José María Calleja
R.I.P. CNN+
No diré, como Jiménez Losantos, que he disfrutado con la defunción de CNN+ Al contrario, me entristeció mucho presenciar en directo su desaparición, el pasado 28 de diciembre (fecha significativa del calendario cristiano…). Veía habitualmente esta cadena, como «yonki» de las noticias que me considero, siempre ávido por conocer la última hora. Además, trabajaban en la cadena profesionales del periodismo que he conocido personalmente, como José Mari Calleja, un buen tipo, pese a que su viraje ideológico durante la última negociación del Gobierno con ETA dejase a muchos (a mí entre ellos) bastante estupefactos. También le tengo aprecio a Gabilondo, pese a que ideológicamente nos encontramos en puntos bastante distantes. Pero mi pena no es por ellos, profesionales bien pagados y seguramente amortizados, sino por los cientos de periodistas jóvenes y no tan jóvenes que se irán al paro o a la incertidumbre de un futuro bajo el paraguas de Telecinco-Atlas. Y también porque hemos cambiado un canal de noticias y debate por un engendro infumable como Gran Hermano… las 24 horas del día. Lo presenta, recordad, Mercedes Milá, esa misma que hace años presentaba programas de «periodismo DE VERDAD» (se ve que el resto de periodistas eran unos aficionados), y que se metió en lo de Gran Hermano por aquello del «experimento sociológico». Se ve que el experimento tienen que repetirlo una y otra vez para estar seguros, porque ya van por la duodécima edición.
En fin, casos como estos nos llevan a pensar que «tenemos el país que nos merecemos».
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