaba la carrera de Derecho en Sevilla y trabajaba como albañil y camarero, además de ayudar a su padre en una gasolinera.
Pues eso, no se crean a pies juntillas todo lo que leen, sobre todo en internet. A veces hasta el New York Times yerra… o miente.
P.D.: He omitido una cuestión importante: en el documento del Gobierno figura como epígrafe “personal eventual”. Como han sugerido otros internautas, ¿por qué en la noticia de 20Minutos.es se infiere que todos ellos son asesores presidenciales de Mariano Rajoy? ¿No pueden ser camareros, jardineros, albañiles, conductores, fontaneros u otro tipo de personal eventual que trabaje en La Moncloa? Si ese fuese el caso, está claro que la polémica por sus estudios y cualificación tendría mucho menos sentido, con todos mis respetos para esos profesionales.
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El bulo como arma
No hace falta subrayar la abundancia de bulos en internet, que las redes sociales (Twitter, Facebook y Menéame, sobre todo) han contribuido a difundir. No está mal que alguien comparta cierta noticia curiosa o dato divertido, si es inocuo. El otro día «retuiteé» un fichaje futbolístico que resultó ser falso, engañado por una página fraudulenta que imitaba a la oficial del F.C. Barcelona. Hasta Arturo Pérez Reverte metió la pata cuando difundió el dato erróneo de los más de 400.000 políticos españoles. Son errores veniales hasta cierto punto. Pero si la desinformación se utiliza como arma arrojadiza, como argumento ad hominem para desacreditar al rival político y a la opinión discrepante, surge el peligro. Sobre todo si alguien con miles de seguidores en las redes sociales interviene en la propagación de la información falsa. Acabo de ser testigo del último de estos episodios, en Facebook. El grupo catalán de pop Love of Lesbian, con más de 158.000 seguidores en la red social de Zuckerberg, difundió esta noche (17 de julio de 2012) el siguiente texto, con la gravedad de que no sabía (así lo admite al principio) si era del todo cierto:
«No sé si es del todo cierto (como todo lo que circula por la red) pero da que pensar en las diferencias entre nuestros vecinos y nosotros.»
Lo que hace un gobierno socialista en 56 días (en Francia, ok)
Esto es lo que ha hecho Hollande (no palabras, hechos) en 56 días en el cargo:
– Ha suprimido 100% de los coches oficiales y los ha subastado; y lo recaudado se destina al Fondo de Bienestar para ser distribuido a las regiones con el mayor número de centros urbanos con los suburbios ruinosos.
– Ha hecho enviar un documento (doce líneas) a todos los organismos estatales dependientes de la administración central en el cual les comunicaba la abolición de los «vehículos de empresa» desafiando de manera provocativa e insultando a los altos funcionarios, con frases como «si un ejecutivo que gana 650.000 euros año, no puede permitirse el lujo de comprar un buen coche con sus ingresos del trabajo, quiere decir que es demasiado ambicioso, que es estúpido, o que es deshonesto. La nación no necesita ninguna de estas tres figuras». Touchè. Fuera los Peugeot y los Citroen. 345 millones de euros salvados de inmediato, y trasladados a crear (apertura 15 de agosto 2012) 175 institutos de investigación científica avanzada de alta tecnología, asumiendo la contratación de 2560 jóvenes científicos desempleados «para aumentar la competitividad y la productividad de la nación».
– Ha abolido el concepto de paraíso fiscal (definido «socialmente inmoral») y promulgó un decreto presidencial de de urgencia estableciendo un porcentaje del 75% de aumento en la tributación para todas las familias que, netos, ganan más de 5 millones de euros al año. Con ese dinero (manteniendo así el pacto fiscal) sin que ello afecte un euro al presupuesto, ha contratado a 59,870 licenciados desempleados, de los cuales 6.900 desde el 1 de julio de 2012, y luego otros 12.500 el 1 de septiembre como profesores en la educación pública.
– Ha privado a la Iglesia de subsidios estatales por valor de 2,3 millones de euros que financiaban exclusivos colegios privados, y ha puesto en marcha (con ese dinero) un plan para la construcción de 4.500 jardines de infancia y 3.700 escuelas primarias, iniciando un plan de recuperación la inversión en la infraestructura nacional.
– Ha establecido el «bono-cultura» presidencial, un mecanismo que permite a cualquiera pagar cero impuestos si se constituye como cooperativa y abre una librería independiente contratando al menos dos licenciados desempleados de la lista de desempleados, con el fin de ahorrar dinero del gasto público y realizar una contribución mínima al empleo y al relanzamiento de nuevas posiciones sociales.
– Ha abolido todos los subsidios gubernamentales a las revistas, fundaciones y editoriales, sustituyéndolos por comités de «emprendedores estatales»» que financian acciones culturales sobre la base de la presentación de planes de negocio relacionados con estrategias de mercado avanzadas.
– Ha puesto en marcha un procedimiento muy complejo en el que ofrece a los bancos una elección (sin impuestos): Quien proporcione préstamos blandos a empresas francesas que produzcan bienes recibe beneficios fiscales, quien ofrece instrumentos financieros paga una tarifa adicional: lo tomas o lo dejas.
– Ha reducido en un 25% el sueldo de todos los funcionarios del gobierno, el 32% de todos los diputados y el 40% de todos los funcionarios estatales de alto nivel que ganan más de 800 000 € por año. Con esa cantidad (alrededor de 4 millones de euros) ha establecido un fondo que ofrece garantías de bienestar a las «madres solteras» en condiciones financieras difíciles garantizándoles un salario mensual por un período de cinco años, hasta que el niño vaya a la escuela primaria, y tres años si el niño es mayor. Todo ello sin modificar el equilibrio del presupuesto.
Resultado: pero miren qué SORPRESA! El diferencial con los bonos alemanes cayó, por arte de magia. Ha llegado a 101 (el nuestro viajando por 570). La inflación no ha aumentado. La competitividad de la productividad nacional se ha incrementado en el mes de junio por primera vez en tres años.
Perdón por el «tocho». No crean que los internautas seguidores de Love of Lesbian (LOL) se dieron cuenta de la inverosimilitud de estas medidas. El 95 por ciento jaleó estas supuestas medidas de Hollande, poniéndolas como ejemplo para España. Solo unos pocos internautas -impecablemente, eso sí- reprocharon a LOL su irresponsabilidad al no contrastar mínimamente lo publicado en su página de Facebook.
Una vez que hayan dejado de reír por los supuestos «milagros» de Hollande, pueden leer lo que comenté a este hilo en Facebook:
Es vergonzoso que un grupo con tantos seguidores como LOL (o su incauto webmaster) propale un bulo de estas dimensiones sin contrastar la información. Si no sabéis «si es del todo cierto», ¿para qué lo publicáis? Hay que ser muy lerdo para creer que con solo 2,3 millones de euros (supuestamente detraídos de la ayuda a la Iglesia) se pueden financiar nada menos que ¡¡4.500 jardines de infancia y 3.700 escuelas primarias!! Otra incongruencia matemática: se asegura que se reduce «un 25% el sueldo de todos los funcionarios del gobierno, el 32% de todos los diputados y el 40% de todos los funcionarios estatales de alto nivel que ganan más de 800 000 € por año», y que se ha recaudado con tales medidas SOLO «4 millones de euros». Si hubiese reducido el 25% el sueldo de todos los funcionarios del gobierno, ¿no creéis que lo habría publicado la prensa y que habría habido manifestaciones? ¿Y si hubiese subastado el 100% de los coches oficiales…? ¿No visteis que el otro día se saltó los límites de velocidad en su Citroën de altísima gama? Por favor, LEED PERIÓDICOS y consultad medios de comunicación hechos por periodistas profesionales, no los bulos que pululan por internet. Luego os quejaréis de la prensa. Patético. Si tantos internautas se han creído esta patraña, eso explica cómo nos va…
Y no pongo la foto de Hollande en su cochazo oficial el pasado sábado (desfile del 14 de julio, igual os suena…) porque no me deja Facebook.
En fin, como dije el otro día en Twitter, conviene repasar «1984», de Orwell, la película «La ola» o la historia de las cazas de brujas para no olvidar la peligrosidad de ciertos bulos. Casos como este demuestran que la salud intelectual de la opinión pública de un país es directamente proporcional al progreso de dicho país.
Señores de Love of Lesbian, sigan dedicándose a los «bolos» y déjense de bulos.
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