Archivo mensual: enero 2007

Desconcierto del PSE y PNV

jesus2.JPG Jesús Salamanca Alonso

El desconcierto zapateril es descarado y descabellado, aunque también es verdad que la oposición sigue sin saber jugar sus bazas. Ni Mariano Rajoy fue tan duro en el Congreso de los Diputados, ni el presidente Zapatero acertó a decir lo que pretendía. Parece evidente que no es suficiente con ser español y tener dieciocho años para dirigir el grupo más numeroso de la oposición. Semejante pensamiento puede aplicarse al presidente Ibarretxe, una vez demostrada su habilidad para generar conflicto y vadear los problemas.

La pena es que no todos estamos contra ETA. Leopoldo Barreda no se cansa de repetir que el discurso del lehendakari vasco, tras la manifestación celebrada en Bilbao, «no fuese contra ETA, sino para impulsar la negociación política con los terroristas». Y es que Ibarretxe ha pedido que se superen cuanto antes las muertes de las dos últimas víctimas, para seguir negociando cuanto antes con ETA. Algo así como ‘el muerto al hoyo y el vivo al bollo’ . Es la misma escuela de Arzallus: hoy condeno el atentado y mañana sigo poniendo palitos en las ruedas. Pero va más lejos al manifestar que la banda no debe ser derrotada. ¿A dónde quiere llegar? ¿Va a seguir marginando a las víctimas y premiando al entorno de ETA, como ha hecho casi siempre? “Flirtead con las ideas cuanto queráis — decía Graf — pero en cuanto a casaros con ellas, andad cautos”.

Por lo que hemos comprobado a lo largo de los años, ni Ibarretxe conoce el mundo abertzale como creíamos, ni en su partido le aplauden las gracias. El tiempo acabará poniendo a cada uno en su sitio. Es evidente que el sitio de Ibarretxe no es el que ahora ocupa.

El presidente vasco no parece saber que el 75 por ciento de los españoles exige al presidente Zapatero que rompa con ETA, a la vez que nueve de cada diez españoles opinaban que la banda terrorista volvería a atentar. No es menos llamativo que la mayoría considere que el presidente Zapatero está obligado a hacer autocrítica y a rectificar.

Las rarezas no se circunscriben al PNV. Patxi López continúa jugando a interpretar el sentimiento de la siniestra abertzale. Después de sus reuniones con Otegi se considera un experto en negociación antiterrorista, cuando en realidad aún confunde negociar con ‘txikitear’. ¡Otro como Eguiguren, aunque sin maltratos a las personas de su entorno! Lo que aún no tenemos claro es si GARA dice la verdad respecto a las reuniones anteriores al 22 de marzo: si la dice, Zapatero debe ir vaciando los armarios de La Moncloa y, si GARA miente, deberá responde de contribuir al enfrentamiento entre partidos y entre ciudadanos.

Absurdo ‘proceso de Zapatero’

jesus2.JPG Jesús Salamanca Alonso

“Ya ven, nos han teñido de sangre las Navidades y Zapatero en Doñana, como si no pasara nada”, decía un insigne socialista, para quien el presidente acaba rompiendo todo lo que toca. Alguno ha llegado a confesar que hasta Alfonso Guerra ha escondido la pizarra de Suresnes para que no termine hecha añicos.

Ya no se puede mirar hacia otro lado. El presidente ha fracasado. Y lo ha hecho con un gran ridículo. Ningún presidente anterior había pecado de tanta ignorancia, tanta perversión, tan poca cordura, tanta sordera y tanta mala fe. Ha tenido que resucitar la bestia, alimentada por la insensatez, para comprobar que el presidente había perdido la cordura democrática. Hasta en su tierra leonesa se lo reprochan.

Demasiados absurdos se escondían tras la conceptuación de ‘proceso’. Pretender negociar con los abanderados del terror y renunciar a derrotarlos parece más propio de un saltimbanqui político y de un cavernícola retro-progre que de un líder equilibrado. En Europa no se creen lo sucedido. Zapatero ha vendido humo en cesta y ni siquiera la orden dada a los voceros mediáticos y enigmáticos fantasmas evitará que se llegue a la verdad.

Toda la culpa del “accidente mortal” es de ETA y solo de ETA. En tanto que al presidente Zapatero solo hay que reprocharle su nefasta gestión, así como permitir que ETA resucitara, se rearmara, actuara en el país vecino y se envalentonara. También es su responsabilidad y de su entorno que Batasuna reinara en la calle, en vez de estar donde debe: en la cárcel.

En ese entorno del presidente, no hay que olvidar el papelón de Joan Mesquida. Nunca antes un director general de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado había sumido en semejante depresión a sus miembros, a la vez que ha incrementado el sentimiento de inseguridad ciudadana. Pero ha ido más lejos: ha dejado al Gobierno con las posaderas a la intemperie, al demostrar que es un pilar más de su actual división. Si a ello añadimos la existencia de nula coordinación ministerial, sospechosa desinformación y excesivo tiempo alimentando al avestruz, ya tenemos cuatro ingredientes para ser cesado cuanto antes. No obstante, si tuviera la honradez de dimitir, le evitaría a Rubalcaba un mal trago.

victimas.JPG Homenaje a las víctimas

¡Ojo con pasar la línea roja!

jesus1.JPG Jesús Salamanca Alonso

Parece que estamos jugando a confundir a alguien. Hablamos de “proceso de paz” y ni siquiera hay guerra. Tal vez muchos piensen que la paz es sólo la guerra sin declarar. Pero lo más curioso no es cómo se escribe la historia, sino cómo se borra.

Algunos han olvidado que las víctimas de ETA murieron para que no se tuvieran que arrodillar la democracia y el Estado de Derecho. Tengo la certeza de que la desconfianza y el miedo se han instalado en la sociedad. Confirmado el chivatazo de dos policías al recaudador de ETA para evitar entorpecer el mal llamado proceso negociador, esa desconfianza ha subido varios peldaños. Hablamos de colaboración con banda armada y en nuestro ordenamiento jurídico, la colaboración con banda armada es delito. Ahí es nada, policías “correveidiles” del entorno etarra: antes se infiltraba a los policías en la banda para conocer y manejar los movimientos, pero resulta que ahora hay policías que colaboran ‘hombro con hombro’ con la banda asesina. Parece que la corrupción vuelve a la política y atrapa a la mujer del César. Ni los más viejos del lugar.

Llegados al punto del colaboracionismo es muy delgada la línea que nos separa de la entrega del Estado de Derecho a quienes han masacrado a la sociedad española, y particularmente a la sociedad vasca, durante casi cincuenta años. A pesar de la situación actual y de la paralización absoluta de las negociaciones, Rodríguez Zapatero es un político responsable y sabe que la “línea roja” no debe ser traspasada. Con lo que no cuenta el entorno etarra es con la rebelión de la sociedad civil si esa línea llegara a traspasarse.

Si alguna vez el garante de la democracia y del Estado de Derecho peca de dejadez o se equivoca, es su sustento civil quien debe asumir las riendas de la razón y del sentido común. No hay duda de que – en palabras de Esopo — la rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido.

Dudas y sospechas

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

No entendemos el regalo a Batasuna y al entorno etarra. Nos llama la atención una coincidencia de fechas: reunión con el entorno de ETA y regreso a la judicatura del mal llamado “juez estrella”. Sin embargo, vuelven a desconcertarnos las dos recientes detenciones. ¿Será el tira y afloja al que se refería el presidente Rodríguez Zapatero?

A nadie se le oculta que ese regreso ha generado cierta preocupación. Sería un despropósito buscar el aplauso cuando de terrorismo se trata. En las democracias serias, la Justicia no pierde el tiempo atendiendo al clima social y a la situación política. La Justicia es garante del Estado de Derecho y lo demás son gaitas marineras, ganas de incordiar y afán de alcanzar extraños y personales objetivos.

Cuando se habla de la seriedad de la Justicia, el ciudadano suele recordar actuaciones y estilos de trabajo como los que hemos presenciado con Grande-Marlaska. Otras formas de trabajo suelen quedar en la anécdota y posiblemente para el chiste vespertino de taberna. De la misma forma que los jueces interpretan la ley, los ciudadanos lo hacen con los actos y resoluciones. El derecho a hacer, decir y decidir lo es para todos y no sólo para quienes pisan acolchada alfombra, sin riesgos ni sobresaltos.

Mientras que el Gobierno encuentra aliados y cooperadores donde el sentido común encuentra sospechas, con la seriedad de actuaciones como la de Grande-MarlasKa el ciudadano se siente protegido y seguro. Hay “regresos a escena” que generan duda: es algo así como que la Justicia se quita la venda y mira de reojo a la política. También esa sospecha se alimenta del flaco favor que han hecho a la sociedad los dos supuestos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ver para creer y oír para dudar.

El sentimiento de duda y sospecha está en el ambiente. Ni siquiera el dubitativo “juez estrella” debe estar seguro de su resolución, por cuanto quiere saber de qué se trata en las reuniones “colaboracionistas”. Es como amenazar con tirar la piedra, pero sin soltarla de la mano. Algo así como “que me miren, pero que no me vean”.

Para los gustos se hicieron los colores. Actualmente se aprecia una opinión bastante extendida: Grande-Marlaska, refrendado por una impecable actuación judicial, ha dejado “tan buen sabor de boca” que el ciudadano está convencido de que la aplicación de la ley sí es posible sin buscar estrellatos. A pesar de la banda terrorista, de su entorno y de los chivatos que colaboran con ellos para facilitarles el camino, Montesquieu no corre peligro y eso es un alivio.

Circo y cursillos de ETA

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

       De circo en circo. Acusar al Gobierno de la voluntad de José Ignacio de Juana Chaos es una forma de confundir términos y negarse a asumir responsabilidades. Y eso es lo que se está haciendo en Askatasuna, donde siguen sin saber si suben, bajan o se columpian. Teatro al que también ponen música, pero de muy mala calidad, los seguidores de Etxerat y su músico Estanis Etxaburu, quien ha calificado de “circo cruel” la reunión de los magistrados. Y se quedan tan tranquilos.

       Claro que para circo el que ha montado Garzón al no imputar a Arnaldo Otegi por sus afirmaciones en la rueda de prensa posterior al atentado etarra de Barajas. Para el que fuera juez ‘estrella’, Batasuna y la izquierda abertzale “son entidades o movimientos diferentes”, desde el momento que esta última supone un concepto “mucho más amplio”. En una palabra: Batasuna tampoco debe ser parte del entorno abertzale. ¡Te contradices, Baltasar! Este chiste tiene menos recorrido que un caramelo a la puerta de un colegio. Por la regla de tres que aplica Garzón, los profesores no pertenecen al ámbito de la enseñanza, ni los jueces al ámbito de la judicatura. ¡Que alguien pare tanto capricho!

       Pero volvamos a De Juana Chaos. El preso está siendo tratado como un señor. El Gobierno está cumpliendo con todas las atenciones que puede hacerlo un Gobierno democrático; incluso me atrevo a decir que se está pasando en atenciones. Tal vez lo haga por miedo, pero lo está haciendo. Se está prestando excesiva atención a un asesino por el hecho de no comer. En España hay ocho millones de pobres de solemnidad, según Cáritas, y casi nadie presta la debida atención.

       Entre el circo del mundo abertzale, la ‘doctrina’ Garzón y la atención a José Ignacio de Juana, parece que nos hemos olvidado de datos muy importantes. Durante la “Tregua-Bomba”, ETA ha alcanzado plena disposición para matar, como en los peores momentos de la democracia. Y la ignorancia de Zapatero, la falta de asesores en temas de terrorismo, la dejadez, la desinformación y el fuera de juego permanente de Joan Mesquida han permitido llegar a ese punto. Se suele decir que no hay peor sordo que el que no quiere oír, pero sí hay uno peor: aquel a quien las advertencias por un oído le entran y por otro le salen.

       No es plato de gusto conocer por amigos y contactos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado — alguno de ellos aún en la ‘boca del lobo’ — que la banda ha prestado especial atención a sus cachorros y ha aprovechado a impartirles cursillos de pistoleros. Unos cursillos con un amplio programa que abarcaba desde el tiro en la nuca hasta la especialización y el perfeccionamiento en nuevos explosivos, pasando por la vigilancia a personas, la obtención de datos personales y el uso de los medios de comunicación como útiles permanentes de trabajo.

       ¡Y el Gobierno de Zapatero otra vez en la vendimia!

De Juana: comedia y chantaje

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

De Juana Chaos pretende chantajear al Gobierno con la dieta blanda a la que él ha llamado huelga de hambre desde el principio. A la vista de la analítica que difunden varios medios de comunicación, no pasa hambre. Esconde su cobardía, sin más. Una cobardía que siempre se le ha supuesto; tanto en su etapa de policía, como en su currículum de asesino. Es la tercera vez que intenta engañar no solo a la ciudadanía, sino al entorno abertzale para quien, por cierto, es simplemente material quemado.

Ya nadie le cree. En su situación, lo mejor que puede hacer es tomarse la huelga en serio; pero esta vez sin comer a escondidas. ¡Cuántos cincuentones quisieran tener una analítica como De Juana Chaos! Lo que demuestra que come y no de forma obligada, como se ha dicho. Nunca la cobardía ha sido acompañante de una decisión responsable. La alta dosis de la primera, en el caso de José Ignacio de Juana Chaos, le ha llevado a fracasar en su intento.

Estamos convencidos que le falta todo el valor del mundo para llegar hasta el final; un final que, sin duda, muchos celebrarían en el País Vasco, empezando por Askatasuna y Etxerat, dado el lastre que para ellos representa. Solo es un icono mientras permanezca preso. En la calle es un estorbo y estorbos son lo que sobran en la siniestra abertzale. Fuera del trullo, su objetivo es la venganza y para ello lucha.

Los doce jueces que han defendido al Estado de Derecho han prestado un extraordinario servicio a la democracia y, en particular, a la ciudadanía. A pesar de los exabruptos del entorno gubernamental, la resolución es digna de enmarcar. Es cierto que ese es el cometido de la Sala de lo Penal; pero también se ha demostrado que de haber estado en manos de otros, como los cuatro del voto particular, el servicio hubiera sido bien distinto. Hasta el ministro de Justicia se ha metido a redentor, sin saber que quien se mete a redentor suele morir crucificado. Ha querido meter la mano a toro pasado. ¡Otro valiente, que tal baila! Así toreamos todos aun sin engaño. Y no solo él ha puesto a los jueces en el punto de mira. Estupideces de semejante categoría y contenido se han escuchado a los negociadores Patxi López y Carod Rovira, al batasuno Barrena y al gran jefe del EBB, José Jon Imaz.

A ver si nos vamos enterando: Aquí no hay ningún problema. Que coma y punto. Asunto resuelto. La mala hierba nunca muere. El Estado ha sabido ser humanitario. ¿Qué ha sido él, además de cobarde y vulgar asesino?

En lo que a mi respecta, puede morirse cuando quiera. ¡Estén tranquilos, que no se muere! No lo celebraré, pero tampoco me quitará el sueño. La cobardía que atesora este asesino múltiple y multifuncional le impide tirar la soga detrás del caldero.

chaos3.JPG Jose Ignacio de Juana Chaos

Juegan a hacer política

jesus2.JPG Jesús Salamanca Alonso

A lo largo de la presente legislatura, el presidente Zapatero jamás ha apostado por evitar la confrontación con el Partido Popular. Sus obsesiones preocupan a la derecha y al sector más radical y siniestro de su partido. Como político deja mucho que desear y, posiblemente, la Historia le recuerde como un vendedor ambulante ocupado en falsas ilusiones y preocupantes reacciones.

Su papel en la oposición ensombreció al socialismo. Solo los múltiples errores de Aznar llevaron a que un sector volviera la cabeza hacia Rodríguez Zapatero, en quien ni siquiera los suyos confiaban. ¿Alguien recuerda cuando Rodríguez Ibarra decía que Bono era un político de largo recorrido y Zapatero no había ganado ni la vuelta ciclista a su pueblo?

Según Zapatero, en el coloquio con Garzón, nadie podría acusarle jamás de zarandear al poder judicial. Puede estar seguro el presidente que nadie lo hará; sobre todo, porque éste no lo permitiría. Otra cuestión bien distinta es lo sucedido con el fiscal general y todo el abanico que éste maneja. Rodríguez Zapatero, en su enfermizo engreimiento, también asegura haber respetado la independencia del poder judicial ¿Pero qué se ha creído el presidente Zapatero? ¡Hasta ahí podíamos llegar!

No es solo el presidente el que desbarra con frecuencia. En el PNV, en muchas ocasiones, no saben si matan, hieren o espantan. Los que sobrepasamos la cuarentena hemos oído decir muchas barbaridades a los nacionalistas y no nacionalistas; aunque últimamente algún nacionalista como José Jon Imaz ha intentado ser razonable, lo cual siempre es digno de elogio. Véase como muestra la admirable afirmación respecto a que: “No admito que el futuro de la sociedad vasca se decida en una negociación con un encapuchado”. Sin duda es para quitarse el sombrero. La pena es que, cuando empezábamos a hacernos ilusiones, se descuelga con una tontería de gran calibre. No se ha cortado lo más mínimo al decir que “en la lucha contra ETA es importante evitar hacer mártires en ese mundo”. Es evidente que al gran jefe del PNV le hubiera gustado otra decisión, en vez de la que se ha adoptado respecto a De Juana Chaos.

Son como niños, juegan a hacer política sin reparar en el daño que pueden causar. Pero no son solo Zapatero e Imaz. En poco tiempo hemos oído verdaderas barbaridades a López Aguilar, Miguel Buen, Patxi López, Carod Rovira, al ‘politijuez’ Garzón, Ibarretxe, Julen Larrinaga, Estanis Etxaburu,… A todos les hubiera gustado una decisión distinta a la que han de asumir en el caso De Juana Chaos. Buena gana de alargar la lista. También a otros nos gustaría que se luchara en serio contra ETA y, sin embargo, tenemos que aguantarnos con las periódicas amenazas y con la permanente vigilancia de nuestro entorno. Así que, señores políticos, dejen de presionar y dividir a la sociedad y añadan un plus de seriedad a su trabajo.

 

zapa8.jpg ETA-Rodríguez Zapatero

 

Presidente a la deriva

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

     El coloquio entre el presidente Zapatero y Garzón ha dejado ‘perlas’ para el entretenimiento y no menos preocupación. Cada vez que el presidente habla de terrorismo, se mete en charcos y acaba salpicando a los demás. La prudencia no es precisamente su especialidad. Y tampoco su norma habitual. Decir que se está “en la fase final del terrorismo” es una necedad gratuita del mismo estilo que las atrevidas e inoportunas opiniones del pasado 29 de diciembre. Zapatero aún no alcanza a conocer la preocupación social que genera con sus frases hechas, tan trasnochadas e impropias de un presidente de Gobierno. ¿Pero quién le asesora tan mal? Ahora mismo tenemos un presidente a la deriva.

     La falta de consenso con el partido de Mariano Rajoy tampoco ha sabido enfocarlo. Después de traicionar el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, negociar con ETA mientras firmaba el citado Pacto con el PP y alardear de Otegi como ‘príncipe de la paz’, ya no hay quién confíe en este hombre gris, huidizo, asustado, mentiroso, con imagen de niño bonachón y adolescente bobalicón.

     Precisamente es su diaria actitud la que ha llevado a la absurda confrontación. Le tienden la mano para afrontar el terrorismo y él la muerde en vez de recibirla con agrado y gratitud. Hace tiempo que la diestra política ha dejado de confiar en Zapatero y la siniestra que le acompaña le mira con demasiado recelo. Tan solo el provecho y el egoísmo partidista le reportan extrañas sonrisas de sus socios, a la espera de poder ‘trincarle’ la bolsa de los doblones.

     En el coloquio demostró ser un experto en frases hechas, de rimbombantes formas y vacías de contenido. Se quedó a mitad de camino entre la media verdad y la barbaridad. Acabó instalado donde siempre y lo más inteligente que afirmó fue que “el terrorismo es una de las grandes asignaturas que la democracia vencerá”. Estimado presidente: Blanco y en botella; relincha y cuadrúpedo; ladra y muerde.

     Al menos, Felipe González generaba reflexión con sus intervenciones; pero Zapatero alienta dudas, sospechas y preocupación. ¡Y el otro haciéndole el juego y bailándole el agua! ¿Estará al olor de la titularidad del Ministerio de Justicia ahora que va a quedar vacante? A Garzón se le ve venir, pero nunca se sabe por dónde va a entrar. Al tiempo.

Triunfó el Estado de Derecho

jesus.JPG Jesús Salamanca Alonso

No podía ser de otra forma. El Pleno de la Audiencia ha estado a la altura de la seriedad que se le supone, además de responder al sentir de la ciudadanía. Al menos eso parece ser la voz de la calle y “a la calle no hay quien la calle”. También Internet está difundiendo lo que el ciudadano pedía: entre las numerosas encuestas revisadas, ni una sola da mayoría a otra opción que no sea la continuidad de José Ignacio de Juana Chaos en prisión.

Una vez más el Estado de Derecho ha salido a flote. ‘Montesquieu’ ridiculiza a Zapatero cada vez que éste se desvía de la senda democrática. La ciudadanía cada vez cree menos en embaucadores, encantadores de serpientes y vulgares mentirosos. Y menos aún en opiniones partidistas; entiéndase las referencias al tema por parte de Manuel Chaves y otros ‘contrafuertes’ del partido.

Se supone que el entorno abertzale entablará el correspondiente recurso de súplica, porque numerosas opiniones del partido socialista han puesto sobre la pista a los defensores proclives a la liberación o a la prisión atenuada. Aún recuerdo a un director general de la Consejería de educación de la Junta de Castilla y León que prohibía a sus técnicos salir a los medios de comunicación, bajo permanente amenaza, porque decía que con sus opiniones daban pistas al enemigo; es decir, a los sindicatos y al principal partido de la oposición en la comunidad. Pues algo parecido ha hecho Manuel Chaves, solo que a las claras y sin prohibiciones.

La moraleja que sacamos del acuerdo adoptado por los magistrados de la Sala de lo Penal es que el Estado de Derecho vuelve a estar a salvo; no se cede ante el chantaje ni la mentira; cuatro de los dieciséis votos del Pleno de la Audiencia son una preocupación para la ciudadanía, hasta que podamos leer cada voto particular; el infantil desliz de petición del fiscal respecto a recluir al etarra en “prisión atenuada en domicilio con vigilancia”; la reacción de la violencia callejera y la posibilidad de un nuevo atentado.

Una resolución contraria a la adoptada hubiera generado alarma social. Sería motivo para que otros presos siguieran el mismo camino; la siniestra abertzale hubiera celebrado el fallo, como De Juana Chaos brindaba cada vez que la banda creaba más y más víctimas; el Estado de Derecho hubiera degenerado en un ‘Estado de desecho’; seguramente hubiera supuesto un triunfo para el presidente Zapatero – aún bajo el síndrome de Estocolmo –, pero un fracaso para la democracia.

La decisión de José Ignacio de Juana Chaos debe respetarse. Ni está tan grave, ni los médicos que le atienden tienen derecho a crear innecesaria alarma social. Es de dominio público que también ahora sigue dieta blanda. Eso no es huelga de hambre. Es la tercera vez que intenta engañar a los medios de comunicación y a los ciudadanos.

El preso De Juana Chaos representa el concepto de lucha armada para la banda, mientras esté en prisión. Fuera del ‘trullo’ es un estorbo, material quemado para el mundo abertzale y un peligro para el Estado de Derecho. El odio que almacena es directamente proporcional a su capacidad de hacer mal. Está perfectamente donde está.

Ridículo en Estrasburgo

prd41.JPG Jesús Salamanca

ETA está que no cabe de gozo en si misma. GARA ha destacado el éxito de la organización, así como que la inutilidad del PSOE pone las cosas “a huevo” al Partido Popular. Estamos comprobando que mientras ETA da a entender que está construyendo el nuevo Estado vasco, el ejecutivo socialista ha proyectado la división de España. Lo grave es que se habla de conflicto y ni siquiera existe el mismo. Jamás se podrá hablar de “proceso de paz”, dado que no hay guerra. No hace mucho tiempo decíamos que llama la atención la forma de borrar la historia.

En estos momentos, en España no hay guerra, pero sí hay falta de libertad en muchos núcleos de su territorio. En Estrasburgo se ha hablado de un conflicto inexistente y se ha auto-ridiculizado el parlamento. Para ese viaje no hacían falta alforjas. El desconcierto de la UE es clamoroso en muchos temas. Da la impresión de que la paranoia ha atenazado a los eurodiputados. Tras el atentado de ETA no saben dónde meter la cabeza. Su vergüenza les atenaza.

Hoy más que nunca está claro que en España hay una banda terrorista que mata. El ejecutivo y el partido del Gobierno nos recuerdan a las gallinas de Cafarnaun, que aprendieron a nadar para fornicar con los patos. Falta “banquillo político” en el Gobierno: aguantan “carros y carretas” en algunos departamentos, porque carecen de personal solvente, se ha visto en la candidatura a la alcaldía de Madrid, en el retraso ‘sine die’ para sustituir a “Chuchi” Caldera y a Consuelo Rumí, en las barbaridades aventadas por “Dña. simplona” Narbona, en la incapacidad para que Galicia disfrutara de un presidente útil y gestor…

Nunca debió plantearse el debate en el Parlamento Europeo sin un acuerdo español. Zapatero ha caído en la trampa y día tras día se ve ninguneado por los violentos y por la banda asesina. La inutilidad se ha apoderado de él. Se puede mentir a uno, una y hasta dos o tres veces; pero no se puede mentir a todos una y otra vez. No ser capaz de ver la humillación gratuita al Gobierno, es querer mirar hacia otro lado o sentirse avergonzado de un Gobierno incapaz. Sería una pena que Batasuna subiera puntos tras el esperpento de Estrasburgo, ETA ganara la partida y perdiera España.

Por si no era suficiente, la prensa europea ha tomado a España por “el pito de un sereno”. Al día siguiente de la resolución, ojeando la prensa europea, a muchos se nos ha puesto un nudo en la garganta. Nos han ninguneado y nos han tratado como a pardillos. Las “perlas” son manifiestas y a la vez patéticas: “España hace el juego a los terroristas”, “El proceso debe ser interno”, “Euskal Herria es una entelequia, un absurdo”, “Irlanda del Norte no tiene nada que ver con España”, “El socialismo español está desconcertado y su presidente ‘herido’ políticamente”,… Al buen entendedor le sobran ciertas explicaciones, mientras que el ‘borrego amarillo’ siempre sabrá pervertir la realidad.