El sistema financiero (1 de 2)
Antonio Comín, profesor de ciencias sociales del ESADE, propone en La gran omisión las siguientes medidas para el sistema financiero:
Una reforma fiscal: impuestos al capital financiero, sobre beneficios y sobre sueldos elevados, en la línea de lo que una institución tan poco sospechosa de radicalismo como el FMI propuso en su informe A Fair and Substantial Contribution by the Financial Sector (2010); impuesto sobre las transacciones financieras; impuestos sobre patrimonio y grandes fortunas, entre otras medidas.
Un Tesoro europeo: creación de los eurobonos, para proteger de manera efectiva y contundente la deuda de los países periféricos de la UE del ataque de los mercados, que acaba por perjudicar a todos los países del euro en su conjunto.
Reforma de los mercados: en Caída libre, Stiglitz detalla con considerable precisión todo aquello que deberíamos hacer para que los mercados financieros no repitan una catástrofe como la de 2008: cómo regular los bonus de los directivos para evitar incentivos perversos, cómo garantizar la transparencia para que la “banca en la sombra” no quede al margen de los reguladores, cómo impedir que estos sean capturados por el propio sector financiero al que regulan, cómo vigilar o trocear las entidades sistémicas (“demasiado grandes para caer”), qué hacer con los derivados para que no se conviertan en armas de destrucción masiva, cómo proteger al consumidor del abuso de los bancos, etc. Y, nos atrevemos a añadir, cómo regular las agencias de rating para que no trabajen al servicio de los especuladores y en contra del interés general.
Paul Krugman, uno de los pocos economistas que predijo la Gran Recesión, propone en La primavera de los banqueros una regulación que limite la frecuencia y la magnitud de las crisis financieras, combinada con normas que permitan al Gobierno conseguir un buen trato cuando los rescates económicos se vuelvan necesarios.
Un escogido conjunto de personalidades propone en Cambiemos Europa lo siguiente:
- Crear eurobonos para absorber parte de la deuda de los Estados miembros y para reducir su coste total.
- Reducir la carga fiscal a los ingresos del trabajo y aumentar la de los ingresos del capital.
- Crear un sistema impositivo favorable al medio ambiente.
- Introducir un impuesto a las transacciones financieras.
- Una fiscalidad europea que asegure recetas justas, eficaces y duraderas.