Pinganillos en el Senado
«El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos». ¿Tan difícil es de entender este artículo? Les da igual la crisis y la austeridad exigible al Estado en estos momentos, en realidad eso -los 12.000 euros del ala que pagamos los españoles a escote por cada sesión- es un asunto menor comparado con el complejo de inferioridad que sienten algunos políticos socialistas respecto del castellano. Produce pena y vergüenza ajena. Hace tiempo que un amplio sector de la izquierda -salvemos UPyD y algunos políticos del PSOE- se siente en inferioridad moral respecto a los nacionalismos, como si tuvieran una deuda pendiente con ellos o pensaran que cualquier oposición a la ideología nacionalista es intrínsecamente reaccionaria y franquista. Sin otra bandera a la que aferrarse, buena parte de los socialistas han hecho suyo el ideario nacionalista, haciendo el caldo gordo al separatismo -real o de salón- y olvidando de paso la esencia internacionalista de la izquierda.
Resulta plausible que senadores de una misma comunidad autónoma -Galicia, pongamos por caso- hablen en su lengua cooficial dentro de una comisión del senado que debata sobre temas que atañen a la Comunidad Gallega, entre senadores gallegos. Y que lo hagan en Madrid, en Pekín (o Beijing, como diría un snob) o en la Cochinchina. Pero cuando son senadores de toda España cuando les escuchan, ¿por qué no utilizar la lengua común? La Constitución deja claro que ni el vasco, ni el gallego, ni el catalán ni el valenciano son lenguas oficiales fuera de sus respectivas comunidades autónomas. Reduciendo esto al absurdo, un senador tendría el mismo derecho a dirigirse a la Cámara Alta en francés y a pedir traducción simultánea que a hacerlo en euskera. De acuerdo, el francés no es una lengua española, y el euskera -por mucho que les chirríe a los aberzales-, sí. Pero, siendo una lengua española, el euskera no es oficial en Madrid. Y aunque fuera oficial ante el Senado, ¿para qué sirve toda esta pantomima? ¿De verdad creen que los intérpretes traducirán con rigor todas las intervenciones? ¿No habrá datos importantes que se queden «lost in traslation»? ¿No está por encima del fomento de la lengua el sentido común y el pragmatismo? ¿Por qué despreciar una lengua que utilizan 400 millones de personas? Tal vez la respuesta la tenga Zapatero, que después de siete años en La Moncloa es incapaz de responder a una sencilla pregunta en inglés. Tal vez habría que invertir esos 12.000 euros en un buen profesor de inglés para nuestro presidente del Gobierno. Pero, nada, que aprendan ellos, pensará ZP.
Esto recuerda al complejo de inferioridad y a la claudicación en materia de libertad religiosa. Aquí todos pueden llevar velo integral y burka, como la señora musulmana que vi el otro día en el supermercado, suponiendo que fuera señora, que es mucho suponer, porque de su anatomía solo se podía ver el mínimo resquicio que dejaba una mínima hendidura a la altura de los ojos… El caso es que los nacionalistas tienen barra libre para utilizar sus respectivas lenguas cooficiales, así en Hernani como en Vic, Lalín y Madrid, pero un castellanohablante no tiene derecho a que se dirijan a él en su lengua, que pasa por ser la única oficial en todo el territorio nacional. No hace mucho, un amigo recibió en su domicilio de Vigo una multa de tráfico que le habían puesto en Cataluña, en un impreso redactado completamente en catalán. Sin comentarios.
Esto lo dice alguien que ha nacido en Galicia y que conoce y habla la lengua gallega, por más que los continuos cambios en la normativa lingüística hayan cambiado palabras tan comunes como «gracias» (desde hace unos años, «grazas») y la gramática gallega actual tenga poco que ver con la que uno estudió (con más esfuerzo que el inglés, por cierto) hace veinte años. Hablo gallego con un señor de Cambados con la misma naturalidad con la que hablé castellano con un catalán en Nueva York, sin «pinganillos».
1Ellas sufren en silencio
No entiendo por qué la ex ministra (ahora secretaria de Estado, si mal no recuerdo) Bibiana Aído (¿adónde ha ido?) no ha puesto ya el grito en el cielo. Si uno atiende a la publicidad televisiva, las mujeres de este país padecen, en exclusiva: acné, hemorroides, obesidad, estreñimiento, gases, picor genital, pérdidas de orina y descalcificación ósea, entre otros males de los que, a tenor de las protagonistas (mujeres solamente) de los anuncios de la tele, se encuentran a salvo los hombres. En cambio, nosotros sólo debemos preocuparnos por la disfunción eréctil. Va a ser verdad eso de que solo pensamos con (o en) el miembro viril.
¿Será que ellas se preocupan más por su salud que ellos? ¿Por qué los anuncios de medicamentos para todos estos problemas de salud tienen como protagonistas a mujeres? ¿No padecen también los hombres prurito genital ni hemorroides, o es que simplemente se rascan allí donde les pica? ¿No es un problema masculino la incontinencia urinaria? ¿Por qué entonces Concha Velasco encabeza en solitario la cruzada contra las pérdidas leves de orina? Solo José Coronado se atrevió a hacer frente al estreñimiento masculino con aquellos anuncios del bífidus que aún sirven para fabricar chistes fáciles. Y así le fue al actor…
1Vigilantes del culturetismo gafapasta
Recomendado por mi amigo (y gran «bloguero») Octavio Beares (búsquese «estodigo» o «el octavio pasajero» en Google), encuentro en la blogosfera una página tan desternillante como reveladora del nivel de pedantería que alcanza cierta crítica (especialmente de música y cine) en la prensa de este país:
http://culturetawatch.blogspot.com
En este magnífico blog podemos comprobar que una película puede ser un «patchwork de highlights gilliamescos», o que la literatura es «una composición multicapa de memes que los llamados escritores agitan y agitan en sus devaneos posturales incansablemente estéticos».
Ahí va eso… No sabemos de qué pasta estarán hechos estos críticos, pero sí que sus gafas son, probablemente, de pasta bien gruesa.
cerradosCien canciones (dónde irán)
Vomito aquí, sin ningún pudor, una lista de cien canciones favoritas que he confeccionado en los últimos días. No están ordenadas por importancia, simplemente las he ido añadiendo según se me ocurrían. Podría haber más temas de U2, The Smiths, The Police, Depeche Mode, Eric Clapton, Radio Futura o R.E.M., por citar algunos «grupos de cabecera», pero he querido hacer una lista variada en cuanto a épocas y estilos. Ahí va:
(El asterisco indica que se trata de versiones)
1 Joe Jackson – A slow song
2 Simple Minds – Someone somewhere in summertime
3 U2 – Where the streets have no name
4 The Police – Message in a bottle
5 Prefab Sprout – When love breaks down
6 Stevie Wonder – Isn’t she lovely?
7 The Beatles – While my guitar gently weeps
8 Jimi Hendrix – All along the watchtower*
9 Eric Clapton – Old love
10 Peter Gabriel – Solsbury hill
11 The Stranglers – Golden brown
12 The Smiths – Boy with the thorn in his side
13 Coldplay – Yellow
14 Radiohead – Fake plastic trees
15 The Rolling Stones – Gimme shelter
16 Keane – Everybody’s changing
17 Sting – I burn for you
18 Radio Futura – Annabel Lee
19 Pink Floyd – Comfortably numb
20 Crowded House – Don’t dream it’s over
21 R.E.M. – Sweetness follows
22 Elvis Costello – She*
23 Elton John – Your song
24 Bruce Springsteen – Born to run
25 The Cure – Just like heaven
26 Depeche Mode – Enjoy the silence
27 Arcade Fire – Rebellion (Lies)
28 Bob Dylan – Like a rolling stone
29 David Bowie – Space Oddity
30 Placebo – Without you I’m nothing
31 Pat Metheny – Are you going with me?
32 Antonio Carlos Jobim – Insensatez
33 Joy Division – Love will tear us apart
34 Supertramp – Fool’s overture
35 The Verve – Drugs don’t work
36 John Lennon – (Just like) Starting over
37 Otis Redding – Sitting on the dock of the bay
38 Elvis Presley – Suspicious minds
39 The Kinks – All day and all of the night
40 The Who – Baba O’Riley
41 New Order – Regret
42 Michael Jackson – Beat it
43 Brian Ferry – Slave to love
44 Robbie Williams – Feel
45 Phil Collins – In the air tonight
46 Squeeze – Tempted
47 Elvis Presley – Can’t help falling in love
48 Ray Charles – Georgia on my mind
49 The Eagles – Hotel California
50 Bob Marley – Is this love
51 Marvin Gaye – What’s going on
52 The Jayhawks – Stumbling through the dark
53 Weezer – O girlfriend
54 Ben E. King – Stand by me
55 Wilco – Impossible Germany
56 Van Morrison – The healing game
57 Derek and the Dominos – Layla
58 George Harrison – All things must pass
59 Neil Young – Rockin’ in the free world
60 Cream – White room
61 Franz Ferdinand – Do you want to
62 Kaiser Chiefs – I predict a riot
63 Alicia Keys – Fallin’
64 Massive Attack – Unfinished Sympathy
65 Blur – Song 2
66 Red Hot Chili Peppers – Under the bridge
61 Dusty Springfield – The look of love
62 Simon & Garfunkel – Bridge over troubled water
63 B-52’s – Roam
64 Lou Reed – Satellite of love
65 Talking Heads – Life during wartime
66 MGMT – Time to pretend
67 Oasis – Roll with it
69 Nirvana – The man who sold the world*
70 Eric Clapton – Tears in heaven
71 Morrissey – First of the gang to die
72 Queen – Bohemian Rhapsody
73 Depeche Mode – Never let me down again
74 U2 – The unforgettable fire
75 Jackie Wilson – (Your love keeps lifting me) Higher and higher
76 R.E.M. – Losing my religion
77 Eurythmics – There must be an angel (playing with my heart)
78 The Clash – London calling
79 AC/DC – You shook me all night long
80 The White Stripes – Seven nation army
81 George Gershwin – Summertime
82 Billy Joel – Honesty
83 Dire Straits – Brothers in arms
84 Frank Sinatra – My way
85 Tom Petty and the Heartbreakers – Don’t come around here no more
86 The Knack – My Sharona
87 The Ramones – Rock and roll radio
88 Katrina and the waves – Walking on sunshine
89 The Traveling Wilburys – Handle with care
90 Everything but the girl – Missing
91 The Style Council – Shout to the top
92 Tears for fears – Woman in chains
93 Antonio Vega – Lucha de gigantes
94 The Boomtown rats – I don’t like Mondays
95 Kings of Leon – Cold desert
96 Radiohead – Creep
97 Garbage – You look so fine
98 The Beach Boys – Wouldn’t it be nice
99 The Zombies – Time of the season
100 Patti Smith – Because the night
4Malos tiempos para la música
Una mala noticia mal titulada:
A la hora de escribir este «post», bien entrada la madrugada, el titular decía lo siguiente (textual):
Universal Music España despidirá al 40% de su plantilla
Que yo sepa, el verbo «despidir» no existe. Para que luego digan que las erratas son exclusivas de la prensa regional…
Al margen del grave error en el titular (los riesgos del ciberperiodismo), la noticia es de las que hielan la sangre. La multinacional discográfica más poderosa del mundo, y seguramente la que acapara mayor cuota de talento musical, se tambalea en España.
Como periodista que ha trabajado con todas las discográficas importantes de este país, puedo decir que Universal es la que me ha tratado con la mayor profesionalidad y seriedad, gracias, sobre todo, a que tiene una persona dedicada al área del noroeste de España. Se llama Pilar Herrería, vive y trabaja en Bilbao, y espero y deseo que no pierda su empleo (y que no le importe esta mención de apoyo).
Hay que tomarse la piratería en serio. Es cierto que destruye muchos puestos de trabajo, no es solamente una «boutade» de Ramoncín y de la SGAE. Gente de carne y hueso que se va a la calle por culpa de las descargas ilegales. Personas con las que yo he tenido trato, para gestionar entrevistas, reportajes y críticas de discos, y que han perdido su puesto de trabajo. Internet es un fenómeno imparable, pero una creación artística no se puede hurtar. La cultura del «gratis total» es el peor virus para la «Cultura», con mayúsculas. Vivimos en un país de picaresca en el que nadie va a pagar por algo que puede salirle gratis. Y es un error. Esto no acabará con grupos consolidados, como U2, Coldplay, Arcade Fire y Black Eyed Peas, por citar cuatro nombres de Universal, pero cerrará la puerta a nuevas bandas nuevas y prometedoras. La industria, amenazada, apostará por el negocio seguro, no por el talento innovador.
Las discográficas también tienen su parte de culpa. Resulta inconcebible que un CD de los años 60 de los Rolling Stones o de los Beatles cueste más de 20 euros, cuando hace décadas que ha sido grabado y amortizado. Y a los periodistas se nos ha tratado como presuntos delincuentes: muchas veces se nos ha impedido una preescucha del disco, necesaria para una crítica o una entrevista, con el pretexto de que podríamos difundirlo en internet antes de su salida al mercado. Un argumento delirante, cuando además existen métodos electrónicos (marcas de agua digitales) que permiten detectar al que hace trampas.
Me confieso amante del disco como objeto físico, con su portada, su trabajo gráfico, su diseño y sus fotografías. ¿Quién no conoce el famoso plátano de la portada de «The Velvet Underground & Nico», el paso de cebra de «Abbey Road» o el trasero de «Born in the USA»? El CD puede estar en vías de desaparición y se imponen las descargas digitales: iTunes es un gran invento, sí, pero el problema no reside en el cambio de formato, de físico a virtual, sino en la gratuidad. Igual que pagamos por ver el fútbol en televisión, lo que permite que se puedan fichar a «cracks» como Cristiano Ronaldo, Kaká y Villa, tenemos que entender que un álbum es resultado de un proceso largo y costoso, y que el talento musical también debe ser bien remunerado. Igual no tanto como para que Shakira y Alejandro Sanz se compren mansiones en Miami, pero tampoco debe salir gratis.
Sigo sin entender el doble rasero que tenemos para los precios en lo que a ocio se refiere: no nos parece demasiado cara una copa de whisky a seis euros, pero sí una entrada de cine por siete. Y el grado de satisfacción y placer que nos produce una película (90 minutos) seguramente es mucho mayor que el que nos proporciona saborear un combinado en un bar.
Y puede ser también que el mercado esté inflado: demasiados grupos y solistas que no aportan nada, demasiado «indie» y música comercial sin relevancia. Lanzamientos de usar y tirar que pasan sin pena ni gloria. Por no hablar de las películas de cine español que pasan de puntillas por la cartelera o no se estrenan. Ya se sabe que el realizador novel que dirige su primera película recibe una buena cantidad en subvenciones. Se subvencionan muchas mediocridades.
Tanto las discográficas como los usuarios deberían aumentar su grado de responsabilidad. Que no suene esa frase de «American pie» en la que Don McLean cantaba sobre el día en el que murió la música.
2Billones de «Deeps»
Lo más habitual es ver traducido, sobre todo en televisión, el billón americano simplemente como «billón», y no por mil millones. No haría falta aclarar que esto es un tremendo error. Así, si en un documental estadounidense se afirma que en el mundo viven «almost seven billion people», aquí lo suelen traducir por «casi siete billones de personas», y se quedan tan anchos. Como es obvio, el billón americano equivale a mil millones, y no a un millón de millones, que es el billón en castellano. Hace bien poco se dijo en un telediario que las películas de Leonardo DiCaprio habían recaudado un billón de dólares el pasado año… ¡¡Casi tanto como el Producto Interior Bruto de España ese mismo año!! Pues nada, la presentadora lo leyó con una sonrisa en los labios y no reparó en el error. Es el problema de elegir bustos parlantes bien parecidos (ellos y ellas) y no periodistas con una buena formación humanística. Me acuerdo del título del libro póstumo de Carl Sagan, «Miles de millones», cuyo título original es «Miles de millones». Traducción, por una vez, correcta.
Otro error más que habitual son las erratas y las faltas de ortografía en los rótulos de los telediarios. ¿Los que los escriben son analfabetos? Una vez más, el saber técnico se pone en evidencia por la ignorancia gramatical.
Y más venial, pero enormemente extendido, es el error de escribir mal el nombre del actor Johnny Depp, llamándole Johnny «Deep» (profundo, en español). Profundas son las carencias de algunos…
cerradosR.I.P. CNN+
No diré, como Jiménez Losantos, que he disfrutado con la defunción de CNN+ Al contrario, me entristeció mucho presenciar en directo su desaparición, el pasado 28 de diciembre (fecha significativa del calendario cristiano…). Veía habitualmente esta cadena, como «yonki» de las noticias que me considero, siempre ávido por conocer la última hora. Además, trabajaban en la cadena profesionales del periodismo que he conocido personalmente, como José Mari Calleja, un buen tipo, pese a que su viraje ideológico durante la última negociación del Gobierno con ETA dejase a muchos (a mí entre ellos) bastante estupefactos. También le tengo aprecio a Gabilondo, pese a que ideológicamente nos encontramos en puntos bastante distantes. Pero mi pena no es por ellos, profesionales bien pagados y seguramente amortizados, sino por los cientos de periodistas jóvenes y no tan jóvenes que se irán al paro o a la incertidumbre de un futuro bajo el paraguas de Telecinco-Atlas. Y también porque hemos cambiado un canal de noticias y debate por un engendro infumable como Gran Hermano… las 24 horas del día. Lo presenta, recordad, Mercedes Milá, esa misma que hace años presentaba programas de «periodismo DE VERDAD» (se ve que el resto de periodistas eran unos aficionados), y que se metió en lo de Gran Hermano por aquello del «experimento sociológico». Se ve que el experimento tienen que repetirlo una y otra vez para estar seguros, porque ya van por la duodécima edición.
En fin, casos como estos nos llevan a pensar que «tenemos el país que nos merecemos».
cerradosEl poder de internet
Hay quien solamente ve el lado malo de internet: su falta de seguridad, las quiebras en la privacidad, la falsedad de buena parte de la información que contiene, su carácter adictivo y su poder para difundir falsedades y fraudes. Yo prefiero ver el lado bueno.
Además de la ingente cantidad de información que podemos encontrar y de la capacidad para conectar a miles de millones de personas con un «click», internet acarrea una revolución democrática, y no me refiero a esas engañosas encuestas en la red, tan utilizadas por medios de comunicación supuestamente serios. Lo vimos en la Revolución (frustrada) Verde de Irán, en la censura de China (de Corea del Norte y de Cuba mejor no hablamos) y en los actuales acontecimientos de Túnez, donde el presidente del país ha prometido eliminar las restricciones a portales tan populares como YouTube. Internet es un espejo imposible de ocultar en el que todos los ciudadanos pueden ver lo que ocurre al otro lado del mundo, compararse con los demás habitantes del globo. Y es mucho más difícil de controlar que la televisión. Al igual que ocurría con la legendaria Radio Free Europe (que dio título a una canción de R.E.M.), muchos ciudadanos de regímenes no democráticos se enteran de lo que pasa fuera de las fronteras gracias a internet.
Si yo fuera Obama, «bombardearía» Corea del Norte con iPhones e iPads dotados de acceso libre y gratuito a internet. No creo que la dictadura norcoreana durase demasiado después de eso.
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